En una tienda de bebés, JiMin y YoonGi estaban absortos en su búsqueda de los artículos perfectos para el bebé Kim. JiMin, con su cabello castaño y ojos avellana llenos de emoción, sostenía unos lindos zapatos de bebé.

— ¡Hyung! ¡Mira, es tan lindo! — Gritó JiMin, sus ojos brillando con entusiasmo.

— Sí, Minnie — Respondió YoonGi con una sonrisa, su cabello azul destacando entre la multitud del centro comercial.

Ambos habían decidido pasar la tarde en el centro comercial, comprando artículos para el bebé que estaba por llegar. Ya habían comprado un pequeño traje de sirena para Ara y ahora buscaban algo para el pequeño conejito. La tienda estaba llena de colores pastel y suaves melodías de cuna, creando un ambiente de anticipación y ternura.

— ¿Cuál es mejor, el rojo o el negro? — Preguntó, perdido en sus pensamientos mientras miraba unos pequeños calcetines.

— Minnie, solo lleva ambos — Respondió YoonGi, sonriendo al ver la indecisión de su pareja.

— ¡Sí! ¡Es una gran idea! — JiMin sonrió ampliamente, tomando ambos pares de calcetines — Recuerdo que la última vez que vino JungKook compró casi la mitad de las cosas de la tienda — Rió, recordando la escena con diversión.

— Sí, y TaeHyung le gritaba que no lo hiciera. Terminaron teniendo un gran armario para el bebé — YoonGi imitó a JungKook, tomando un mameluco y examinándolo — ¡Me llevo este, Minnie! — Sonrió y se lo lanzó a JiMin, quien lo atrapó con una risa.

"Tengo un estilo como mi tío" decía el mameluco. JiMin simplemente puso los ojos en blanco y sonrió, apreciando el sentido del humor de YoonGi.

Pagaron sus compras y salieron de la tienda, entrelazando sus manos con felicidad y sintiendo la anticipación crecer en sus corazones. De repente, el teléfono de YoonGi sonó. En la pantalla aparecía el nombre de SeokJin. Respondió la llamada y estaba a punto de hablar cuando escuchó la voz frenética al otro lado de la línea.

— ¡YoonGi! ¡Trae tu trasero y el de JiMin aquí! ¡TaeHyung va a dar a luz en cualquier momento! ¡Sí, llamé a JaeHwan antes de llamarte y él viene! ¡NamJoon y JungKook están preparando la bañera de parto! HoSeok se desmayó! ¡SunMi se está ocupando de Ara y yo estoy jodidamente en pánico! — SeokJin hablaba sin parar, su voz llena de urgencia y nerviosismo.

— ¡Woow, espera, Hyung! ¡Ya vamos! — Dijo YoonGi, tratando de calmar a SeokJin, aunque JiMin lo miraba con los ojos muy abiertos, reflejando la misma sorpresa y preocupación.

— ¿Hyung? — Preguntó JiMin, sintiendo una mezcla de emoción y miedo.

— TaeHyung está dando a luz — Dijo, y ambos se miraron por un segundo antes de salir corriendo del centro comercial, sus corazones llenos de anticipación y preocupación por lo que estaba por venir.

TaeHyung sostuvo su vientre con una mueca de dolor. La tensión en la sala era palpable.

Todos estaban reunidos en la sala de la pareja Kim cuando la fuente de TaeHyung se rompió mientras estaba sentado en el sofá. Los rostros de sus amigos se llenaron de preocupación y acción inmediata. JungKook, alarmado, corrió para buscar la tina de parto y la instaló en una habitación vacía que apenas tenía una cama. NamJoon, siempre eficiente, lo ayudó a preparar todo rápidamente.

— ¡Rápido, necesitamos prepararla! — Exclamó JungKook mientras colocaban la tina, sus manos temblorosas traicionando su urgencia.

