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◖ ❄️ ،، Siete

La guerra durante esa tarde no terminó hasta que la manada enemiga no tuvo más fuerzas ni mucho menos las armas suficientes para defenderse contra Park SeongHwa, él por su parte estaba frustrado y tan enojado que no podía pensar con claridad, habían destruido el muro y la puerta del pueblo, habían lastimado a sus aliados, Dongwoo tenía una profunda herida en el muslo izquierdo, herida que estaba siendo tratada con sumo cuidado por Ji-Won.
SeongHwa guardó su espada de regreso al cinturón, Félix al igual que Hyuk estaban jadeantes e impresionados, el silencio era tan profundo que incluso transmitía miedo. - ¿en dónde está Dongwoo? - preguntó con preocupación, lo habrían matado si tan sólo Hyuk no hubiese llegado a cubrirle. Todos estaban heridos, incluido SeongHwa a pesar de ser el punto máximo de protección.

- en casa de Ji-Won, le están sanando.

SeongHwa quedó en silencio luego de oír el nombre de Ji-Won, Yeosang continuaba en prisión sin muchos argumentos que justificaran el actuar tan pronto del líder, habían tantas dudas, tantos sospechosos y tantos culpables. Soojin se había encargado de proteger a la manada junto con miembros de seguridad máxima del palacio, todos estaban asustados, los alfas se habían encargado de luchar contra el enemigo, protegiendo a su máxima autoridad (SeongHwa), tanto omegas como betas, tenían la obligación de quedarse protegiendo a los cachorros y a sí mismos, tal y como lo había ordenado SeongHwa. Yeosang mientras tanto se había quedado completamente quieto en la celda, el la fría y solitaria celda, el guardia ni siquiera le prestaba atención, sufrió de ansiedad cuando no fue capaz de oír más allá, no escuchaba absolutamente nada de lo que pasaba y solamente esperaba a que llegara SeongHwa para que le diese una explicación. El omega se sentía culpable sin haber hecho nada, sentía que había hecho algo terrible y no comprendía por qué.

- Tendremos que reparar y reforzar el muro y las puertas...- dijo Hyuk con su voz rasposa, SeongHwa le miró y suspiró cansado. De pronto se quejó y agarró su propio abdomen con afán, todos lo observaron, hyuk fue el primero en avanzar hacia él. - ¿qué te pasa, SeongHwa? - preguntó con preocupación, Félix también se aproximó con rapidez.

SeongHwa volvió a quejarse. - no me pasa nada.

Hyuk frunció el ceño, le arrebató la capa, la cual cubría su camisa blanca, empapada de sangre seca y fresca, concentrada en un punto específico del abdomen. - mierda, SeongHwa, estás herido - Félix se escandalizó y le tomó por la espalda cuando estuvo a punto de caer.

- tenemos que llevarlo con el médico, ahora - ordenó Hyuk con prisa, el rostro de SeongHwa perdía color y sus manos temperatura. Cuando estaban por subirlo al caballo, sencillamente se desmayó, quedando acostado encima del caballo gracias a la ayuda de los alfas que impidieron su caída. El caballo recibió un golpecito con una varita, lo cual le hizo andar al ritmo que le marcaron, los caballos marcharon con un poco más de prisa. En cuanto los caballos se fueron, los guardias y los trabajadores encargados de la construcción pusieron manos a la obra, era un trabajo complicado que implicaba velocidad y concentración, no podían esperar a que hubiera otro ataque para que la construcción cayera por sí sola.

Todos se movieron con velocidad a hacer lo suyo. Soojin finalmente dejó salir a todos, cada uno caminó con desconfianza fuera del palacio, de inmediato se escuchó el trotar de los caballos y todos fueron desalojados de inmediato, el líder estaba gravemente y cada vez perdía más sangre, el médico llegó en su propio caballo dispuesto a hacer lo que fuera por curarlo. Las puertas de la casa principal se cerraron y todos quedaron en un profundo silencio, ¿y si SeongHwa moría? , todos se preguntaban lo mismo, ¿en manos de quien quedarían?, nadie los cuidaba mejor que SeongHwa y ahora el temor subía como marea inquieta.

Ji-Won bajó las escaleras del palacio, levantando con sus dos manos un poco de la tela de su vestido para evitar que estropeara su caminata, había terminado de sanar la herida de Dongwoo, había pedido que lo llevaran a una de las habitaciones del palacio, al bajar completamente se dio cuenta de que quien estaba tumbado en el sofá era SeongHwa, jadeó de sorpresa y corrió hasta él, rodeó el gigantesco sofá hasta quedar delante del rostro de SeongHwa, se arrodilló y acunó su rostro con cuidado. - ¿qué fue lo que le pasó? - preguntó con un nudo en la garganta, la mujer adoraba tanto a SeongHwa que ahora se sentía débil por la impresión.

