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Extra - Pacífica

No soy de poner notas al principio de la publicación, pero siempre hay una primera vez para todo (?)

A lo que iba, este extra no afecta la trama principal, así que es totalmente opcional y únicamente si quieren saber un poco más de la relación entre Mabel y Pacifica.

¡Disfruten!

18 de febrero.

Entendía a la perfección a William. Los Gleeful realmente tenían su encanto.

—¿Hoy también saldrás? —preguntó Gideon entrando a la habitación, sentándose en mi cama.

—Sí... —respondí distraídamente sentada frente a mí tocador, poniendo algo de rímel en mis rubias pestañas.

—¿Te estas maquillando? —preguntó sin tratar ni un poco de esconder la sorpresa en su voz.

—¿Tú crees? —respondí algo sarcástica y solté una pequeña risa—, voy a salir, además es sólo un poco de rímel, y ya te expliqué que si no me lo pongo mis pestañas no se ven Gideon, no es para tanto —sentía que estaba tratando justificarme, pero no tenía nada de malo arreglarme un poco para salir.

—¿Y el delineador y todo el maquillaje de ojos qué? —preguntó alzando una ceja.

—Ya no soy una niña Gideon, creo que no tiene nada de malo querer lucir bien —respondí un poco a la defensiva.

—Nunca dije que lo tenía —sonrió algo divertido con mi reacción y continuó—: ¿iras a una cita? —me estremecí.

—No —dije, no contaba exactamente como una cita, ¿o sí?

—Saldrás con Mabel —dijo más como una afirmación que como pregunta, y mi corazón dio un vuelco.

—Sí —respondí tratando de no delatar todo lo que sentía por dentro sólo con escuchar su nombre en mi voz.

—Supongo que nada de lo que te diga te hará cambiar de opinión, ¿cierto? —preguntó.

—No es tan mala como parece —contesté encogiéndome de hombros—. En realidad, es bastante divertida y... —sonreí inconscientemente—, adorable cómo ella diría.

—Te gusta —sentenció.

Que me gustarán tanto hombres como mujeres no era un secreto en la familia, fue en parte gracias a eso -en realidad fue porque supieron que Will era gay-, que mis padres dejaron de intentar juntarme con Will.

—Somos amigas —respondí, a pesar de qué sabía que con eso no lo engañaría.

A pesar de que Gideon era técnicamente mi medio hermano, yo lo consideraba como parte de mi familia. Nos llevábamos muy bien, él me conocía muy bien... demasiado bien en algunas ocasiones, me era imposible ocultarle algunas cosas, por mucho que lo intentará, siempre terminaba por leerme cómo si fuera un de esos libros que tanto le gustaban.

—No te pregunte si lo son —contestó con una sonrisa orgullosa, sabía a la perfección a donde quería llegar con todo esto, sólo estaba intento molestarme.

—Sólo cállate, pequeñín —repliqué, sabía que él odiaba que le dijeran así, odiaba que lo tratarán cómo un niño—, ¿no ya paso tu hora de dormir? —bromeé.

—No tengo 8 años Pacifica —respondió molesto, y definitivamente odiaba que lo confundieran con un niño, lucía mucho más joven de lo que en realidad era, con esas mejillas regordetas y su cara de bebé era fácil confundirlo con un niño —, no tengo hora de dormir.

—Pues deberías, aun teniendo 15 es algo tarde para ti —dije poniéndome un labial rojo que resaltaba mi pálida tez.

—¿Y no lo es para que salgas? —me levanté y acomodé mi vestido una vez más, atravesando la habitación para ir al espejo de cuerpo completo que estaba en una esquina de la habitación.

—No, no lo es, yo tengo 16, nunca es tarde cuando tienes 16 —le saqué la lengua antes de darme un rápido vistazo, revisando que todo estuviera en orden.

—Diviértete en tu cita Pacifica —dijo riendo finalmente y se levantó para irse.

—No es... una cita —diciendo esto último en un susurro, no tenía caso, él ya había dejado la habitación, dejándome con la palabra en la boca.

No lo era.

Sólo iríamos a cenar a un lugar que era nuevo en la ciudad, no era gran cosa. Después de todo... es normal salir con los amigos...