HoSeok abrió el grifo para llenar la bañera con agua tibia, su rostro mostrando una mezcla de concentración y ansiedad. SeokJin estaba al lado de TaeHyung, quien se aferraba a la camisa de su hermano durante otra contracción que le arrancaba un grito ahogado.

— Se acabará pronto, Tae. Sé fuerte — Le dijo SeokJin, su voz llena de ternura mientras acariciaba el costado de su hermano.

— ¡JUNGKOOK! — Gritaba TaeHyung sollozando, sus contracciones eran cada vez más frecuentes, apenas con tres o cinco minutos de diferencia. JungKook regresó apresurado y lo levantó en brazos.

— Pronto pasará, amor, no te preocupes. Estoy aquí — Dijo JungKook mientras lo llevaba con cuidado a la habitación, con SeokJin siguiendo de cerca. Su voz suave contrastaba con la urgencia de sus pasos.

Al entrar, HoSeok habia terminado de llenar la tina y salió a buscar toallas y otros suministros según las indicaciones de JaeHwan por teléfono. La habitación, aunque sencilla, se había convertido en un centro de actividad frenética y cuidadosa.

— Hyung, quítale los pantalones — Ordenó JungKook, sosteniendo a TaeHyung que parecía aturdido por el dolor. La urgencia en su voz era palpable, reflejando su deseo de aliviar el sufrimiento del rubio.

SeokJin rápidamente le quitó los pantalones y JungKook lo colocó de espaldas en la tina. Conocía bien a su pareja y sabía que se sentiría expuesto sin camisa, así que le dejo la que traía puesta.

HoSeok y NamJoon organizaban las cosas en una mesa cercana. Ambos se sentaron en la cama, sus rostros mostrando preocupación y ansiedad.

JungKook, arrodillado a un lado, apartaba el cabello del rostro de TaeHyung con manos temblorosas pero firmes.

— ¡Estamos aquí! — JiMin y YoonGi llegaron corriendo, dejando sus compras en la sala sin prestarles atención. Sus rostros reflejaban una mezcla de preocupación y alivio por haber llegado a tiempo.

TaeHyung se sujetaba el vientre y lloraba en voz alta. SeokJin y JiMin corrieron hacia él, preocupados y tratando de consolarlo.

— Tae, eres fuerte. Estarás bien — Le animó JiMin, a lo que TaeHyung respondió con una débil sonrisa, sus ojos llenos de lágrimas pero también de determinación.

JaeHwan llegó pronto y revisó a TaeHyung, quien apretaba la mano de JungKook con fuerza cada vez que tenía una contracción. Los ojos del azabache estaban llenos de preocupación, observando cada movimiento de JaeHwan y tratando de consolar a TaeHyung con caricias y palabras suaves.

— Jin, puedes sentarte allí y dejarle más espacio — Sugirió, el nombrado asintió y se sentó junto a NamJoon, quien le dio un beso en la frente, un pequeño gesto de apoyo en medio de la tensión.

— H-Hyung, mis caderas se sienten pesadas — Gimió TaeHyung, frunciendo el ceño mientras una nueva ola de dolor lo sacudía.

— TaeHyung, inclínate hacia adelante de este lado y JungKook, masajea sus caderas — Indicó JaeHwan.

JungKook asintió y lo ayudó a a apoyarse en la tina mientras le acariciaba la espalda con movimientos suaves y constantes.

El agua tibia ayudaba a TaeHyung a relajarse, gimiendo suavemente mientras sentía el alivio temporal que le brindaba. JiMin tomó una toalla y la puso en la frente de TaeHyung, quien se relajó más bajo el toque y el agua tibia.

JaeHwan explicó que el agua tibia ayudaría tanto a TaeHyung como al bebé, reduciendo el estrés y la tensión muscular. Tras comprobar de nuevo, JaeHwan anunció que estaba casi listo para dar a luz.

