La Llamada!!
- Así que estás enamoradísima de Victoria Vega. – Comentó Shego a modo de saludo, cuando vio entrar a su amiga en el restaurante de Lauren.
- ¡Cállate, Shego! – Respondió Jade de mal humor. Se sentó en un taburete en la barra, al lado de donde estaba Shego. En el fondo era masoquista.
- Siempre me dices lo mismo. Cambia de disco de vez en cuando. – Replicó Shego.
Lauren estaba atendiendo a unos clientes, pero enseguida se apresuró a reunirse con sus amigas.
- ¿Cómo has dejado que esa mujer diga esas cosas? Que yo sepa, Tori y tú acabán de conocerse.- Comentó Lauren, que no se creía lo que había visto por la televisión.
- Bueno... decidimos que era lo mejor para que no nos persiguieran a todos lados. – Respondió Jade de mala gana. - ¿Me puedes poner lo de siempre? – Dijo Jade cambiando de tema de conversación.
- Bueno, pero cuando tus arterias estén hasta arriba de colesterol, no te me vayas a quejar. – Lauren fue a hacerle un sándwich con un montón de mayonesa. Eso era todo lo que llevaba el sándwich: montones y montones de mayonesa.
- Así que Tori dice que eres muy romántica...- empezó a decir Shego. Esto no le gustó lo más mínimo a Jade. - ¿Y cómo, si puede saberse, has sido romántica con ella? ¿Le has regalado flores? ¿Una cena a la luz de las velas? ¿Un brazalete de uranio?
- Ja, ja. Muy graciosa, Shego. – Jade estaba entretenida con su sándwich, así que lo dijo con la boca llena.
- Seguro que se ha enamorado de tus buenos modales en la mesa. –
Shego seguía atacando. Ante eso, Jade sólo le sacó la lengua.
- Puaj, ¡eso es asqueroso! ¡Tienes la lengua llena de mayonesa! Desde luego, no sé cómo alguien como Tori se enamoraría de ti. Sin duda ha tenido que ponerle mucha imaginación al asunto, en eso de decir que estan tan enamoradísimas.
- Soy una persona adorable, ¿verdad, Lolo? – Dijo Jade cuando dejó de comer. Lauren la miró como si le hubieran salido tres cabezas, por toda respuesta.
- Desde luego, vaya clase de amigas que tengo. Deberían estar de mi parte. – Refunfuñó la ojigris.
- Lo que más me gustó de la entrevista fue cuando se besaron. – Dijo Lauren riéndose.
A Jade no le gustó nada el comentario. Se puso toda colorada nada más de recordarlo. Por supuesto, Tori la había pillado desprevenida.
Cuando fueron a levantarse de la mesa en que tenía lugar la rueda de prensa, la actriz la cogió de la mano y la atrajo hacia sí. Jade, ante lo imprevisto de la acción, se quedó parada, y fue entonces cuando la castaña la besó. Fue sólo un roce en los labios, pero Jade sintió como si una corriente de doce mil Volteos la atravesara de parte a parte.
Por su parte, Tori miraba toda sonriente a las cámaras mientras los flashes se encendían, y pillaban con una cara de pasmada (y de un rojo cuya intensidad casi satura los pixeles de las cámaras) a su futura esposa.
- ¿Por qué la besaste? – Dijo Dove con genuina curiosidad. – No hacía falta, ¿sabes?
- Sí, bueno. Es que me pareció divertido hacerlo. Como me dijo tanto que no lo hiciera... – Dijo Tori con una sonrisa y cara soñadora.
Tori, por mero impulso, se decidió en el último momento a dar un espectáculo a las cámaras. Además, recordaba lo fácilmente que se ruborizaba la ojigris.
Simplemente quería ver otra vez el tomate andante que era su prometida. Lo que no esperaba era el escalofrío que la recorrió nada más tocar sus labios. Sin embargo, era buena actriz, así que cubrió su azoramiento rápidamente con una sonrisa. Siguió posando ante las cámaras, mirando sólo de reojo a su acompañante, la cual parecía estar a punto de desmayarse por utilizar toda su sangre disponible en la cara. Al final se apiadó de ella, y se fueron en su limusina sin mucha dilación.
En el camino a casa de Jade, donde la dejó, ni siquiera cruzaron una palabra. Tori aún sentía un cosquilleo por sus labios, y Jade parecía haber perdido la voz para siempre.
- ¡No me gusta tu poseída!- Gritó Trina, que parecía que era sorda o, al menos, creía que todos los demás eran sordos.
- Es prometida, Trina...- Dove, como siempre, corrigiendo a su amiga castaña.
- ¡Pues eso mismo! ¡Estuvo con el ceño bruñido todo el rato!
- Fruncido, Trina...
- ¡Y ni siquiera te dijo ningún cupido!
- Cumplido, ... corrigió Dove nueva mente
- ¡¿Cómo se va a crecer la gente que te ama?
- Creer, ... Dijo Dove
- Pues por los comentarios en las revistas y los programas del corazón parece que la gente se ha creído lo de nuestro noviazgo. – Dijo Tori pensativamente.
- Sí, pero tenemos que planear más salidas juntas para que todo el mundo asuma que son una pareja más, y nos dejen en paz. Dijo Dove profesionalmente.