Aunque debía admitir que estaba sintiéndome abrumada cada vez que estaba cerca de esa chica, había algo... casi embriagante de ella. Tal vez era lo sofisticada e ingeniosa que era, lo astuta, divertida, algo infantil pero perspicaz... debía reconocer que era bastante intrigante.

Sí, era definitivo que a veces podía ser caprichosa y arrogante, o desinteresada y tal vez, un poco cruel, pero aun así... era cautivadora.

Pero demonios, sólo era mi amiga... incluso si en San Valentín me había besado.

Pero estaba algo ebria esa noche, esa era la razón por la que lo había hecho, yo no le había preguntado nada respecto a eso.

Había sido sólo el calor del momento... efecto del alcohol.

Me di un rápido vistazo final, cabello arreglado, vestido bonito y ligeramente ajustado en unas zonas... perfume dulce, maquillaje sutil pero coqueto, perfecto.

Tome mi bolso y baje las escaleras.

—Ya me voy mamá, prometo no volver muy tarde —grite antes de cerrar la puerta de la casa, un "Cuídate cielo" se escuchó desde adentro.

Mabel debía llegar en cualquier momento, y debía reconocerlo... estaba algo nerviosa.

Ella recién acababa de sacar su licencia de conducción y ya no usaban al chofer de la familia más que para ir a la escuela.

San Valentín seguía colándose en mis recuerdos... Bill había traído a William creyendo que lo llevaría a una cita a ciegas con uno de mis amigos, pero en realidad habíamos ido a casa de los Gleeful, él se quedó con Dipper, mientras que Mabel y yo habíamos quedado en salir a ver "que cazar" según ella. Ya me había reconocido que realmente Gideon no le gustaba, que sólo fue había sido algo de un momento, un capricho, y cuando la vi saliendo de su casa sonriendo de lado a lado, con un vestido ajustado rojo, puedo asegurar que no me imagine lo que iba a pasar.

Fuimos a una fiesta de un sujeto que no conocía, pero que parecía llevarse bien con Mabel, ella tomó un par de tragos, y aunque yo quería irme de ahí, porque no me sentía nada cómoda en aquella fiesta, ella parecía estar divirtiéndose, así que decidí no molestarla y simplemente salí a que tomar un poco de aire.

Estuve solo unos breves momentos sola, ya que rápidamente ella se unió a mí, algo -demasiado- fuera de sí, riendo infantilmente y diciendo tonterías.

Cielo, ¿te he dicho lo ardiente que te ves con ese vestido? —solté una carcajada.

—No, pero gracias —contesté entre sutiles risas, apenas podía mantenerse en pie sin tambalearse—, creo que es momento de regresar a casa, ¿no crees tesoro?

—¿Te he dicho que adoro cuando usas mis apodos cursis? —contestó tropezándose un poco, la atrape y volví a reír.

—Definitivamente es hora de irnos —pase mi mano por su cintura para que se apoye en mí—, creo que ya es suficiente fiesta para ti jovencita.

Nos alejamos del ruido de la fiesta, agradecí mentalmente saber conducir y no haber tomado ni una gota de alcohol, con cuidado nos dirigimos a donde había dejado el auto que mamá me había prestado provisionalmente por la noche.

La acomode en el asiento, ella seguía hablando tontamente, sólo estábamos ella y yo hablando, ella comportándose ligeramente infantil.

Eran cómo las tres de la mañana cuando llegamos a su casa. La ayudé a bajar lentamente del auto, yo tenía su bolso así que comencé a buscar sus llaves para abrir cuando una mano me detuvo.

Sólo recuerdo cómo sujeto mi rostro con ambas manos acercándose demasiado a mí... y me beso.

Por poco más de unos segundos, pero esos bastaron para que mi corazón se alterará como nunca, se separó de mí, rio sutilmente, en algún punto había soltado el bolso de Mabel, así que pasé mis manos por su cintura para besarla de nuevo...

La puerta se abrió.

—¡Pero Maso-! —Will abrió la puerta y aparte velozmente a Mabel—. Lo siento —Will se sonrojo a más no poder y cerró la puerta de golpe.

Yo también sentía el rostro totalmente rojo cuando Dipper abrió la puerta, riendo fuertemente.

—Algo me dice que nadie estará despierto en clases mañana —comentó Dipper, tratando de hacer cómo que no había visto nada, sonreí tiernamente por su intención.

—Ay Dipper, yo no te arruino las cosas cuando estas con el pequeño Willy —Mabel empujó ligeramente el hombro de Dipper antes de dejar caer su cuerpo, por suerte Dipper la atrapó.

—Dejaste que tome mucho, ¿verdad? —asentí y me sonrojé un poco más—, mi hermana siempre encuentra una nueva manera para ponerse en ridículo.

—No creí que le afectará así —me encogí de hombros.

—No le afecta tanto —Dipper rodó los ojos—, la muy estúpida debió mezclar alcohol o, está fingiendo.

—Luce bastante dormida para mí —contestó Will.

—Bueno —Dipper lo miró con mala cara y Will se sonrojó—, ayúdame a llevarla a su cuarto y te llevo a tu casa.

Era bastante tarde para que apenas vaya a llevar a Will a su casa, no pude evitar reírme por la situación... que habrán hecho esos dos.

Me ayudaron a llevar a Mabel a su habitación y recostarla en su cama, después de eso conduje a casa y Dipper se encargó de llevar a Will a la suya... nadie dijo nada al respecto.

No estoy segura de sí Mabel se acuerda o no, hoy sería la primera vez que la vería desde eso, y si ella no se acordaba no había manera de que supiera lo que paso. Les había hecho prometer que no le dirían a Mabel al respecto... que sería nuestro pequeño secreto.

Un carro negro bastante elegante se estacionó frente a mí y sonreí inconscientemente.

Realmente quería repetirlo.

Entre al carro y me sonrió como siempre.

—Paz, entra será una larga noche —dijo mientras arrancaba el coche y se alejaba de mi casa, que se encontraba un poco apartada del pueblo por todo el asunto del misterio que debía tener la Cabaña—, tengo todo planeado y prometo esta vez no tomar nada —ella rió, estábamos en medio del bosque que nos llevaba a la ciudad.

—Eso espero, la otra noche tuve que prácticamente arrastrarte por media ciudad —soltó una pequeña carcajada y mi corazón latió de prisa.

—Lo sé —contestó algo avergonzada—, Dipper me contó sobre eso, que vergüenza —soltó una pequeña carcajada—, usualmente soy más resistente al alcohol, no sé qué paso, pero... gracias —iba a contestarle cuando continuo—, realmente necesitaba una salida, mis tíos volvieron a la ciudad el lunes y me iba a volver loca si no salía de esa casa.

—Qué bueno que salimos esta noche, en ese caso —reí ligeramente y agregué—: entonces... ¿no te acuerdas de nada?

—No —contesto inmediatamente.

—Oh, ya veo —dije tratando de que la decepción no fuera evidente.

—¿Paso algo que debería saber? —trate de no mirarla en absoluto.

—No —contesté y ella freno el coche.

—Paz... —no podía mirarla, estaba tratando de concentrar mi mirada en la oscuridad del bosque.

—¿Sí? —pregunté.

—¿En serio crees que no recuerdo que te besé? —preguntó, sentí mis mejillas arder, aparte mi vista del bosque y finalmente la miré.

—Pensé que no lo harías —contesté.

—¿Quisieras que no lo haga? —preguntó expectante.

—No... —murmuré finalmente.

—Eso era todo lo que necesitaba oír —contestó sonriendo ampliamente.

Antes de darme cuenta, las manos de Mabel estaban en mis mejillas y sus labios estaban sobre los míos otra vez, esta vez sin el amargo sabor del alcohol...

—No necesito estar ebria para hacerlo —dijo cuándo se separó ligeramente de mí.

Me quite el cinturón de seguridad, me senté sobre sus piernas, pase mis manos por su cuello, acercándola más a mí... podía sentir el volante en mi trasero, y ella rápidamente pasó sus manos a mi cintura y el beso fue subiendo de tono.

Ella era definitivamente embriagante. 



Y no se preocupen, debe haber actualización de capitulo antes del domingo.

-K.

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