Capítulo 29
Will
27 de mayo.
Papá realmente lo estaba intentando. Y debía reconocer que lo estaba logrando.
Al menos los últimos meses, se esforzaba por estar cada fin de semana con nosotros, sólo había faltado uno o dos y esas habían sido culpa de que el clima le impedía viajar o algo por el estilo. De hecho, Bill y él habían empezado a llevarse cómo antes de la muerte de mamá, y eso me ponía muy feliz.
Esta vez, papá había llegado desde el viernes, lo que implicó que teníamos que cenar juntos, y aunque honestamente no tenía nada de hambre (ni de ánimos) ahí estaba, comiendo en silencio, tratando de no pensar en él.
—... fuera de eso, el trabajo ha estado bastante tranquilo, finalmente después de un año la empresa está estable otra vez —dijo mi padre, realmente no había escuchado que había estado diciendo, no podía evitar perderme en mis pensamientos a cada rato.
—Bien, eso explica porque últimamente has tenido más tiempo —respondió Bill.
—Sí, las acciones se desestabilizaron un poco cuando su madre falleció... —dijo extrañamente tranquilo—, pero finalmente he logrado elevarlas a donde estaban y un poco más allá.
Podía escuchar sus voces sonar, y por ratos escuchaba de lo que hablaban, la mayor parte del tiempo el sonido solo llegaba a mis oídos, pero no conectaba con mi cerebro como para crear una respuesta, no estaba de humor para hablar y contribuir en la conversación, así que sólo me dedicaba a terminar lo que estaba en mi plato, esperando que ninguno de los dos planeará entablar una conversación conmigo.
Mis pensamientos siempre encontraban su camino hacia el tema que tanto quería evitar. Hacía todo lo posible por no pensar en nada de lo que había pasado, y mucho menos en lo que iba a pasar.
Y en el hecho de que desde el sábado no me había hablado, ni siquiera había habido una señal de él en toda la semana.
¿Eso me ponía más molesto?
En ningún momento lo había visto, ni siquiera en la escuela... aunque realmente no podía decidir quién estaba evitando a quién, porque claro que yo no quise verlo en absoluto al principio, pero había creído que, para estas alturas, ya hubiéramos... aunque sea hablado.
La conversación entre mi padre y mi hermano seguía, por ratos regresándome a la realidad, aunque realmente ningún tema logrará mantenerme centrado en ella, y mucho menos participar en ella.
—Y... dime Bill, ¿cómo van las cosas con ese chico con el que sales? ¿cómo le dices? —papá se quedó un segundo pensando y cuando Bill iba a responder, lo interrumpió—. ¡Pino! ¿Cómo van las cosas con Pino?
—Pues bastante bien en realidad... —respondió mi hermano y continúo hablando durante un rato, pero eso tampoco logro captar mi atención.
—¿Y tú Will? —me llamó papá, sacándome de mis pensamientos—, ¿cómo te va con Dipper? —mi corazón se encogió ante la mención de su nombre, ¿justo ahora? Bendita suerte la mía.
Sentí el peso caer en mi estómago, y un nudo se me formó en la garganta, ninguna palabra podría salir de mi boca en ese momento, y lo peor es que no sabía si era porque estaba demasiado molesto o demasiado dolido como para responder a eso.
—¿Cómo que es que de él si te sabes su nombre? —preguntó Bill indignado.
—Porque a él lo conocí —respondió mi padre—, es un joven verdaderamente educado, me agrada para Will —esa fue la gota que colmó el vaso, las lágrimas se acumularon en mis ojos, y las palabras se atoraron aún más en mi garganta.
—No sabía que habías conocido a Gleeful —respondió mi hermano con fastidio y evidente enojo en su voz al mencionar a Dipper, cosa que mi papá bien decidió ignorar o bien no noto—, podrías conocer a Pino... si quisieras —Bill notó la reacción que estaba teniendo debido al rumbo de la conversación y cambió hábilmente el tema al notar cómo me había puesto...
Bill era la única persona que sabía que habíamos peleado, y le agradecí mentalmente por eso, no me sentía capaz de contestar a la pregunta sin ponerme a gritar lo muy idiota que en realidad era Dipper o sin ponerme a llorar porque en todo el tiempo que llevábamos peleado... no había ni intentando hablarme.
—Me parece perfecto —respondió—, sólo pon fecha y lo conoceré... veré que tan buenas son tus decisiones.
—Créeme, amarás a Pino... —Bill sonrió—, es casi tan nerd cómo tú —soltó una carcajada.
—Ya no quiero más —logré decir, el rumbo de la conversación no era uno que realmente pudiera soportar—, la verdad es que estoy algo cansado, así que me iré a dormir, buenas noches —dije mientras me levantaba de la mesa y dejaba el comedor.
—Buenas noches Will —dijeron ambos, mientras me dirigiría hacia las escaleras.
—¿Está todo bien? —escuché a mi papá susurrarle a Bill.
