JungKook gimió, frunciendo el ceño en sueños. Podía escuchar voces, eran las doce de la noche. Miró cuidadosamente a su lado y no vio a TaeHyung. Como un hábito, metió hábilmente su arma debajo de la cama y se dio la vuelta, apuntando hacia la puerta.

La habitación estaba en penumbra, con solo la luz de la luna filtrándose a través de las cortinas, proyectando sombras largas y misteriosas en las paredes. El silencio de la noche se rompió abruptamente.

— PUT THAT DOWN! PUT THAT DOWN MY HEARTE! — JungKook abrió los ojos como platos y vio a todos parados junto a la cama.

TaeHyung sostenía un pequeño pastel, claramente hecho en casa, con las palabras "Feliz cumpleaños Kookie" escritas en él con glaseado de colores. El olor dulce del pastel recién horneado llenaba la habitación, mezclándose con la fragancia de las velas que titilaban.

— Um... Está bien, actuaremos como si no nos hubiera apuntado con su arma — Dijo SeokJin, tratando de mantener la compostura mientras una sonrisa nerviosa cruzaba su rostro.

Asintieron y sonrieron nuevamente, gritando al unísono:

— ¡Feliz cumpleaños, Kook! ¡Te queremos!

JungKook los miró lentamente y su sonrisa de conejito apareció. Era la primera vez que le pasaba algo así. Antes, nunca celebraba su cumpleaños; cuando su Hyung lo intentaba, se negaba. Pero ahora, ver a todos sus amigos reunidos, sus rostros iluminados por la felicidad y el cariño, le llenaba el corazón de calidez.

— Me vi obligado a decirte que te quiero — Dijo YoonGi, caminando hacia JungKook con su típica actitud despreocupada — Te quiero, Bunny — Le susurró y cayó muerto en su cama — Swag out.

Miró a sus Hyungs, que solo se encogieron de hombros sonriendo. La habitación, aunque desordenada, estaba llena de una energía positiva que irradiaba de cada rincón.

— Hyung me dijo que no te gusta celebrar tu cumpleaños... Pero lo siento, Kookie, ¡ahora lo celebraremos todos los años! No todos los días alguien increíble, talentoso, guapo y asombroso...

— ¡Tae, lo tenemos! Estás asombrado y tan enamorado de thin lips — JiMin puso los ojos en blanco, mientras TaeHyung hacía un puchero, sus mejillas enrojecidas por la vergüenza y la emoción.

— Gracias... Estoy muy feliz — TaeHyung sonrió ampliamente y se acercó a JungKook, sus ojos brillando con una mezcla de alegría y amor — Jin Hyung y yo te hicimos este pastel — Se mordió el labio inferior, sus ojos desviándose hacia el pastel.

— Ahora, dejemos que Kook sople las velas y volvamos a nuestras habitaciones — Dijo SunMi, con una voz autoritaria pero cariñosa, mientras HoSeok la sostenía por la cintura.

JiMin les sonrió al ver lo desordenada que se veía la pareja, con marcas, labios hinchados y cabello desordenado. La visión le arrancó una risa suave.

— Feliz cumpleaños a ti — Cantaron juntos. Los ojos de JungKook brillaban, se sentía tan feliz. El eco de sus voces resonaba en la habitación, creando una melodía que se quedaría en su corazón para siempre.

Miraba a todos a su alrededor... Su familia, sonriendo y cantando feliz cumpleaños para él. Estar a su lado y hacerlo sentir especial y querido. Estaba destinado a nacer y tener a esa gente increíble a su alrededor.

— Vamos, Kook, pide un deseo — Dijo SeokJin, su voz suave y llena de ternura.

JungKook cerró los ojos y sonrió.

"Deseo que estemos juntos para siempre"

Abrió los ojos y sopló las velas, mientras todos aplaudían. El aplauso resonaba como un coro de felicidad, llenando la habitación de una energía vibrante. Tomó el cuchillo pequeño y cortó un pedazo de pastel para dárselo a TaeHyung primero, quien hizo lo mismo con él.

— Feliz cumpleaños, mi Kookie — Sonrió con cariño y le dio un beso. El contacto de sus labios era suave y lleno de promesas de amor eterno.

SeokJin arrulló su ternura. Todos comieron un pedazo de pastel, saboreando el dulce sabor.

— El pastel es muy delicioso, Hyung. Gracias — JungKook sonrió, su expresión reflejando una gratitud genuina.

