❄️ 12 ❄️
Jimin sintió sus ojitos picar, su corazoncito doler, arrugó su naricita y pronto las lágrimas empezaron a descender de sus ojitos.
Seokjin sintió su corazón romperse en mil pedazos al ver al pequeño Minnie en aquella forma.
Sentía alegría de por fin haberlo visto, de conocerlo, de ver quién es el pequeño del que tanto su hijo hablo, pero al mismo tiempo le dolía como nada en la tierra ver a Copito triste, roto, destrozado.
Jimin lloró durante horas, esperando por Yoongi, por qué apareciera por aquella puerta y lo viera, lo abrazará y le dijera que todo fue un sueño, que él jamás lo dejaría.
Pero aquello no ocurrió en ningún momento, el menor se quedó dormido sobre las piernas de Jin, este acariciaba su cabello, sonriendo por lo tierno que es el pequeño que tanto ha querido durante años y hasta ese momento pudo verlo.
- Si tan solo nunca hubiera ocurrido aquel accidente... ¿Podrías haber conocido a Gigi siempre? - Decía el mayor mientras seguía con sus suaves y calidad caricias.
La puerta se abrió con mucho sigilo, solo una lámpara de la sala alumbraba el área. Cuando Yoongi entró y vio a su padre sentado en el sofá, rodó los ojos, sintiendo fastidió, pues ya sabía lo que vendría en ese momento.
- Dime lo que tengas que decirme y déjame ir a dormir - Dijo despectivamente el menor.
Jin frunció el ceño, su pecho dolió y sintió sus ojos picar, cerró sus ojos un segundo, para después observar al pequeño dormir sobre su regazo. Volteó la mirada hacía Yoongi, quien lo seguía viendo sin expresión alguna, entonces comprendió una cosa.
Yoongi no podía ver a Jimin.
- ¿Tú no puedes....? - Dejó la pregunta a medias.
- ¿Poder que?, Si me dices que no puedo seguir saliendo, sabes que no te haré caso, me gusta mi vida y seguiré haciendo cuánta ves...
- Ve a dormir Yoongi - Interrumpió Jin.
- ¿Qué...?, ¿No me reprenderas como siempre?
- Estoy cansado de lo mismo Yoongi, ¿Te gusta tú vida?, Bien, gozala, disfruta y haz lo que quieras, pero solo te diré... Qué cuando te arrepientas y desees regresar el tiempo... Será demasiado tarde.
- ¿De qué hablas?, Deberías dejar de ver tantos Doramas, ¿Sabes?, Empiezas a parecer un loco.
Yoongi subio a su habitación, dejando a un Seokjin más destrozado que antes, pero eso no fue todo.
- ¿Él... No me vio, verdad...? - La voz de Jimin distrajo a Jin, logrando así hacerlo sentir más culpable que antes.
- No...
Jimin abrazo a Jin por la cintura, se aferró a él e inició una nueva ola de lágrimas, los sollozos eran lastimeros, desgarradores y destrozaban el alma con solo escucharlo. Jamás había sentido tanto dolor como en aquel momento.
¿De verdad Yoongi había dejado de creer en él?
¿Qué pasó con su promesa de nunca dejarlo sólo?
¿Qué pasó con el siempre juntos?
¿Todo fue mentirá?
Jimin dejó a Seokjin dormido en el sofá, camino escaleras arriba y abrió la puerta de la habitación de Yoongi. Con temor entró a esta, esperando que el antes mencionado siguiera dormido, pues lo que tenía que hacer debía ser no podía ser visto por Yoongi, aunque claro... Este ya no lo podía ver.
Lo vio dormido en la cama, boca abajo y con la misma ropa que llegó a casa, sin quitarse si quiera su calzado. El pequeño castaño se acercó a él, quitó sus zapatos con todo el cuidado y delicadeza que pudo.
Camino a un lado de la cama y sonrió al verlo completamente dormido. Yoongi tenía su mejilla y labios aplastados por la cama, su cabello negro, revuelto y pecado a su frente, entre su brazo tenía...
- Chimmy - Susurró Jimin.
