Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 2O
TaeHyung tocó la puerta de la casa de JungKook con tres suaves toques y fue recibido por KyuYoung, que le acarició el cabello como saludo.
— Hola Tae, JungKook está arriba.
— Gracias KyuYoung, subiré entonces.
Ella asintió sin problemas y dejó ir al castaño, que subió las escaleras y se dirigió a la habitación. La puerta estaba casi abierta, así que solo le dio un pequeño empujoncito. Su novio estaba de espaldas en su escritorio, haciendo su maqueta para el examen final.
— Hola Alfa, traje lo que me pediste.
JungKook se giró y se encontró con el Omega, vestido con solo pijama y pantuflas de oso.
— Hola bebé, muchas gracias, ponlos aquí por favor.
TaeHyung se acercó y dejó los palitos de madera a un lado del escritorio, donde no le estorbaran, luego besó a su Alfa.
— También hice galletas, ¿quieres? — Le mostró un pequeño tupper con galletas y JungKook asintió, dejándola en el mueble de noche.
— Gracias Omega, te necesitaba aquí — Lo abrazó, acariciando el cuello del menor con su nariz — He estado haciendo esto desde temprano.
— Vas muy bien Kook — Le acarició la barbilla con algo de bello facial y luego le dio un beso en la mejilla — Aún tienes tiempo.
— Dos semanas, Tae. Solo dos semanas y comienza nuestro futuro, juntos — Se dejó caer en la cama con el Omega encima, mientras acariciaba sus muslos.
— Uhm, se escucha como un futuro prometedor entonces — TaeHyung se inclinó para besarlo y JungKook suspiró. Tenía casi toda la semana que no pasaba todo el día con el Omega por estar preparando su proyecto, y lo necesitaba mucho.
El castaño comenzó a moverse sobre él, haciendo que le apretara la cadera con sus dedos y gruñera.
— ¿Tienes algo de tiempo, Alfa? — Preguntó, besando su cuello y haciendo marcas pequeñas.
JungKook lo pensó.
— Diez minutos.
— Qué sean veinte.
— Hecho.
Ambos estaban en el baño de la casa; habían terminado siendo casi cuarenta minutos porque el Alfa no pudo controlarse y lo anudó, teniendo que esperar a que bajara y pudieran separarse.
— Kook no te muevas, te voy a cortar — Rió el Omega, mientras pasaba suavemente la navaja en la barbilla de JungKook.
— Ya lo hiciste, Omega — Le apretó los muslos.
TaeHyung estaba sentado sobre el mueble del baño mientras JungKook estaba entre sus piernas, dejando que el Omega lo afeitara después de ducharse los dos.
— Fue tu culpa, no dejas de hablar.
TaeHyung sacó la lengua y se concentró en no cortar y dejar suave y sin vellos la parte de la garganta de su novio.
— Listo — Dejó la pequeña navaja y JungKook le besó ruidosamente la mejilla, manchando un poco su rostro de crema de afeitar — Quedaste guapísimo.
JungKook lo bajó del mueble y fueron corriendo a la habitación antes de que alguien los viera y se encerraron para poder vestirse. Luego comenzaron a comer las galletas que hizo el Omega mientras avanzaban poco a poco en la maqueta del Alfa.
— ¿Y esto dónde va? — Preguntó TaeHyung con un cuadrito de cartón en la mano.
— En el tejado, Tae.
TaeHyung siguió ayudándole y preguntándole por cosas hasta que se aburrió y empezó a revisar cosas del escritorio de JungKook, tomó plastilina que el Alfa tenía por ahí y comenzó a moldear figuras.
— Mira Kook, somos tú y yo, este eres tú — Le mostró dos muñequitos sin forma.
— No tengo cabeza...
TaeHyung vio al muñeco y luego buscó por el suelo.
— Oh, aquí está — Le puso la bolita encima y se volvió a caer. Le sonrió y JungKook rió, dejando a su Omega andar libremente por su habitación o salir a ver a Bam o a la cocina por más galletas que KyuYoung le daba.
Cuando anocheció, el castaño ya estaba recostado en la cama de JungKook, medio dormido.
— ¿Kook, puedo dormir aquí? — Preguntó, con los ojos cerrados.
El ojiazul puso un último detalle del día en el trabajo y asintió.
— Ya estás dormido, Omega — Sonrió.
TaeHyung le hizo un puchero.
— Ven a recostarte conmigo, Alfa.
— ¿No quieres cenar algo antes?
— No, quiero que te acuestes aquí conmigo.
JungKook se quitó la playera para recostarse y cobijarse a ambos. TaeHyung lo abrazó quedando con la mitad de su cuerpo encima del del Alfa, mientras él le acariciaba la espalda.
— Te quiero, Alfa.
— Y yo a ti, Omega mimado.
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