Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 19
Volver a casa se sintió muy diferente, JungKook y TaeHyung estaban más unidos y su relación era más fuerte. Pasaban incluso más tiempo que antes juntos y salían a más lugares.
Como justo ahora, TaeHyung estaba en casa de Ryu-Jin, arreglándose para ir a una fiesta a casa del chico que le gustaba a su amiga.
— ¿Y bien? — La rubia se señaló a sí misma y dio una vuelta — ¿Crees que le guste a MinSeo?
TaeHyung abrochó su camisa y asintió.
— Jin, eres hermosa y apuesto a que no solo le gustarás a MinSeo — Le guiñó un ojo.
— Estoy muy nerviosa — Se sentó en su cama y se frotó las manos encima de sus piernas — Creí que nunca me invitaría... ¡A mí!
— Es que eres encantadora.
Ryu-Jin le sonrió y ambos escucharon un claxon sonar afuera, TaeHyung chilló.
— ¡Es JungKook! Vamos Ryu-Jin — La tomó de la mano y la Alfa solo alcanzó a tomar su bolso para salir corriendo de casa.
TaeHyung entró al auto y se abalanzó a los brazos de JungKook.
— ¡Kook! — Lo besó — Estás muy guapo — Le acomodó la chaqueta de enfrente y Jeon lo tomó de las mejillas.
— Tú estás muy lindo, Omega, ya hasta estoy celoso que alguien más te vea.
Ryu-Jin subió a la parte trasera y cerró la puerta.
— Bueno, yo ya lo vi, y antes que tú, así que... solo digo — Dijo la Alfa mientras el auto andaba, haciendo enojar a JungKook como de costumbre.
Ya se llevaban bien, pero la mayoría de las veces discutían a broma y TaeHyung terminaba por regañarlos a ambos.
— ¿Puedo echarte afuera en el próximo semáforo, sabes?
— TaeTae, tu novio quiere echarme del auto — Acusó.
Ellos discutieron todo el camino mientras TaeHyung hacía lo posible por ignorarlos y no ponerse de parte de ninguno.
JungKook se estacionó en un buen lugar frente a la casa, no se veía demasiada gente y la música estaba alta.
— Bien, soy el mayor... — Empezó a decir Jeon mientras miraba la hora en su teléfono — Y son las ocho de la noche así que... ¿TaeHyung? — Rodó los ojos y gruñó cuando Ryu-Jin ya había jalado al Omega fuera del auto y se dirigían a la entrada.
Se bajó enseguida y caminó a paso rápido tras de ellos, los alcanzó en la entrada y le dio un empujoncito a la Alfa por la espalda mientras tomaba al castañito del brazo.
— Devuélveme a mi Omega criminal sin vergüenza — Le reclamó, abrazando a TaeHyung.
— Ugh, solo quiero ver a MinSeo... — Gruñó.
La Alfa veía por encima de los demás buscando al chico mientras estaban en la entrada.
— ¿Quién es MinSeo? — Le preguntó JungKook a TaeHyung, que estaba aferrado a su brazo.
— Es el chico que le gusta... y viene hacia acá.
El ojiazul buscó con la mirada y encontró a un tipo alto y fornido yendo hacia ellos, era un Alfa también.
— Hola MinSeo — Saludó Ryu-Jin, embobada.
— Hola Ryu, qué bueno que vinieron — Él le sonrió, achicando sus ojos y luego la tomó de la mano — ¿Quién es él? — Preguntó, apuntando al ojiazul.
— Oh, es JungKook, es mi novio — Lo presentó el castaño — Espero no te moleste — Le susurró más cerca a MinSeo.
— Para nada, la mitad de las personas que están aquí no las conozco — Se encogió de hombros mientras soltaba una risa floja — Por favor pasen, hay bebidas por allá y pizza en la cocina, siéntanse libres.
JungKook y TaeHyung asintieron y se miraron cuando Ryu-Jin los abandonó para irse con MinSeo.
La fiesta estaba muy bien, el ambiente era muy bueno y había personas muy agradables, claramente no faltaba algún idiota que hacía enfadar a JungKook y a otros Alfas por acercarse a sus Omegas, pero trataba de calmarse y no hacer un escándalo.
Había bebido dos cervezas y solo eso, estaba perfecto y además tenía que conducir.
En cambio, TaeHyung... bueno, él estaba bailando encima de la mesa de la sala con Ryu-Jin apoyándolo.
Había bebido solo una cerveza que JungKook le dio y con eso simplemente se puso de buen humor, lo dejaba divertirse pero estaba cuidándolo en todo momento.
TaeHyung le mandaba besos desde su lugar mientras seguía bailando, y Jeon le sonreía. En un momento se puso de pie, dispuesto a ir por alguna bebida rápido.
— Iré por algo de beber. ¿Podrías cuidarlos un poco?
— Tranquilo amigo, yo me encargo — Respondió un Beta llamado DaeHyeon que estaba a su lado y se habían llevado bien.
JungKook asintió y le echó un último vistazo a su Omega, que bailaba con Ryu-Jin.
Fue por un refresco y aprovechó para ir al baño rápidamente. Cuando volvió, TaeHyung estaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados mientras Ryu-Jin discutía con un tipo y MinSeo la respaldaba.
— ¿Qué pasa aquí, Omega? — Preguntó cuando llegó a él. TaeHyung titubeó un poco al verlo.
— Na-nada, Alfa, todo está bien, Ryu-Jin...
— ¡No, nada está bien! — La Alfa se giró hacia JungKook — Este tipo intentó llevarse a TaeHyung con él mientras le preguntaba cuánto le cobraba por una noche.
Jeon apretó la lata en su mano y se la tendió a TaeHyung, poniéndolo detrás de él.
Se acercó al tipo que era un poco más alto que él y que tenía una sonrisa burlona.
— Amigo, es solo un Omega...
JungKook le dio un golpe en la mandíbula, lo que hizo al tipo retroceder e incluso la música dejó de sonar.
El otro chico le regresó el golpe y JungKook dio uno más, y cuando estaba a punto de recibir otro, MinSeo y DaeHyeon tomaron al tipo de los brazos mientras forcejeaban con él.
— Es mi Omega — Recalcó, con la voz profunda y los ojos hechos furia.
MinSeo y DaeHyeon lo sacaron de ahí y la música siguió.
Regresó con TaeHyung y lo tomó de las mejillas, revisándolo.
— A-alfa... ¿Te duele? — Observó los nudillos un poco rojos y la comisura de sus labios apenas rojiza — Te pondré hielo.
TaeHyung lo arrastró a la cocina y sacó un hielo de la nevera, luego se lo puso a JungKook en los nudillos.
— No me duele, Omega.
— No me importa, Alfa — Le besó la parte lastimada del rostro — Gracias.
— Siéntate — Le ordenó y fue a cerrar la puerta de la cocina.
— ¿Qué? ¿Para...
— Siéntate, Omega — TaeHyung se sentó en una silla y JungKook comenzó a desabrochar sus jeans frente a él. Kim contuvo la respiración y el latido fuerte en su pecho lo debilitó.
— Desabrocha tu camisa.
TaeHyung lo hizo con sus manos temblorosas y mordió su labio cuando el Alfa comenzó a estimular su miembro frente a él, hasta que tiras blancas y espesas le mancharon el pecho y parte del abdomen.
Lo había marcado con su olor de la mejor manera que lo pudo haber hecho.
JungKook esparció el semen con sus dedos y luego le abrochó la camisa de nuevo, dejando un beso en sus labios.
— Bien, volvamos a la fiesta, cachorro.
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