— ¡Por supuesto que estará delicioso, lo hice yo! — Dijo SeokJin con descaro, pero terminó riendo y despeinó el cabello del menor, una muestra de su afecto.

— ¿Dónde están mis regalos? — Preguntó tímidamente, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y emoción.

— ¡Eso es para mañana! — Dijo NamJoon, guiñándole un ojo con complicidad.

JiMin sonrió y miró a TaeHyung, que ya se estaba sonrojando, sus mejillas teñidas de un rojo profundo.

— Despierta, despierta, cumpleañero — TaeHyung se sentó a horcajadas en el regazo de JungKook, besándole la cara y el cuello. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, iluminando sus rostros con un brillo cálido y dorado.

El azabache sonrió con los ojos aún cerrados y envolvió sus manos alrededor de la cintura del menor, haciendo que su cara aterrizara en su pecho. Podía sentir el latido del corazón de TaeHyung contra su piel, un ritmo constante y tranquilizador.

— Quedémonos así — Dijo JungKook con voz somnolienta y profunda, su aliento acariciando la piel de TaeHyung.

— Está bien — Sonrió TaeHyung y le besó el pecho, disfrutando del calor y la cercanía de su amado.

Ambos se abrazaron amorosamente, el silencio de la habitación solo roto por sus respiraciones suaves y sincronizadas. Pero permanecer demasiado sobre su vientre no era bueno para TaeHyung. El bebé aún era pequeño, y si se quedaba demasiado tiempo boca abajo, le dolía.

— Kookie, levántate ahora — Dijo moviéndose hacia él, tratando de no incomodarse demasiado.

— No...

— No puedo quedarme demasiado tiempo boca abajo.

JungKook entendió, abrió los ojos y lo arrojó a la cama con cuidado.

— Lo siento, amor. Olvidé que Junior J puede salir lastimado — Dijo culpable, y posó su cabeza sobre el vientre de TaeHyung, quien simplemente abrió las piernas y lo envolvió del torso — Oye bebé, ¿cómo estás ahí dentro?... ¿Qué? Tú también quieres comer de los panqueques de Appa — Levantó la camisa de TaeHyung y acarició su pequeño bulto, su voz llena de ternura y asombro.

TaeHyung sonrió. Jeon estaba siendo tan lindo, besando su vientre mientras hablaba con su bebé. Cada beso era una promesa de amor y cuidado.

— ¡Junior J, di feliz cumpleaños a Papá! — JungKook sonrió y puso su oreja en el vientre del menor como si realmente pudiera escucharlo hablando — ¡Gracias, conejito! — Chilló, dándole un largo beso en el vientre mientras TaeHyung se reía y despeinaba su cabello con cariño.

— Me gusta más conejito que Junior J.

— Me gustan ambos.

— ¡Vamos! Ya es la una de la tarde, levántate, te haré esos panqueques — Dijo sonriendo, sus ojos brillando con amor.

JungKook gritó un "Sí" y, con un último beso, bajó la camisa del rubio y se levantó. Le dio un beso en la barbilla y se fue al baño, sintiendo que este era el mejor cumpleaños de su vida.

JungKook cargaba una caja de refrescos mientras caminaba al lado de HoSeok, quien llevaba otra caja igual de pesada. Sus pasos resonaban en la calle, y la tensión en el ambiente era palpable.

— Hyung, ¿por qué tenemos que conseguir tantos refrescos y alcohol? — Se quejó JungKook, sintiendo cómo el peso de la caja empezaba a hacer mella en sus brazos.

HoSeok mostró sus hoyuelos al sonreír, respondiendo con entusiasmo:

— Vamos a hacer una fiesta, tonto.

Al abrir la puerta, JungKook se encontró con un coro de voces que gritaban al unísono:

— ¡SORPRESA!

El lugar estaba decorado con el color favorito de JungKook: negro y rojo. Globos y serpentinas colgaban del techo, y luces parpadeantes creaban un ambiente festivo pero íntimo. En un rincón, una mesa estaba repleta de comida y bebidas, y al centro, un gran pastel de chocolate esperaba ser cortado.

Entre los presentes, JungKook reconoció a los miembros de EXO y GOT7, todos sonriendo y felicitándolo. YuGyeom fue el primero en acercarse y abrazarlo con fuerza.

— ¡Feliz cumpleaños, Kook!

BaekHyun, con una gran sonrisa, se acercó para felicitarlo también.

— ¡Tienes un novio increíble! Y feliz cumpleaños, amigo.

