—¡Bárbara!.—Bryan comenzó a reírse contra mi cuello,veníamos del hospital y en cuanto entramos Mayra gritó mi nombre emocionada y a mi casi me da un infarto.—¿No fue el corazón lo que te operaron,no?.—negué divertida.—Oh,en ese caso,tranquila chica,solo soy yo algo las emocionada que de costumbre.—Bry se alejó para subir mis cosas al cuarto.—Veo mucha carga,me gusta.

—¿Tengusta que tu hijo vaya cargado como un burro?.—quiso saber Bryan.

—Mi hijo es un burro,no voy a oponerme a que haga las cosas propias de su especie.

—A veces pienso que no eres mi mamá.

—Que más quisiera yo.—contraatacó.—Ven,hice el desayuno.

—Pero yo no p...

—Sí si,ya lo sé,anoche estuvimos viendo la lista negra.

—¿La lista negra?.

—Así le decimos a la lista de cosas que te prohibieron comer o hacer los médicos.—cada segundo me arrepentía más de haber venido,no quería causarles tantas molestias.

—Ay no...—dije acercándome a la terraza,la mujer se había esmerado,la mesa estaba repleta de comida que tenía una pinta estupenda.—No debiste molestarte..

—Mi hijo me molesta,tú no.

—Me encanta llegar y que andes diciendo cosas tan lindas sobre mi.—dijo algo ofendido.—Toma.—me entregó mi teléfono.—Tienes mensajes de Luian.

—¿Y que dicen?.

—¿Y qué sé yo?.

—Pensaba que ya tenías tu Face ID registrado.—asintió como su cabeza.

—Pero no por eso voy a leer tus mensajes,¿o si?.

—Me encantará ver si piensas así cuando comiencen a discutir por tus pendejadas.

—Quizá sean las de ella.

—No,estoy segura de que van a ser tuyas.—comencé a reírme.

Fui al baño para lavarme las manos antes de sentarme a desayunar,me serví un vaso de agua y le di un trago largo,estaba bastante sedienta.

—¿Que harás con tu casa?.

—Dejarla ahi,¿por qué?.

—Curiosidad.

Ya,claro.

—Bueno,¿cuanto tiempo vas a quedarte?.

—Suena como si la estuvieras echando.

—Bryan,mejor coma que después se atraganta.—ella me miró de reojo.—En serio,es bien torpe comiendo.

—Suerte que ya ella anda loca conmigo ah con tanta mala publicidad que me andas haciendo ya habrías hecho que cualquier mujer se negara a estar conmigo.

—Incluso si ya se casaron,cualquier mujer se negaría a seguir contigo después de tener una charla bien seria conmigo,¿probamos?.—ambos me miraron.

—¿Por qué me miran?.

—Nada.—dijeron al mismo tiempo,que miedo.

—¿Cada cuanto visitas PR?.

—Hace mucho que no para por allá,estuve bastante ocupada con la universidad y el estudio,hasta hace muy poco mi abanico de libertades estaba bien reducido,los viajes por capricho no estaban incluidos.

—Ver a tu familia no es un capricho,Luian es otro pendejo.

—Lo es.—respondió Bry.

Seguimos desayunando mientras hablábamos de cosas que muchos considerarían simples pero que ayudaban bastante a conocer a las personas,jamás imaginé que conocer a mi suegra sería algo tan agradable,la gente cuenta verdaderas historias de terror cuando se trata de eso y me asustaba claro que quizá era así de simpática porque no tendrá que deshacerse de mi ya que es mi propio cuerpo el que me ataca desde dentro.

—Ey,te fuiste.—escuché la voz de Bry.

—¿Que decías?.

—Que tengo que salir,¿quieres venir?.

—¿No puede quedarse conmigo?.

—Lo que ella decida,ma',no puedo creer que tenga que pelear con los pendejos que quieren algo con ella y con mi propia mamá,¿que carajos les das ah?.—dejó un pequeño beso sobre mis labios.—¿Quieren algo?,tal vez pase por el mall.

—Tienes la lista ahí.

