Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27. Familia Barton


Todo rastro de la magia de Wanda Maximoff se había esfumado. Sin embargo, los afectados seguían callados y sumidos en sus pensamientos, mientras Tony se comunicaba con Maria Hill, su asistente en Industrias Stark. Clint estaba piloteando el quinjet. Astlyr se dejó acurrucar a un lado de Natasha, quien la rodeaba con un brazo.

Los programas de noticias los aman, pero son los únicos —anunció Hill por la videollamada—. No ha habido pedido especial para que arresten a Banner, aunque lo debaten.

—¿Y el Fondo de Ayuda Stark?

Ya llegó —respondió. Un momento después, suspiró—. ¿Cómo está el equipo?

—Estamos —intentó decir, pero se calló, rendido. Suspiró—... Fue un golpe duro, pero lo superaremos.

Por ahora, yo bajaría el perfil y me iría —sugirió.

—Entonces, ¿correr y esconderse?

Hasta que hallemos a Ultrón, no puedo ofrecer mucho más.

—Nosotros tampoco —concordó Tony, finalizando la llamada. Se levantó de la silla y se acercó a Clint, que no se había despegado del asiento de piloto—. ¿Quieres cambiar de lugar?

—No, estoy bien —contestó. En esta ocasión, Clint había salido ileso—. Si quieres dormir, este es el momento. Aún faltan unas horas para llegar.

—¿Llegar a dónde?

Clint le echó un vistazo a Astlyr por encima de su hombro. Tenía la mirada perdida en el suelo, y lucía tan derrotada como Natasha, que la abrazaba como si la necesitara para mantenerse a flote. Sabía qué podría subirle el ánimo: ver a su otra familia.

—A una casa segura.

Cuando Clint aterrizó el quinjet, lo hicieron en un campo, a unos cuantos metros de una gran casa verde, que detrás tenía un granero. Clint ayudó a Natasha a bajar por la rampa fuera del jet y caminar hasta la casa, ya que todavía temblaba y parecía un poco ida. Steve, Tony, Astlyr y Thor los siguieron en silencio.

—¿Qué es este lugar? —preguntó Thor cuando comenzaron a subir las escaleras del porche de la casa.

Astlyr sonrió, observando el hogar en el que vivió por años y creó fuertes lazos de amor con una familia que la recibió con los brazos abiertos cuando más lo necesitó.

—Una casa segura —repitió ella en tono suave y cálido.

Steve, Tony y Thor la voltearon a ver con el ceño fruncido. ¿Ella sabía qué era el lugar donde estaban?

—Esperemos —añadió Clint, abriendo la puerta, que estaba sin llave—. ¿Cariño? ¡Estoy en casa!

Al ser llamada, Laura Barton se asomó desde la cocina y miró a los Vengadores parados en su entrada. Abrió la boca y los ojos con impresión. Obviamente, Clint no le había avisado de su gran visita. No se opuso ni se movió cuando su esposo se acercó a abrazarla y darle un beso.

—Tenemos compañía. Perdón por no avisar.

Laura reaccionó entonces, saliendo de su shock, y miró a su marido con cariño, contenta de tenerlo en casa otra vez.

—Hola.

—Debe ser una agente —supuso Tony, mirando al resto del equipo.

Astlyr sonrió divertida al escuchar su teoría.

—Caballeros —empezó Clint, mirando a los Vengadores con una sonrisa orgullosa—, ella es Laura. Mi esposa.

—Yo ya sé sus nombres —se adelantó a decir, con tono amigable, saludando tímidamente con una sacudida de mano en el aire.

En ese momento, por toda la casa se escucharon pisadas, rápidas y apresuradas, bajando por las escaleras. Astlyr sonrió, sabiendo lo que significaban, y se fue haciendo espacio entre Steve y Thor para pasar y acercarse a su familia.

—Allí vienen —dijo Clint con alegría.

—¡Papá! —gritó una pequeña castaña con dos trenzas, saltando a los brazos de su padre. Lila Barton.

—¡Hola, cariño! —saludó, cargándola con un brazo. Le sonrió a su otro hijo y lo atrajo hacia él para abrazarlo— Hola, amiguito. ¿Cómo están?

—Y esos deben ser —especuló Tony, todavía aturdido por la sorpresa de la noticia, mirando el momento familiar—... agentes más pequeños.

