Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O9
— No sé si sea buena idea, JungKook — Balbuceó TaeHyung, recargado en la pared de la calle.
— Funcionó la primera vez, intenta otra — Lo alentó el mayor.
TaeHyung extendió su mano temblorosa hacia Bam, que segundos antes le estaba gruñendo y ahora estaba sentado frente a él, esperando por las galletas del Omega. Retiró su mano antes de que Bam se la arrancara y suspiró aliviado cuando el perro la comió bien y ya no le hizo más caso, solo se dedicó a jalar a JungKook.
— No sé por qué me odia — Empezó a caminar al lado del Alfa, ambos con sus manos entrelazadas.
— No te odia, tal vez solo es porque nunca le dabas tus galletas.
— ¡Exacto! ¡Son mis galletas! — Bufó.
— Calma, Omega, ve el lado bueno, ya no te gruñirá tanto después — Le dio un beso en la cabeza.
Siguieron caminando hasta llegar al pequeño parque cerca de donde vivían.
— ¿Quieres un helado? — Le preguntó el ojiazul, alternando su mirada entre la heladería abierta, el Omega y Bam, que tiraba ansioso de él.
— No, Alfa, hace frío. ¿Estás loco? — Le respondió, e incluso un escalofrío le recorrió la espina dorsal.
— Pero te encanta el helado — Soltó su mano únicamente para agacharse y soltar de la correa a Bam, que salió corriendo hacia todos lados, jugando con algún otro cachorro. Luego volvió a tomarla.
— Sí, cuando hace calor — Se acercó a su pecho para recostar ahí su cabeza, con sus brazos flojos al lado de su cuerpo y dejando que el mayor lo abrazara por la cintura.
— Alguien despertó muy mimoso hoy.
— Uhm, probablemente.
TaeHyung alzó su cabeza para mirarlo a los ojos, y luego bajó a sus labios. Hizo un piquito y JungKook sonrió, acercándose a darle pequeños y cortos besos en picoteos. La gorra del ojiazul topaba con la frente del Omega y eso lo hizo reír.
— ¿Contento? — Preguntó el Alfa. TaeHyung asintió, más que satisfecho.
JungKook lo llevó a una banca cerca de ahí donde no tuvieran que perder a Bam de vista y se sentaron. TaeHyung encogió sus hombros por el frío que hacía, y eso fue la señal para que el Alfa lo envolviera entre sus brazos y oliera sus hebras.
— Hueles muy bien, Omega — Dijo, con los ojos cerrados y dibujando cosas imaginarias en la espalda del menor, quien simplemente se dejó llevar por lo apapachado que se sentía con el Alfa ese día.
— Mmm, Alfa...
— ¿Sí? — Preguntó llevando ahora la nariz a su cuello.
— ¿Quieres comer pizza? Tengo frío aquí afuera.
JungKook apretó aún más al Omega a su cuerpo por instinto e intentó brindarle calor de inmediato.
— Claro, ¿quieres ir a mi casa? — Se separó solo un poco, lo suficiente para verlo a los ojos.
— Sí.
Jeon asintió y le dejó un beso en la suave mejilla antes de llamar a Bam y luego ponerle la correa.
— A casa, amigo. Vendremos luego.
TaeHyung le tocó la cabeza al perro, el cual ni siquiera lo volteó a ver, y luego hizo un puchero.
— Sí me odia.
Llegaron a casa de JungKook un rato después, su madre los recibió a ambos, sin esperar realmente que TaeHyung fuera, pues la mayoría de las veces siempre era JungKook el que salía de su casa a la del castañito.
— Los dejo aquí, cachorros, estaré arriba — Se despidió KyuYoung, subiendo por las escaleras y desapareciendo del primer piso.
— ¿De qué quieres la pizza, Tae?
— Uhm... Peperoni, con jamón — Pensó un poco más — Y orilla de queso.
— Bien, tardaré un segundo.
JungKook desapareció de la sala para llamar a la pizzería desde el teléfono de la cocina, y regresó después con dos tazas de café en la mano.
