Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Ꜥꜥֶָ֢⛓️ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 28

La noche era tranquila en la casa Kim. La luna brillaba a través de las ventanas, proyectando sombras suaves en las paredes. TaeHyung y JiMin estaban profundamente dormidos cuando un llanto lejano rompió el silencio. JiMin, medio despierto, se acurrucó más en su almohada, tratando de ignorar el sonido.

— Hmm... Tae, el bebé está llorando — Gimió JiMin, su voz llena de somnolencia.

El llanto se hizo más fuerte, resonando en la oscuridad de la habitación. TaeHyung, todavía medio dormido, trató de aferrarse a los últimos vestigios de su sueño.

— ¡Tae, el bebé! — Exclamó, sacudiendo perezosamente a TaeHyung, sus ojos aún cerrados.

TaeHyung, entre sueños, protestó:

— ¿Qué bebé, idiota? ¡Aún no ha nacido! — Se giró para acurrucarse contra JiMin, intentando encontrar consuelo en su calor.

El castaño gimió de nuevo y, entrecerrando los ojos, miró hacia la puerta. Allí, en el umbral, una figura estaba de pie, apenas visible en la penumbra. La luz del pasillo se filtraba, iluminando tenuemente la silueta.

— TaeHyung, la mucama está en la puerta — Dijo, rascándose la mejilla y bostezando.

TaeHyung, aún somnoliento, se molestó:

— JiMin, no tenemos ni un bebé ni una mucama — Se levantó bruscamente y miró a su amigo, cuyos ojos se agrandaron al señalar la puerta.

— E-entonces, ¿quién...? — Miró a TaeHyung con miedo. Ambos se agarraron de la mano rápidamente, sus corazones latiendo acelerados y gritaron al unísono, el miedo palpable en sus voces.

La figura se acercó y, de repente, las luces se encendieron, revelando a SeokJin con un hanbok rojo brillante.

— ¿Por que están gritando? ¡Mi hanbok no esta tan mal! — Exclamó SeokJin, visiblemente ofendido.

JiMin suspiró, aliviado y exasperado a la vez, mientras trataba de calmar sus nervios.

— ¡Qué demonios, Hyung! ¡Casi tuvimos que saltar por la ventana! — Dijo, tratando de recuperar el aliento.

— ¿Por qué estás usando un hanbok, Hyung? — Preguntó TaeHyung, mirándolo con incredulidad.

Justo en ese momento, un nuevo llanto resonó en la habitación, aumentando la tensión.

— ¡Un fantasma! — Gritó JiMin, desesperado.

— ¡JiMin, deja de gritar! — Dijo SeokJin, golpeándolo en la cabeza para que se calmara.

— Pe...

Antes de que pudiera terminar, una voz fuerte se escuchó desde el balcón.

— ¡TaeHyung! — Era JungKook, quien irrumpió en la habitación con una expresión de preocupación, llevaba su cabello azabache desordenado.

Antes de que SeokJin pudiera reaccionar, la puerta de la habitación se abrió de golpe.

— ¡Jinnie!

— ¡Minnie!

Todos se miraron entre sí, confundidos y alertas. Los ojos de SeokJin se agrandaron al ver lo que los recién llegados estaban sosteniendo.

— ¿¡Por qué diablos tienen armas!? — Gritó, señalando las pistolas que NamJoon y YoonGi sostenían.

— ¿Por qué estás usando un hanbok? — Preguntó YoonGi, bajando su arma. Su cabello azul contrastaba con sus ojos avellana, que brillaban con curiosidad y un toque de diversión.

— ¡Mi abuelo preferido! ¿Algún problema? — SeokJin puso sus manos en las caderas, desafiandolo.

— ¿Por qué estaban gritando? — Preguntó NamJoon, entrando en la habitación. Su cabello gris estaba desordenado y sus ojos avellana mostraban una mezcla de confusión y preocupación.

Los ojos de JungKook estaban fijos en TaeHyung, quien jugueteaba nerviosamente con sus dedos, claramente incómodo con toda la situación.

— Había un bebé llorando, luego apareció una mucama... — Empezó a explicar JiMin.

— ¡No soy mucama! — Protestó SeokJin, ofendido.

— Gritamos, luego Hyung encendió la luz, luego otra vez llanto de bebé y gritamos de nuevo — Continuó JiMin, tratando de resumir la confusión mientras sus ojos se movían de un lado a otro, buscando algún tipo de confirmación en las caras de sus amigos.

De repente, se escuchó un grito desde el pasillo:

— ¡Chicos, escondan el plástico!

NamJoon y JungKook ocultaron rápidamente lo que estaban sosteniendo, tratando de evitar más preguntas. Poco después, HoSeok entró en la habitación, llevando a Ara en sus brazos. Su cabello negro estaba ligeramente despeinado y sus ojos avellana reflejaban preocupación.

