Jimin estaba maravillado de tantos árboles cubiertos de nieve que veía, las distintas casas y edificios, se sentía emocionado por todo lo que sus ojitos veían.

Los dos iban tomados de las manos, caminando tranquilamente por las calles, no habían muchas personas, pues el clima en su mayoría lograba encerrar a las personas en sus casas.

- ¿Qué te parece si vamos a tomar algo Minnie? - Preguntó Yoongi a Jimin.

- ¿No sería extraño que pidas dos cosas y nadie más me vea Yoonnie? - Preguntó un preocupado Jimin.

- Quizá, pero podemos arriesgarnos, ¿No crees?, Además... ¿Qué importa lo que digan los demás? - Jimin sonrió contento con la respuesta de su Hyung, él tenía razón.

- Está bien, vamos Gigi - Siguieron su caminó, en busca de una cafetería.

Unos pasos más adelante Yoongi vio su cafetería favorita, donde iba muy a menudo con su padre, sonrió por qué quería mostrarle ese lugar a su pequeño Minnie.

La cafetería Coffee Kookie estaba esperando por ellos.

Los colores pasteles y llamativos, con el tablero de lo que la cafetería ofrecía, afuera, Jimin estaba maravillado por los tonos del lugar y sobre todo emocionado por entrar ahí.

Juntos entraron a la cafetería, donde los asientos estaban en su mayoría vacíos. Yoongi ordenó dos malteadas y un pastel de chocolate, se fue a sentar junto a Jimin quien no se despegó de al lado de su Gigi.

Segundos después llevaron su orden, contento Jimin empezó a tomar de la malteada, fascinado por la explosión de sabores que sentía su lengua, saboreaba todo el contenido, comiendo porciones de pastel en momentos.

Para distraer, Yoongi tenía los dos vasos de malteada muy juntas y cada que Jimin tomaba de su malteada el bebía de la suya, si Jimin tomaba una porción de pastel él hacía como si el mismo la tomaba, todo para que nadie notará que no era él quien hacía todo.

Una cosa era que le importará poco lo que pensaran de él, pero otra cosa es que tachen de locos a su familia por él.

Jimin quedó llenó y contentó por lo delicioso que estaba tanto la malteada como la porción de pastel, se quedaron unos segundos ahí, muy juntos, viendo por la ventana a la gente pasar, sin decir una sola palabra, ambos creando un silenció cómodo, con solo tenerse uno al lado del otro, era más que suficiente.

- ¿Qué te parece si vamos a dar otra vuelta Minnie? - Preguntó el pelinegro.

- Está bien, vamos Gigi - Se pusieron de pie y después de agradecer el servicio, salieron de ahí.

Caminaban tranquilamente por las calles, dando vueltas sin rumbo, sonriendo y hablando cada que no habían personas cerca de ellos. Primero por qué Jimin no quería que vieran raro a su Gigi, así que guardaba silenció y Yoongi también.

Yoongi detuvo sus pasos al sentir el jalón de mano que Jimin le dió sin querer, el mayor observó cómo los ojitos de su copito brillaban al ver un tierno peluche amarillo dentro de una vitrina en una tienda.

Claro que el mayor no dejaría a su pequeño Minnie con las ganas de tener aquel peluche, jaló a Jimin hasta dentro de la tienda, donde habían muchas cosas bonitas para niños, jóvenes y adultos, que atraían al ojo de los clientes.

- ¿Qué haces Gigi? - Preguntó un confundido Jimin.

- Comprarte un regalo - Respondió el mayor.

Jimin abrió sus ojitos asombrado, pero salto de emoción cuando vio que Yoongi tomo el mismo peluche amarillo que le había gustado, el pelinegro se lo dio a su copito y este muy emocionado lo abrazó fuertemente.

- ¡Gracias Gigi! - Agradeció un sonriente Jimin. Con eso bastaba para que Yoongi se sintiera feliz de sólo ver así a su pequeño.

- Lo llevaré yo, ¿Si? - Jimin asintió y le dió el peluche a Yoongi.

Estaban por salir del pasillo cuando alguien llamo al pelinegro, deteniendo a ambos jóvenes en el pasillo.

- ¿Yoongi? - Una voz femenina llamo al mayor, Jimin se dio la media vuelta y observó a una niña más bajita que ellos dos, con cabellera castaña y lacia, ladeó la cabeza al no conocerla pero extrañado de que si conozca a su Gigi.

- Hola - Fue todo lo que respondió Yoongi, con la intención de salir de ahí, claro que fue detenido nuevamente por la mano de la chiquilla.