- lo hirieron durante el enfrentamiento...- respondió Hyuk con un semblante triste y cansado.

Ji-Won no paraba de mirar a SeongHwa con detenimiento. En medio de su análisis, una voz femenina le llamó, era Soojin, le llamaba con lágrimas en los ojos, Ji-Won frunció el ceño y se levantó para dirigirse directamente hacia ella. - ¿qué pasa?

- ¿estará bien? - preguntó con la voz rota. Soojin estaba terriblemente dolida. - ¿qué fue lo que le pasó?

- pasó durante el enfrentamiento, es una herida profunda, lo están sanando, estará bien - dijo la mujer mayor intentando darle un consuelo a la pobre chica. Soojin frunció el ceño aún con lágrimas en los ojos, se fue con tanta prisa que acabó por desconcertar a Ji-Won.

Soojin corrió hacia la parte de atrás del palacio con prisa, ni siquiera se preocupaba por levantar su vestido. Avanzó tanto hasta llegar a la amplia prisión de piedra obscura, el guardia al reconocerla le permitió el paso, para nadie era una desconocida, por el contrario la consideraban una buena persona gracias a la propia palabra de SeongHwa. Ella avanzó primero por un gigantesco pasillo obscuro, iluminado únicamente por una sola bombilla, estaba tan frío ahí adentro. No hizo falta que avanzara más hacia otras celdas, Yeosang estaba justo en la primera. - Yeosang - le llamó. Yeosang se levantó de golpe aún con suspiros entrecortados.

- Soojin, ayúdame a salir - pidió con sus manos unidas, importandole poco si horas antes había mentido sin justificación. - no hice nada, te juro que no he hecho nada.

Soojin se limpió las lágrimas y asintió repetidas veces mirando a su alrededor con ansiedad. - no tengo forma de sacarte, yo no tengo las llaves, pero...- limpió sus mejillas. - te prometo que hablaré con SeongHwa...¿bien? - se acercó a la celda para tomar las frías manos de Yeosang.

Yeosang sintió una punzada dolorosa en el pecho al escuchar ése nombre, tenía un presentimiento horrible y nuevamente un espantoso nudo en la garganta le hizo jadear y quejarse. - ¿cómo está él? - preguntó con prisa. - dime, ¿cómo está? - insistió con las primeras lágrimas en los ojos. Soojin frunció el ceño y le soltó.

- ¿por qué lo preguntas?, él está bien

Yeosang negó. - siento algo aquí - dijo presionando su propio pecho con dolor. - Soojin, dime como está.

Soojin gruñó, bufó y se quejó con enfado. - se está muriendo por tu culpa - gritó, apuntándole como si minutos antes no le hubiera hablado dulcemente como amiga. Yeosang tartamudeó sin saber qué decir. - porque fuiste tú quien les ayudó a llegar hasta acá, ¿no es así? - le habló con rencor.

- ¡no es así - respondió Yeosang. - eso no es así - lloró con intriga, cerrando los ojos con fuerza y tomando su propia cabeza.

- ¡Por tu culpa SeongHwa va a morir! - volvió a gritarle, siguiéndole por fuera de la celda cada vez que Yeosang caminaba o se encogía para esconderse de ella.

- ¿estará bien? - preguntó Ji-Won.

El médico la miró con duda. - SeongHwa perdió mucha sangre, se encuentra estable pero eso no significa que esté fuera de riesgo, se encuentra débil - el hombre suspiró con pesadez. - necesita los cuidados debidos y un sumo cuidado con la higiene y peso de sus alimentos, podría incluso morir de un paro cardíaco si recibe impresiones innecesarias

Won asintió. El doctor caminó y comenzó a hablar con Hyuk un poco más lejos. Ji-Won miró a SeongHwa, nuevamente se puso de cuclillas delante del sofá a un lado de su cabeza. Sin saber cómo por qué, fue capaz de abrir los ojos sin poder hacer más, solamente respiraba con dificultad. - Seong...- llamó Ji-Won. SeongHwa giró la cabeza hacia ella, mirándola con una expresión neutra. - tienes que recuperarte, ¿me oyes? - le amenazó, recibiendo una débil sonrisa por parte del alfa. - tienes que hacer muchas cosas aún - le susurró. SeongHwa le siguió el rollo, fingiendo una expresión de pregunta. - aún tienes que tener a tu primer cachorro... - le dijo con una voz quebrada, Ji-Won quería llorar al verlo sin fuerzas ni para hablar. SeongHwa levantó débilmente su mano derecha al ser la más cercana a Ji-Won, como pudo acarició el cabello de la mujer. - tú y mi niño tienen todo un camino por delante .... - dijo en medio del llanto, SeongHwa frunció el ceño sin entender nada.

- Yeosang es tu pareja destinada.

Soojin me cael mal.

3/5

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