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◖ ❄️ ،، Veinte

De los árboles salía un peculiar aroma a humedad, las ramas que antes eran crujientes al tacto, se volvieron suaves y vulnerables al peso de cualquier pie torpe que le pisara sin intención. Había parado de llover antes del amanecer, el cielo estaba despejado, sólo algunas nubes grises podían visualizarse fácilmente al mirar hacia el cielo, con trozos azules dispersos y alguno que otro tono gris. El viento fresco y las aves cantando. La gente despierta hacia su trabajo, ofreciendo los buenos días mientras hablaban con un trozo de pan en la boca.

— Félix — Dongwoo apareció de pronto, mostrando una sonrisa mientras caminaba con prisa hasta el más joven alfa, quien estaba justamente cerrando la puerta de su pequeña casa para partir camino hasta el palacio.

— Dongwoo — respondió Félix, sonriendo después al darse la vuelta. — Buen día — saludó amablemente, haciendo una reverencia.

— ¿Vas a la casa principal? — preguntó el alfa castaño con curiosidad.

— Bueno, SeongHwa nos convoca todas las mañanas a una junta, así que... creo que sí — vaciló comenzando a caminar, mientras que, Dongwoo le seguía en silencio.

— ¿Tomaste el desayuno? — habló Dongwoo nuevamente.

— Por supuesto — respondió con seguridad. — JiWon no deja que comience mi día sin al menos beber un vaso de leche 

Dongwoo, a sus espaldas dejó de caminar, bajando la mirada hasta uno de los grandes bolsillos en el saco negro que llevaba puesto, de ahí sacó un costal en miniatura. — toma — estiró su brazo hasta Félix, éste se dio la vuelta, deteniendo su caminata y observando las manos del chico castaño con ojos tímidos y el ceño ligeramente fruncido, desviando la mirada para no ganar más atención de la que quería obtener. Félix tomó entre sus manos a aquel costal pequeño, segundos después de observar a la graciosa reacción del mayor, abrió ése costal, tirando del lazo que lo cerraba. Eran galletas. Félix levantó la mirada nuevamente, sonriendo con un poco más de seguridad.

— Las hizo JiWon — tartamudeó Dongwoo.

El menor de los dos alfas no pudo más que sonreír cuando su compañero volvió a caminar, intentando acabar con esa conversación que le estaba transformando el rostro en un tómate. — Si vas a utilizar la misma mentira, encárgate de cambiar al protagonista — se burló Félix, recibiendo como respuesta un gruñido. Antes de que pudiera marcharse completamente, tiró de su brazo, regresando a Dongwoo a su sitio sin mucho esfuerzo, Dongwoo no ponía mucha fuerza y aquello lo contradecía, realmente no se quería marchar.

— No es por nada — retomó Félix — pero JiWon debe de estar harta de que la utilicemos para cubrir lo que hacemos — rió, mirando a Dongwoo con suma delicadeza. La mentira era justificable cuando se trataba de cubrir un delito o un pequeño pecado, cuando intentabas salir del fondo de una tina en la que cada vez la presión del agua se vuelve más fuerte.

— ¿Y qué es lo que hacemos? — cuestionó Dongwoo con mucha más seriedad, con un rostro que por primera vez mostraba melancolía, sus cejas unidas le daban un toque azul triste a su rostro.

Félix le miró con suavidad no respondiendo nada, sencillamente guardando la respuesta para el mejor momento. En un instante sus brazos expuestos al viento temblaron. — Olvidé mi abrigo — se alarmó, haciendo sonreír a Dongwoo nuevamente. El castaño le detuvo.

— Utiliza el mío — dijo con confianza, quitándose el abrigo lentamente, mientras que a su lado Félix se negaba. — acércate — pidió Dongwoo, colocándose delante de Félix, después de que su abrigo saliera de sus brazos, sus manos se encargaron de rodear el cuello de Félix con el abrigo, ayudándole a ponérselo debidamente. Ahí, Félix tan cerca de Dongwoo, se culpó cuando su corazón comenzó a latir tan fuerte que sintió que Dongwoo le escucharía.