- Oye Yoongi, espera... Yo quería pedirte perdón por lo de la otra vez... Sólo quería saber si... Está vez si aceptarías, ser mi...

- No Jisoo, ya te dije la última vez que no - Respondió de manera fría el mayor.

Jimin observaba todo con mucha curiosidad, pero a la vez sintiendo una fuerte opresión en su pechito, se sentía molesto por qué aquella chica estaba tomando del abrigo a su Gigi y no lo soltaba, sentía... ¿Celos?

- ¡Oh!, ¿Para quien es ese peluche Yoongi?, ¿Para mí? - La chica arrebató el peluche de los brazos de Yoongi, lo abrazó y sonrió como si de verdad el pelinegro le hubiese regalado el peluche.

Jimin sintió enojo, impotencia y ganas de quitar su peluche de los brazos de aquella niña loca como el la había catalogado. Yoongi notó la molestia de Jimin y claro que él también lo estaba, pues Jisoo empezaba a enojarlo y sobre todo por qué quitó el regalo de su copito y lo tenía abrazado como si fuera de ella.

- Me gustas Yoonnie - Dijo Jisoo - ¿Con este peluche aceptas ser mi novio?

Jimin sintió su corazoncito romperse en mis pedazos, sus lágrimas acumularse en sus ojitos y unas enormes ganas de salir corriendo de ahí. Así fue, Jimin dio la media vuelta y salió corriendo de aquella tienda, Yoongi quiso seguirlo, pero antes dejaría en claro todo con aquella mocosa que ya lo tenía fastidiado.

- Primero que nada Kim - Arrebato el peluche de las manos de la chica, quien se sorprendió ante la brusquedad del chico - Deja de fastidiarme, te he dicho que no me gustas, segundo, no seas ridícula y respetate y por ultimo... No te vuelvas acercar a mi, ¿Entendiste?

Yoongi se dió la vuelta y corrió hasta la salida, no sin antes dejar el pago por el peluche y un poco más que eso, fue en busca de su pequeño copito, asustado y preocupado por como se fue corriendo, no quería perderlo y le aterraba la idea de no encontrarlo.

Lo buscó durante mucho tiempo, la noche había llegado hacía más de una hora, sin éxito alguno de encontrar a su pequeño Minnie, Yoongi estaba preocupado, decidió ir a su casa y rogando a lo que fuese que su pequeño estuviera ahí.

Corrió todo el trayecto hasta su casa, rogando que Copito estuviera ahí, cuando llegó cerca de su hogar, sintió un enorme alivio al ver a Jimin en la banca del parque.

El menor estaba hecho bolita en la banca, sirviendo por su naricita y llorando inconsolable en aquel lugar, abrazándose a él mismo y tiritando de frío. Entonces Yoongi se sintió culpable, su propósito era crear bonitos recuerdos con su pequeño y entre ellos, quedó uno no tan agradable.

- Copito... - Llamó Yoongi. El menor se abrazó más a él mismo, queriendo detener su llanto, fallando en el intentó.

- H-ola... - Respondió con voz ahogada el menor, al tratar de ocultarse entre sus piernas.

- Lo siento mi pequeño copito - El pelinegro se sentó a su lado, dejó el peluche a su lado y sin pensarlo mucho abrazó cálidamente a Jimin, brindándole todo el calor y cariño que siente por él y quizá... Más que eso.

- No... Pasa nada Yoongi - El pelinegro sintió una fuerte opresión en el pecho al no escuchar el diminutivo que suele usar su copito en él - Tú... Tienes novia ahora, ¿Verdad?

- No tengo y no quiero a nadie como novia Jiminie, a mi...

- Esta bien, no tienes por qué explicarme Yoongi, en algún momento debes tener una, ¿No?

- Pero no una chica.

- ¿Entonces...?

- Yo... Es que a mí...

- ¿A ti que Yoongi?

- A mi me gu...

- ¡Gigi, copito!, ¡Vengan a cenar! - El gritó de Seokjin interrumpió las palabras de Yoongi.

El pelinegro deseó fulminar con la mirada a su padre, mientras Jimin ignoró al mayor y se puso de pie para caminar hasta la casa, pensando que Yoongi...

Jamás se fijaría en él, pues muy probablemente, él... No exista.

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¿Qué les pareció este capitulo?

Espero les haya gustado amigos, es un regalito por demorar tanto en actualizar.

Parece que el Yoonmin empieza a sentir algo entre ellos 🤭

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