Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

I

—¿Y qué piensas hacer cuando termines la preparatoria? —preguntó el ojiverde a su compañero de banco aprovechando el pequeño tiempo libre que les dio el profesor.

—Pienso ir a estudiar Diseño Gráfico en el centro de la ciudad.

—¿Tú también vas a ir a estudiar a la universidad de allá?

—Sí. ¿Qué vas a ir a estudiar?

—Computación e Informática.

—No sabía que te interesaban esas cosas.

—Yo tampoco sabía que te interesaban otras cosas además de joder a Lukas y beber coca cola. Aunque lo malo de esa universidad es que son horas de viaje.

—Sí... aunque, yo planeo irme a vivir para allá un tiempo, en un departamento. Tengo mis ahorros y un amigo que trabaja por allá, él me ayudará a conseguir empleo.

—A mí también me gustaría ir.

—¿Y por qué no vas?

—Tengo miedo de no saber qué hacer, son muchas cosas nuevas. Muchas responsabilidades.

—Eso es cierto, pero... ¿Y si nos vamos?

—¿A dónde?

—Los dos, por un tiempo.

—¿A vivir?¿Contigo?¿El idiota de la preparatoria?

—Sí ¿Por qué no? Nos llevamos bien y entre ambos podemos ayudarnos con los gastos, la limpieza y todo eso. Alto, ¿Me dijiste idiota?—Erick apartó la mirada pensando un momento.

—¿Estás seguro? —preguntó ignorando las útimas palabras del castaño. Quien al momento siguió la conversación olvidándose de que su compañero lo había llamado idiota, aunque, obviamente bromeando.

—Sólo si tú quieres.

—Me gustaría pero ¿Y si no resulta?

—¿Qué cosa debería dar un resultado? Será por un tiempo, hasta que nos acomodemos bien con los estudios, el dinero y demás para que cada quien tome su camino. También será mucho mejor por eso del viaje.

—Tiene sentido... —el timbre que indicaba el final de las clases sonó.

—Piénsalo. Las clases terminan en un mes. Nos vemos el lunes, morochito de ojos claros.

—Es canela pasión.

—Entonces nos vemos, canelita de ojos claros —revolvió su cabello y se marchó.

Durante el fin de semana ambos jóvenes charlaron con sus padres, quienes los apoyaron y hasta les dijeron que los ayudarían con el dinero.

La decisión ya estaba tomada.

Terminaron la preparatoria y durante las vacaciones fueron ahorrando dinero, aceptaban cualquier trabajo para ir juntando y Christopher ya se había puesto en contacto con su amigo de la parte más concurrida de su ciudad, quien amablemente les consiguió trabajos a ambos para cuando fueran.

Ya faltaba una semana para comenzar a estudiar lo que querían, así que ahora Erick estaba esperando a Christopher en la estación del tren para ir y ver dónde se quedarían.

—Hola, canelita apasionada —saludó el castaño y chocaron palmas. Erick había rodado los ojos al oír cómo lo llamó, y por eso mismo saludó de mala gana.

—Hola, idiota. ¿Estás emocionado?

—Bastante. Es una nueva experiencia —subieron al tren y se sentaron. Por suerte había poca gente por las calles.

—¿Crees que encontraremos buenos departamentos?

—¿Qué pregunta es esa, men? ¡Es el centro de la ciudad! Miras tu alrededor y parece Hollywood.

—Quiero decir, accesibles para nosotros.

—Encontraremos uno que no nos de dolor de huevos por el precio, tú tranquilo.

—¿Por qué te expresas aquí?

—¿Cómo?

—Como idiota.

—Porque lo soy?

—Eso le da sentido a todo.

—De nada.

—Antes que cualquier cosa hay que aclarar algunos puntos.

—Díme.

—Nos vamos a dividir las tareas.

—Y sí.

—Bueno. Solamente estoy aclarando.

—Estás aclarando lo obvio. ¿Por qué no aclaras también que hay que ir al baño a hacer el uno y el dos?

—Ya, no es necesario el sarcasmo.

—Perdón —rió ligero.

—Nada de llevar niñas.

—Eso sería pedofilia. Turbiazo.

—¡Chris! —el castaño soltó una carcajada—. Sabes a lo que me refiero, maldito bastardo.

—A que eres un depravado —dijo y llevó una mano a su boca mientras con la misma formaba una "O" para luego cerrar su boca, párpados y negar indignado.

—No se puede hablar contigo.

—No, mentira, mentira —habló mientras reía un poco—. No llevar chicas, ok. Eso también aplica a ti.

—Yo soy gay.

—Entonces no lleves chicos.

—Claro que no lo voy a hacer.

—Solamente aclaro.

—Mantén todo ordenado.

—Soy el rey de la limpieza.

—Richard no dice lo mismo, y es tu mejor amigo.

—Ay dios ¿No le viste la cara a Richard? Ese mentiría por cualquier cosa con tal de hacerme quedar mal.

—Richard no miente, en cambio tú sí.

—No sé por qué no quieres creerme, si soy la perfección en persona con eso de la limpieza. Vas a ver que el departamento parecerá salido de una serie yankee.

—Ajá, ajá —dijo con sarcasmo—. Eso lo veremos luego. También vamos a turnarnos para cocinar.

—Ay, no.

—Ay, sí, vago.

—No sé ni hacer un huevo.

—¿Y así planeabas irte a vivir solo?

—El delivery es mi aliado.

—Ay, perdón, olvidé que cagas dólares.

—Ojalá.

—Impactado por tu deseo.

—Bien, aprenderé a cocinar —aceptó después de una corta risa.

—Me parece perfecto. Aunque si no aceptabas por las buenas ibas a hacerlo por las malas.

—Alto ahí, ¿Tengo de compañero a un integrante de la mafia china y no me enteré? Cuidado no vayas a asesinarme con tus garritas, fiera indomable.

—Ay, cállate.

—Mejor sí me callo antes de que llames al resto de la manada de lobos, o más bien, gatitos.

Erick rodó los ojos.

Esto iba a ser difícil.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro