66. El regreso
Era difícil asimilar, y sobreto ignorar, todos los sentimientos encontrados que tenía Astlyr en ese momento. No sabía cuál era más fuerte, tampoco podía contarlos, pero sabía que cada uno de ellos nacía de los acontecimientos de ayer y hoy.
Mucho había cambiado. Después de cinco años de una rutina depresiva y de básica sobrevivencia, las cosas estaban cambiando. Algunas cosas para bien, otras... nada en lo absoluto.
Ese día, ennúmeraría las cosas buenas, eso podría ayudar a callar lo malo por un día y disfrutar el nuevo sol naciente de ese día.
—¿Nerviosa?
Astlyr miró su pierna, donde Bucky acababa de apoyar su mano para llamar su atención y calmarla con una sutil caricia. Ella lo miró y sonrió, parando el movimiento impaciente de su pierna. Cada vez que lo miraba, no podía evitar suspirar. Quizá la ilusión de verlo de nuevo después de cinco años estaría provocando esa reacción por algunas semanas, hasta que se acostumbrara a la idea de que era real y no otro sueño.
—Emocionada —contestó, y arqueó la ceja—. ¿Tú estás nervioso?
Sí, Astlyr supo con mirarlo un segundo que estaba nervioso. Sonrió enternecida cuando Bucky negó con la cabeza, en negación.
—¿Por qué lo estaría? Sólo voy a conocer a tu familia por primera vez, sin presión.
Astlyr rió y apoyó su mano sobre la de él. Bucky entrelazó sus dedos, mirando sus manos unidas otra vez, con los anillos justo en donde los habían dejado antes del primer chasquido. Su corazón se saltó un latido de la emoción.
—Estoy segura de que van a quererte.
Bucky no parecía muy seguro. Si se tratara de cualquier otra chica, estaría confiado, pero se trataba de su esposa... La hija mayor de los Barton. Se preguntó si lo resentirían por haberla alejado de ellos tanto tiempo, en su intento por ocultarlo del mundo, de HYDRA y de Steve años atrás.
Oh, seguramente ya lo odiaban.
Astlyr se dio cuenta.
—Oye —Astlyr lo llamó con tono bajo, más serio que antes. Bucky levantó la mirada a sus ojos. La nave se sacudió un poco, pero apenas lo notó, era difícil ser más alerta de su entorno cuando miraba en sus ojos plateados—. Pase lo que pase, sigo casada contigo. Son mi familia, pero ahora somos tú y yo.
Bucky inspiró y exhaló. Sabía que ella lo decía en serio, pero no quería eso. No quería apartarla de su familia, quería que pasara Navidad con ellos, que pudieran visitarlos un fin de semana porque Nathaniel la extrañaba, que pasaran más cumpleaños juntos. Él le había arrebatado eso al dejarla seguirlo hasta el fin del mundo. Pero ahora que había "paz", quería devolvérselo.
Astlyr sonrió emocionada y se levantó al mismo tiempo que Clint, que había estado platicando los últimos minutos con el piloto. Ambos cruzaron miradas cuando la nave que el rey T'Challa les había ofrecido para volver a casa comenzó a descender. A través de la ventana del frente de la nave, Astlyr observó los campos verdes que le eran tan familiares y hogareños.
Clint avanzó primero. No esperó a que la compuerta se abriera antes de llegar a ella, y en cuanto pudo salió al soleado y bello Missouri, que lo recibía con su familia unida otra vez. Astlyr lo siguió unos pasos después, y cuando pudo echar un vistazo, presenció el momento exacto en que Cooper, Lila y Nathaniel se colgaban de su padre en un abrazo. Laura se unió después.
La compuerta detrás de ella se levantó, y la nave despegó poco después.
—¿Astlyr?
Cooper, en los brazos de su padre, mirando sobre su hombro, se dio cuenta de que su padre no era el único llegado. Unos metros adelante, estaba parada su hermana mayor, mirándola con ojos lagriomosos y una sonrisa.
No se dio cuenta de que se había quedado en shock hasta que vio a Lila correr hacia ella, justo frente a sus ojos. Soltó a su padre y lo rodeó. Para él, no había visto a su padre de un segundo a otro. Astlyr... a ella tenía años sin volver a verla, excepto por videollamadas.
Lila había olvidado como se sentía el cabello de Astlyr, siempre sedoso. La escuchó decirles a ella y a sus hermanos cuánto los había extrañado, y cómo habían crecido. No era lo mismo que verse por medio del celular.
—¿Vas a quedarte?
Astlyr asintió y los miró. La última vez que los había visto, tenía que agacharse para mirarlos a los ojos. Ahora sólo tenía que bajar un poco la mirada. Cooper estaba tan alto y Lila comenzaba a hacerse una señorita. Nathaniel era el que menos la había convivido, pero la recordaba bien por las llamadas y las fotografías.
