Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 17
JungKook se quedó quieto.
Reaccionó segundos más tarde cuando TaeHyung se removió contra él.
— ¿Por qué no me lo dijiste, Omega? — Preguntó bajito para no abrumarlo.
— Te lo iba a decir. Pero me dio vergüenza — Confesó, apenado.
— ¿Vergüenza por qué? Puedo ayudarte, Omega, si es que tú quieres.
JungKook le pasó un mechón de cabello por detrás de la oreja y TaeHyung cerró los ojos.
— Te gustaría... Quiero decir, ¿podemos hacerlo una vez antes? Aún estoy bien — Preguntó, con cosquillas en el pecho.
El Alfa ni siquiera respondió con palabras, solo sacó a su Omega del agua y se dirigieron a la pequeña cabaña que les había tocado. Ignoraron a los demás, que ni atención les habían puesto tampoco.
Entraron, la cabaña solo tenía una cama de dos plazas y un mueble para poner sus mochilas, era todo, y más que suficiente.
JungKook lo besó despacio y sin prisas, y enterró sus dedos en la espalda del Omega para pegarlo a él. TaeHyung acarició su pecho y se puso un poco de puntillas, estaba descalzo y así era un poco más bajo que el Alfa. El rubio jadeó cuando sintió al menor jalar su labio inferior entre sus dientes, y luego le sonrió, inocente.
— Eres un Omega travieso.
Lo recostó en la cama despacio y con sus manos le tomó las rodillas para separarle las piernas y colocarse entre ellas. La tela delgada y mojada de sus shorts provocaban que ambos se sintieran sin mucho problema. JungKook fue el primero en despertar, y TaeHyung lo sintió.
— Alfa.
— ¿Sí? — JungKook ya había comenzado a atacar su cuello, olisqueando y lamiendo en la zona.
— Quiero sentirte — Pidió, en un hilo de voz.
JungKook se bloqueó por un segundo, apenas notable, y tomó de los muslos al castaño para apretarlo a sus caderas. Comenzó a hacer fricción entre ambos, simulando embestidas lentas.
— ¿Quieres sentirme? — Preguntó, aferrando sus manos a los gruesos muslos y mirándolo perder el juicio poco a poco — ¿De qué manera? — Susurró, acercando su rostro al suyo, sin dejar de moverse.
— A-así... Quiero, quiero más.
JungKook sin pensarlo dos veces bajó a succionar los pezones del Omega, como si de eso dependiera su vida. Descubrió que su novio era bastante sensible en esa zona cuando sus dientes rozaron un poco la piel y el Omega aulló dolorido.
— Lo siento, Omega — Se disculpó y pasó su lengua suavemente por la piel.
Se detuvo cuando en las feromonas que abundaban en el aire empezó a oler el lubricante del Omega, dulce. El Alfa tomó la orilla de los shorts del castaño y los quitó, junto a su ropa interior, dejándolo completamente desnudo.
— Eres tan lindo, Omega — Besó sus muslos y tomó en su lengua un poco del lubricante que por ahí bajaba — Tan dulce.
TaeHyung soltaba jadeos y apretaba las sábanas, empezaba a sentir el calor invadir su cuerpo.
— Alfa... Traje, en mi mochila...
JungKook entendió al instante y se levantó, yendo a la mochila del menor y rebuscando. Encontró un paquete de condones especiales para nudo y unos supresores. Se desnudó por completo y se puso uno, dejando los supresores de lado.
— ¿Tenías todo listo, eh, cachorro?
TaeHyung volvió a ronronear cuando escuchó el apodo y asintió.
— Te encanta que te diga así.
Empezó a besar su cuello y tantear su entrada para comenzar a prepararlo. Un dedo a la vez. TaeHyung era todo un lío de gemidos y temblores. JungKook supo que su celo había comenzado cuando lo olió, más fuerte, más dulce. El Omega comenzó a sollozar y pedir por su Alfa.
— A-Alfa, por favor, anúdame.
El Alfa respiró profundo una vez más, tenía que mantenerse en control y cuidar de su Omega.
Vamos a cuidarlo, escuchó a su Alfa interior.
