Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo final
TaeHyung se sintió mareado por unos segundos, y no sabía si era por el olor y cercanía del Alfa o porque simplemente no podía asimilar todo lo que estaba pasando.
— ¿Ahora? — Le preguntó, aún aferrado a su cuerpo.
— Solo si tú quieres, cariño. No haré nada que tú no quieras, nunca.
Ambos se veían a los ojos y TaeHyung pensaba cosas fugazmente; estaba emocionado, estaba confundido y estaba nostálgico, pero aceptó.
— Quiero que me marques, Alfa.
Entonces JungKook lo besó, como siempre, despacio y con ese toque atrevido.
— ¿De verdad? ¿También aceptas vivir conmigo, solo tú y yo, Omega, de ahora en adelante?
— Sí.
El ojiazul no reaccionó de inmediato, se tomó unos segundos para procesar que iba a marcar a su novio y que iba a pasar a ser su Omega oficialmente, aunque siempre lo haya sentido como suyo.
Le dio un beso en la frente y uno más en la punta de la nariz. TaeHyung sonrió.
Sintió al menor desabotonar su camisa del trabajo y tratar de meter sus manos para tocar más, pero lo detuvo.
— Tranquilo, cachorro. Tenemos toda la noche — Tomó su mano y besó el anillo en su dedo anular.
— Pero yo no quiero esperar toda la noche, Alfa.
JungKook sonrió ante la impaciencia de su novio; siempre era así y le encantaba.
Lo guió al nido y lo recostó delicadamente. TaeHyung cerró los ojos al sentir lo cómodo y suave que era.
El ojiazul comenzó a desvestirlo con cuidado, sacando sus prendas sin prisa alguna hasta dejarlo totalmente desnudo. Lo sintió temblar bajo él por un escalofrío, y besó su pancita tibia y suave.
TaeHyung le sonreía y se cubría cuando JungKook le hacía cosquillas con los labios.
— Ya, Alfa, no me gustan las cosquillas — Rió y lo detuvo, haciendo presión en las mejillas del Alfa para que se le hiciera la boca de pescadito.
— Claro que te gustan — Gruñó y volvió a su tarea de dejar besos en la piel, solo que esta vez iba bajando aún más.
Tomó las piernas del menor y las alzó solo un poco, para ponerlas sobre sus hombros y tener acceso fácil a su entrada, la cual comenzó a lamer, escuchando los jadeos reprimidos.
— Quiero escucharte, cariño — Dijo desde abajo — Necesito escucharte.
No se reprimió más y comenzó a gemir el nombre del Alfa, mientras sentía que lubricaba demasiado y empujaba más la cabeza del ojiazul con sus manos.
— K-Kook... Cielos, voy a... Ah — No terminó la frase cuando el primer orgasmo de la noche lo atacó, tan bueno y repentino.
JungKook no se molestó en limpiarlo y comenzó a desvestirse él también, necesitaba sentirlo ya. Se puso un preservativo lo más rápido que sus manos se lo permitieron y tomó a TaeHyung, tembloroso y jadeante, para ponerlo sobre él mientras se acomodaba en la cama.
TaeHyung lo miró enternecido.
— Vamos, cachorro. Vas a montarme.
El Omega se mordió los labios y aspiró el fuerte olor del Alfa por la habitación, mezclado con el suyo; le encantaba.
Se deslizó suavemente hacia abajo, sintiendo al Alfa grande y llenándolo más de esa manera. Se quejó un poco cuando llegó al fondo, pero Jeon lo tomó del cuello y lo acercó para pegarlo a su pecho y besarlo.
— ¿Está bien? — Preguntó el rubio, acariciando su espalda y su cabello.
— Sí, está bien, Alfa — Confirmó.
TaeHyung no se despegó de sus labios cuando empezó a moverse, tratando de encontrar un ritmo constante y placentero para ambos.
Sentía las manos de JungKook por todas partes, acariciando y apretando cuando Kim hacía ciertos movimientos.
— Eres tan buen Omega, tan bueno — Jadeó, cuando vio que su novio se enderezó y apoyó las manos en su pecho para dar brincos más rápidos.
Sintió al Omega contraerse en su interior y, cuando sus colmillos salieron y el hormigueo en su pecho le indicaba que era el momento, lo detuvo y cambió las posiciones.
Olisqueó el cuello del castaño y rebuscó ahí el lugar perfecto, mientras disminuía sus embestidas dentro del Omega.
TaeHyung tembló y tensó todas sus extremidades alrededor del cuerpo del Alfa cuando sintió su nudo crecer.
Entonces JungKook lo mordió, sintiendo la sangre brotar en su boca y escuchar al menor sollozar y gruñir.
