Maratón (3/4)

Pensar que un día fue como un niño normal, al igual que el resto, si, tenía lujos, comodidades, era un niño consentido, pero jamás demostró sentirse superior a nadie.

Park Jimin era un niño alegre, vivaz, alegre, simpático, carismático, sociable, era como cualquier niño sin importar la clase social.

¿Quién iba a imaginar que ocurriría aquel fatídico accidente hace un año?

Justo hace un año, la familia Park celebraba el cumpleaños número 10 de su primogénito, su pequeño pedacito de cielo, cumplieron el deseo de su hijo. Llevarlo a un parque junto a otros niños, quería conocer nuevas personas, jugar, reír junto a ellos.

Jimin siempre decía que cuando fuera grande, haría una casita para el montón de niños que no tenían hogar. Era un niño dulce y que siempre pensaba en los demás, fue algo que sus padres le inculcaron desde su niñez y él fue aprendiendo más por su cuenta y con la ayuda de su mayordomo.

El día del accidente... Fue inesperado para todos los medios, pues los Park eran conocidos no sólo por sus empresas y buen empeño y trabajo en ellas, eran conocidos por su arduo trabajo con las guarderías, casas de beneficencia, donaban grandes cantidades a los más necesitados.

El impacto fue grande al saber que los Park habían fallecido en aquel terrible accidente de carretera, justo el día del cumpleaños de su pequeño.

Hace un año de lo ocurrido, las noticias, periódicos y redes sociales se llenaron sobre ese tema, tan inesperado e impactante.

Muchas cosas sucedieron durante ese año, cosas que seguirían sucediendo. Los Park dejaron una enorme fortuna, sin embargo su único heredero, estuvo con ellos en ese accidente.

¿Qué habrá ocurrido con todo?

Los pequeños reían a carcajadas vivas en la nieve, no soltaban sus manitos en ningún momento, sentían que por fin podían estar completos estando uno al lado del otro, sentían que podían ser ellos mismos, abrazándose, riendo y jugando como si no existiera un mañana.

Seokjin notó cuando su hijo bajo como rayo hasta la puerta principal, presenció cuando su pequeño corrió hacía algo, o menor dicho, hacía alguien.

Pudo notar que la brillante sonrisa regresaba a él, pudo presenciar que su pequeño regresó a ser el mismo que hace un año. Entonces entendió que el pequeño de mejillas regordetas, había regresado, aún si jamás había logrado verlo, sabía que existía, sabía que gracias a él, su pequeño sacaba a relucir al alegre y vivaz niño interior que mantenía su hijo dentro suyo.

Los dejó ser, los dejó, bajo la nieve, los dejó jugar y ser felices.

Yoongi no perdía la sonrisa de su rostro, estaba feliz, sentía miles de maripositas en su interior al tener cerca nuevamente a su pequeño copito.

Dejaron de jugar un momento, quedaron sentados sobre la nieve, aún si estaba haciendo un frío enorme, ellos no lo sentían, pues sus corazones estaban cálidos, sus manitas juntas transmitían todo el cariño que se tenían. Sin importar que la piel del de labios abultados siempre fuera helada, para Yoongi era el toque más cálido que haya sentido jamás.

— ¿Dónde te fuiste copito? — Preguntó un curioso Yoongi. Necesitaba saber ¿Por qué su pequeño copito se había ido tanto tiempo?, ¿Por qué lo dejó sólo?, ¿Por qué desapareció de la nada?, Tantas preguntas y sin respuestas, sólo quería saber todo, pero tampoco quería asustar al menor con tanta preguntadera.

— No sé Gigi, pero fui a un lugar... Solitario, no había nadie, nunca observé nada, más que paredes blancas, fue aterrador a principio, quería verte, lloré mucho, te hablaba y no aparecías... — Los ojitos del menor se aguaron y empezaron a llenarse de lágrimas, Yoongi acunó las mejillas de este con sus manitas y sonrió, mostrándole sus dientitos, para que no llorará más y lo logró, consiguió una hermosa sonrisa de parte del más pequeño.

