Ꜥꜥֶָ֢🍪ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 16
Para gusto de todos, el fin de semana llegó rápido, y con ello, las familias Kim y Jeon estaban preparándose para comenzar a viajar. El padre de TaeHyung había rentado una camioneta muy grande con varios asientos, donde cabían todos a la perfección. Irían con ellos también JooHyun, su bebé y su Omega WooSeok, un chico pelinegro verdaderamente agradable y pecoso, adorable.
— ¿Tienes todo listo, amor? — Preguntó JungKook mientras subía la última maleta a la parte trasera.
— Sí, Kook, todo listo.
— Bien.
TaeHyung se entretuvo unos momentos revisando su mochila para asegurarse de llevar todo.
— Kook, ¿llevas mi...? — Se giró a ver a su novio, el cual ya estaba hablando animadamente con una chica. Frunció el ceño y se acercó más. Era la misma chica de hace semanas con olor nauseabundo.
Carraspeó a su lado, y el ojiazul lo vio, ahí, con el ceño fruncido y viendo con recelo a la chica.
— Oh, Tae, ella es ChaeYeong y vive a unas cuadras de aquí — La Omega le saludó agitando la mano con una sonrisa.
— Uhm.
JungKook sonrió y lo jaló a su costado para tenerlo cerca.
— Y también es mi prima, y se quedará con Bam en lo que volvemos — Agregó el ojiazul.
— Un gusto conocerte, TaeHyung, JungKook me habló de ti — Ella le tendió la mano, y Kim tardó un segundo en tomarla, dudoso.
El Alfa le dio algunas indicaciones a la chica, la cual resultó ser más agradable de lo que se veía, pero jamás lo admitiría en voz alta. Luego le entregó a Bam en su correa y algunos juguetes en bolsa.
JungKook se despidió del can, y TaeHyung le dio un trozo de pay de frambuesa. El perro se fue tranquilamente con ChaeYeong, y ellos subieron a la camioneta en la que ya estaban todos y les dejaron los últimos asientos atrás.
— Bien familia, aquí vamos — Dijo el padre de TaeHyung antes de empezar a conducir.
El asunto era así: Kim EunSang conduciendo y el padre de JungKook como copiloto, SooJin y KyuYoung en el asiento detrás, luego estaban JooHyun y WooSeok con Dong-Pyo dormido en brazos de su mami, y al final TaeHyung y JungKook.
Era muy temprano, el sol apenas estaba saliendo y todos habían madrugado, pero el sueño vencía más al castañito.
— Alfa — Lo llamó, acercándose completamente a él y metiéndose en sus brazos. JungKook lo abrazó y le subió un poco más la chaqueta.
— Abrígate más, amor, hace frío.
— Allá hace calor, Kook. No tengo tanto frío igual — Cerró los ojos.
— ¿Hace calor? Traje puras chaquetas — Se quejó.
TaeHyung se encogió en sus brazos y sonrió.
— Lo siento, olvidé decírtelo.
— Uhm, tendré que estar desnudo — Le susurró en el oído y luego le palmeó el muslo discretamente — Te encantará.
— ¡Alfa! — Le dio un golpecito en el estómago — No vas a estar desnudo frente a la abuela.
— ¿Y por qué no?
TaeHyung lo miró serio.
— Ya, Omega — Le besó la frente — Eso lo guardaré para ti.
El menor escondió el rostro en el pecho del Alfa para que no viera su sonrojo.
— Ustedes dos allá atrás — Escucharon la voz del padre de TaeHyung que los miraba por el retrovisor — Manos arriba, mocosos, donde pueda verlas.
— ¡Papá! — TaeHyung reclamó, pero alzó las manos al mismo tiempo que JungKook. El ojiazul tenía una sonrisa burlona, y el castañito estaba con cara seria.
Las bajaron unos segundos después, y el auto siguió con los mismos ruidos de todos hablando. TaeHyung y JungKook volvieron a sus posiciones de abrazarse, y se quedaron dormidos en algún momento del viaje.
JungKook fue el primero en despertar. Ya estaban estacionados, y cuando se desperezó un poco, miró a su alrededor.
Era un gran campo cubierto de árboles normales y frutales, estaban por todas partes y el sol estaba en el punto más alto, aunque había demasiada sombra. Estaban solos en el auto mientras los demás bajaban las maletas.