— Ten cuidado, cariño, está caliente — Dijo una vez que TaeHyung tomó la taza entre sus manos.
— Gracias, Kook, moría de frío.
— Voy a encender la calefacción.
TaeHyung asintió, y esperó a JungKook de nuevo en el sofá, subiendo los pies y haciéndose bolita en una esquina.
— Listo, ¿quieres algo más? — Preguntó, y Kim negó.
Fue entonces cuando decidió sentarse a un lado del Omega y esconderse entre sus brazos. TaeHyung le quitó la gorra y le acarició el cabello.
— Hey, se supone que el mimado aquí soy yo — Reclamó.
— Yo también necesito cariños, Omega — Se acomodó recostando su cabeza sobre los muslos del menor.
— Ya lo creo — Se agachó para besarle la mejilla, y la segunda vez que lo iba a hacer, JungKook giró su cabeza, atrapando los labios del menor con los suyos.
TaeHyung sonrió, y fue el primero en romper el beso, recargándose de nuevo en el sofá y viendo la televisión que fue encendida por el Alfa.
Un rato después, JungKook se había quedado dormido aún sobre TaeHyung, que también estaba cerrando sus ojos. Si no fuera por el timbre que sonó y lo hizo recobrar consciencia, se habría quedado profundamente dormido también.
Se levantó con mucho cuidado de no despertar al Alfa y salió a abrir. Era la pizza.
— Oh, un momento por favor — Regresó a la sala y buscó su chaqueta donde tenía algo de dinero. Con eso salió a pagar.
— Qué lindo eres, Omega — Dijo el repartidor, sin entregar del todo la pizza.
— Uhm, gracias — Respondió con cierta incomodidad.
— Me hubiera gustado hacerte compañía, lindura — El repartidor se atrevió a tocarle la mejilla y TaeHyung se hizo para atrás.
— N-no, oye, tengo hambre. ¿Podrías darme la pizza e irte, por favor?
— Yo podría llenarte, Omega — Le guiñó un ojo, y TaeHyung se sintió enfurecer.
Iba a responder, pero la puerta fue abierta de golpe y la figura de JungKook apareció. Salió hasta arrebatar la caja de pizza de las manos contrarias y luego le dio un empujón.
— Lárgate de aquí, jodido inútil, si no quieres que te rompa la cara por hablarle así a mi Omega — Gruñó Jeon, soltando unas feromonas intimidantes, que incluso hicieron al Omega temblar.
El repartidor no dijo nada más y se fue, sin palabras por el temperamento del Alfa.
JungKook entró de nuevo a casa, dejando a TaeHyung un poco atrás. Incluso dejó caer con fuerza la pizza en la mesa del centro de la sala y luego se sentó, cruzando los brazos con el ceño fruncido.
— Kook, tranquilo, solo fue un tonto — Se sentó a su lado y le tomó la mano, dándose cuenta de que la temperatura del Alfa había aumentado — Estás muy caliente, ¿te sientes bien? — Le puso la mano en la frente.
— Sí, Omega, creo que fue la calefacción, solo eso.
Pareció relajarse ante el tacto del Omega y suspiró, sintiendo un ronroneo creciente en el pecho.
Ambos comieron la pizza, o más bien, JungKook devoró la pizza, dejando a TaeHyung apenas dos rebanadas. Se sentía muy hambriento y agotado.
Hablaron un rato más, con el Alfa queriendo ser apapachado por TaeHyung, pero el Omega tenía que irse. Tendrían clases al día siguiente y debían levantarse temprano.
— ¿Pasarás a buscarme? — Preguntó TaeHyung, con JungKook abrazándolo en la puerta de la calle.
— Siempre, Omega.
A Jeon se le hizo un poco difícil soltar a TaeHyung y dejar de oler su cuello, pero tuvo que hacerlo.
— Vale, te llamaré en la mañana.
El Alfa asintió, y por fin dejó ir al Omega después de una ardua sesión de besos en la calle. Se aseguró de que el Omega entrara a su casa, y luego él subió a su habitación, sintiéndose mareado y acalorado.
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