◖ ❄️ ،، Dieciocho
— Buen día — fue lo único que escuchó Yeosang al abrir los ojos después de una noche profunda y con lluvia. El omega sonrió, sentándose en la cama y bostezando después, escuchando a SeongHwa reír desde el sofá. — ¿tienes hambre
— Quiero dormir un poco más — confesó el menor, sonriendo con pereza y estirandose repetidas veces. — ¿qué haces despierto tan temprano?
— Dongwoo y yo salimos a hacer algunas guardias.
Yeosang mordió su labio inferior con cierto nerviosismo, desviando la mirada. — ¿Qué ha pasado con Kim Hyuk?
SeongHwa entrecerró los ojos, dejando salir un suspiro. — Se quedó con el puesto de Dongwoo, mientras que Dongwoo subió al puesto de Hyuk — habló suavemente. — cometió una falta de respeto muy grande, tanto a las reglas como a mi omega, eso es algo que no puedo permitir.
Yeosang iba a responder, cuando se proponía a hacerlo fue interrumpido por dos pequeños golpes en la puerta. Se trataba de SuNi. SeongHwa se puso de pie, abriendo la puerta y recibiendo la charola con el desayuno listo para Yeosang. Jugo de mango, crema de zanahoria, un poco de carne y un tazón con frutas picadas en forma de círculos, como pequeñas pelotitas, cubiertas de miel. A un lado había un trozo de pan con nueces un pequeño vaso de leche. SeongHwa cerró la puerta no sin antes agradecer a la mujer con una sonrisa. El alfa encendió la luz y dejó la charola encima de la cama. Yeosang se movió.
— No — le detuvo mostrándole la palma de su propia mano. — está bien, lo haré por ti — no dijo mucho a partir de ahí. Se sentó al borde de la cama a un lado de él con el torso girado un poco hacia su omega, quien por la mañana olía a chocolate con un toque amargo, el aroma a fresas se percibía más por la tarde y eso lo había notado ya.
SeongHwa podría ser el alfa dominante con cada uno de sus soldados, podría ser el lobo más agresivo y el hombre más correcto. Para Yeosang era el alfa perfecto respecto a cada una de las cosas que hacía por él; leerle poemas y acurrucarse con él en días de intenso frío. El alfa enterró el tenedor en una de las bolitas de fruta con miel, había agarrado a una bolita de sandía, se la dio a Yeosang, quien la recibió con una sonrisa. — No hace falta, puedo comer solo.
— Me gusta hacerlo, JiWon lo hacía por mí cuando era pequeño — agregó SeongHwa mirando hacia la comida, esta vez levantando una cucharada de crema de zanahoria para dársela a Yeosang, abriendo la boca y comiendo.
— ¿JiWon cuidó de ti? —
SeongHwa asintió.
— Abre la boca — ordenó SeongHwa, después se sintió apenado y bajó la cabeza. — por favor.
Yeosang sonrió, abrió la boca y comió de esa crema. Un poco de crema quedó en sus labios, así que decidió que besar la mejilla de SeongHwa sería una buena idea y así lo hizo, en la mejilla de SeongHwa quedo de esa crema, eso hizo reír al alfa, quién después hizo exactamente lo mismo provocando que Yeosang se quejara.
Un golpe en la puerta les distrajo, SeongHwa dejó la cuchara en la charola y se dispuso a abrir, cuando lo hizo vio que Dongwoo. — abajo está Taemin, pide verte.
SeongHwa observó a Yeosang desde la puerta, asintiendo a la petición de Dongwoo. El alfa cerró la puerta de nuevo, volviendo hasta Yeosang. — Tengo que irme, pero volveré en un par de horas — el omega asintió sin saber que SeongHwa tenía la intensión de besarle la mejilla, cuando el alfa se acercó Yeosang no tuvo como responder, los cálidos labios de SeongHwa dejaron un pequeño beso en la comisura de sus labios, marchándose lentamente y dejando a Yeosang tirado encima de una cama hecha de helado de fresa. Sonriendo al verle salir con la seguridad de que casi había podido oír al corazón de SeongHwa latir tan rápido como el suyo.
— Limpiate hombre — se quejó Dongwoo con gracia, limpiando la mejilla de SeongHwa con su dedo pulgar. — ¿ahora la crema de zanahoria se come con las mejillas? — se burló, SeongHwa caminó sin decir nada más.
— SeongHwa — llamó Taemin desde abajo, levantando la mano. El alfa bajó las escaleras rápidas junto con Dongwoo. SeongHwa miró a su alrededor.
— ¿en dónde está Hyuk?
— Fue a darle instrucciones a los cazadores — aclaró Taemin sin darle más importancia. — ¿tienes todo listo para la guardia de hoy?
Esa noche SeongHwa, Taemin y Félix irían montados en sus caballos a patrullar el terreno con ayuda de otros guardias, tal y como llevaban haciendo años atrás, se había vuelto una rutina que se hacía por lo menos dos veces a la semana solamente para estar completamente seguros de que no había ninguna clase de corrupción o algún intento de conquista por parte de otra manada.
— ¿tú? — señaló Taemin, apuntando a Dongwoo con su barbilla.