— Hey, hemos llegado — Avisó WooSeok cuando lo vio despierto.
— Sí, lo he notado — Le sonrió — Solo lo despierto y los seguimos.
WooSeok asintió y fue a seguir a los demás que iban entrando a una casa blanca pequeña, pero muy linda.
JungKook vio a TaeHyung con las piernas a lo largo del asiento, cobijadas, y su torso sobre sus piernas. Estaba profundamente dormido, sus mejillas estaban un poco infladas por el puchero que estaba en sus labios y tenía algunas hebras sobre la frente.
— Tae — Lo movió despacio — Amor, hemos llegado — Le acarició el rostro y le retiró la cobija. El castaño empezó a moverse — Anda, arriba Omega.
TaeHyung se sentó mientras tallaba sus ojos.
— ¿Ya? — Preguntó con la voz rasposa.
— Sí, debemos ir con los demás.
TaeHyung miró a su alrededor y luego se estiró.
— Uhm, hace calor — Empezó a quitarse la chaqueta, quedando en una simple playera delgada.
JungKook hizo lo mismo.
Bajaron de la camioneta con las mochilas de ambos y se dirigieron a la casa tomados de la mano.
Todo era muy lindo, el aire era fresco y detrás de la casa podía ver las pequeñas cabañas. Eran de verdad muy pequeñas, pero bonitas, y también estaba el lago. Se movía ligeramente por la brisa del aire y también se escuchaban pajaritos y caballos. Jeon estaba encantado.
— Cierra la boca, Alfa, vas a babear.
JungKook le apretó la mano y luego rió.
— Es que es muy lindo todo, Tae.
— Ujum, y todo es de los abuelos.
Entraron a la casa donde todos ya estaban platicando y saludándose. Los abuelos resultaron ser personas muy agradables y con cierta obsesión por las mejillas de su Omega. Los recibieron muy bien cuando se presentó junto a su familia, y de inmediato ya parecían conocerse de años.
Decidieron salir a comer cerca del lago, al aire fresco. Los mayores estaban charlando entre ellos, no les ponían la suficiente atención, y eso estaba bien para JungKook y TaeHyung. Incluso JooHyun, que ya estaba dentro del lago con el pequeño Dong-Pyo en trajecito de baño.
— ¿Quieres entrar, Omega?
TaeHyung sacudió sus manos, un poco llenas de pasto, y asintió.
— Sí, Alfa, ven.
Se puso de pie y le dio la mano a JungKook, que se levantó sin esfuerzo alguno. Ambos se quitaron la ropa, quedando solo en unos shorts y dejándola cerca de la orilla.
El rubio entró primero; el agua estaba tibia por el fuerte sol, y cuando ayudó a entrar a TaeHyung y se hicieron un poco a la sombra, estaba más fría.
— No quiero ir tan lejos, Alfa, es hondo — Se aferró al cuello de JungKook, y el Alfa lo tomó por la cintura.
— Tranquilo, cachorro, no iremos muy lejos.
TaeHyung sintió un ronroneo por parte de su Omega interior cuando JungKook lo llamó "cachorro" y se pegó más a él. Atacó los labios del mayor en un segundo mientras le acariciaba la parte posterior de la cabeza. JungKook metió un poco las manos dentro de su short para pegarlo a él.
— Espera... Tae, ven aquí.
JungKook miró a los lados y vio a la familia ajena a la situación: JooHyun en el lago con su Omega y bebé, y los demás fuera con una botella de vino. Estaban riendo bastante. Llevó a TaeHyung a donde un árbol los tapaba, y nadie podía verlos a menos que andaran hasta ahí.
— Omega, estás muy atrevido hoy — Dijo, cuando TaeHyung enredó sus piernas en su cadera bajo el agua y le besaba el cuello.
— Tal vez.
El ojiazul quiso tomar más delantera y metió una de sus manos por el short del menor, tanteando su trasero para buscar su entrada. Bajó a lamer su cuello y succionar la piel, dejando una notoria marca.
TaeHyung tembló y soltó un gemido que lo tensó.
— Hey, ¿Omega, qué pasa? No he hecho nada — Sonrió, juguetón.
— Lo siento, Alfa, es que... Mi celo, comenzará pronto.
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