Una hora antes de terminar su turno, Jin y Namjoon salieron del café para cumplir la tarea que su jefe les había encargado. Jin no podía con sus nervios y andaba secando sus manos sudorosas a cada momento. Namjoon le había gustado ya desde hace mucho tiempo, desde que lo conoció en el reclutamiento de personal para el café, y Jimin se había dado cuenta de eso enseguida. De hecho, todos lo sabían, menos Namjoon.

-¿Te sientes bien? –le preguntó Namjoon al ver cómo su acompañante se refregaba las manos sobre los pantalones una vez más.

-Ah, sí, sí, sólo me quedé pegajoso por la crema del último pedido–mintió Jin sonriendo sonrojado.

-Toma –Namjoon le pasó un poco de alcohol en gel y una toallita húmeda que sacó de su bolso para que se limpiara.

-Gra... gracias –respondió en un hilo voz el mayor.

Casi sin hablar mucho, ambos llegaron a su destino, la pastelería Mary's, un gran local decorado por dentro y fuera con colores brillantes y muchos dibujos de pastelillos deliciosos y tiernos.

-Vamos, escojamos una mesa para comer ahí y luego pedimos para llevar, ¿te parece? –sugirió Namjoon.

Jin sólo asintió y ambos entraron al local. Hicieron su pedido de dos croissants acompañados de té y encontraron una mesa con dificultad, pues el local estaba casi repleto.

-Bueno, a ver qué tienen de especiales estas cosas –dijo Namjoon dándole un mordisco a su croissant y abriendo grandemente los ojos por el sonido crujiente y el sabor que se disolvía en su boca.

Jin también le dio un mordisco al suyo y estuvo igualmente sorprendido por el sabor del relleno y de la masa que crujía al tocarla y morderla.

-¡Esta cosa está deliciosa! –dijo Namjoon en un tono de voz más alto que lo acostumbrado, haciendo que los comensales alrededor se girasen a verlo.

Jin rió embobado ante su comentario y asintió con la cabeza dándole la razón.

-Hey, espera –dijo de repente Namjoon acercando una mano a la mejilla de Jin, quien se quedó quieto como una piedra viendo cómo se aproximaba -Te ensuciaste acá –dijo Nam quitando un poco del relleno de la mejilla de Jin y sonriendo mostrando sus hoyuelos.

Jin se sonrojó a más no poder y siguió comiendo, pero sin mirar a Namjoon.

-Oye... disculpa si hice algo que no debía –le dijo Namjoon al notar su reacción.

-No... no hiciste nada malo... yo, yo... -en serio que Jin no podía con su timidez. Debía hacer algo para ser fuerte frente al chico que tanto le gustaba –yo... tampoco había comido algo tan rico... ¿cómo crees que lo harán? –dijo ya quitándose el sonrojo al hablar de algo más trivial.

-No lo sé... esperemos que Hobi lo averigüe y mejore –admitió Namjoon dándole una última mascada a su croissant.

Cuando Jin terminó el suyo, fueron nuevamente a las cajas para pedir cuatro croissants más para llevar y emprendieron el camino de regreso al café. Era seguro que Jimin y Hoseok seguirían ahí para entonces.

Al llegar, repartieron los croissants y empezó la tarea de degustación.

-Con un demonio, ¿qué es esto? –gritó Hoseok tras la primera mordida.

-Wow... ¡está muy bueno! –admitió Jimin.

-¿Cómo demonios los hacen? –se quejó el pastelero Hobi con una expresión triste en su rostro.

-Toma –le dio Namjoon la bolsa con los otros dos croissants para que investigara –averígualo.

-Lo haré! Es más... ¡los mejoraré! –dijo Hobi con el puño levantado en alto y masticando con rabia ganándose la carcajada de todos ahí.

Pronto, los amigos se prepararon para cerrar el café y Jimin aprovechó de llevar a Jin hasta su casa en su coche tras despedirse de los demás.

-¿Y? ¿Cómo fue? –preguntó una vez estuvieron en marcha.

-El local es muy grande y colorido, las meseras son muy bonitas y amables y hay muchos paste...

-Jin... -interrumpió Jimin -¿cómo te fue con Namjoon?

-Ah... eso... -bajó la mirada sonrojado una vez más –pues... me tocó la mejilla y... quise morir en ese instante –Jin miró a su jefe con ojos gigantes y brillos en ellos.

Jimin rió ante lo que le contaba.

-Jin, en serio... no puede ser que te portes como todo un quinceañero frente al chico que te gusta. ¡Debes por lo menos entablar una conversación normal con él!

-Sí... lo sé... es sólo que en cuanto lo veo me pongo nervioso y no sé qué decir... aunque hoy hablamos un poco... ¡y me sonrió! ¡Y tiene unos hoyuelos tan hermosos que quisiera que me entierren en ellos! ¿Entiendes eso, Jimin? –habló rápidamente.

Jimin rió ante el comentario.

-Sí, lo entiendo, Jin, pero compórtate tal como eres con él. Así como eres conmigo, haciendo bromas, caras chistosas... estoy seguro de que le caerás muy bien si llega a conocer al Jin de verdad.

-Pues... lo intentaré –dijo Jin mirando al camino.

-Es la segunda vez que me lo dices en el día. Espero que esta vez lo cumplas –sentenció Jimin sonriendo.

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Actualización cortita para el NamJin que me matan de amorrrr.

Cuéntenme quién creen ustedes que es el muchacho guapo de la mesa 5? jajajaja no sé si pueda mantener la incógnita más. Pero pueden hacer sus apuestas. 

Gracias por leer!