Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O4
Eran las dos de la tarde, y como había prometido, estaba fuera de la escuela de TaeHyung, esperando a que saliera. Había salido del coche para recibirlo y abrirle la puerta cuando llegara. Mentiría si dijera que no estaba nervioso. Cualquier otro Alfa que lo viera le diría que era ridículo por ponerse así por un Omega, se suponía que era al revés, pero a él no le importaba.
Escuchó el timbre sonar por todo el campus y, segundos después, muchos alumnos salieron de las grandes puertas. Buscó con la mirada; entre tantos estudiantes se le hacía un poco difícil encontrar al pequeño.
Hasta que lo vio.
Con los tirantes de su mochila apretados entre sus manos, y el cabello castaño en partes del rostro, venía hablando con una chica más alta que él. Hacía muecas y reía con ella. Estaba realmente lindo, y no pudo evitar admirarlo aunque aún estaba lejos. Los jeans de mezclilla le ceñían muy bien en los muslos, y la sudadera verde grande le daba un toque adorable.
Sonrió, y agitó las llaves entre sus dedos. ¿Qué debía hacer ahora? Tal vez, una pose sexy, recargado en el auto. Podría sacar las gafas de sol que traía en la guantera y cruzar los brazos en su pecho para...
— Hola JungKook — Una voz suave lo sacó de su imaginación y ahogó un jadeo. No estaba preparado.
— Hola Tae — El Omega ya estaba solo frente a él, y se acercó a darle un casto beso en la mejilla al Alfa como saludo.
— Me dijiste Tae — Sonrió, alejándose un poco.
— Oh, lo siento, si te molesta no lo haré más. Lo siento, Omega — Se disculpó.
— No, está bien, me gusta.
— Okey, uhm, entonces... — Apretó las llaves en su mano — Tendremos una cita.
El Omega alzó una ceja y se balanceó en sus pies.
— ¿Es... es una cita?
JungKook mordió su labio inferior y se encogió de hombros.
— No, quiero decir, saldremos, como amigos, porque somos amigos, ¿no?
TaeHyung rió bajito y asintió.
— Una cita de amigos, entonces.
JungKook apretó los labios en una sonrisa y le abrió la puerta del copiloto al menor.
— Gracias, Kook — Dijo, antes de que el Alfa cerrara la puerta, encantado por el diminutivo de su nombre.
Cuando subió al auto y lo encendió, recordó que no había logrado planear nada para ese día, así que tenía que improvisar.
— TaeHyung — Lo llamó. El nombrado le puso atención de inmediato — ¿Te gustaría ir a Blit Spot?
El Omega asintió; a él le encantaba los postres de ese lugar.
— Bien, entonces allá vamos — Empezó a conducir despacio y con cuidado, recordando que no iba solo y que no podía conducir tan desbocado como usualmente lo hacía.
Los ojos de TaeHyung se fijaron en un pequeño pay de frambuesa que estaba en el portavasos del auto. Alternaba la vista entre el Alfa y el dulce, pensando si sería buena idea pedirle solo un poco.
JungKook notó el gesto y de inmediato reaccionó, deteniéndose en un semáforo.
— Oh, casi lo olvido, Tae. Lo siento — Tomó el pay y se lo tendió. TaeHyung lo tomó rozando sus dedos con los suyos — Es para ti, espero te guste.
— Gracias, JungKook, ¡es de mis favoritos! — Dijo, quitando el empaque y dándole la primera mordida.
— ¿De verdad?
— Ujum — Emitió un sonido de aprobación, con la boquita llena — Los venden en mi escuela, a veces los compro y son realmente buenos — Volvió a conducir — ¿Te gustó?
No hacía falta que el Omega respondiera, pues tan solo con ver el entusiasmo con el que lo comía era suficiente, y muy adorable. Ahora tenía más que confirmado cómo lo iba a conquistar.
— Llegamos — Anunció y se detuvo en el pequeño estacionamiento del lugar.
Apagó el motor y miró al Omega, que acababa de terminar el postre. Vio sus comisuras llenas de migajas y un poco de mermelada, así que acercó su pulgar y delicadamente empezó a pasarlo por la zona de su boca, provocando un escalofrío en el menor. Siempre había querido hacer esto.
TaeHyung relamió sus labios después de que el ojiazul se apartó y soltó un pequeño suspiro.
— Ya está — Dijo el Alfa, dándose el atrevimiento de tocarle la nariz rápidamente con su índice.
— Gracias, Alfa.
Llevaban unos minutos en la pequeña fila para ordenar. Había algo de gente, pero aún quedaban mesas desocupadas. JungKook se mantenía dentro de la fila, mientras TaeHyung estaba a un lado, de nuevo con las manos metidas entre las mangas. Había notado que era un gesto muy peculiar en él y le encantaba.
— Kook — Lo llamó el menor, muy cerca de él, como si quisiese susurrarle en el oído. JungKook se agachó un poco.
— ¿Sí?
— ¿Puedo tomar tu mano?
La pregunta le cayó fría y un escalofrío lo recorrió por la espalda. Asintió y tomó la mano más pequeña, entrelazando sus dedos. TaeHyung, con su otra mano libre, abrazó el brazo de JungKook y se escondió en su costado. Pero Jeon cayó en cuenta de que algo andaba mal.
— ¿Qué pasa, Omega? ¿Quieres ir a otro lado?
TaeHyung negó, restregando su cabeza en el brazo del mayor.
— Esos Alfas — Dijo simplemente, mirando detrás del mayor, quien de inmediato buscó qué era lo que molestaba a su Omega.
Eran dos simples tipos burlescos, con apariencia estúpida, que miraban de forma apetitosa al menor. JungKook apretó la mandíbula y aferró a TaeHyung a él, sosteniéndolo de la cintura. Dejó salir sus feromonas para marcar al Omega a su lado con el rico toque a laurel, y no le importó quien lo mirara mal por desprender su olor de la nada en ese pequeño lugar.
— No te harán nada, Omega. Estás conmigo.
TaeHyung asintió, más relajado, y avanzaron unos pasos para ordenar. Era su turno.
—Bienvenidos a Blit Spot, ¿qué van a ordenar? — Los recibió una chica.
— Dos café moca y unas fresas con crema, por favor — Pidió JungKook.
— Y unos mochis — Agregó TaeHyung.
—Y unos mochis — Le confirmó el Alfa a la chica, sonriendo.
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