— ¡Kookie, abrázame! ¡Es d-doloroso! — Sollozó TaeHyung ante otra contracción, su voz llena de desesperación y agotamiento.

JungKook sentía un profundo dolor al verlo sufrir, deseando poder mitigar su dolor. Las palabras de JaeHwan aliviaron su preocupación.

— JungKook, si quieres, puedes entrar y sentarte detrás de TaeHyung — Sugirió.

Ambos amantes se iluminaron con esta noticia, sintiendo un rayo de esperanza en medio del dolor.

El azabache rápidamente se quitó la camisa y, permaneciendo en sus pantalones cortos, se acomodó detrás de TaeHyung. JiMin y JaeHwan sostuvieron a TaeHyung hacia adelante mientras JungKook lo apoyaba en su firme pecho, envolviendo sus brazos alrededor de su amado.

— Pronto veremos a nuestro pequeño conejito, bebé — Le susurró al oído, su voz llena de amor y consuelo.

TaeHyung cerró los ojos, frunciendo el ceño ligeramente pero sonriendo, emocionado por ver a su bebé después de tanta espera. JungKook continuó diciéndole palabras dulces y alentadoras, llenas de promesas de un futuro juntos.

— Nuestro bebé será tierno y el más lindo, con las mejillas regordetas, manos pequeñas y tiernas, más lindas que las de attention seeker — Se burló JungKook de JiMin, quien sonrió al verlos reír, sintiendo un poco de alivio en medio de la tensión.

JungKook continuó masajeándole la cintura, sus movimientos llenos de amor y cuidado. SeokJin le dio a TaeHyung una bandana y se la puso en la cabeza, notando lo incómodo que se estaba poniendo con su cabello mojado y pegajoso. TaeHyung le agradeció con una sonrisa débil pero genuina, apreciando cada pequeño gesto de apoyo.

JungKook le sonrió y SeokJin le respondió con un beso en la frente. En medio de la tensa atmósfera de la habitación, SeokJin sentía un profundo orgullo por JungKook. No solo por su valentía en esta situación, sino también por su capacidad de mantenerse sereno y responsable.

TaeHyung, tumbado en la tina de parto, soltó un grito ahogado mientras otra contracción lo atravesaba. JaeHwan, el obstetra, se acercó rápidamente y comprobó la dilatación. Esta vez, el canal de parto estaba listo; el bebé estaba a punto de nacer.

Todos en la habitación se tensaron, la mezcla de nervios y emoción palpable en el aire.

— Relájate, bebé. Respira — Dijo JungKook, con una voz que intentaba ser calmante a pesar de su propia ansiedad.

— ¡JUNGKOOK! ¿C-CÓMO H-HAG... — Gritó TaeHyung, su voz quebrada por el dolor. Tomó las manos de JungKook, apretándolas con fuerza, buscando un ancla en medio de su tormenta.

— Puja, TaeHyung. Solo empuja — Ordenó JaeHwan con firmeza, su experiencia brillando en su tono autoritario.

— ¡¿Y QUÉ MIERDA CREES QUE ESTOY HACIENDO?! — Exclamó TaeHyung, lanzando una mirada furiosa a JaeHwan. Sin embargo, el obstetra se mantuvo imperturbable, enfocado en su tarea.

— No se preocupen, no importa lo que diga, es por el dolor — Explicó, mirando a los demás en la habitación, quienes asintieron comprensivamente.

El tiempo pareció ralentizarse. Cada segundo se sentía eterno mientras TaeHyung pujaba con todas sus fuerzas, su rostro contorsionado por el esfuerzo y el dolor. La habitación estaba llena de murmullos de aliento y suspiros contenidos, hasta que finalmente, después de lo que parecieron horas, el pequeño bebé emergió al mundo con un llanto fuerte y claro.

JaeHwan rápidamente agarró al bebé y lo sacó del agua, utilizando el aspirador nasal para limpiarle la nariz. El recién nacido lloraba con fuerza, sus pequeños pulmones anunciando su llegada.

— ¡Lo hiciste genial, bebé! — Exclamó JungKook, su voz llena de orgullo y alivio. Sus ojos brillaban con lágrimas no derramadas.

— ¡El bebé está aquí! — Gritó SeokJin alegremente, dando pequeños saltos de alegría.

— ¡Es un nene, miren que lindo!... Aunque con una sustancia extraña en él — Comentó JiMin, arrugando la nariz pero con lágrimas de alegría en los ojos. Era un momento que nunca olvidaría, haber sido testigo del nacimiento del hijo de su mejor amigo.

El bebé, aún llorando fuerte, fue envuelto con cuidado. JungKook miraba al pequeño con asombro, sus ojos muy abiertos y una sonrisa que no podía contener. TaeHyung, exhausto, jadeaba mientras trataba de recuperarse del esfuerzo.

— Jin, pon la toalla en el pecho de TaeHyung — Ordenó JaeHwan.

SeokJin, aún con lágrimas en los ojos, rápidamente colocó la toalla sobre el pecho de TaeHyung, quien apenas podía mantener los ojos abiertos. JaeHwan lavó la cara del bebé y luego sonrió a JungKook, extendiéndole las tijeras.

— Haz el honor, joven papá — Dijo con una sonrisa.

Los ojos de JungKook se llenaron de lágrimas mientras, con los labios temblorosos, cortaba el cordón umbilical. A su alrededor, NamJoon, SeokJin y JiMin aplaudían con entusiasmo, celebrando el momento.

— Felicidades, es un nene muy guapo — Dijo JaeHwan, colocando al bebé en el pecho de TaeHyung, quien lo abrazó con una brillante sonrisa en su rostro. JungKook se acercó, asegurando sus manos alrededor de ellos, consciente de la debilidad de TaeHyung.

— Shhh, bebé, appa está aquí — Susurró TaeHyung, intentando calmar al recién nacido mientras JaeHwan completaba el proceso de parto.

— Bienvenido, pequeño conejito. Soy tu papá — Murmuró JungKook, acariciando suavemente la mejilla de su hijo. No podía creer que finalmente estuviera en sus brazos.

Las lágrimas rodaban por las mejillas de JungKook mientras sollozaba de alegría. Era un momento que había soñado durante tanto tiempo, y ahora, finalmente, su hijo estaba aquí.

— Kookie, se parece más a ti — Dijo TaeHyung de repente, con una sonrisa radiante. Quería hacer que JungKook dejara de llorar y compartiera su felicidad. El azabache se sintió abrumado por el orgullo y el amor que sentía en ese instante.

Ambos miraron al bebé, sonriendo ampliamente. Los labios del pequeño hacían pucheros, su mejilla aplastada contra el pecho de TaeHyung y los ojos cerrados. Se veía tan tierno y frágil.

— Hicimos a este hermoso bebito — Dijo JungKook, aún incrédulo. Se volvió a enamorar en ese momento, prometiéndose a sí mismo que protegería a su hijo sin importar qué.

—Sí, lo hicimos — TaeHyung le sonrió, el mayor le devolvió la sonrisa y se inclinó para besarlo suavemente.

— Bien, chicos. Aquí está el certificado de nacimiento, necesitamos un nombre para el principito — Anunció JaeHwan, acercándose con los papeles en mano.

— Sí, necesitan ponerle un nombre al pequeño — NamJoon sonrió, su entusiasmo evidente.

— TaeHyung lo nombrará — Dijo JungKook con una sonrisa.

TaeHyung miró a su lindo hijo y sonrió, sabiendo exactamente qué nombre quería para su hijo.

— Jeon JeonGguk... Mi Gukkie...

El momento era perfecto, lleno de amor, alegría y la promesa de un futuro brillante para el pequeño Jeon JeonGguk.