— Esta noche no iré, SeongHwa me pidió que cuidara de Yeosang.
Taemin levantó la vista hasta SeongHwa. — ¿Cuidarlo?
— La última vez que salimos a hacer la guardia, esa extraña manada aprovechó para rondar por el pueblo y poder atacar la mañana siguiente.
— ¿crees que habrá otro ataque? — preguntó Taemin con cierta preocupación.
— Prefiero estar alerta.
Soojin rió a sus espaldas, haciéndolo gruñir de furia. Hyuk contaba ya con la suficiente rabia dentro de él como para querer ahorcarla ahí. — ¿Que demonios es tan gracioso?
— Es gracioso que ahora Dongwoo sea el soldado de SeongHwa. Quién lo diría, ¿ah?
Hyuk se giró para mirarla. — Esta noche SeongHwa se irá a hacer guardia.
— ¿y qué? — cuestionó ella, haciendo un gesto de desagrado.
— Mata a Yeosang.
— Félix, llegas tarde — regañó SeongHwa, recibiendolo con una sonrisa y un golpecito en la espalda, el alfa se encontraba jadeante, había corrido como un loco para llegar a tiempo.
El joven alfa asintió, recuperando de a poco la estabilidad respiratoria. — Lo siento, JiWon no me dejaba ir si no comía.
Dongwoo rió, Félix le miró y se sintió más avergonzado aún.
— Es temprano aún, ¿por qué nos has citado? — cuestionó Taemin, observando a SeongHwa.
— Hyuk irá con nosotros, así que les pido que se mantengan alerta.
— Dijiste que todo estaba bien — habló Félix.
— De igual forma, quiero las espadas listas para atacar en cualquier momento.
Taemin asintió. — daré la orden a mis hombres — obedeció el alfa, marchándose al exterior de la casa con la autorización de SeongHwa.
— me voy — dijo SeongHwa antes de marcharse también, necesitaba conversar un poco con Jang Hyuk antes de marcharse, pues la luz del día continuaba siendo un hecho y lo sería por muchas horas más, sin embargo SeongHwa comprendía que necesitaba planearlo todo desde horas antes. Salió de casa con cierta prisa, encontrándose a JiWon de paso. — JiWon.
La mujer se giró a mirarlo, con ella llevaba una canasta. — ¿a dónde vas? — preguntó ella.
— A inspeccionar los corrales.
Ella asintió y regresó a lo que hacía, subiendo las escaleras en dirección al palacio, SeongHwa la detuvo nuevamente. — ¿Qué tal va ése corazón?
JiWon hizo un gesto gruñón. — Estoy bien, ése doctor tuyo se preocupa más por mi corazón que por su propia vida — SeongHwa rió.
— ¿en dónde está Yeosang? — preguntó ella.
— Arriba en la habitación — respondió SeongHwa. — no te sobre esfuerces.
— tonterías — se quejó. — solamente llevo estos quesos a los cocineros y un poco de miel para Yeosang.
SeongHwa negó y se acercó a ella. — Sabes que no me refiero a eso — le apuntó. — has estado dando clases a los cachorros cuando claramente te pedí que descansaras.
JiWon movió sus manos con terquedad. — Vete a revisar los corrales — regañó.
— Eres una vieja terca y con mal genio — se burló SeongHwa solamente para hacerla enfadar antes de irse, huyendo de un regaño por parte de JiWon.
SeongHwa bajó completamente las escaleras, su capa se movía con cada uno de sus pasos y gracias al viento. Tuvo que caminar un poco más para llegar a las granjas, desde lo lejos observó a Hyuk, se encontraba cepillando a uno de los caballos, el alfa se acercó. — Jang.
Jang Hyuk se giró, haciendo una reverencia.
— ¿qué tal la mañana? — preguntó SeongHwa amigablemente.
— Mejor de lo que creí, estos caballos se dejan cepillar.
— lamento lo del otro día — se disculpó SeongHwa. — Kim Hyuk tenía la orden de ponerte a hacer tareas simples, pero te puso a alimentar cerdos y gallinas sin siquiera un par de botas.
— no soy nadie para quejarme — dijo Jang. Dudando en cada palabra que salía de su boca.
El líder se disponía a hablar pero Soojin a sus espaldas lo interrumpió. — SeongHwa — llamó ella.
Jang Hyuk se marchó rápidamente, era como si Soojin tuviera en los hombros a un par de dragones, cada vez que ella estaba cerca se sentía algo malo, como un veneno en el aire que provocaba aceleración cardíaca. SeongHwa miró a Soojin. — Me molesta ser interrumpido en mi horario de trabajo.
— Lo siento, me acerqué porque hacía mucho que no charlaba contigo.
SeongHwa la miró mal, excluyendola de una conversación aparentemente amigable.
— ¿qué te pasa conmigo? — se quejó ella. SeongHwa se giró bruscamente a verla.
— Intentaste envenenar a Yeosang — rugió. Soojin abrió los ojos completamente impactada. — tampoco se me olvida aquella vez en la que intentaste ponerme en su contra, mintiendo sobre que no estuvo contigo el día del ataque, ¿te das cuenta? — le señaló. — ¡Pusiste mi vida en riesgo!, incluso la del propio Yeosang por tus propios planes estúpidos.
