Capítulo 35: Contrato - Parte 1
Luar
Una semana, ha pasado una semana desde que Kai se fue sin decir nada a nadie. Llamo y llamo a su teléfono, le mando mensajes de texto y correos electrónicos, también dejo mensajes de voz en su buzón, pero nada. Trevor y Zafiro dicen que no lo localizan, Try está triste, llora por que regrese. Luke me ayuda, pero no encuentra pistas.
Es imposible que vaya con la policía, después de todo ¿qué les diré? ¿Mi amigo demonio está perdido? Antes que empezar un búsqueda me llevarán con un loquero. Por otra parte no dejo de sentirme preocupada, como si algo malo le pasara a Kai.
—Díganme la verdad, ustedes dos saben algo —prácticamente les estoy implorando, pero no me dirigen la mirada. Luke me tomó de los hombros.
—Zafiro —Try se acercó a ella con los ojos lagrimosos—, ¿dónde está Kai? —ya casi ni le llama amo. La rubia le acarició la cabeza para luego abrazarla.
—Él se fue. Ya no volverá —respondió con los ojos cerrados.
¿No volverá? ¿De qué habla? ¿A dónde se fue para que ni siquiera me dijera algo o despedirse? ¿Dónde está?
Trevor
Se fue, ese idiota se largó sin más. Entiendo que sea por esta chica a la que le tiene aprecio, pero ¿qué hay de los que le tenemos aprecio a él? Es un tarado con apariencia de demonio.
Conozco el pasado de Zafiro, ella misma me lo contó cuando nos conocimos. Su edad procede de la edad medio, en el punto donde repudiaban a las brujas y las quemaban sin saber si los rumores eran ciertos o no. A su corta edad tuvo que vivir huyendo porque la conocían como la hija de una.
Nunca confió en nadie porque todos la traicionaban al final. A sus diecisiete años la capturaron porque su poder explotó por alterarse, ya que varias personas le arrojaban piedras llamándole adoradora del diablo y toda esa sarta de estupideces que jamás hizo.
Por la ira y tristeza liberó sin querer sus poderes y mató a muchas personas, luego se desmayó y ahí la capturaron. Querían dar un espectáculo disfrazado de ejemplo de lo que les espera a los que practican artes oscuras.
Cuando estaba en el hoyo, los pueblerinos desgraciados le arrojaban comida podrida, insultaban y otros le orinaban. Ella se quedaba en una esquina oculta del sol, cansada y sin esperanza, fue ahí donde Kai apareció, en la madrugada mirándola desde arriba.
—¿Te vas a quedar ahí sólo mirando como un depravado? —no contestó–—¡Lárgate! ¡Déjame sola!
—Eres una bruja —incrustó con rabia las uñas en la tierra—, y un demonio —ella se sorprendió, fue entonces que vio su cola—. ¿Qué quieres?
Ella lloró en silencio, a pesar de que sentía que él también era un demonio, sus ojos no expresaban que lo fuera. Vivir. Le contestó. Le ayudó a salir y luego hizo que su parte demoníaca se activara, así ella ha conservado su apariencia joven todos estos siglos y sus poderes los puede usar sin ninguna clase de regla.
Yo, por mi parte, era un delincuente en mi propio mundo. Había hecho enfurecer a muchos demonios de alto rango en el infierno, así que escapé al mundo humano donde hice honor a lo que ellos piensan de nosotros.
Me divertía con desenfreno, en especial con las mujeres. Fue en una ocasión en un antro con dos mujeres, una a cada lado, donde conocí a Kai, o debería decir que él me encontró.
Él es por decir el sabueso de su padre. Yo les digo cazadores. Porque andan en busca de alguien con un deseo, generalmente de aquellos que están a punto de morir. Y pensé, que si estaba aquí frente a mí, era porque mi hora estaba llegando.
Pero yo no quería nada, tenía todo lo que quería. Dinero, amantes, lujos. ¿Qué sería lo que me faltaba?
Sonrió tomando la botella de whisky de la mesa, sentándose frente a mí. La alzó y bebió, me acompañó todo el tiempo mientras las mujeres estaban a mis lados. Luego cuando se fueron yo me quedé mirando a ese tipo con cara de idiota que se quedó dormido abrazando la botella.
¿Qué quiero?
Una novia o algún amigo. No me importaba de que tipo. Una relación de verdad era lo que deseaba. Compañía sincera, alguien con quién bromear, hablar o simplemente beber, pero que se sintiera agradable. Y este idiota me lo había dado, se convirtió en mi primer amigo. Y me dio más, Zafiro por ejemplo, con ella también me divierto cuando hablamos. Y todo mejoró con la llegada de esta chica, Luar. Mi deseo se incrementó a algo que pensé no necesitaba porque nunca tuve eso, pero que muy en el fondo fantaseaba con tenerlo.
Una familia.
Suspiré, miré a la cara entristecida de esa chica. Zafiro y yo le prometimos a Kai que la mantendríamos alejada de todo esto, pero siendo sinceros, será imposible.
—Kai se fue de regreso al infierno —Zafiro me miró molesta—, a estas alturas su padre lo debe de tener encerrado en una prisión especial para él.
—¿Su padre? —Luar se sentó en el sofá.
—Lucifer. Ese es su padre— sorpresa. ¿Qué más podría haber cuando sabes que has estado conviviendo con el hijo del diablo?
—No estoy para tus bromas, puto —me señaló con los ojos entrecerrados, yo los puse igual.
—Más respeto, enana —le ha dado un tic en el ojo, pero dejó salir un suspiro desganado.
Dijo que estaba bien, que me creía… Enmarcó creer simulando hacer comillas con los dedos. No lo hace.
Kai
Este lugar es oscuro, sólo se ilumina la parte en la que estoy sentado. Ni siquiera tengo una cama ni me dan comida, eso porque puedo permanecer tiempo sin ingerir alimentos, cuando me hagan sobrepasar ese límite me darán algo.
Desde adentro no se ve dónde queda la puerta, así que no puedo empezar a caminar a quedarme cerca de ella para escapar porque podría alejarme más.
Odio tanto este lugar, pero es mejor que esté aquí, porque así Ko se debilitará y Lu volverá a ser humana.
Con respecto a mi hermano, tenemos una conexión. Él es mitad humano, su poder se limitaba a su parte humana. Un día quiso ser más como yo, que era su ejemplo a seguir. Me sentía orgulloso por eso. Solo teníamos cinco y siete años.
Los demonios crecemos como los humanos, es hasta los veintiuno que el paso del tiempo es mucho más lento. Y él no heredó esa cualidad. Por lo que le ofrecí obtenerla, ese fue mi primer contrato por así decirlo. Le di a que tomara un poco de mi sangre. Eso resolvió el problema de su parte humana, pero al pasar el tiempo quería más poder, por eso, ya de grande, cuando se enteró del linaje de Dios, quiso hacerse con eso.
Ya había matado a muchos y como mi hermano obtuvo su poder a través de mí, era mi obligación el capturarlo y encerrarlo.
Debido a que tenemos un contrato de sangre, pude hacerlo, es como si fuera mi esclavo. Y si yo, que soy el amo, soy privado de mí mismo, él también lo estará al punto de parecer de nuevo un humano, pero sin envejecer como uno.
Eso lo he aceptado porque Lu estará a salvo. Y con respecto a ella, le había confesado que la transformé en una bestia, sí, pero no le dije a cambio de qué ni cómo. Ese cómo es con lo que de seguro me odiará…
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