Namjoon recibió a Jimin con una sonrisa mientras colocaba las tazas recién lavadas y secadas en la barra cerca de las máquinas de expreso.

-Buenos días, Nam –ya llegaron las frutas? –preguntó Jimin entrando en la oficina interna del café, donde colocó su saco.

-Sí, Jimin. Está todo ya en la cocina. ¿Quieres algo para beber? Se lo puedo pedir a Jin – sugirió Namjoon terminando su tarea en la barra.

-Un jugo de naranja por favor. Gracias, Nam. Estaré unas horas en la oficina y luego saldré a ayudar, ¿vale? –dijo antes de entrar en su oficina.

-Claro, jefe – Jimin escuchó a Nam decirle antes de cerrar la puerta de la oficina central.

El café de Jimin tenía mucha clase y era famoso en toda la ciudad. Se había ganado muchos clientes en los primeros días de haberse inaugurado, primero por el estilo arquitectónico que tenía.

Era un local muy grande circular, de dos pisos, hecho totalmente de madera. Absolutamente todas las paredes que daban al exterior tenían ventanales muy grandes con vista al jardín que lo rodeaba.

La característica que más llamaba la atención era que la cocina, el área de cafetería y la pequeña oficina de Jimin, se encontraban justamente en el centro de la planta baja y todo estaba rodeado por las mesas para los clientes. Así que todos los clientes podían ver cómo los empleados trabajaban.

Era realmente un ambiente muy acogedor que llamaba la atención además por el trato amable y cordial de los meseros y de Jimin, quien cada que podía servía las mesas, encantando a todos por su carisma.

Alguien tocó la puerta de la oficina de Jimin.

-Pase –respondió él, ya enfrascado en responder los correos electrónicos que le llegaban diariamente con solicitudes de alianzas y pedidos grandes.

-Hola, Jimin. Acá tienes tu jugo, y te traje un croissant recién horneado. Hobi te lo manda para que lo pruebes –sonreía Jin con la bandeja en mano.

-Gracias, Jinnie. Dile a Hoseok que enseguida le digo qué me parece su quinto intento de croissant perfecto –sonrió Jimin al jefe de la cocina, pero lo vio algo cabizbajo –Todo bien, Jinnie?

-Eh... sí, bien... bien... -contestó el mayor sin mucha convicción.

-¿Aún no te atreves a invitarlo a salir? –preguntó Jimin bajando la voz.

Jinnie sólo respondió sacudiendo la cabeza en forma negativa.

-Hmmm... OK. Jin, trae a Namjoon por favor, dile que quiero hablar con ustedes dos –dijo sonriendo pícaramente el jefe.

Jin no sabía qué estaba tramando Jimin, pero hizo lo que le pidió.

Al regresar Jin con Namjoon, Jimin empezó a hablar.

-Chicos, tengo una tarea para ustedes. Necesito que vayan a la pastelería Mary's para una investigación de mercado. He escuchado que sus croissants son demasiado deliciosos, así que quiero que vayan de incógnito, compren unos cuantos, los prueben, y me traigan uno para mí y otro para Hoseok. A ver si podemos igualarlos o mejorarlos.

Namjoon movía la cabeza accediendo al pedido de su jefe y Jin sacudía la suya sabiendo lo que Jimin se traía entre manos.

-Puede ir al final de esta tarde. Tómense una hora libre del café para esto. Los chicos y yo nos las batiremos sin ustedes –les guiñó el ojo –Les pasaré la dirección a mediodía –agregó.

-Está bien, jefe. Iremos esta tarde entonces –sonrió Namjoon. –Algo más? Es hora de abrir el café. Algunos clientes ya están haciendo fila afuera.

-Oh, no, nada más. Vayan, vayan –les indicó con un movimiento de su mano.

Namjoon salió presuroso a abrir la puerta y sacar la pizarra con los especiales de aquel día. Jin sólo miró a Jimin con los ojos entrecerrados, sin querer decirle que, si metía la pata aquella tarde, sería culpa suya.

Jimin sonrió otra vez de la travesura que había hecho. Alguien tenía que darles un empujoncito a Namjoon y Jin! Uno estaba ciego por no ver que su compañero andaba loquito por él, y el otro era demasiado tímido como para hacérselo saber.

Jimin encendió la radio para terminar de escuchar el programa de ShupD y justo lo encontró en el momento de su despedida.

-Espero haberte podido acompañar durante estas dos horas de programación de lunes, en Cool FM. No te saltes ninguna comida, sonríe siempre y da las gracias por todo. Soy DJ ShupD y me despido hasta mañana con esta super canción de Post Malone, llamada Circles.

La canción relajada llenó la oficina de Jimin, mientras éste daba vueltas en su silla pensando. Al fin, tomó su móvil y marcó nuevamente al único número que había marcado ese día.

-¿Aló, Cool FM? –le contestó la voz ya conocida.

-Hola ShupD. Disculpa que llame fuera de tu horario de programa. Soy Jimin, llamé hoy para la pregunta del día.

-Ah, sí. El amigo de la soledad. En qué te puedo ayudar, Jimin? –contestó riendo ShupD.

Jimin también rió.

-El mismo, el mismo. Mira, escuché entre tus anunciantes a la pastelería Mary's... no sé dónde puedo encontrar su contacto, será que podrías facilitarme algún número o dirección para visitarla, por favor?

-Es una pastelería muy famosa y está en muchos sitios web como anunciante. Pero dame un segundo –le dijo el DJ y se escuchó cómo movía papeles sobre su escritorio –acá lo tengo, anota, sí?

Jimin tomó nota de la dirección que le dictaba el locutor, sin darse cuenta de que sus mejillas se encendían de rojo por la obvia solución que debía haber encontrado en los sitios web.

-Muchas gracias por la información, ShupD –contestó Jimin.

-No es nada, Jimin... y vuelve a llamar a la radio, eh? Mañana la pregunta estará así de interesante como la de hoy –invitó ShupD

-Está bien. Llamaré. Gracias de nuevo! –se despidió Jimin al fin.

Al colgar, Jimin sonrió. Salió de su oficina y le dio la dirección anotada en el papel a Jin en la cocina, quien no le dijo nada, pero seguía con su mirada entrecerrada, no tan seguro de qué pasaría esa tarde.