JungKook, todavía sorprendido por la sorpresa, agradeció a ambos justo antes de que ChanYeol apartara a BaekHyun con una sonrisa juguetona.

—Bien, creo que es suficiente.

KyungSoo, con su habitual seriedad, le extendió la mano, formal pero amable.

— Feliz cumpleaños, Jeon.

JongIn, riendo, añadió mientras le daba una palmada en la espalda:

— Podrías haber sido menos formal, nene.

Los invitados continuaron felicitando a JungKook mientras la fiesta seguía su curso. TaeHyung se acercó a él cuando dejó la caja en la cocina, mirándolo con una expresión nerviosa.

— Entonces... ¿te gusta la fiesta? — Preguntó TaeHyung, sus ojos azules brillando con anticipación.

JungKook sonrió ampliamente, su corazón latiendo con alegría.

— ¡Por supuesto que me encanta!

TaeHyung rió entre dientes y lo abrazó con felicidad. Mientras tanto, en la sala, SeokJin miraba el pastel con incredulidad, sus ojos azules abiertos de par en par.

— ¿¡Es en serio!? — Preguntó estupefacto.

YoonGi, con su típico tono sarcástico, respondió mientras tomaba un sorbo de su bebida.

— Um, literalmente puedes verlo, viejo.

SeokJin, sin poder contenerse, lo estranguló suavemente mientras gritaba:

— ¡Claro que puedo, maldito abuelo!

YoonGi, siempre dispuesto a dramatizar, gritó fingiendo dolor:

— Oh, vaya, me estoy muriendo.

TaeHyung, intrigado por la conversación, se detuvo al ver el pastel.

— ¿Q-qué diablos es eso?

— ¿Pastel? — Respondieron SeokJin y YoonGi al unísono, intercambiando miradas cómplices.

— Woow... — TaeHyung suspiró, intentando procesar la extraña decoración.

TaeHyung se quejó, su tono subiendo un poco:

— ¡Hyung! ¡No es una fiesta de gánsters! ¡Claramente te dije un pastel de chocolate con 'Feliz cumpleaños JungKook' y hermosas decoraciones!

YoonGi se encogió de hombros, con una expresión de desdén.

— Primero, es una especie de fiesta de pandillas. Segundo, es un pastel de chocolate y, mira, aquí dice 'Feliz cumpleaños, JungKook'. Y tercero, nunca dijiste exactamente qué tipo de decoraciones.

— ¿Así que es mi culpa? — Replicó TaeHyung, fulminándolo con la mirada.

— A JungKook le gusta todo esto, así que le gustará este pastel, Tae. Ambos tienen la culpa por no haber sido claros.

YoonGi sonrió, finalmente cediendo.

— Lo siento, Hyung.

— ¡Hora de cortar el pastel!

Todos se reunieron alrededor de JungKook, quien, aunque se sentía un poco abarrotado, estaba feliz de tener a tanta gente celebrando con él. TaeHyung le entregó el cuchillo para cortar el pastel, sonriendo con orgullo.

JiMin, el último en acercarse, no pudo resistir la tentación de hacer una travesura y le tiró un poco de pastel en la cara.

— ¡Toma eso, thin lips!

JungKook, con los ojos llenos de sorpresa y un poco de crema, gritó:

— ¡JIMIN, MALDITO ENANO!

— ¡JiMin! ¡Qué vamos a comer ahora!

— Soy JiMin, siempre tengo un plan B. Hay otro pastel en el refrigerador.

Ara, riendo, observaba a sus graciosos tíos, fascinada por el caos que reinaba.

—Appa, ¿qué es maldito? — Le preguntó a SeokJin con inocencia.

— Um... es una mala palabra por ahora, pero cuando seas mayor será muy satisfactoria. Así que nunca la uses hasta que tengas dieciocho años, princesa. ¡NamJoon, es hora de la siesta de Ara!

YoonGi aplaudió lentamente, con una sonrisa traviesa.

— Vaya, el premio para el mejor padre es para Kim SeokJin.

NamJoon recogió a la pequeña, después de recibir una mirada mortal de SeokJin, y se dirigió a la puerta.

SeHun, con una sonrisa amplia, anunció:

—Bien, chicos, la niña ha salido, ¡que empiece la diversión!

Mark y YuGyeom subieron la música mientras BamBam y HoSeok comenzaban a bailar, sus movimientos sincronizados como si fueran una máquina de baile. TaeHyung, aprovechando el momento, tomó algunas fotos, riendo ante la escena.