Soojin intentó acercarse pero SeongHwa se alejó.
— Mantente lejos de mí y de Yeosang, o me obligarás a expulsarte.
Yeosang se levantó de la cama de un salto en cuanto observó a JiWon entrar.
— ¡mírate! — gritó ella. — te ves tan sano y fuerte — felicitó la mujer.
— SeongHwa me cuida mucho.
JiWon asintió con una sonrisa. — Me he dado cuenta de muchas cosas, soy vieja pero tengo ojos en todas partes — dijo mientras buscaba algo en su canasta. — te he traído miel, pan de nueces y chocolate, te traje algunos libros y un par de manzanas rojas.
Yeosang se acercó a ella para abrazarla, cosa que hizo que JiWon riera bajo, dejando las cosas en una de las mesas. — anoche hice un poco de crema batida, así que te traje un poco, puedes comerla con las manzanas o con el pan de nueces.
— extrañaba tanto tu pan de nueces — chilló Yeosang mientras observaba a JiWon cortar un trozo y varias rodajitas de manzana para después ponerles crema batida y dárselos a Yeosang.
— No lo comas tan rápido — regañó JiWon, sonriendo hacia Yeosang al verlo comer, acarició la barriguita de Yeosang, haciendo que éste retrocediera.
— no hagas eso, pienso que quizás como demasiado — se quejó Yeosang. JiWon rió.
— ¿no te gustaría ayudarme con los cachorros?, sería bueno que comenzaras a familiarizarte con ellos, aprender a tratarlos y alimentarlos.
— Lo pensaré después...
— Toma — dijo Félix, dándole algo en una envoltura café. Dongwoo le miró, recibiendo aquello. — las...hizo JiWon — añadió el menor.
Dongwoo asintió con una sonrisa, abriendo un poco aquella envoltura y observando cuatro galletas grandes de chocolate. — se lo agradeceré a JiWon después.
— que yo, ¿qué? — habló JiWon, bajando las escaleras con Yeosang siguiéndole. Félix salió de casa con prisa, sorprendiendo a Dongwoo.
— gracias por las galletas — agradeció Dongwoo con una sonrisa, levantando ese pequeño y hogareño paquete que olía a chocolate y masa de vainilla.
JiWon le miró. — ¿qué galletas?
— éstas — recalcó el alfa.
La mujer bajó completamente las escaleras y observó el paquete. — yo no he hecho galletas — aseguró JiWon antes de desaparecer en la cocina.
Dongwoo miró hacia la puerta. — Yeosang.
— hm — respondió Yeosang antes de entrar a la cocina con JiWon.
— no salgas de casa si no es conmigo, volveré en un par de minutos — dijo Dongwoo antes de salir corriendo en busca de un pequeño mentiroso. Bajó las escaleras con prisa y por suerte lo encontró. — ¡hey!
— Seguramente tiene problemas de memoria — añadió Félix.
Félix le miró y de inmediato se giró intentando disimular.
— JiWon no las hizo.
— Las hiciste tú, ¿no? — cuestionó Dongwoo con una sonrisa tímida, buscando la mirada de Félix.
— no — negó Félix.
— gracias — dijo Dongwoo. — me encantan las galletas de chocolate con chispas — elogió el mayor. — son las mejores galletas que he comido nunca.
Félix buscó algo en qué entretenerse, sintiendo que sus mejillas se volvían rojas y calientes.
— ¿la próxima vez podrías cocinar un pastel?, me encanta el pastel con zarzamora — jugó Dongwoo, acariciando el cabello de Félix como si fuera un cachorrito.
JiWon se encontraba preparando jugo de frutas mientras mantenía a Yeosang ocupado comiendo fresas en la barra de la cocina.
— ¿acaso es la hora del almuerzo? — habló SeongHwa entrando por la puerta de la cocina y sorprendiendo a Yeosang. JiWon negó.
— SeongHwa — llamó Yeosang desde la silla, sonriendo nuevamente y recibiendo una sonrisa por parte de su alfa.
— Yeosang comió demasiada crema batida, así que pensé que si le hacía jugo de fresas no tendría que vomitar todo en la madrugada.
El omega hizo un gesto de desagrado cuando JiWon dijo que no comería más crema.
— Venga, JiWon, déjalo comer un poco más de crema — habló SeongHwa.
— no más — regaños JiWon. — Dongwoo piensa que no lo he visto darle cupcakes a Yeosang a escondidas — SeongHwa miró a Yeosang.
— ¿Dongwoo te regala de cupcakes? — su rostro se convirtió en un enigma de expresiones neutras.
— A veces.
SeongHwa frunció el ceño. — ¿por qué?
Yeosang levantó los hombros.
El alfa gruñó, sentándose a su lado con cierta posesión, observando a JiWon cortar fresas.
Aquí un cap nuevo, amorcitos.
Por favor hágame saber cualquier tipo de falta o equivocación mía. Siempre se me termina escapando algo:(
Gracias por leer!! <3
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