Cuando TaeHyung volvió en sí, veía borroso; estaba agotado y le latía tan fuerte el corazón que estaba seguro de que JungKook podía sentirlo a través de su pecho.
Tenía al Alfa aún entre su cuello, limpiando la marca y apretándolo a su cuerpo como si no lo quisiera soltar nunca, tal vez así era.
JungKook sintió a TaeHyung aflojar sus extremidades de su cuerpo para dejarlas caer sobre el nido, agotado.
— Omega — Lo llamó, aún en su cuello — Dime cómo se siente.
TaeHyung se tomó unos segundos para dar un gran respiro y luego concentrarse.
— Se siente bien, Alfa. Te siento bien — Balbucea. Su voz era melosa y ronca.
Jeon asintió satisfecho y, cuando limpió por completo la marca, la miró. Era tan bonita a pesar de tener que cicatrizar aún. Vio a su Omega preparándose para dormir cuando sus orbes verdes se cerraron y restregaba su rostro en el pecho desnudo del Alfa.
— Bebé, no te duermas aún — Le dio toquecitos en la nariz, haciendo a TaeHyung sonreír y abrir los ojos.
— Pero estoy cansado, Alfa.
— Lo sé, pero debemos hablar.
Kim sonrió de lado.
— Uhm, no me digas, ya te arrepentiste.
— Ni loco — Lo besó un momento — Me refiero a lo que va a pasar ahora, debemos hablar con nuestros padres.
— Mi mamá va a llorar — Dijo, mientras hacía puchero — Lloró cuando JooHyun se fue de la casa.
— Sí — Canturreó — Creo lo mismo de la mía.
JungKook le acariciaba el costado mientras intentaba no aplastarlo demasiado. Tomó la mano donde estaba el anillo y la puso entre ambos, luego le sonrió.
— Creo que hicimos todo al revés — Se burló el ojiazul.
— Solo un poquito.
— ¿Aún quieres casarte conmigo, verdad?
— Uhm, ya qué, no me queda de otra — Bromeó, y luego recibió muchos besos ruidosos por parte del Alfa.
Como habían previsto, sus padres se pusieron muy sentimentales cuando los vieron enlazados y más aún cuando les dieron la noticia de que irían a vivir juntos. Claro que a SooJin le costó demasiado soltar a su cachorro, pero lo hizo cuando aceptó que había crecido y que JungKook era un buen Alfa.
Por otro lado, KyuYoung y su esposo estaban emocionados; lo veían venir y estuvieron preparados para la noticia desde hace tiempo, aunque también fue difícil soltar a su único hijo.
JungKook y TaeHyung se habían adaptado muy bien a la nueva casa. Tuvieron un poco de problemas con Bam, pero él también logró adaptarse con los días.
— ¿Alfa, trajiste la leche? — Preguntó TaeHyung, revisando la nevera.
JungKook se escondió detrás de la caja de cereal.
— ¿La ocupas mucho?
— No pienso comer mi cereal con jugo de naranja.
Jeon se levantó de la silla y fue a abrazar a su Omega.
— Iré por ella.
TaeHyung se enroscó en su cuello, provocando que se alzara un poco el gran suéter que traía puesto de JungKook.
— Ya no quiero.
— Juro que será rápido, Omega — Le dio un beso corto en los labios antes de separarse de él y tomar las llaves.
— Bien. Mejor prepararé cosas para hacer galletas — Se dirigió a la alacena.
JungKook se detuvo en la puerta.
— Wow, ¿en serio? ¿Tú haciendo galletas? No recuerdo cuándo fue la última vez que comimos galletas — Dijo sarcástico y fingió hacer memoria, pues hace dos noches habían preparado unas juntos.
— Sí, pero las otras eran de vainilla — Se defendió.
— ¿Y estas de qué serán?
— Chocolate.
— Wow, ¿tú haciendo galletas de chocolate?
TaeHyung tomó una naranja del frutero y se la lanzó a JungKook, fallando porque el ojiazul se agachó.
— Ya vete, Alfa bobo.
— Ahorita regreso, gruñón — Abrió la puerta y salió antes de que le aventara otra cosa — ¡Te amo! — Le gritó desde afuera.
TaeHyung rió y mordió su labio inferior aún con una sonrisa. Bam se acercó y se sentó frente a él, esperando comida.
— Ya voy, perrito. Tu padre es un irresponsable — Le dijo mientras le servía croquetas en su tazón.
Agradeció demasiado que Bam ya lo quisiera, y que las cosas con JungKook fueran por el mejor camino. Sin duda alguna, iban a estar muy bien.
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