◖ ❄️ ،، Dieciséis
Tres días después del descubrimiento de Jang Hyuk.
— Con que Hyuk Jang, ¿hm? — Murmuró Dongwoo, recargado en la pared con su espada de regreso en el estuche posicionado a merced de sus firmes caderas. Félix le miró unos segundos, después sonrió cuando sus miradas se tocaron. — ¿estás asustado? —
El alfa rubio solamente negó con la cabeza. Arrugando la nariz cuando el frío viento se coló. A fuera yacía la lluvia sin un sólo gramo de remordimiento. El sonido que creaban las gotas a caer inundaba todo el alrededor. Dongwoo rió. Subió sus dos manos hasta su cuello, quitando con un poco de prisa su bufanda de color café, dejando expuesto su cuello. Con confianza se la colocó al joven alfa que temblaba a su lado, después simplemente le dio una palmadita amistosa en el hombro. — tú tienes frío — dijo Félix, sintiéndose apenado.
— Yo estoy bien, sin embargo — hizo una pausa para mirar hacia SeongHwa, quien atentamente tomaba el testimonio del hombre canoso a sus ojos. — tu nariz está roja, pequeño reno — se burló, riendo suavemente pero cortando con la gracia cuando SeongHwa le llamó con firmeza. Dongwoo se alejó, caminando hasta SeongHwa y poniéndose de cuclillas a su lado.
— ¿qué pasa? — cuestionó el castaño.
SeongHwa miró a Dongwoo unos segundos, después su vista regresó a Jang. — Repite lo que antes me dijiste — ordenó SeongHwa hacia el hombre. — ¿por qué razón fuiste expulsado?
— Me enamoré de la omega del líder que dirigía mi manada, me tiraron al bosque por eso. Planeaban dejarme morir.
— ¿cómo fue que lograste sobrevivir? — preguntó Dongwoo. Observándole con el ceño fruncido.
— Bueno, unos lobos me atacaron a unos cuantos kilómetros de aquí, hace ya unos años.
— ¿eso quiere decir que estuvo robando productos de nuestras cosechas desde hace años? — ahora habló Hyuk, el joven Hyuk. Llegando por detrás.
— No — negó Jang de inmediato. — comencé con esto hace a penas un par de meses.
— Antes dijiste que te atacaron unos lobos ¿no es así?, ¿te iban siguiendo o llegaste a su territorio accidentalmente? — cuestionó Dongwoo.
— Estaban acorralando a un cachorro que yo encontré por accidente, lo salvé, como consecuencia quisieron matarme pero me dejaron vivo, eso sí. Malherido.
— ¿y dónde está ése cachorro? — preguntó SeongHwa intentando hacer un cálculo pronto.
— Honestamente — dijo Jang, suspirando con pesadez. — no tengo ni la menor idea. Solamente sé que un lobo...— hyuk se quedó en silencio, intentando recordar más allá. — un lobo negro. Sí. Un lobo negro, grande y joven se lo llevó.
SeongHwa rió con cierta histeria. Poniéndose de pie y regresando su vista hacia Hyuk. — Esta mierda es surrealista — se quejó. Logrando que Dongwoo le mirara. — ¿en dónde está Yeosang?
— ¿Yeosang? — cuestionó Dongwoo. — ¿qué tiene que ver él con esto?
— SeongHwa, no es momento de — dijo el joven Hyuk, siendo interrumpido por SeongHwa.
— Ve por él — ordenó el líder con prisa. Utilizando la voz de mando al no querer soportar un poco más de esa inocente rebeldía que sin querer habían mostrado.
Dongwoo se puso de pie, después de notar que Hyuk ya estaba dispuesto a ir, le tomó del hombro y se adelantó, dejando al alfa atrás con SeongHwa sin tener la oportunidad de irse tras él. Félix solamente se mantenía al margen como un simple espectador. Jang Hyuk miraba a su alrededor con justificada inquietud. — Escuche, lamento haber robado. No volveré a hacerlo, solamente quiero irme, no quiero problemas.
SeongHwa se acercó a Félix, haciendo que le mirara. — Ve a casa de Ji-Won y pídele que te dé la capa de Yeosang. No tardes lo más mínimo — ordenó, impulsandolo a avanzar y lograndolo. Félix salió corriendo.
— ¿qué piensas hacer con él? — dijo Kim Hyuk.