— ¡Oh, mi bebé! ¿Por qué llorabas? — Dijo SeokJin, rápidamente tomando a la niña y besando su mejilla regordeta con ternura.

— Yew, déjame — Protestó la niña, haciendo un puchero adorable.

— Oh, lo siento, princesa. Solo vine a despertar al tío Minnie y Tae... — Hizo un puchero con los labios y la niña rió, picoteando su labio con sus pequeños dientes.

— Aww — Dijeron todos al unísono, derritiéndose por la ternura del dúo.

— ¡Hyung, déjame cargarla! ¡Por favor! — Pidió TaeHyung, sonriendo ampliamente mientras se dirigía hacia la niña — Hola, Ara, soy el tío Tae, ¿Serás mi amiga? — Preguntó, mostrando su característica sonrisa cuadrada que siempre lograba desarmar a todos.

Ara pensó por un momento y, al recibir un asentimiento de SeokJin, estiró sus pequeños brazos para que TaeHyung la tomara con gusto. TaeHyung la levantó con cuidado, riendo mientras ella jugueteaba con su cabello rubio.

JungKook observó la escena con una sonrisa, feliz de ver a TaeHyung tan contento con Ara.

— ¿Entonces por qué te vistes así? — Preguntó HoSeok, riendo antes de recibir un golpe en la cabeza por parte de SeokJin, quien lo miró con severidad.

— Después de dejar a TaeHyung y JiMin en casa, fui por Ara. Olvidé por completo que me estaba esperando, así que para disculparme, le pregunté qué quería — Explicó SeokJin, mirando a la niña con cariño mientras ella jugaba con los volantes de su vestido rojo.

— Déjame adivinar, ella quería que ustedes dos se vistieran como la realeza coreana — Dijo NamJoon, adivinando correctamente mientras sus labios esbozaban una sonrisa divertida.

— Sí — Admitió, suspirando.

— ¿Entonces era ella la que lloraba? — Preguntó JiMin, tratando de entender toda la situación.

— Sí, ella entró corriendo en la casa y se resbaló. Le dije que esperara abajo mientras buscaba las curitas y pensé en despertarlos a ustedes también — Dijo, encogiéndose de hombros con resignación.

— Tae, no deberías cargarla, es demasiado pesada para ti — Dijo JiMin, rápidamente alejando a la niña de TaeHyung, quien hizo un puchero, visiblemente descontento.

— ¡Devuélvele a Ara, enano! — Ordenó JungKook, mirando a JiMin con una expresión seria.

— No lo haré, thin lips — Respondió, devolviéndole la mirada desafiante antes de que YoonGi pudiera intervenir.

— Me voy a cambiar, ustedes la cuidan. NamJoon, YoonGi y JungKook, tenemos que hablar sobre sus 'plásticos'. Así que esperen — Dijo SeokJin, dejándolos allí y caminando con elegancia hacia su habitación.

TaeHyung estaba alimentando a Ara un poco lejos del grupo, mientras los demás se reunían frente a SeokJin y JiMin, tratando de resolver la confusión.

— ¿Entonces? — Preguntó el mayor, esperando una explicación mientras cruzaba los brazos y miraba a los tres con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

— Creo que SunMi me llamó — HoSeok se levantó rápidamente, intentando escapar de la situación.

— Será mejor que pongas tu trasero en el sofá, Hobi — Dijo SeokJin, sonriendo de manera no tan agradable. HoSeok tragó saliva y se sentó de nuevo, haciendo pucheros, resignado.

— ¡Está bien! ¡Te lo digo! — NamJoon revolvió su cabello, resignado a explicar.

— ¿¡De verdad!? — Preguntó HoSeok, sorprendido por la sinceridad de NamJoon.

— Tenemos armas porque... — NamJoon se preparó para dar una explicación convincente — ¡Por nuestra seguridad! Sabes que no es seguro, así que es solo por nuestra seguridad. Y al escucharlos gritar, corrimos aquí. Eso es todo — Suspiró, aliviado por su mentira, que no era del todo falsa.

— Está bien — Respondió SeokJin, finalmente relajándose — ¿Y tú por qué entraste desde el balcón? ¿Lo hiciste antes? — Preguntó, mirando a JungKook con sospecha.

— Pensé que era una forma más rápida, y quizás antes lo haya hecho — Respondió el azabache, sin rodeo alguno.

— ¿Qué quieres decir con quizás?

— Jinnie déjalos, son jóvenes — NamJoon intervino suavemente, esperando no recibir un golpe por parte de su pareja.

JungKook se encogió de hombros, evitando la mirada inquisitiva de SeokJin, mientras se dirigía a ayudar a TaeHyung con Ara, dejando la conversación inconclusa.

— ¡Di "ahhh", linda! — Dijo TaeHyung con una risa contagiosa, provocando que JungKook sonriera ampliamente — K-Kookie... — Balbuceó, avergonzado, mientras JungKook lo miraba con cariño.