- ¡Eso! ¡Tenemos que hacer un flan!
- Ejem... plan, Trina... Creo que lo mejor es que la invites al estreno de tu próxima película. – Apuntó Dove acomodándose las gafas.
- Sí. Yo también lo había estado pensando. – Dijo Tori. Era una película en la que había bordado el papel. No era una obra de culto, pero había salido una película bastante decente. Tori pensó que Jade apreciaría su actuación. Al menos, eso esperaba. Por alguna razón, Tori no soportaba la idea de que su película no gustara a la de los ojos grices. Desde que la había besado, se dio cuenta de que quería agradar a la chica. Quería que se fijara en ella, como lo hacía tanta gente. Por alguna razón, Jade no parecía impresionada ni por su belleza indiscutible, ni por su riqueza ni por nada que tuviera que ver con ella. Parecía totalmente inmune a sus encantos. Eso preocupaba y contrariaba a la castaña.
Acordaron arreglarlo todo cuanto antes. Así que Tori llamó por teléfono a su prometida para informarle de su próxima aparición en público.
- ¿Hola? ¿Quién es? – La voz que oyó Tori no era la voz grave de su prometida, sino una voz aguda de lo que parecía ser una pre adolescente.
- Soy Tori. ¿Puedo hablar con Jade? – Dijo la castaña con esperanzas de encontrar a la ojigris.
- ¡Tori cuñada! – Tori se quedó sorprendida por el apelativo. - ¡Cuántas ganas tenía de hablar contigo! – Siguió la voz al otro lado del teléfono. – Jade se está duchando. Podemos hablar mientras termina. Tengo tantas ganas de conocerte en persona...
- Ejem... lo siento, pero creo que no te conozco.
- Soy Alyssa, la hermana de Jade. – Dijo la pre adolescentes .
- Ah, la hermana de Jade. No sabía que tenía una hermana...
- Sí. Soy su media hermana, por parte de mama Lindsay, pero no importa. Jade es la mejor hermana del mundo, cuando tiene su buena ración de mayonesa en el cuerpo.
- Sí, bueno. Ya he visto lo adicta que es al condimento.
- ¿Sí? Bueno, aquí viene. Le diré que se ponga.
- ¿Quién es? – Oyó que hablaba Jade a Alyssa.
- Es Tori, la chica por la que no dejas de suspirar. – Oyó que contestó la chiquilla.
- ¡Alyssa! ¡Déjate de bromas! – Oyó gritar a Jade. - ¿Hola? ¡No hagas caso a lo que dice este diablillo! ¡Son todo mentiras! – Oyó a Jade dirigiéndose a ella.
- Pues dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. – Contestó Jade riéndose.
- ¡Pues esta no es una niña es una pre adolescente tiene 12 ! – Gritó Jade amenazando a Alyssa con el dedo.
- Ayer me dijo que no podía vivir sin ti.- Oyó Tori a la niña.
- ¡Quitaye del teléfono! – Dijo Jade a su hermana. - ¡Como no te comportes te castigo sin postre!
- Para lo mal que cocinas... – Tori oyó decir a lo lejos a Alyssa. – Me iré para dejarlas a solas. No quiero ver cómo practicas sexo telefónico...
- ¡Alyssa! – Amenazó Jade. - ¡No te rías, Tori! – Dijo dirigiéndose a su prometida. - ¿Para qué has llamado?
- Verás. – Dijo Tori aún riéndose de imaginarse a Jade toda colorada como un tomate después de lo que había dicho Alyssa. – El sábado que viene se estrena mi última película, y me gustaría que me acompañaras.
- La verdad es que no me apetece. – Dijo Jade con total seriedad.
- Mira, Jade. Ya te dije que tendremos que aparentar ser una pareja normal. Parecerá muy raro que no te presentes conmigo.
- Lo siento, pero no quiero ir. Aparte de que no me gustan tus películas – esto dolió mucho a Tori – no quiero que vuelvas a besarme.
- Si no sales conmigo volverán a perseguirte para preguntarte por qué no viniste. Te harán la vida imposible.
- Ya me las apañaré.
- No lo creo. Son muy persistentes cuando huelen la presa. Créeme cuando te digo que lo mejor que puedes hacer es salir conmigo. ¿Recuerdas cuando estuve saliendo con Cat?
Realmente, todo el mundo, incluso Jade, se había enterado del escándalo de Tori con la famosa diseñadora Cat Valentine. Era imposible no enterarse, pues los medios no dejaron de repetirlo hasta la saciedad. Jade ya se imaginó fotografiada incluso en la ducha.
Tori sabía que había dado con la fórmula de convencer a la oji gris. Por su parte, Jade empezó a pensar que quizás no era tan malo ir al cine. Hacía tiempo que no iba al cine... y las palomitas le gustaban...
– Te prometo que no volveré a besarte. – Dijo Tori para convencerla del todo.
- Mmm... ¿lo prometes? – Se aventuró la de ojos grises.
- Lo prometo. – Dijo la de ojos cafe, cruzando los dedos y sonriendo.
- Está bien. Iré.- dijo una muy resignada Jade
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