— Lo que tenga que hacer — se limitó a decir el líder. Avanzando nuevamente hasta Jang Hyuk. Félix apareció de pronto sosteniendo esa vieja capa y entregandola de inmediato a SeongHwa, perteneciendo jadeante y con las mejillas rojas por el calor que le atrapó. — ¿esta capa es tuya? — habló con un fuerte tono de voz, haciendo que Jang levantara la vista nuevamente.
Hyuk Jang se asombró, poniéndose de pie de repente, sorprendiendo a Kim Hyuk y a Félix, siendo obligados por su instinto a apuntarle con su espada a pesar de que SeongHwa levantó la mano para indicar que todo estaba bien. — Esa capa es mía, ¿cómo es que la tienen?
— SeongHwa — llamó Dongwoo, con Yeosang como su acompañante. El omega miró con curiosidad la escena, sonriendo a Félix cuando cruzaron miradas.
SeongHwa se giró hacia Yeosang, sonriendole con debida dulzura, intentando evitar que se asustara. — Ven — indicó al menor, haciéndole una seña con su mano. Al ver que se rehusaba, debido a la desconfianza que sentía, le tomó de la mano suavemente, tirando de él con cuidado, logrando que Yeosang le siguiera sin negarse. — ¿podrías decirme de quién es esta capa? — cuestionó SeongHwa utilizando un tono de voz más dulce y tranquilo. Yeosang observó ese viejo pedazo de tela con extrañeza.
— Del lobo que me salvó — afirmó Yeosang sin dejar de mirar a SeongHwa, le parecía extraño que le preguntara tal cosa, pues él sabía de ello. Jang Hyuk pasó de mirar a SeongHwa para ahora mirar a Yeosang.
— Esa capa es mía — afirmó Hyuk. — no puedo creerlo — dijo con asombro. — tú eres el cachorro blanco, el de la nieve. ¡eres el copito!
Yeosang de pronto respiró rápido, teniendo de pronto un nudo en la garganta. — ah — jadeó antes de abrazar al alfa con un apego emocional casi tan viejo como él. Encontrarle después de tantos años, después de creer que quizás había muerto.
— Shhh. Callado...callado — susurró el alfa. Masajeando la nuca de Yeosang.
SeongHwa observó la escena con gran empatía. Dándoles un espacio. — Pide a las cocineras que preparen comida para éste hombre. Ropa limpia, una habitación y una ducha lista — ordenó a Dongwoo y Félix, quienes de inmediato se marcharon siendo veloces.
— ¡mira! , estás tan grande y llenito — felicitó Jang Hyuk, sonriendo y mirándole de pies a cabeza. — Cuando te encontré incluso podía sentir tus diminutos huesos. ¡deja de abrazarme hombre! — se quejó el alfa. — soy un viejo sucio y ladrón.
Yeosang rió. — ¿en dónde está tu manada?
— No la tengo. Pero tú, ¿está es tu manada?
— no — dijo Yeosang . — SeongHwa me trajo
Hyuk observó al líder. — ¿Él es el lobo negro?
Yeosang asintió. — Y es mi alfa.
— Tiene cara de ser testarudo y mandón.
— Me cuida y me enseña muchas cosas — presumió Yeosang antes de que SeongHwa le tomara por los hombros sorpresivamente.
— Por el momento te mantendremos bajo vigilancia, estarás siendo vigilado por dos miembros de la guardia las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. Ayudarás a cuidar a los animales y a alimentarlos. No serás cazador por tu edad incluso si eres alfa, así que no lo intentes. Cada ser vivo, incluyendo hasta la más diminuta oruga debe de ser respetada. Tanto betas, como omegas hasta el más poderoso alfa tienen el mismo valor, si en algún momento se te ocurre denigrar su imagen y dignidad serás castigado con la expulsión inmediata. Soy el único que puede dar órdenes superiores. ¿Está claro?
Jang Hyuk asintió, parpadeando repetidamente, captando cada una de las cosas que el líder SeongHwa le estaba dando.
— me corresponde brindar protección, salud y techo a los miembros de mi manada, claro tú aún no lo eres y no lo serás hasta que pueda confiar en ti. Si te muestro empatía, una cama y un plato de comida es por cortesía, por ser el alfa que salvó a mi omega del peligro. — volvió a hablar el líder.
— De acuerdo, señor — dijo Jang.
— Kim Hyuk — llamó SeongHwa. — lleva al señor a la habitación que le fue asignada. Después encárgate de llevarlo hasta los corrales y muéstrale lo que debe de hacer — ordenó, a lo cual Kim Hyuk asintió, avanzando hasta el viejo alfa, dándole un golpecito amistoso en la espalda para que se decidiera en avanzar. Ambos se fueron.
— Me siento muy feliz de verlo con vida — Habló Yeosang con singular alegría. Sonriendo con melancolía.
— Ven conmigo — Pidió SeongHwa. Ambos saliendo de las celdas para finalmente llegar al exterior.
Los dos comenzaron a caminar por el piso mojado, haciendo que su calzado rompiera las piedras que ya estaban húmedas por la lluvia, incluso cuando ya había parado. — Te mostraré cómo debes de defenderte. Será tu primera clase de defensa personal. Los siguientes días será Dongwoo quien te las dé.
Yeosang sonrió con curiosidad. — ¿defensa personal?
SeongHwa asintió. — Tengo que cuidarte, protegerte y enfrentarme a cualquier cosa cuando se trata de ti, pero si yo en cualquier momento llego a atrasarme necesitas ser autosuficiente en medio de una situación de peligro.
— Entiendo — asintió Yeosang.
SeongHwa sacó su espada, apuntado directamente hacia Yeosang. — En caso de que te apunten con una espada, debes de saber que cada una de nuestras espadas tienen un seguro en la parte del mando, esto sirve para retirarla sin necesidad de cambiar la base, ¿lo entiendes? — Yeosang asintió. — si te están apuntando...lo mejor sería retroceder lo más que puedas, hasta el punto en el que tu agresor deberá estirar su brazo para intentar alcanzarte, de este modo — SeongHwa estiró su brazo, mostrando lo que ya había dicho. Ante los atentos ojos de Yeosang. — si miras atentamente te darás cuenta de que mi pulgar se encuentra recto con la uña apuntando hacia el cielo, si mi pulgar pierde fuerza la muñeca está vulnerable y el seguro se soltará con un poco de fuerza. Si el seguro se suelta la cuchilla se safará y caerá. Eso lo logras-
Dongwoo interrumpió, llegando a pie con una sonrisa y su capa en el antebrazo.
— Oye, Dongwoo. Ven ayúdame. — pidió SeongHwa.
— Sí, señor. — vaciló Dongwoo, dejando su capa en el piso y avanzando hasta SeongHwa.
— le estoy enseñando a Yeosang el truco de la espada.
Dongwoo asintió, tomando su posición como la víctima, simulando ser Yeosang.
— Observa esto — ordenó SeongHwa a Yeosang. — El seguro está expuesto y en mi muñeca no hay fuerza. Para soltar el seguro deber de patear hacia cualquier lado de la espada, de igual forma terminara rompiendo el seguro y safando la espada. — SeongHwa dio la señal y Dongwoo tomó fuerza para finalmente dar esa patada que terminó por safar la espada de SeongHwa. — Justo así.
— ¿Lo has entendido? — Dijo Dongwoo. Recibiendo un adorable "sí" de Yeosang.
— Si intentan abrazarte para inmovilizarte recuerda que eres la presa. Siempre ten en cuenta eso, ¿lo entiendes?, tú eres la presa y tu agresor es el león. Tú eres el conejo. — Repitió SeongHwa. — Tú eres pequeño y débil, eres débil porque tú eres el conejo. No intentes herirlo, no intentes convertirte en el agresor, en cada momento debes de huir, siempre huir.
Dongwoo retomó la palabra. — Siempre recuerda que hay formas de escapar hasta del agujero más pequeño.
— Si tus piernas están libres, intenta herir sus muslos hasta adormecerlos, de esa manera podrás....
Narra Yeosang.
Entonces comprendí, que SeongHwa intentaba cuidarme en cada momento. Con cada enseñanza me mostraba que incluso a su lado me encontraba el peligro y que él no siempre podría ser mi escudo. Entendía que estar con él era más que estar con cualquier alfa, que si necesitaba defenderme primero debía de mirarle hasta comprender, aprender de él y amarlo cada vez más, hasta ganar fuerza y mostrarla en un acto de combate.
3/4
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