Aquel peluche que un año anterior el mismo Yoongi le había comprado estaba entre los brazos de este mismo.
Después de haberlo comprado, ambos eligieron ese nombre para el peluche, ambos bromeando que siempre sería su primer mascota juntos, aún si era un peluche.
Sin pedirlo, Jimin sintió sus mejillas ser humedecidas por sus mismas lágrimas, unas que parecían no acabar nunca, él jamás creyó que Yoongi haría algo para lastimarlo, sin embargo, eso sucedió.
Limpio las lágrimas que bajaban por sus mejillas, sorbió de su naricita y sus labios formaron la sonrisa más triste y vacía que jamás mostró.
Ni siquiera cuando estuvo con vida.
- Este año recordé que... Le tengo miedo a los autos, ¿Habré muerto dentro de uno?, No lo sé, pero quería de tus palabras para no temerles.
Jimin hablaba en susurros, sin la intención de despertar a Yoongi, él sabía que era necesario lo que estaba haciendo, aún si su adorado Gigi, ya no lo podía ver.
- Descubrí... Qué me gusta el helado de chocolate, que... Soy yo...
Jimin sintió un nuevo nudo formarse en su garganta, deseaba decirle al chico que dormía plácidamente en aquella cama, lo que había descubierto.
- Me gustas Gigi... Pero parece que jamás podré decírtelo - Un sollozo desgarrador e hiriente salió de lo más profundo del menor - ¿Cómo podrías enamorarte de alguien que... Ni siquiera sabe si está vivo o muerto?
El menor acarició la cabellera negra de Yoongi, sorbiendo por su naricita de vez en cuando, deseaba quedarse ahí, junto a su adorado Gigi, no separarse nunca de él, deseaba ser un humano real, haberlo conocido en otras circunstancias, pero al parecer el destino les estaba haciendo una mala jugada.
- Cuídate Gigi, espero que... En otra vida podamos conocernos de otra forma más bonita.
Yoongi se volteó aún dormido, quedando boca arriba pero siempre con el peluche entre sus brazos. Jimin sonrió melancólico, se acercó al rostro del chico y sin miedo alguno, juntó sus labios con los suaves y delgados de contrario.
Un beso inocente, tierno, cálido, amoroso... Qué provenía de ambos corazones, pero solo uno de ellos había aceptado sus verdaderos sentimientos.
- Adiós Gigi, te quiero...
Jimin acarició la mejilla del pelinegro, dejó un rápido y último beso sobre los lados de este mismo, antes de ponerse de pie y salir de la habitación. Sin voltear una sola ves, por qué sabría que sería más difícil de lo que ya está siendo para él.
Bajó las escaleras, observó una ves más a Jin, sonrió por última vez y salió de aquella casa que le dio calor y amor de familia durante cinco años de los cuales, fueron los más felices de todos, aún sin saber que ocurrió en su vida como un humano.
Camino a pasos lentos hasta el parque, se quedó al lado de la banca, volteó a ver una vez más aquella maravillosa casa, que esperaba recordar en otra vida.
- Te estaré esperando siempre Gigi... Yo... Te amo.
Una palabra que dice más que miles juntas, una lágrima y una sonrisa que a pensar de no combinar, eran las más sinceras de todas, un amor inocente no correspondido, pero muy valioso.
Dió una última mirada aquella ventana de la cual sabía Yoongi lo vio por primera ves, suspiró y sin esperar más, decidió que esa sería la última vez que aparecería por ese lugar.
Un destello azul brillante apareció sobre el chico de 15 años, uno que tan rápido como apareció, desapareció.
Llevándose consigo un corazón roto, destrozado, pero que siempre supo valorar todo lo bonito que logró conocer.
¿Podría copito de nieve regresar algún día a la vida de Yoongi?
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero les haya gustado mucho, realmente fue triste para mí escribirlo :c
Es bastante triste, siento si los hice llorar nuevamente, espero que eso acabe pronto, vamos avanzando rápido en esta obra, no estamos muy lejos de un final.😳
¡Nos leemos pronto amigos!
Bye❄️
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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