No, no lo está, pensé.
El estúpido de mi novio no ha intentado hablar conmigo después de una semana de haber discutido, ¿cómo esperaba que me sintiera?
Maldito Mason Gleeful.
Finalmente llegué a mi habitación y cerré la puerta tras de mí.
La verdad es que no tenía ni idea si estaba más molesto o más dolido con toda esta situación, una extraña mezcla entre ambos, tal vez.
Me recosté en la cama y me cubrí los ojos con el brazo, era aún algo temprano como para dormir y para cenar, por alguna razón a mi papá le gustaba cenar temprano.
Solté un largo suspiró, durante toda la semana había estado llevando bien toda esta situación, sólo había sido una pequeña discusión. Y por lo mismo no quería que nadie (nadie que supiera que Dipper y yo salíamos, al menos) se enterará de que habíamos discutido y armará un escándalo sobre ello.
Por lo mismo la única persona que lo sabía era Bill, y no es como que yo le hubiera contado exactamente, ese día (el día que regresamos de la playa y había peleado con Dipper) había llamado un taxi para volver a casa, y aunque había contenido mis lágrimas todo el camino debido a que la ira era más grande, al llegar a casa... no pude soportarlo más.
Y Bill había estado aquí y me saludó, me preguntó cómo me había ido, pero lo único que fui capaz de decir fue un: "no diré que no me advertiste que esto pasaría", y no pude contenerme más... lo había abrazado y las lágrimas habían escapado.
Bill me había mirado desconcertado por un segundo antes de preguntarme qué había pasado, solo atiné a susurrar un: "peleamos", después... no preguntó nada más.
Simplemente me abrazo hasta que fui capaz de calmarme y subir a mi habitación.
El resto de la semana había estado bien, no me había preocupado por eso, tal vez porque sabía que terminaríamos resolviendo pronto el asunto, o al menos eso había esperado.
No entendía porque me sentía tan mal hoy, toda la semana había justificado a Dipper con la escuela y con sus tíos en la ciudad, pensaba que estaría ocupado y por lo mismo es que no nos habíamos encontrado ni una sola vez en la escuela, la mitad porque yo no tenía ánimos de verlo y las segunda porque él estaría demasiado ocupado para eso, pero no había perdido la fe en que él quería que lo resolvamos.
Hasta ahora.
Y debía admitir que estaba bastante molesto, a pesar de que quisiera hablar con Dipper y resolver las cosas... no podía negar que seguía bastante irritado por todo lo que había dicho, pero igual quería creer que no había dicho nada de eso en serio, o que él tenía razón y yo lo había malinterpretado.
El hecho de que lo quería apaciguaba gran parte de mi ira, no mentiré al decir que estaba bastante decepcionado por eso...
Mi teléfono comenzó a sonar, sacándome de mis pensamientos, no esperaba la llamada de nadie, sin embargo, lo tomé y contesté.
—Bueno azulito, es momento de que comiences a hablar —escuché la voz del otro lado, y mi corazón latió con fuerza.
—¿De qué estás hablando, Paz? —pregunté, ¿se habrá enterado?
—De qué haremos mañana, ¿acaso olvidaste que mañana saldríamos? —preguntó con fingido dolor—, no me digas que tienes planes con Dipper y que me vas a cancelar.
—Por supuesto que no —respondí, un "Will" se escuchó del otro lado y solté una pequeña risa—, lo había olvidado eso no te lo negaré, pero no te cancelaría, además debemos aprovechar que sus tíos están en la ciudad y que nos los quitan de encima —bromeé con dificultad.
—Como si quisieras que Gleeful se te quitará de encima William —soltó una risa del otro lado de la línea—, eso ni alguien tan tonto como Xólotl te lo creería.
—¡Eso no...! —empecé a decir.
—¿Es cierto? —me interrumpió—, ni siquiera eres capaz de continuar esa oración porque sabes que es mentira.
—Acabo de recordar que tengo planes mañana —contesté "indignado".
—Está bien —soltó una carcajada—, me rindo, no más bromas con eso, ¿de acuerdo?
—Perfecto —contesté sonriendo, definitivamente había algo de hablar con Pacifica que me hacía sentir mejor—, entonces... ¿qué tienes en mente para mañana? —sonreí, realmente no tenía mucho en mente, pero hace mucho que no salía con ella.
Pacífica y yo seguimos hablando por lo que me pareció una hora o más, hasta que finalmente ella tuvo que ir a cenar y decidí dormirme.
Necesitaba descansar un poco.
Horas después y sin ninguna razón aparente me desperté, así que revisé mi teléfono para ver si valía la pena intentar dormir de nuevo o si era mejor despertarme y avanzar con la tarea que no había hecho ayer.
Cuando algo llamo mi atención, tenía un mensaje que había sido enviado a altas horas de la noche, de quién menos me esperé.
Dipper.
Con apenas una frase.
<<Esto se acabó, no me busques más>>
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