El sonido del tráfico es continuo, las personas van ajetreadas y no se dan cuenta de lo fugaz que puede ser la vida, se concentran demasiado en cosas sin sentido o hablan solo porque pueden hacerlo. Es lo que pienso mientras veo a través de la ventana del autobús a los transeúntes y personas en sus vehículos. No tienen paciencia.

—¡Cállense, joder! —giro para ver al par de hermanos peleando atrás como niños.

—¡Pero Lu! ¡Ko no me quiere compartir ni una galleta!

—¡Son mías! —reclama el menor.

Bufo exasperada masajeando el puente de la nariz, estoy agotada con ese par. Deberían ser como Try, ella es pequeña y se comporta mejor que esos supuestos adultos con miles de años encima. Por cierto, está sentada en mi regazo durmiendo, llevamos una hora atascados en el tráfico mientras vamos a la oficina de mi padre, y eso me tiene ansiosa.

—Ustedes dos—Luke está sentado a mi lado, les llama la atención a los hermanos—, ya dejen de pelear. Kai, a ti ya se te compró un helado antes de subir, así que deja de ser tan glotón.

Vaya, Kai se quedó de brazos cruzados, encogido de hombros, con las piernas recogidas en su asiento y haciendo un mohín de niño malcriado. Me hace reír la situación, parecemos una familia en donde Luke y yo somos los padres.

—Ese par es un lío —suspiró desganado relajándose en el asiento.

—Lamento haber arrastrado a todos aquí —rio bajo para no despertar a Try.

—Todos quisimos venir, además me da una idea para buscar algún trabajo. Quiero aportar más como tú, ya suficiente tienes con mantenernos a todos, y no puedes seguir aguantando tu hambre.

—Cierto —Kai se recostó de mi asiento para luego susurrar—. No queremos que nos comas a nosotros —rodé los ojos dándole un leve golpe a la barbilla—. ¡Qué mala!

El autobús chucheó, luego Ko, haciendo caso omiso de las quejas se rió fuerte, a carcajadas, lo cual nos tomó por sorpresa.

—¿Y tú de qué te ríes?

Seca sus lágrimas, se levanta igual que Kai para tener como una especie de reunión secreta. —Que no creo que a Luke le importe que te lo comas.

Volvió a reír, esta vez junto a Kai que se apoyó en él por las risas cuando antes estaban peleando, y ahora parecen los más grandes amigos del mundo, yo estaba confusa, intenté preguntar pero ese par seguía muriendo de risa, luego vi que su alegría se compartió al resto de los tripulantes, pero Luke estaba ocultando sus ojos con una mano.

—¿Luke? —mencioné confusa, él bajó la mano hasta ocultar la boca, pero para mirarme notando que estaba sonrojado.

—Los voy a matar —dijo enfadado.

No estaba entendiendo nada.

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—Wow. Qué grande —Try está formando una O casi perfecta al ingresar al interior del edificio—. ¿Eres una princesa? Tu padre vive en un castillo.

Me dio gracia su comparativa, pero negué acercándome con el resto a la recepcionista que una vez me miró mal, no es como que haya cambiado, pero ahora es más respetuosa, y puedo ver por qué, todos pueden, después de todo ¡es imposible no ver el enorme cuadro que tiene colgado con una foto mía y abajo mi nombre!

Maldito padre exagerado, las vergüenzas que no me hiciste pasar en mi infancia ¿me las vas a hacer pasar ahora?

—Su padre ha dicho que puede verle sin ser anunciada —dio un gafete a los otros que dicta son invitados.

Bueno, de todos el más emocionado es Kai, quien va dando saltos como conejo o trotando abriendo cada puerta que encuentra a su paso, ni dentro del ascensor dejó de brincar. Cuando llegamos a la oficina, mi padre me recibió con los brazos abiertos casi corriendo como si fuera una niña para alzarme en el abrazo, sonreí tímida luego que me bajó.

—Hola chicos, hay dulces allá, pueden tomarlos —el par de hermanos y Try fueron al instante.

Luke los siguió para moderar su ingesta, a Kai y Ko les dijo que solo uno, a la niña le dejó agarrar cuatro. Claro que los hermanos protestaron, sin embargo el rubio no vaciló como buen padre, yo en cambio me senté con papá en el sofá sonriendo por la escena.

—¿Y a qué debo tu visita?

—¿De qué hablaban tú y Zack el día en descubrieron lo que soy?

Los párpados se le levantaron con un poco de asombro, exhaló cansado y me miró preocupado. Me confesó que encontró a Zack a punto de cortarse intencionalmente con un cuchillo. Por instinto fijé la vista a los tatuajes que cubren las heridas de mis muñecas. Quería decirle que está bien ahora, que regresaría curado, pero creo que ya lo sabe porque me dio una sonrisa gentil y esperanzadora, también me contó que  Zack le dijo que mi madre le contactó pidiendo mi paradero.

El porqué de que mamá me busque es un misterio para todos, no se lo dijo a mi hermano. Hace años no la veo, realmente no la veía y cuando lo hacía era en escasas ocasiones y siempre borracha con su botella de licor, me escondía porque crecí con sus insultos de ser espeluznante, y jamás supe más de ella desde que me mudé de casa.

Me sumergí pensando en ello hasta que papá me sacó de mi mente diciendo que debía aprovechar el que estuviera ahí. ¿Para qué se preguntarán? Pues para presentarme a todo el personal y socios como su pequeña niñita.

Creo que ya no volveré a poner un pie en la empresa.

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Bien, el día acabó bastante bien, estoy agotada sintiendo que el alma se me sale del cuerpo mientras vamos de regreso en el autobús. Luke carga a Try, Kai y Ko siguen peleando porque… Ya no sé por qué, dejé de prestarles atención desde su riña por un dulce relleno de cajeta, cayeron por las escaleras llevándome por delante.

—¡Lu! —dice Kai abrazándome la cabeza.

—¿Qué? —respondo arrastrada, sin vida.

—¡Mira! ¡Es el circo! ¡Vamos al circo! ¡Por favor! —creo que veo estrellas en sus ojos.

Estaba por negarme, pero veo que los demás también tienen la misma impresión. Joder, esto es una mala idea.

—Bien…

Solo una función, puedo soportar eso, ¿qué podría salir mal?

Recordaré jamás hacer esa pregunta de nuevo…