— No llores copito, no me gusta verte llorar, sonríe, así te ves muy lindo y tierno, ¿Vamos adentro? — El menor se sonrojó efusivamente, asintió y tomados de las manos, ambos entraron a la casa.

Jin observó a su hijo, pues aunque quisiera abrazar al otro pequeño, no podía, así que sólo sonrió, esperando que su pequeño le contara la nueva buena.

— Papá, copito regresó, está aquí — El mejor levantó su manita derecha, con la cual sostenía la más gordita, Jin sólo pudo ver el puñito cerrado de su hijo, pero supo que no mentía tampoco — Tenías razón, copito iba a regresar.

— Me alegra saber que estás de regreso copito, no se si tienes hambre, pero la cena estará lista en una hora, vayan a la habitación y descansa un momento, ¿De acuerdo?

Podía parecer loco para cualquiera, escuchar a Yoongi y Seokjin hablar con un tercero, cuando el mayor no lo podía ver, podía parecer loco y los tacharían de locos claramente, pero para ellos ya era algo normal, pues se habían acostumbrado aún si pasaron casi un año sin ver al de mejillas regordetas, estaba siempre presente en sus corazones.

Sin esperar más, ambos niños corrieron escaleras arriba, para tener una larga y tendida charla, de lo que había ocurrido realmente.

— ¿No recuerdas nada más copito? — Los pequeños se encontraban acostados uno frente a él otro, tomando sus manitas y jamás soltanlas por nada del mundo.

— Recuerdo dos cosas muy importantes — Sonrió el menor, ocultando sus ojitos con sus mejillas.

— ¿Qué recuerdas?

— Se que ahora estoy cumpliendo 11 años y también... Se cuál es mi nombre real — Yoongi se sorprendió por ambas cosas y ahora estaba más que curioso por conocer el nombre del menor.

— ¿Cómo... Te llamas? — La pregunta no quería salir de los labios del pelinegro, pues aunque quería saber el nombre real del menor, quería mantener el nombre que él había elegido para su pequeño copito.

— Mi nombre es... Jimin, Park Jimin — Una reluciente sonrisa apareció en los labios del menor, lo que ocasionó que el tierno corazón del mayor se calentará y se emocionará al verlo.

— Jimin... Es muy hermoso, ¿Puedo decirte Minnie? — Las mejillas del menor habían pasado sonrojadas desde que se reencontró con su persona favorita.

— Puedes decirme... Minnie, Chimchim o Mochi... — Yoongi sonrió, pues le gustaban esos sobre nombres para su pequeño copito — Esos nombres, rondaron por mi cabeza una y otra vez, todo este tiempo, ¿Será que iré recordando quién soy?

— Probablemente si Minnie, mientras más recuerdes, más sabremos que te sucedió, ¿No crees? — Jimin asintió eufórico, esperaba saber que le había ocurrido y por qué no recordaba muchas cosas de él.

— ¿Me das... Un abrazo Gigi? — Yoongi no esperó a que se lo pidiera una segunda vez, se acercó al mejor y lo envolvió entre sus pequeños brazos, brindándole calor, calidez y todo el cariño que tenía guardado especialmente para él.

— Feliz cumpleaños mi pequeño Copito de nieve, te quiero mucho — La risita tierna apareció de entre los labios de ambos, eran felices uno al lado del otro y jamás nadie podría atreverse a romper esa bella amistad y cariño que ambos poseen.

— Gracias Gigi... Deseó pasar el resto de mi vida junto a ti... Mi persona favorita en el mundo.

Ese fue el primer deseó de Jimin, pasar el resto de sus cumpleaños junto a su mejor amigo, a su pedacito de felicidad, a su persona favorita. No pedía mucho, sólo quería una sola cosa todos sus cumpleaños. Pasar junto a Min Yoongi, su pequeño y adorado Gigi.

¿Podría realmente pasar todos sus cumpleaños junto a su persona favorita?

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¿Siguen con la intriga de que realmente es Jimin? 🤔

¿Alguien tiene alguna teoría? 👀🤭

¡Nos seguimos leyendo chiquillos!

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