Los húmedos y castaños cabellos de Dongwoo rozaron la nariz de Félix cuando el mayor de los dos alfas se agachó para ajustar el último botón. Cuando levantó la cabeza, se topó con los ojos curiosos y tímidos de Félix, sintiendo de igual manera que su mundo se quebró en cuanto su respiración se volvió insignificante. Sus narices se rozaron lentamente, casi abrazados y sin tomarle importancia al lugar en el que estaban.

Dongwoo suspiró con pesadez, cerrando los ojos y moviendo su cabeza un poco más lejos de los labios de Félix, besando su mejilla con cierta ternura. Félix, giró su cabeza también, inhalando en la mejilla de Dongwoo y regresandole el beso en la mejilla, frotando su nariz en ella después.

Yeosang sonrió con suavidad después de salir de la ducha, con sus blancos cabellos húmedos y el rostro fresco. Se sorprendió cuando sus ojos se encontraron con SeongHwa.

— Buenos días — saludó SeongHwa después de entrar a la habitación, cerrando la puerta nuevamente y moviéndose por la habitación para llegar hasta Yeosang.

— Creí que ya te habías ido — Dijo Yeosang con gracia. SeongHwa le quitó de las manos la pequeña toalla blanca especial para secar su cabello, el alfa lo apoyó con ello, secando el cabello de Yeosang con suavidad dentro de esa suave toalla.

— Hoy tengo una guardia solamente, pero se la di a Taemin y a sus hombres. Me quedaré aquí estos días — finalizó, regresando esa toalla al interior del cuarto de baño, Yeosang asintió, caminando hacia el sofá individual que permanecía delante de la ventana. — ¿tienes hambre? — preguntó SeongHwa con una sonrisa, poniéndose de cuclillas delante de él.

— No — negó Yeosang con cierta irritabilidad.

— ¿qué te parece si le digo a JiWon que te prepare pastelillos?

Yeosang negó nuevamente. — Quisiera dormir un poco más — sonrió después.

— ¿Te sientes enfermo? — se preocupó SeongHwa, levantándose y colocando su mano en la frente de Yeosang. — estás un poco caliente, ¿te sientes bien?

— Estoy bien, me siento bien — aseguró Yeosang, antes de que SeongHwa le jalara suavemente del brazo para levantarlo, colocándolo en medio de la habitación, el alfa encendió las luces para analizarlo.

— Llamaré al doctor Lee — afirmó SeongHwa, pidiéndole a Yeosang que se quedara en la habitación. — volveré en un segundo

Yeosang asintió, mirando a SeongHwa desaparecer por la puerta. SeongHwa justo después de salir se encontró con Dongwoo y Félix, ambos entrando juntos a la casa. — Dongwoo — llamó SeongHwa desde arriba. Dongwoo levantó la vista. — Busca al doctor Lee y pídele que venga — el alfa asintió, saliendo de casa inmediatamente. Félix miró a SeongHwa con preocupación.

— ¿Estás enfermo, SeongHwa? — preguntó el más joven.

SeongHwa negó. — Se trata de Yeosang

Félix caminó un poco más cerca a las escaleras. — ¿le pasa algo?

— Tiene un poco de fiebre y no quiere comer — aclaró SeongHwa. — volveré a la habitación, ¿podrías asegurarte de que el doctor Lee suba por su cuenta? — Félix asintió y SeongHwa volvió a la habitación, encontrando a Yeosang recostado en la cama. — He pedido a Dongwoo que busque al doctor, me quedaré mientras llega, duerme un poco, me quedaré a tu lado — murmuró SeongHwa, sentándose a un lado en la cama y cubriéndolo con el edredón, Yeosang sonrió, acurrucandose y cerrando los ojos con facilidad, no le fue difícil dormirse, sus ojos le pedían a gritos cerrarse.

— ¡Doctor Lee! — alarmó Félix, después de veinte minutos al verlos llegar. Dongwoo y el doctor bajaron de sus caballos. Dongwoo le indicó el caminó en cuanto las grandes puertas se abrieron gracias a una de las empleadas. — SeongHwa le espera arriba, en la recámara principal

— ¿De qué se trata? — cuestionó el hombre de edad avanzada, cabello blanco cubierto de canas y lentes redondos, bata blanca perfectamente limpia y su típico maletín.