Se acercó completamente a su Omega, quedando con los torsos juntos, y llevó una mano a su cabeza para acariciar sus hebras y distraerlo un poco. Le besó la frente y después los labios temblorosos, con la mano libre empezó a llevar su dura erección dentro del Omega, empujando despacio. TaeHyung sollozó y apretó sus brazos tras la espalda del Alfa. JungKook dejó salir un gemido cuando estuvo dentro de él totalmente.
— Omega, háblame — Buscó que abriera sus ojos — ¿Duele?
Kim negó y mordió su labio inferior, luego abrió sus ojitos, brillosos y oscuros, opacando el verde por un negro total.
— E-está bien, Alfa. Uhm.
JungKook se enderezó y tomó de las caderas al Omega, viendo como su pancita estaba abultada y lo volvía loco. Empezó a moverse en un ritmo constante, despacio y hasta el fondo. Nunca había anudado a un Omega, así que tuvo que cerrar sus ojos y respirar incontables veces para no terminar antes de saciar a su Omega. TaeHyung empezó a gemir y su cuerpo comenzó a temblar, estaba muy cerca y lo sentía.
JungKook lo notó y mordió su labio, bajando el ritmo de las embestidas para no derramarse, y tomó en su mano el pene del Omega para empezar a estimularlo. En un movimiento certero dio dentro del Omega en su punto más débil, y con eso lo tuvo aferrándose a las sábanas y moviendo sus caderas mientras manchaba su mano y su abdomen.
JungKook no aguantó ni un segundo más y terminó dentro de TaeHyung, dejándose caer en su pecho cuando su nudo comenzó a crecer dentro. Estaba tan apretado y cálido que lo sentía doler. TaeHyung aulló y sollozó, aferrándose a la espalda del Alfa, satisfecho.
El ojiazul reguló su respiración y, a pesar de que se sentía demasiado bien anudar a su Omega, debía cerciorarse de que él estuviera bien.
— Omega, ¿duele? ¿Es bueno? — Preguntó, besando sus mejillas.
TaeHyung volvió a abrir los ojos, ahora tenían un toque de verde.
— Duele — Murmuró — Pero está bien, se siente muy bien, Alfa — Tragó saliva — ¿Cuánto dura?
JungKook sonrió y negó.
— No tengo idea, cachorro.
Había anochecido afuera cuando JungKook despertó y vio a TaeHyung dormido a su lado, respirando tranquilo. Su nudo había bajado por segunda vez en algún punto de la tarde y eso fue un alivio. Se puso de pie y retiró el condón para tirarlo a la basura. Cobijó a su novio con las mantas y luego le besó la frente, no estaba caliente y su celo iba bien, sin problemas.
Se vistió rápidamente y salió de la cabaña sin hacer ruido, yendo a la casa principal a buscar agua y comida para TaeHyung. Todo estaba en silencio, incluso los animales no se escuchaban, a excepción de algunos grillos de la noche. Entró despacio y sin hacer ruido y fue a la cocina, sirviendo agua en una botella y tomando dos manzanas del frutero.
— ¿Qué estás haciendo?
Dio un salto cuando la voz de JooHyun habló a sus espaldas, se quedó congelado por un momento.
— Yo, eh... Cielos, TaeHyung entró en celo y venía a buscar agua y comida.
JooHyun alzó una ceja y frunció los labios.
— Oh, ¿está bien?
— Sí, está dormido, por eso vine.
La Alfa asintió y rebuscó en la alacena para luego meter algo al microondas.
— ¿Qué haces despierta? — Preguntó, mientras cortaba las manzanas en trozos pequeños.
— Dong-Pyo despertó y vine a prepararle un biberón — Lo agitó con una mano, JungKook asintió — Toma, a mi hermano le gustará más esto.
Le tendió un plato con dos trozos de pizza y Jeon le agradeció, llevando de todas maneras las manzanas.
— Gracias, JooHyun, iré con él ahora.
Se despidieron y el ojiazul caminó a la salida. JooHyun lo detuvo con su voz.
— JungKook.
— ¿Sí? — Se giró.
—No quiero un sobrino tan pronto — Sonrió.
JungKook asintió mientras reía y salía de ahí para alimentar a su Omega.
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