Luar
El cuerpo me pesa demasiado, no es solo la sensación, sino es que en verdad no me puedo mover. He estado dos días en casa de mi padre que ya sabe toda la verdad de mi vida, desde que la abuela conoce a Kai y mi relación con él y los demás, sabe mi condición de No Muerto y lo que ocurrió la noche de Luna Púrpura, y para mi sorpresa lo ha tomado bien.

—¿Cómo se siente mi princesa? —demasiado bien.

Me consiente, hace mimos, me cuida, hace su trabajo a mi lado, no se despega. También me cela cuando Jared viene a visitarme, y no sólo de él, incluso de Luke y Trevor me cuida, tiene preparado agua bendita si es necesario usarlo según dice.

—Estoy bien papá, creo que ya pude mover mi mano —me sonríe ladino con ternura antes de volver a tipiar su ordenador.

Mientras lo miro siento una presión en mi pecho que me hace sentir entristecida y mal, es verdad que muchas veces fantaseé con estar así con él cuando era niña, quería que me cuidara en un resfriado, o se quedara a mi lado hasta que me durmiera luego de mis pesadillas, pero ahora…

—Perdóname —pedí obteniendo su mirada confusa—. Zack no está por mi culpa —no pude contener mis lágrimas, él sonrió dejando a un lado su laptop para tomar mi mano.

Negó con la cabeza acariciando mi mejilla. —El único que debe pedir perdón soy yo. Me ocupé más de tu hermano pensando que una vez resolviera sus problemas también resolvería los tuyos, me negué a ver que ambos eran diferentes y como consecuencia de mis malas decisiones, terminé por alejar a ambos. Esto lo provoqué yo.

—Pero ya no sabemos dónde está Zack —su mirada se afligió más.

—Estará bien, eso dijo ese Kai ¿no?

—¿Confías en él?

—Te ha estado cuidando más que yo, así que sí. ¿Ya no confías en él?

—Es un idiota —me quejé no queriendo reír, pero lo hice, no por mucho tiempo porque me duele un poco la acción—. Me es imposible no hacerlo. Es un tonto que lo único diabólico que tiene es su estupidez.

La puerta fue abruptamente abierta mostrando a Kai siendo jalado por tres perros guardianes de la casa, mientras él va sentado en una tabla de madera con ruedas, luego de saludarme salió de la habitación escuchándose que cayó por las escaleras.

—¿Ves? Te dije que esa estupidez es un terror —lo dije con tanta seriedad que hice a papá reír—. ¿Podemos empezar de nuevo? —pregunté asustada.

—¿A qué te refieres?

—¿Puedo venir a verte a casa, o a tu oficina y decir que soy tu hija sin temor a sentirme rechazada? —mis ojos se cristalizaron y los de él también, me abrazó con fuerza.

—Claro que sí, jamás vuelvas a sentirte así, eres mi orgullo —dijo dándome besos en la cabeza.

Reí aliviada —Perdón por no poder regresar el abrazo.

—No importa, ya habrá tiempo para eso, mientras tanto yo me aprovecharé para hacer esto.

—¡No! —chillé como roedor. Me hace cosquillas, soy demasiado sensible a esa acción porque me retuerzo como gusano en sal.

×~×~×~×~×

Luego de tres semanas ya estoy completamente recuperada, creo.
Me muevo mucho mejor que antes, tengo más agilidad, estoy más atenta y con mayor fuerza que antes, por el lado bueno eso es genial, pero lo malo es que ahora tengo más apetito, la carne me es más deliciosa, gracias a Dios que el canibalismo no me rige y me sigue dando asco pensar en comer carne humana. Por esa parte estoy perfecta, así que puedo llevar mi vida lo más normal posible.
Y hablando de vida, Jared y yo hemos presentado nuestra relación formalmente a mi padre, bueno, es verdad que ya sabía dado que cuando Luke y Kai informaron de mi supuesto accidente al caer por las escaleras, él se presentó en casa de papá anunciando ser mi novio.

No lo ve con tan buenos ojos, le hizo preguntas sobre sus intenciones y Jared tan caballeroso contestó desear una vida a mi lado en matrimonio, estar en el altar y decir sus votos de amor y respeto. Escucharle decir eso me hizo suspirar enamorada, aunque a mi padre no le convenció mucho.

—Tierra llamando a Lu, ¿me copias? —Kai pasó su mano por enfrente mientras desayunamos.

—Déjala —ese es Ko, que volvió una semana antes diciendo que mi hermano estaba en buenas manos siendo cuidado. No puedo perdonar a Zack por lo que hizo, pero eso no significa que no me preocupe por él, además me gustaría tener noticias que darle a papá—. La perra debe de estarse imaginando su luna de miel en la cama.

—No seas irrespetuoso —regañó Luke con molestia.

—¿Cuándo se casan? —preguntó Try entusiasmada.

Yo me imagino muchas cosas sobre una vida con Jared, pero él aún no me ha pedido matrimonio. —No quiero apresurar nada —dije tomando los platos vacíos para lavarlos—. Mi relación con él no tiene ni el año, sería muy pronto hacer una boda y más cuando no se me ha propuesto —rio forzada queriendo ocultar el nerviosismo de imaginarme como esposa y una vida al lado de él.

—Yo no sé qué tanto espera para hacerlo —Luke habló haciéndome sentir mucho más nerviosa y sonrojada—. Desposarte es el mayor privilegio que alguien tendría.