— Se trata de su omega, Yeosang — comentó Félix.

— ¿qué es lo que le pasa? — preguntó el hombre de vuelta.

— aparentemente no quiere probar bocado y tiene un poco de fiebre

Lee asintió. — ¿En dónde dijiste que están?

— En la recámara principal

Después de ello, el hombre fue escoltado por ambos alfas, los tres subieron las escaleras. El doctor Lee  tocó la puerta, dando tres golpecitos.

Dentro de la habitación estaba Yeosang, dormido y cubierto por la suave cobija blanca. Los golpes repetidos en la puerta le hicieron despertarse lentamente. Abrió los ojos con dificultad y miró a su alrededor buscando a SeongHwa, quien no aparecía por mucho buscar con la vista. Se movió en la cama, impulsando su cuerpo para sentarse en la cama y girarse hacia uno de los costados del colchón, el cual era el más cercano al lado de la puerta, al bajar sus pies sintió algo como un gran cuerpo peludo, sus pies desnudos sintieron aquello, como un gran tapete de peluche. Se sorprendió y se inclinó hacia adelante para mirar al piso, observando con sorpresa a un gran lobo negro tumbado a sus pies.

"Toc toc"

"Toc toc "

"Toc toc "

"Toc Toc "

— SeongHwa, el doctor Lee está aquí

Dijo Dongwoo por detrás de la puerta.

El lobo abrió los ojos y Yeosang no hizo más que observar a la ropa desgarrada a un lado de él.

— SeongHwa — llamó Yeosang con sorpresa. Nunca le había mirado en su forma de bestia, jamás se había imaginado que era tan grande e intimidante.

El omega se levantó de la cama sin moverse mucho, los ojos del lobo estaban clavados en él. — Ya mismo abro — dijo Yeosang, pero al caminar en dirección a la puerta SeongHwa, o mejor dicho el gran lobo negro se opuso, empujándolo hacia atrás y cortándole el camino. Yeosang le miró desde arriba, intentado de nuevo caminar hacia la puerta pero siendo empujado de regreso hacia atrás por el lobo. — Tengo que abrir — habló Yeosang, obteniendo como respuesta una mirada neutra de la bestia.

— Yeosang — llamó Dongwoo.

— Dongwoo — respondió Yeosang. — ¿Hay forma de que puedas entrar sin que yo abra?

Fuera de la habitación, los tres hombres se miraron entre sí. Dongwoo buscó entre su chaleco la copia de la llave de la habitación principal, frunciendo el ceño con duda, era la primera vez que utilizaba esa llave que le había dado SeongHwa días antes para cuidar de Yeosang.

Al abrir la puerta abrió los ojos en grande, colocando al doctor Lee detrás de él y poniéndose los tres en alerta. Félix jadeó.

— No puedo creerlo — se quejó Dongwoo.

— no sé que pudo haber pasado — lloriqueó Yeosang.

Dongwoo miró fijamente al lobo a los ojos, levantando sus brazos para verse amistoso y no como una amenaza ante el alfa líder y además dominante que por naturaleza en su forma animal podría ser extremadamente agresivo.

Pero al dar un paso más cerca de Yeosang, el lobo gruñó, mostrando los colmillos y tensando el cuerpo, logrando a sí volverse aparentemente más grande.

Dongwoo retrocedió nuevamente, respirando con tranquilidad para no alterar a su alfa. Estiró su mano hasta Yeosang para que la tomara y poder sacarlo de ahí, inmediatamente después de hacer eso, la magnifica y gran bestia le tiró hacia atrás, haciendo que Yeosang no pudiera caminar más allá. Dongwoo cayó de espaldas, quedando delante de dos colmillos amenazando con atacar si no de alejaba.

— ¡Dongwoo! — se alarmó Félix.

— Estoy bien — aseguró Dongwoo, retrocediendo lentamente.

— ¿Por qué no deja que nos acerquemos? — preguntó Félix. — es la primera vez que hace esto

— Es Yeosang — aseguró Dongwoo. — Huelo algo diferente en él —  negó con desaprobación.

— ¿Cuánto tiempo estará en su forma de lobo? — preguntó Yeosang.