—No quiero ir a comprar ese tipo de cosas,es aburrido.

—Cancel,vaya con un espejo y se divierte viendo su cara de payaso.

Abrí los ojos algo sorprendida,la verdad no quería reírme pero estaban poniéndolo demasiado difícil.

—Iré contigo.—sonrió victorioso.

—¿Ves?,ella si me quiere.

—Cosa que no entiendo.—dijo con sinceridad.

Fui para la cocina y abrí el armario donde guardaban la medicación,me fijé en el recuadro que indicaba las pastillas que debía tomar y las cogí,llené un vaso de agua y fui tomándomelas,cerré los ojos al sentir el sabor.

—Que asco.—Mayra rió al escucharme.—Es terrible,y apenas estuvo sobre mi lengua unos segundos.

—No quiero sonar sucio pero parece que andas hablando de algo que no son tus pastillas.

—Purifica tú alma,siervo.—dije mientras iba por mi teléfono.—Gracias por el desayuno,estuvo muy rico.

—No hay de que,hija.—me sonrió.—Me la cuidas mucho,Bryan Rafael.

—¿Y a mi que me partan cinco rayos o como e'?.

—De seguro te esquivan.

—Vamos.—dije empujándolo hacia la salida cuando vi que estaba por formarle tremendo drama a su mamá.—Ella se mete mucho contigo,me encanta.

—¿Te encanta?.—me tomó por la cintura—Que mala eres conmigo,deberías protegerme.

—Después comenzará a insultarme también.

—No creo.

—¿No?,igual no lo haré,puedes tú solo,yo nunca pido ayuda.

—Teniendo al The Rock latino como hermano no falta te hace.—menudo apodo le fue a poner.—Pero ya me estoy poniendo bien duro,toca.—se estaba acomodando en el asiento así que me pareció buena idea meter mi mano por sus jeans hasta llegar al interior de su bóxer.—Barbie..—gimió.—No me refería a duro ahí.

—Oups...mala mia.—se mordió el labio.

—Ya,suéltalo.—arrugué la nariz.

—Tú si deberías purificar tu alma.—comencé a reír.—Ponte el cinturón,dale.

Como sabía que su intención era que lo soltara pues me tocó obedecer a su petición usando una sola mano.

—¿Serio?.—soltó una carcajada.—Puñeta,no hagas eso.—dejé de acariciarlo.

—Ta' bien.—respondí liberándolo.

Bajó su mirada.

—¿Qué andas mirando?.

—Que ahora si se puso duro.—apoyó su cabeza sobre el volante.—Volvamos.

—¿A la casa?.

—Sí.

—Maura preguntará porque volvimos.

—Pues le cuentas tu equivocación y ya.

—¿Qué?,no no no.—comenzó a reírse.—Bobo,casi me matas de la angustia.

—Mi mai no te ve como un angelito,baby,sabe que soy un bellaco e imagina que tú eres igual o peor así que...tranquila.

—No me tranquiliza para nada.

Arrancó y comenzó a conducir,al parecer debía ir con Darell,por un asunto de una canción que debía salir pronto.

Cuando llegamos a la casa de él me tocó bajarme porque decía que no iba a resolver nada hasta que pudiera abrazar a la nena que le robó a su pana.

Y como era de esperar,la visita se alargó.

(...)

Bryan tomó de más,al rato de llegar nosotros aparecieron Jon y Eladio y bueno,pueden imaginar la que se formó.

Por suerte con todas las vueltas que le di en el carro hasta que llegamos a la casa parecía estar algo mejor.

—Que rápido manejas.

—Tenía ganas de llegar,en un rato me toca medicarme de nuevo y después de hacerlo me iré a dormir.

—¿Estás cansada?.—asentí con mi cabeza.—Bueno,primero debes cenar.

—Dale,tú primero debes darte un baño.

—¿Vamos juntos?.

—Dale,puede que me haga sentir mejor.

—¿El baño o yo?.—me abrazó por detrás en lo que subíamos las escaleras.

—Cochino.
••••
JAJAJAJAAJAJAJ MAYRA. 😂