El ambiente se llenó de energía. YoonGi estaba bebiendo mientras bailaba con HoSeok y SunMi, ambos riendo a carcajadas. SeokJin comía pastel con Jun-Myeon, mientras Min-Seok y Jong-Dae coqueteaban a un lado. En una esquina, JinYoung y YoungJae se besaban, mientras TaeMin y MinHo se daban pequeños trozos de pastel.

SeHun y LuHan bailaban juntos, sus movimientos suaves y coordinados. ChanYeol trataba de besar a BaekHyun, quien se resistía juguetonamente, y JongIn le daba a KyungSoo un baile erótico que provocaba risas y aplausos.

TaeHyung, al ver a JungKook estrangulando a JiMin, intervino rápidamente.

— ¡JungKook, déjalo!

JungKook, frustrado y agitado, estaba a punto de atacar de nuevo cuando TaeHyung lo detuvo y, con un gesto travieso, lamió la crema de su mejilla.

— No está mal — Le guiñó un ojo, provocando una sonrisa en JungKook.

Jeon, sin perder un segundo, tomó a TaeHyung por la muñeca y lo llevó a la cocina, inmovilizándolo contra la pared con una intensidad que hizo que TaeHyung contuviera el aliento.

— Lame — Ordenó señalando su barbilla.

TaeHyung, sonriendo, puso sus manos sobre los hombros de JungKook y lamió su barbilla, disfrutando de la sensación de su piel bajo su lengua. Con satisfacción, vio cómo JungKook cerraba los ojos y se mordía los labios. Pasó su lengua por el cuello de JungKook y lo chupó, luego le lamió los labios y estaba a punto de lamer su mejilla cuando el mayor lo agarró por la nuca y lo besó con avidez, sus labios encontrándose en un beso lleno de deseo.

En ese momento, Jong-Dae, que acababa de entrar en la cocina, exclamó con una mezcla de sorpresa y diversión:

— ¡Vine por comida y presencio porno en vivo!

La noche estaba en su apogeo y la música resonaba en la casa mientras las luces de colores parpadeaban al ritmo. En medio de la algarabía, YuGyeom obligó a JungKook a beber el cuarto vaso de alcohol, riendo con entusiasmo.

— ¡Vamos, Kook, es tu cumpleaños! — Se rió YuGyeom entre dientes, bebiendo más de su propio vaso.

JungKook se alejó de allí, sintiendo el calor del alcohol en su garganta y el ligero mareo en su cabeza. Observó a TaeHyung, que estaba riendo y hablando animadamente con BaekHyun. Frunció el ceño, pero no dijo nada, dejando que la sensación de celos se desvaneciera en la multitud.

— Vamos, Kook, no es tan difícil. Solo haz tu mejor esfuerzo — Le dijo YoonGi dándole una palmada en la espalda.

— Sí, Hyung — Respondió JungKook, aunque una ola de nerviosismo lo invadía. No sabía por qué, pero estaba muy nervioso, como si algo pudiera salir mal. ¿Y si TaeHyung no era feliz?

La fiesta ya estaba acabando, la gran mayoría ya se había dirigido a su respectivo hogar. JungKook entró en la sala y vio a TaeHyung recogiendo algunas tazas dispersas por la fiesta.

— Nene, deja todo. Voy a llamar a alguien para que lo limpie mañana. Ve a dormir — Le dijo JungKook, envolviéndolo en un abrazo y acariciando suavemente su vientre.

— Está bien — Respondió TaeHyung, sintiendo el calor de las manos de JungKook sobre su piel.

— Voy a tirar esto. Ve a darte una ducha — Añadió JungKook. No quería verlo desnudo en ese momento; sabía que no sería capaz de controlarse.

TaeHyung asintió y subió las escaleras con pasos rápidos y nerviosos. Se dio una ducha rápidamente, dejando que el agua caliente relajara sus músculos tensos. Estaba tan feliz de haberse despertado esa mañana que incluso había tenido tiempo de afeitar sus perfectas piernas largas y bronceadas.

Salió del baño envuelto en una bata de baño, con el cabello todavía húmedo. JungKook le sonrió antes de entrar al baño para darse una ducha rápida.

— Rápido, TaeHyung — Murmuró mientras se cambiaba de ropa, sacando cuidadosamente las cosas que había preparado y poniéndolas sobre la cama. Estaba nervioso pero emocionado al mismo tiempo, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su pecho.

Se sentó sobre sus piernas en la cama y miró de reojo el espejo. Se veía ardiente como el infierno, pensó. JungKook iba a perder el control de verdad.