—¿Trajiste a la tía Nat? —preguntó Lila.

—¿Por qué no las abrazas y lo averiguas? —respondió Natasha.

Lila y Cooper voltearon de mirar a su padre a la pelirroja uniformada. Corrieron a sus brazos y la recibieron con cariño cuando ella se acercó con los brazos abiertos.

—Me siento un poco ofendida —comentó Astlyr, saliendo de entre Thor y Steve. Lila y Cooper giraron sus cabezas y miraron por los costados de Natasha, encontrando a su hermana mayor con la mano en su pecho en gesto de dolor—. ¿No hay abrazos para su hermana?

Lila y Cooper se rieron a carcajadas agudas y exaltadas antes de correr a los brazos de la platinada. Astlyr se agachó para quedar a su altura y los apretó contra su cuerpo. La cabeza de cada uno se recostó sobre sus hombros.

—Perdón por la interrupción —lamentó Steve, sin dejar de mirar avergonzado la pequeña reunión de hermanos que ocurría a pies de él.

Lila y Cooper la soltaron, empezando a preguntarle diferentes cosas. Lila la interrogó en voz baja sobre dónde había estado, qué había hecho y cuándo jugaría con ella con sus nuevas muñecas. Cooper le preguntó sobre cuántos villanos había derrotado en su última misión. A Cooper le gustaba pensar que su hermana mayor era una súper heroína y repetidas veces la presumía en la escuela.

—Hubiéramos llamado, pero estábamos ocupados no sabiendo sobre su existencia —ironizó Tony, cruzado de brazos.

—Fury me ayudó con el lugar cuando me uní a SHIELD —explicó Clint, mirando a cada uno de los Vengadores que no tenían idea de su familia secreta—, para que no quedara registrado. Me gustaría que se quedara así.

—Entiendo que ella lo supiera —dijo Tony, señalando a Natasha—, pero ¿copito por qué?

—¡Oye! —exclamó Astlyr con indignación reflejada en su rostro, todavía agachada a la altura de Lila y Cooper.

—Laura y yo somos sus tutores. Vivió aquí cuando llegó de Noruega —explicó Clint con una media sonrisa, indispuesto a dar más detalles, ya que era la vida privada de Astlyr.

—Es un buen lugar para pasar inadvertidos.

—Chicas —las llamó Laura, dirigiéndose a Natasha y Astlyr. Las tres dejaron lo que estaban haciendo para abrazarse brevemente—, las extrañé.

—¿Cómo está Freya? —preguntó Astlyr, tocando la enorme barriga que Laura con un bebé dentro.

—Aguarda. ¿Así que es niña? —cuestionó Natasha, mirando a Laura con indignación y acercándose a su panza para susurrar:— Traidor.

Hubo un largo debate sobre cómo debería llamarse el nuevo miembro de la familia. Astlyr, como era tradición en su familia, quería que tuviera un nombre noruego. Natasha, por supuesto, quería que se llamara como ella. Al final llegaron al acuerdo de que, si era niña, sería Freya, como había elegido Astlyr en nombre de la diosa de la belleza y el amor. De ser niño...

—En realidad, es Nathaniel —corrigió Laura, divertida.

Natasha miró con burla a Astlyr y ella la imitó infantilmente.

Clint se ofreció a enseñarles a todos dónde podría asearse y descansar. Bruce, Natasha y Tony aceptaron la oferta casi inmediatamente, pues estaban cubiertos de sudor por el esfuerzo.

Astlyr supo que tendría que esperar su turno, ya que no había suficientes duchas, así que se volteó para ir con Lila y pasar el rato con ella. Pero al darse vuelta, vio a Thor todavía parado en la entrada, con el semblante ensombrecido. Él se dio cuenta de que lo miraba y le hizo un gesto con la cabeza para que la siguiera. Ella obedeció.

Salieron de la casa y bajaron las escaleras del porche, alejándose un poco de la casa. Astlyr supo que quería tomar distancia de los demás antes de explicarle, para que nadie pudiera oírlos. Cuando giró para encararla, miró por encima de ella. Entendió que no estaban solos.

Steve los había seguido con curiosidad, claramente adivinando que ocurría algo importante.

—¿A dónde van? ¿Qué pasa? —preguntó con sincero interés.