— No depende de nosotros — respondió Félix. — si continúa alerta podría pasar hasta dos días de esa manera

El doctor Lee cerró la puerta de la habitación, dejando solamente a Yeosang y a SeongHwa en ella, esto para evitar que continuara sintiéndose amenazado. — necesito revisarlo — dijo el hombre.

Dentro de la habitación, Yeosang miró a SeongHwa. — eso estuvo mal — regañó, haciendo que el alfa se tumbara a sus pies.

— Dejaré está canasta con quesos y fresas, hay un poco de maíz y mantequilla, recuerda ponerlo todo en los refrigeradores — pidió JiWon, con SuNi caminando a su lado en dirección a la cocina.

El doctor Lee, Félix y Dongwoo miraron a JiWon al mismo tiempo, haciendo que la mujer les mirara también.

— ¿Por qué me miran así? — gruñó ella, entregando las canastas a SuNi.

— JiWon — llamó Dongwoo. — tenemos un problema

— Dongwoo quiere ayudarme, pero tú le gruñes y muestras tus colmillos — regañó Yeosang, sentado en el piso, con SeongHwa mirándole atento. — ¿a mí también me mostrarás los colmillos? — protestó Yeosang.

SeongHwa solamente le respondió lamiendo su pierna.

— Eso no funcionará — bufó Yeosang.

La puerta se abrió nuevamente, SeongHwa otra vez se colocó delante de Yeosang. Esta vez era JiWon la que se mostraba.

— Mamá — llamó Yeosang. 

JiWon miró a SeongHwa y después a Yeosang. — Ven, cariño — le pidió al omega.  Yeosang intentó acercarse pero SeongHwa le empujó hacia atrás otra vez. JiWon frunció el ceño y avanzó hacia Yeosang, el lobo nuevamente gruñó mostrando los grandes colmillos, JiWon retrocedió.

— Jamás le había gruñido a JiWon — alertó Félix.

— Escucha, no vamos a hacerle daño — habló JiWon. — si no dejas que el médico lo revise puede pasarle algo verdaderamente malo

SeongHwa la miraba con desconfianza. Pero continuaba negándose.

— Sométanlo — ordenó JiWon.

Haciéndose a un lado y dejando que Taemin, Dongwoo y Félix entraran a la habitación con la brutalidad salvaje que también por naturaleza cargaban. Con fuerza y un poco de pelea lograron tumbar a  SeongHwa en el piso, impidiendole morder y atacar de cualquier manera, los tres alfas con gran dificultad lo mantuvieron ahí.

El doctor Lee logró entrar a la habitación, necesitaba hacer un chequeo rápido antes de que SeongHwa recuperara energía y atacara a todos.
Con prisa dejó su maletín en la cama. — siéntate — pidió el hombre, Yeosang obedeció y JiWon miraba de cerca.

Lee se colocó el estetoscopio, pidiéndole a Yeosang respirar lentamente, después realizó un par de preguntas.

— Recuéstate — pidió amablemente, Yeosang lo hizo con lentitud. — descubrete el abdomen

Los tres alfas agitados miraron hacia Yeosang con extrañeza. JiWon miraba todo de cerca. El doctor Lee no hizo más que tocar un poco, pero JiWon fácilmente pudo saberlo.

— Yeosang está embarazado — dijo el doctor Lee.

— ¿Cómo lo supo así de fácil? — reclamó Félix.

— El noventa por ciento de mis pacientes son omegas embarazados. No tengo ninguna duda. Me llevaré una muestra de sangre solamente para que haya un documento que lo afirme, pero no es necesario, está embarazado. SeongHwa estaba actuando de esa forma por eso. Eso lo hacen los alfas para proteger a su omega y al cachorro al notarlos vulnerables, es normal. Estaba intentando protegerlos, es todo

Yeosang, sin poder creerlo, se sentó al borde de la cama, respirando con pesadez al sentirse nervioso y ansioso. Ni siquiera el podría creerlo.

Finalmente les traigo actualización, amorcitos mios.
Merezco todos los insultos existentes por tardarme con las actualizaciones, pero les juro que no me había estado sintiendo bien... Pero bueno, espero les haya gustado el capítulo de hoy ♡

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