En el baño, JungKook se miraba en el espejo después de bañarse, sus pensamientos revoloteando en su mente.

— ¿Por qué estoy nervioso? — Gimió, tironeando su cabello — Déjalo ser, lo haré en otro momento... ¡Oh no, quería hacer esto en mi cumpleaños porque el suyo está muy lejos!

Se revolvió el cabello y se puso el pantalón de chándal. Miró su mano, tratando de calmarse.

— Adelante Jeon JungKook. Eres un hombre — Exhaló profundamente y abrió la puerta del baño — TaeHyung, tenemos que hablar.

Encontró la habitación a oscuras y buscó a TaeHyung con la mirada.

— ¿Tae?

— S-sí — Respondió TaeHyung desde la oscuridad, frunciendo el ceño.

— ¿Por qué está oscura la habitación?

— ¿De qué quieres hablar? — Preguntó TaeHyung, su voz temblorosa pero curiosa.

JungKook pensó que era el momento adecuado para ser honesto y abierto. Podía ver la figura de TaeHyung en la cama; no estaba tan oscura. Se arrodilló junto a él, sintiéndose un poco más confiado. ¿Quién creería que JungKook estaba nervioso?

— TaeHyung, no sé por qué estoy nervioso por esto cuando puedo ver que estás feliz ahora. Todavía tengo miedo de perderte. Te amo tanto, Kim TaeHyung. Eres perfecto sin importar qué, me hiciste suave, me haces sonreír, haces que mi corazón palpite más rápido con solo una pequeña sonrisa tuya. Me das tanta felicidad y ahora me la estás dando doble llevando a nuestro bebé. Estoy agradecido contigo, TaeHyung, realmente agradecido. Alejas toda la oscuridad de mí, eres mi ángel, mi escape. Me completas — Sonrió con su corazón latiendo más rápido — Recuerdo que un día te dije que le daría un nombre a esta relación, pero solo cuando estuvieras listo. Sé que es demasiado pronto para el matrimonio, no puedo estresarte con el matrimonio y todo durante tu embarazo... Tú... — JungKook sacó el anillo y encendió la luz — Kim TaeHyung, ¿serás mi... prometido?

Sus ojos se agrandaron ante lo que estaba viendo.

— S-sorpresa, amo — Dijo TaeHyung mientras lágrimas de emoción rodaban por sus mejillas.

Los ojos de JungKook se clavaron en TaeHyung durante unos segundos, observando con mucha atención lo que estaba usando: una lencería blanca, medias blancas que llegaban por encima de sus rodillas y se conectaban a una correa alrededor de sus muslos, y un sujetador blanco. El contraste de su piel bronceada con el blanco de la lencería era electrizante. JungKook se endureció más cuando sus ojos alcanzaron el collar con la palabra "gatito" escrita en él.

— Tae — Tragó saliva, tan conmocionado que el anillo se le cayó de las manos.

— ¡No sueltes mi anillo! — Frunció el ceño, levantándose de la cama y arrodillándose en busca de la cajita.

JungKook siempre se había sentido bendecido, pero en ese momento no podía dejar de agradecer por todo en su vida, presenciando a TaeHyung tan jodidamente sexy sin darse cuenta de que el mayor estaba babeando por su cuerpo y por la forma en que su trasero sobresalía en esas bragas.

— ¿En serio? — Se levantó TaeHyung, sonriendo ampliamente — ¿Por qué estabas nervioso? ¡Por supuesto que sí!

Le dio el anillo a JungKook.

— ¡JungKook! — Agitó su mano frente a él.

— ¿S-sí?

— Dije que sí — Sonrió TaeHyung.

— ¿De verdad?

TaeHyung asintió. JungKook sonrió ampliamente y empujó el anillo en el anular del menor, sintiendo una oleada de alivio y felicidad.

— Es hermoso — Sonrió TaeHyung, mirando su anillo. Estaba tan feliz de estar finalmente comprometido con su amor.

— Yo también tengo un anillo — Dijo JungKook, sacando el otro anillo de su bolsillo. TaeHyung lo tomó felizmente e imitó la acción de Jeon.

— Te amo — Dijo TaeHyung, besándolo y luego abrazándolo con fuerza, sintiendo que todo en su vida estaba en su lugar.

JungKook le devolvió el abrazo, acariciando la espalda de TaeHyung y susurrando suavemente:

— Yo también te amo.

La noche continuaba afuera, pero en esa habitación, el tiempo parecía haberse detenido, capturando un momento de pura felicidad y amor compartido.