Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O3
TaeHyung estaba yendo tarde a clases, se había quedado dormido y solo tenía veinte minutos para tomar el autobús y llegar a su universidad, estaba frustrado.
Salió de casa despidiéndose muy rápido de su familia, mentalizado en que tenía que correr a la parada de autobús, pero se quedó unos segundos en la calle, viendo cómo el Alfa de ojos azules abrazaba a una chica. Sintió cosas en el estómago.
Giró la vista cuando JungKook lo vio y empezó a caminar, tratando de disimular lo que sentía. ¿Celos? No lo sabía, pero no le gustó para nada.
— TaeHyung — Escuchó la voz fuerte pero cálida del Alfa al otro lado de la calle y se giró.
— Hola, JungKook — Se quedó parado donde estaba mientras el ojiazul se acercaba a él. Ya no había rastro de la chica, pero el olor a ella en JungKook le dio náuseas. Era muy fuerte.
— ¿A dónde vas? — Preguntó con voz cautelosa.
— A la universidad, voy tarde, lo siento — Dio unos pasos atrás para irse.
— No, espera — La mano más grande del Alfa tomó la suya y sintió a su Omega revolotear en su pecho — Yo te llevo, sube.
Inconscientemente, dio un apretón a la mano de JungKook y asintió, sin pensar en nada.
— Gracias, JungKook.
Ambos subieron al auto y el castaño se sentía nervioso. Estaba muy cerca de él, y a pesar de que aún estaba presente el olor de la anterior Omega, el del Alfa dominaba más, fuerte y seguro. Se sintió protegido.
— ¿Dónde es? — Preguntó JungKook, doblando en una esquina.
— En la Universidad de Yeungjin — Murmuró, encogiéndose un poco más en el asiento.
— Eso es genial, ¿primer año? — Preguntó, aún con los nervios que lo atacaron cuando lo vio.
— Sí, estudio para ser profesor de preescolar.
— ¿Te gustan los niños?
El Omega asintió.
— El bebé de ayer... — Dijo un poco nervioso — Era mi sobrino. Mi hermana es Alfa y viene a visitarnos a veces.
— Era muy lindo — Comentó, apretando el volante — Tú también eres muy lindo.
TaeHyung lo miró directamente a los ojos y sintió de nuevo esas cosquillas en su pecho, pero un poco más fuertes, como si sus sentimientos y los de JungKook estuviesen puestos juntos.
«JungKook está nervioso», pensó. Y el hecho de saber que probablemente sentía lo mismo que el Alfa lo alegró y a la vez lo asustó.
— Y tú... — Dijo por lo bajo, lo suficiente para que el Alfa lo escuchara — Eres lindo, JungKook.
El ojiazul sonrió de lado y no dijo nada hasta que se estacionó frente a la gran universidad.
— Bueno... — Empezó TaeHyung — Gracias por traerme.
JungKook asintió y sonrió.
— No fue nada, Omega.
Omega, lo llamó Omega de nuevo. TaeHyung se acercó a abrazarlo por impulso e inhaló el aroma de JungKook. Frunció el ceño cuando ese terrible olor a cereza seguía ahí, así que movió su cabeza entre el cuello del mayor. El rubio gruñó cuando se dio cuenta de lo que el Omega estaba haciendo. TaeHyung se separó y le dio una sonrisa tímida.
— TaeHyung... yo, ¿te gustaría salir conmigo? — Preguntó el ojiazul, con cierta duda en su voz.
Los ojos verdes se vieron más brillosos y su rico olor a durazno se intensificó.
— Sí, me gustaría — Respondió sin dudarlo.
— Perfecto — Respiró y formuló las siguientes palabras — ¿Puede ser hoy? Puedo venir por ti después de la escuela, si quieres.
— Sí, sí, está perfecto, me parece bien.
JungKook asintió y se acercó a dejar un suave beso en la mejilla de TaeHyung, que lo tomó desprevenido y lo hizo sonrojar.
TaeHyung se bajó del auto cuando el timbre sonó y se despidió del mayor con la mano antes de correr.
JungKook dejó caer la cabeza en el asiento y suspiró, llenando sus pulmones del aroma del Omega, que ahora estaba en todo el interior del auto y en él.
«Voy a salir con TaeHyung, él y yo, solos».
No dejaba de pensar en lo que se había atrevido a hacer. Vaya, invitar al chico por el cual había babeado por años no era algo que se esperaba. Estaba ideando lugares a los cuales podrían ir.
¿Cine? Demasiada gente.
¿Parque, tal vez? Uhm, muy común.
¿Un restaurante? No sabía qué tipo de comida le gustaba al Omega.
Dejó caer el lápiz en la butaca y pasó las manos por su cabello, soltando un suspiro.
— ¿Qué te pasa? — Le preguntó el Alfa a su lado, en voz baja.
— ¿Recuerdas a TaeHyung? — Dio un vistazo al profesor en su escritorio, ajeno a todo el grupo, y luego a su amigo.
— Claro, tu vecino — Ladeó la cabeza, pensando — Por la diosa Luna, ¿lo dejaste embarazado?
JungKook abrió los ojos un poco más de lo normal y le dio un empujón.
— HoSeok, ¿qué dices? No — Bajó la cabeza a su libreta — Lo invité a salir hoy.
El pelinegro soltó un bufido, parecido a una risa.
— Creí que ya estaban enlazados, siempre estás hablando de él.
— Sí, pero hoy lo llevé a su escuela y aproveché el momento — Volvió a suspirar, frustrado — Solo que no tengo idea de a dónde llevarlo.
— Ya veo — Asintió — Yo llevé a JiHyun a un parque acuático en la primera cita. No te lo recomiendo.
JungKook recordó cómo JiHyun le había contado que casi muere ahogado en una de las grandes piscinas, y por poco no quería otra cita con el Alfa.
— Está descartado el parque acuático — Confirmó.
Decidió que su amigo no le ayudaría mucho y mejor se puso a pensar en lugares para llevar al bonito castaño. No quería arruinarlo.
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