—Sí, quiero quedarme aquí por unos días, si eso está bien con ustedes —les dijo sensible, y se limpió las lágrimas con el dorso de su mano, sin dejar de sonreír.
—No tienes que preguntaron eso —dijo Cooper.
—Somos tu familia —le recordó Lila.
Astlyr asintió, conmovida, y los abrazó una vez más. Levantó la mirada a lo lejos y vio a Laura caminar hacia ella con la mano en la boca y los ojos llorosos. Sus hermanos la soltaron y le hicieron espacio a su madre.
—Mi pequeña —sollozó Laura.
—Hola, mamá —sollozó Astlyr con ella.
Un segundo después, sintió que Clint se unía a ellos al rodear sus brazos sobre Laura y Astlyr, sus hijos más pequeños rodeados por ellos tres.
—¿Por qué siento que la extrañaron más a ella que a mí? —bromeó Clint para apaciguar las emociones encontradas de todos.
Su familia se rio con él. Disfrutaron de ese segundo un poco más antes de romper el abrazo y mirarse nostálgicos.
—Familia —habló Astlyr, limpiándose las últimas lágrimas. Sonrió—, hay alguien a quien quiero que conozcan.
Sus hermanos fruncieron el ceño y miraron hacia donde ella abrió su cuerpo para abrir el enfoque hacia a alguien que estaba uno o dos metros apartado de ellos. Era un hombre de cabello negro y ojos azules, de cuerpo fornido y cabello largo hasta los hombros. También tenía una barba un poco abundante, aunque acicalada.
Cuando Astlyr abrió la boca para introducirlos, Cooper dejó salir un sonido de sorpresa y asombro.
—¿Ese es un brazo de metal?
Laura le tapó la boca, apenada en nombre de su hijo, y musitó un "lo siento". Nathaniel dejó salir un largo "wow". Astlyr se rio divertida junto con Bucky, a quien llamó para que se acercara.
—Hola —su voz, a pesar de lo grave que era, sonó amigable, con una nota de nerviosismo—. Soy Bucky Barnes, es un placer.
Nathaniel dejó salir otro largo "wow" al ver el brazo más de cerca. Astlyr sonrió divertida y le revolvió el cabello con cariño.
—Bucky —dijo Astlyr, sintiendo un poco raro por no llamarlo James—, esta es mi familia. Mi madre, Laura. Cooper, es el varón mayor, Lila y Nathaniel. Y Clint, claro, que ya lo conoces.
Haberlos presentado formalmente después de la segunda batalla contra Thanos había sido un poco incómodo. Bucky no estaba preparado, y Clint mucho menos. Por supuesto, había ejercido muy bien su papel como padre celoso en cuanto tuvo la oportunidad y Astlyr le explicó que se habían casado en Wakanda. No había tenido la oportunidad de contarles de Bucky antes, hasta ahora.
—Hola, mucho gusto —saludó Laura, extendiendo la mano.
Bucky la saludó con una sonrisa cerrada.
—Muchas gracias por recibirme —dijo, mirando la casa a espaldas de la familia frente a él—. Es una casa muy bonita.
—Oh, gracias —dijo Laura, muy halagada.
—¿Es magnético? ¿Has intentado ponerle imanes? —preguntó Nathaniel, que aún no podía dejar de mirar el brazo de vibranio.
Astlyr se rio ante la idea, que de hecho era muy buena. Los demás trataron de disimular la risa. Bucky sonrió divertido. Sabía que era imposible, pero el pequeño tenía la misma clase de encanto que Astlyr.
—¿Por qué no pasamos adentro? —sugirió Laura— Deben estar exhaustos.
Y la verdad era que sí lo estaban. Sólo habían tenido tiempo para asearse en la nave después de dejar el Centro de los Nuevos Vengadores en ruinas. Clint no quería que llegaran con ropa de combate, tierra y sangre a ver a los niños.
Bucky caminó de la mano con Astlyr hacia la gran casa de dos pisos en ese gran espacio verde en Missouri. Era un lugar muy bonito, perfecto para crecer una familia. Hasta ahora la familia lo había recibido bien, claramente estaban confundidos y estupefactos por conocerlo, por que Astlyr hubiera traído de repente un hombre a sus vidas, pero eran amables.
Ella aún no aclaraba que estaban casados, aunque seguramente Laura ya se había dado cuenta por los anillos, si es que Clint no la ha dicho ya. Pero sabía que quería decírselos con un poco más de contexto. Él sólo esperaba que no se opusieran mucho a la idea; después de todo, él no podía imaginarse queriendo a alguien como él como esposo para su hija, si tuviera una.
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