— Bunny~ — Soltó Ara con ternura, tomando la mano de JungKook con delicadeza y afecto, como si fuera un juego natural entre ellos.

— ¿Qué diablos acaba de decir? — Exclamó SeokJin, visiblemente molesto, observando la escena con ceño fruncido.

— Appa, Bunny~ — Ara repitió con una risa nerviosa, aferrándose a JungKook.

Jeon, por lo general reservado y distante con los niños, no podía evitar sonreír ante la inocencia y la ternura de Ara. Aunque intentara asustarla, ella solo reía, lo cual le sacaba una sonrisa genuina y cálida.

— ¿Por qué lo llamas Bunny? — Preguntó SeokJin entre dientes, tratando de ocultar su preocupación detrás de una fachada de seriedad.

— H-Hyung, cálmate, es solo que JungKook parece un conejito — Se apresuró a explicar TaeHyung, evitando la mirada directa.

— ¡JungKook, vamos, tenemos que irnos! — Gritó NamJoon desde el otro lado de la habitación, revisando su teléfono con urgencia.

— Cuídate — Dijo JungKook, besando a TaeHyung antes de alejarse hacia NamJoon, quien sonreía ampliamente mientras abrazaba amorosamente a su hija.

— Definitivamente es la princesita de papá — Comentó SeokJin con una sonrisa, admirando la escena con afecto paternal.

— Entonces, ¿cuándo nos casamos? — Bromeó NamJoon, moviendo las cejas juguetonamente hacia SeokJin.

— ¡Idiota! — Protestó, sonrojándose ligeramente, pero su tono revelaba más diversión que verdadero enojo.

Ara, una niña pequeña de ojos grandes y llenos de lágrimas inminentes, preguntó con voz temblorosa:

— ¿Está bien el tío Tae?

— Sí, princesa, él está bien. Solo un poco enfermo, nada de qué preocuparse — SeokJin, le respondió suavemente mientras le frotaba la espalda en un intento de consolarla.

Dirigió una mirada rápida y preocupada hacia TaeHyung, que parecía debilitado. Volviéndose hacia JiMin, agregó:

— JiMin, cuida de ella.

JiMin asintió, observando cómo SeokJin ayudaba a TaeHyung a levantarse y dirigirse lentamente hacia el baño. Ara, curiosa, miró a JiMin con expectación, el chico le sonrió tímidamente, nunca antes había estado a solas con un niño y se sentía un poco nervioso.

— Hey — Saludó con una sonrisa tímida, tratando de ocultar su incomodidad.

Ara soltó una risita y, con una voz juguetona, dijo:

— No voy a comerte.

Se rió y agarró las manos pequeñas de JiMin. Él la levantó con cuidado y la colocó sobre su cadera, sorprendiendo a ambos con la facilidad con la que se adaptaban el uno al otro.

— ¡Awww, eres tan linda! Mira estas lindas mejillas regordetas — Comentó, sonriendo con los ojos mientras pellizcaba suavemente sus mejillas rosadas.

Ara, con una sonrisa traviesa, replicó:

— Yew, eres tierno, mucho, tío Minnie.

Mientras tanto, en el baño, TaeHyung se dejó caer en el asiento del váter después de bajarlo, soltando un suspiro pesado.

— Estoy cansado, Hyung — Confesó TaeHyung, sintiendo el agotamiento en cada fibra de su ser.

SeokJin, que le frotaba la espalda con suavidad, respondió con un tono comprensivo:

— Deberías acostumbrarte a vomitar en cualquier momento, Tae.

TaeHyung asintió débilmente, aunque la preocupación seguía nublando sus pensamientos.

— Sí... pero si JungKook lo nota, se preocupará — Murmuró. No estaba listo para enfrentar la reacción de JungKook, temía que pudiera rechazarlo o algo peor.

En su mente, recordó los días en que tenía solo dieciséis años y se enteró de su embarazo. Esos momentos de soledad se habían convertido en su único refugio, donde su bebé no nacido era su único consuelo. Para muchos, él era apenas un niño en ese entonces, pero para TaeHyung, su bebé había sido su sustento, su luz en medio de la oscuridad.

Había decidido que nunca culparía a su bebé. Lo protegería con todo su corazón, porque no era culpa del bebé que todas esas cosas estuvieran sucediendo.

Sin embargo, la pérdida de su bebé había destrozado su mundo. Ya no podía encontrar consuelo al acariciar su vientre; nada se movía dentro de él, no tenía con quién hablar. Incluso había intentado suicidarse, sumido en la desesperación, pero SeokJin lo había salvado en el último momento. Ahora, dos años después, estaba agradecido de poder experimentar nuevamente esos sentimientos de esperanza y amor.

— Hyung te protegerá esta vez — Murmuró SeokJin, acariciando su vientre con una sonrisa llena de determinación.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro