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Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 epílogo

Habían pasado tres años desde que llegaron a su nueva casa y con el lazo, habían logrado formar un hogar muy bonito. TaeHyung se había graduado de la universidad y conseguido semanas después trabajo en un preescolar donde le enseñaba cosas básicas y juegos a los niños pequeños.

Ambos habían tratado de acomodar sus horarios de trabajo para estar más tiempo juntos, por eso trabajaban durante la mañana y así tenían la tarde libre para ellos. TaeHyung siempre llegaba primero, así que para cuando el Alfa estuviera en casa, él ya lo esperaba en el nido recostado o revoloteando por la casa junto a Bam.

Ese día ambos tenían descanso del trabajo, y JungKook estaba en la cocina preparando algo de comer en lo que su Omega se duchaba. Cuando lo sintió detrás de él se giró para verlo, traía puesta su ropa, como casi siempre, y el cabello ya más corto mojado.

Su Omega era precioso, había cambiado demasiado en los últimos años, y a pesar de haber perdido ciertas características de cuando era menor, aún era demasiado bonito.

— ¿Alfa, podemos recostarnos? Los niños me agotaron ayer — Dijo, con una voz floja.

— Estoy haciendo la comida, amor.

— Lo sé, solo un poquito — Se acercó y lo abrazó.

JungKook solo giró la cabeza para poder olerlo y besar la marca. TaeHyung había aumentado de estatura, pero aun así Jeon seguía siendo pocos centímetros más alto que él. El Alfa lo notaba un poco diferente.

TaeHyung casi no salía del nido cuando estaba en casa, estaba más perezoso que de costumbre, incluso se veía un poco más rellenito y usaba ropa más holgada, su olor era más dulce y suave. Sabía perfectamente por qué, solo esperaba que el menor se diera cuenta, o si ya lo sabía, esperaba que se lo dijera, quería escucharlo de él.

Dejó la cocina con su Omega en brazos y lo recostó en el nido grande y cálido que tanto les gustaba. Le subió la camisa para descubrir su pancita y TaeHyung se estremeció cuando sintió la respiración del Alfa cerca, luego un beso.

— Entonces... — JungKook cerró los ojos cuando olió el olor a durazno mezclado con algo más dulce — Tendremos un cachorrito.

TaeHyung sintió que dejó de respirar por un momento y luego el corazón comenzó a latirle fuerte.

— ¿Tú... lo sabías ya? — Preguntó, jugando nervioso con sus manos.

— ¿Cuándo ibas a decírmelo? — Le sonrió y luego subió a besarlo, cuidando de no aplastarlo demasiado.

— Yo... yo le iba a pedir ayuda a JiHyun para darte una sorpresa... pero él está demasiado ocupado cuidando a su bebé, así que...

Fue interrumpido por los labios del Alfa que lo besaron con calidez y ternura. Luego sintió caricias en su apenas abultado vientre.

— No me importa el lugar en el que me lo digas, Omega — Lo besó una vez más — Tendremos un cachorro.

— Tendremos un cachorro, Alfa — Dijo, con lágrimas acumulándose en sus ojos.

JungKook las limpió y se encargó de hacerle caricias en el rostro y en el vientre.

— Cielos, te amo tanto, Omega.

— Yo te amo a ti, Kook.

TaeHyung acarició el cabello de JungKook cuando él puso con cuidado su cabeza sobre su abdomen, dando besitos y caricias ahí. Sentía la felicidad del menor en el pecho y con la suya, lograba que le dieran mariposas en el estómago. Estaba emocionado.

— ¿Cómo lo llamaremos? — Preguntó.

TaeHyung lo pensó unos segundos y luego sonrió.

— Si es niña, me gusta Venus.

— ¿Venus?

— Sí, como la diosa del amor.

JungKook alzó las cejas pero asintió, aguantando una pequeña risa.

— Venus — Sonrió — Me encanta. ¿Y si es niño? ¿Marte?

TaeHyung le dio un golpecito en la cabeza.

— No seas bobo, JungKook — Rió y lo pensó — Uhm, no lo sé... ¿te gusta Shin-Jae?

— Shin-Jae... ¿y ese qué significa?

— No lo sé, pero se escucha bien — Sonrió.

— Shin-Jae — Repitió el Alfa — Me gusta, es perfecto.

— Claro, yo lo escogí — Presumió.

JungKook dejó otro beso en su abdomen y bajó su rostro un poquito.

— Tu papi es más bonito contigo dentro, cachorro.

Conforme pasaban los meses, JungKook tenía a TaeHyung más mimado de lo que ya acostumbraba. Le llenaba de postres todos los días y de antojos extraños; había tomado un gusto por comer sándwiches con frituras dentro o beber chocolate con menta en las noches. Bastante extraño para el Alfa, pero lo dejaba hacer lo que quisiera.

También, TaeHyung había dejado de trabajar, al menos por un buen tiempo. JungKook no quería que le pasara nada a su Omega mientras estaba fuera de casa o en su trabajo con tantos niños y responsabilidades, así que él se encargaba de todo.

— Omega — Llamó JungKook entrando por la puerta y dejando su maletín en el suelo. Se aflojó la corbata y se quitó el saco mientras caminaba a la habitación.

TaeHyung saltó a sus brazos, asustándolo por un momento, y luego atacó sus labios.

— Alfa, te extrañé.

— Y yo te extrañé. ¿Qué hacías, eh? — Lo llevó al nido y se puso entre sus piernas, luego besó su vientre ya más abultado.

— Veía televisión — Cerró los ojos cuando el rubio bajó sus besos un poco más y luego retiró la pijama que cubría sus piernas.

JungKook estaba vuelto loco con el Omega, estaba más lleno de brillo y tenía cierto sonrojo en sus mejillas siempre.

— Hueles delicioso, Omega, muy dulce... Estás tan bonito.

JungKook trabajaba entre las piernas del Omega, lamiendo todo a su paso y haciendo que, probablemente, se convirtiera en la cosa favorita de TaeHyung mientras estaba en estado.

El castaño se convirtió en un lío de gemidos y sacudidas cuando llegó a su esperado orgasmo. JungKook se encargó de limpiarlo y cobijarlo cuando terminó, y le dejó un beso en la frente para después ir a darse un buen baño. Regresó y lo vio dormido abrazando una almohada, la cual quitó para reemplazarla con su cuerpo y dormir también.

El viernes por la mañana, salieron temprano de casa. Ese día era el que más esperaban, pues por fin podrían conocer el sexo de su bebé, y ambos estaban nerviosos y emocionados.

— Bien, TaeHyung, aplicaré este gel, estará frío solo unos segundos, ¿bien? — Le dijo la doctora al Omega, que estaba recostado en la camilla con el vientre descubierto y JungKook a su lado, tomando su mano.

— Está bien.

La doctora comenzó a poner el gel y TaeHyung dio un pequeño respingo, pero puso atención a la pantalla cuando comenzó a revelarse la imagen.

Los tres veían atentos, intentando ver cualquier cosa, y la doctora sonrió cuando descubrió el sexo del bebé. Los miró a ambos.

JungKook casi se desmaya por lo repentino que fue cuando la doctora les dio el resultado y TaeHyung chilló emocionado.

Estaba confirmado, iban a tener un bebé llamado Shin-Jae.


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