Lo volteé a ver, de hecho todos lo vemos en silencio porque esto se volvió algo incómodo, él no se ha dado cuenta del ambiente y su… irritabilidad. Kai le mira divertido, Ko con cara como si dijera «Es un idiota», Try no entiende por su inocencia y yo…, yo me siento… ¡No sé cómo me siento!

No sabía cómo cambiar la atmósfera que se formó, pero agradezco infinitamente a quién esté detrás la puerta llamando, así que corrí a atender.

—¿Tú? —ya no es tan buena la aparición— ¡¿Qué haces aquí?! —me alejé alarmada, los demás atrás se aproximaron, los chicos se pusieron enfrente de mí y Try tomó mi mano.

—Hola pequeña —sonríe con arrogancia, sus manos están a su espalda vistiendo traje blanco, su cola la mueve con lentitud y sus ojos rojos no dejan de mirarme—. Hola hijos.

Lucifer se ha presentado con Finnick a su lado. Ambos se adentran en casa y antes de tener oportunidad de hacer algo, el wendigo abrió portales debajo de Luke, Kai y Ko, de donde surgieron cadenas que los envolvieron y sometieron al suelo, también se creó una especie de barrera que no permite ir a ningún lado.
Lucifer caminó hacia mí, Try se puso en frente extendiendo sus brazos como si fuera un escudo, la tomé en brazos y la puse detrás de mí mientras miro fiera a ese imbécil declarando patearle las pelotas de nuevo.

—Cuanta osadía la tuya, muchacha —me dice alargando la sonrisa divertida—. Nadie nunca había tenido tal índole de tratarme de esa manera, menos una humana.

—¡Yo sí! —gritó Kai dando patéticas pataditas, sin embargo se detuvo cuando miró lo que sea que su padre tenga en su espalda— ¿Qué crees que haces? —sonríe nervioso, también está sudando.

—No puede ser —menciona Ko atónito—, no harás eso ¿verdad? —también se ha puesto como su hermano, pero sin sonreír.

Luke quedó perplejo también, aunque no dice nada y parece que el alma se le sale del cuerpo, no entendí nada hasta que el demonio mayor mostró lo que más desconcierto añade a toda esta situación.

—¿Qué significa esto? —parpadeé confusa ante lo que es un ramo de rosas negras que hay en la mano del diablo.

—Querida jovencita, vengo por ti para que seas mi esposa.

Total y sumo silencio…

¿Qué clase de broma es esta?

×~×~×~×~×

Frente a frente en la mesa de la cocina-comedor, Lucifer no deja de sonreír y yo estoy al extremo bebiendo mi taza de café humeante, él tiene el suyo al cual da un sorbo con elegancia. Respecto a los demás, ellos están en la sala mirando perplejos en nuestra dirección. Este tipo me propuso ser su esposa, algo que no me cabe en la cabeza.

—¿Qué es lo que quiere con esto? ¿Es su estrategia para vengarse? ¿Llevarme al infierno y torturarme? —él ríe con mi pregunta y niega con la cabeza.

—No debes preocuparte por ser castigada, mi padre ha ordenado no hacerlo. Ya te dije por lo que vine, te deseo como mi esposa —ladeó su cabeza mirándome coqueto, causando un estremecimiento que recorrió mi espina—. Prepara tus cosas, nos iremos hoy mismo y haremos toda unión en mi castillo —guiñó un ojo sonriendo travieso. Kai y Luke empezaron a bramar, el rubio más que nada apartando al otro para venir a pelear.

—¡No me iré! —espeté para calmar los ánimos— Mire Lucifer, agradezco su —hice una breve pausa buscando la palabra correcta— oferta, pero no puedo aceptar, yo ya tengo una relación.

—Comprendo —sus ojos se ensombrecieron, se levantó con una mano en el pecho dando una leve reverencia—. Me desharé de quien separe a mi lady de mi lado.

—¡¿Cómo es que llegó a esa conclusión?! —me paré abruptamente por su reacción— No harás eso.

Pero qué carajos. Su cara se puso entristecida como un perrito regañado. Ahora veo que ese gesto lo heredó Kai. Lucifer se acercó rozando mi mejilla con delicadeza.

Pensé que como demonio su tacto sería algo, cálido, pero su mano está helada.

—¿Qué puedo hacer para tener a mi reina? —es una ternura en cierta forma, así que tomé su mano acunándola con ambas mías.

—Nada, aunque no estuviera enamorada no le correspondería, es una cuestión del corazón —sonreí amable—. Lo siento.

—¿Segura? —volvió a su actitud guasona tomando mi mentón con su otra mano, alzándome la cabeza un poco y él acercando su rostro— No me importaría compartir.

Un tic en mi ojo se produjo haciendo que sonría forzada y me aleje soltando su mano, ofreciendo encaminarlo a la salida. —Me gusta la monogamia —abrí la puerta siendo cordial, Finnick fue el primero en salir despidiéndose con cortesía.

—De acuerdo —me dijo. Asentí pensando en que había entendido—. Dejaré a todas mis concubinas para dedicarme enteramente a nuestra lujuriosa intimidad.

—¡No me casaré contigo! —chillé llena de vergüenza recibiendo su risa. Luego se despidió de sus hijos, de Try, y a Luke le dio un apretón de manos.

—Felicidades —le dijo confundiéndolo para luego irse dejando un beso en mi mano como un caballero.

Cerré la puerta y me volteé perpleja.

—Eso fue muy surrealista —confesé a los demás que asintieron al mismo tiempo. Kai se lanzó a abrazarme con fuerza gritándome ser su mami—. ¡Suéltame chiste de diablo!