—Vi algo en mi sueño —explicó Thor—. Necesito respuestas y no las hallaré aquí.

—¿En dónde lo harás? —preguntó Astlyr, frunciendo el ceño con preocupación.

—Primero iré con un amigo que podría ayudarme.

Astlyr se cruzó de brazos con expresión pensativa. Luego, asintió con la cabeza, como si se estuviera respondiendo algo a ella misma.

—Iré contigo.

—No será necesario —le dijo conciliador—. Descansa, Lady Astlyr. Pasa tiempo con tu familia.

—No quiero descansar —protestó, decidida—. Un poco de acción me distraerá más que sentarme a tomar café.

Thor no pareció incómodo ni desagradado con la idea, pero miró a Steve con interrogación. Astlyr lo imitó. Después de todo, Steve era el líder y si él le decía que debía quedarse, ella no se opondría.

—Vayan —aprobó Steve, asintiendo.

Thor sonrió con la boca cerrada y Astlyr se destensó. Realmente, en esos momentos, quería distraerse. Estar en casa con Laura, Lila y Cooper había sido agradable, pero sólo también le estaba dando nostalgia por su verdadera familia.

Se acercó a Thor y se aferró a él como si su vida dependiera de ello. Thor la envolvió con su ancho brazo e hizo girar el Mjölnir con el otro. Poco después, ya estaban impulsados en el aire por la fuerza del martillo.

o

Erick Selvig salió de las instalaciones en las que trabajaba con una sonrisa divertida al ver a Thor intentando camuflarse con ropa de mortal. Él y Astlyr estaban parados junto a la puerta de copiloto del auto de Erik Selvig, esperando a que el astrofísico llegara.

—Te ves bien —fueron las primeras palabras Selvig, cuando se acercó lo suficiente a su coche.

Astlyr había robado las ropas de una tienda, fingiendo ser una de las empleadas. Tenía experiencia en vestir a hombres que querían pasar desapercibidos, pero ocultar a Thor había sido todo un reto. Su altura, musculatura, rasgos faciales, melena dorada... Nada en él era sutil. A fin de cuentas, era un dios, un hombre de otro mundo.

Desde que Tony Stark le informó al mundo que la nueva integrante de los Vengadores era una joven de veintitrés años, llamada Astlyr Buskerud, su fotografía estaba por todos los periódicos, revistas y canales de noticias. Todo era reciente y había salido a la luz con la sutileza de un oso enojado.

Sin embargo, si Astlyr quisiera ocultarse a simple vista, simplemente tendría que cambiar de rostro por el de alguien más. Así que no se preocupó por ello y se vistió con un vestido verde y suelto que le llegaba a las rodillas, una corta chaqueta de mezclilla y unos zapatos negros. No cambió su larga cabellera brillante y mantuvo su maquillaje de siempre.

—Si buscabas algo discreto, fallaste por poco —le dijo Selvig, llegando a su auto, antes de observar a Astlyr meticulosamente.

Examinó sus rasgos delicados y simétricamente perfectos. No había que ser un genio para darse cuenta de que ni siquiera parecía de la Tierra, con esos ojos plateados, piel pálida y cabello brillante. Supuso que también era una asgardiana, tal vez una diosa, así que no le mostró ninguna mueca e intentó no mirarla fijamente, con temor a ofenderla. Obviamente no había visto las noticias últimamente.

—Bueno, trata de ocultar un vikingo de ciento cincuenta kilos y dime cómo te resulta —bromeó Astlyr, encogiéndose de hombros.

—Necesito tu ayuda —explicó Thor, recargándose sobre el techo del auto.

—Es lindo sentirse necesitado —admitió, con interés en sus planes.

—Es algo peligroso —advirtió.

—Eso sí que no lo mencionaste —comentó Astlyr, fingiendo sorpresa.

Erick la miró con una ceja arqueada y supo entonces que se había equivocado. En realidad, era una midgardiana. Se preguntó qué hacía ella con Thor. Luego, consideró que tal vez estaban juntos; pero ella se veía mucho más joven. ¿Cómo se había topado esa humana con Thor?

—Me decepcionaría si no lo fuera —respondió, abriendo la puerta del coche.

Thor sonrió satisfecho y le abrió la puerta a Astlyr para que se subiera al asiento trasero. Ella preferiría ir al frente, pero no protestó. Claramente él no cabría atrás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro