Will

30 de abril.

Sabía que las cosas no estaban nada bien en la casa de Dipper.

Y aunque tratará de hacer todo lo posible para que él hablará de eso conmigo, que me dejará ayudarlo... Dipper no me dejaba.

Siempre que le preguntaba algo de su familia o de su niñez, me desviaba por completo el tema; sabía que eso era algo con lo que teníamos que trabajar, pero el simplemente se negaba a hablar de eso.

Dipper podía ser muy cerrado a veces, muy terco y muy orgulloso también.

Por eso me había sorprendido tanto cuando reconoció frente a Xólotl y Charlotte que teníamos algo... "indirectamente", aunque ambos habían captado bastante bien.

Luego tuvimos que convencerlos de no decir absolutamente nada a nadie, ambos habían aceptado a regañadientes. No pidieron muchas explicaciones cuando Dipper se hartó y simplemente les dijo que no podían decir nada... en un tono algo fuerte.

Por otro lado, las cosas estaban bien con mi papá. Después de todo el incidente con Bill y su escena, papá finalmente había hablado con nosotros, y nos había dicho que las cosas cambiarían, que ya no pasaríamos meses sin verlo y que trataría de estar en la casa por lo menos cada fin de semana, y hasta ahora realmente lo había cumplido.

Todo estaba marchando relativamente bien.

Ahora Dipper y yo nos encontrábamos en su casa, en el mismo sillón en donde solíamos reunirnos a ver películas cada 2 semanas, ya que entre esas dos íbamos a la mía, era como una especie de rutina que teníamos, un sábado en su casa y uno en la mía. Esta semana le tocaba a Dipper.

Lo que implicaba que también le tocaba escoger la película y, estaba algo nervioso ya que algo me decía que se iba a vengar por escoger cierta película algo infantil sólo para molestarlo la última vez.

¿Había valido la pena? Definitivamente, su cara al ver el tipo de película que veríamos lo fue todo.

¿Estaba listo para su venganza? No, no lo estaba.

Sólo esperaba que no escogiera nada muy fuerte.

Aunque no importaba mucho que película pusiéramos ya que siempre de alguna manera nos distraíamos y dejábamos de verla, yo tenía la manía de siempre ponerme a hablar en las películas y Dipper tenía la manía de dejarme continuar... al final terminábamos hablando durante horas de cosas totalmente fuera del tema y besándonos ocasionalmente, sin prestarle nada de atención al final.

Había mínimo como 10 películas de las que sólo había visto el principio.

No sabía porque, pero estábamos en el piso sentados delante de su sofá, mientras la película seguía rodando. Dipper tenía una mano encima del sofá, prácticamente rodeando mi cuello, pero sin tener contacto con él, la otra mano tomaba de la comida frente a nosotros y se la metía a la boca. Totalmente desinteresado.

Definitivamente no era buena idea meterse con él, había escogido una película algo fuerte, con demasiadas escenas explicitas de sangre, en varios momentos debía reconocer que me daban náuseas y uno que otro momento me hacía sentir algo nervioso e incómodo, mientras que Dipper estaba de lo más relajado e incluso aburrido, y sabía que no la quitaría porque quería ver hasta donde aguantaría... pero no lo iba a dejar ganar, ¡la vería toda si era necesario! No reposaría mi cabeza en su hombro como siempre. No.

Así que mantenía mi vista en el televisor, tratando de parecer serio y relajado, mientras que por dentro tenía algo de unas tremendas ganas de vomitar.

Tomé algo del refresco que había en la mesita, la última escena realmente me había mareado y necesitaba lo que sea que pudiera asentar mi estómago, si es que eso fuera posible, asenté el refresco de nuevo en la mesita.

Y luego una escena diseñada simplemente para hacer a los distraídos saltar había aparecido, un fuerte ruido me había hecho brincar y me rendí.

La película era demasiado asquerosa.

—¡Esta bien! —dije y cubrí mi rostro con las manos al mismo tiempo que lo escondía en su pecho, debido a la gran cantidad de sangre que brotaba del sujeto—, ¡tú ganas! ¡no volveré a poner películas estúpidas para molestarte! ¡Sólo quita esa cosa! —el castaño soltó una suave carcajada y bajó su mano del sofá para situarla a mi alrededor.

—Pero si ya iba la mejor parte —replico entre risas, apagando la televisión con el control.

—Eres de lo peor —respondí con el rostro aún en su pecho—, no vuelvo a ver nada que tú escojas.

—Mis gustos cinematográficos son excelentes, esto es una porquería —apuntó a la televisión, era obvio que a él tampoco le estaba gustado, era demasiado estúpida y sin contenido, sólo eran un montón de efectos especiales baratos y sangre, pero le encantaba molestarme—, sin embargo, no me gusta que se metan conmigo William.

—Lo sé Mason —contesté—, no se volverá a repetir.

Dipper entonces se acercó lentamente hacia mi rostro y deposito un delicado beso sobre mis labios.

—Eso espero —respondió antes de volver a besarme.

Decidí alzar mis manos para sostener su cuello, y poder acercarlo más a mí... pero mi torpeza hizo que golpeará la mesita frente a nosotros que tenía el refresco que acababa de dejar en la punta.

¿Alguna vez he mencionado que la mala suerte que me rodeaba? ¿No? ¡PUES LA MALA SUERTE ME RODEA!

Está de más decir que cayó sobre nosotros.

¿Cuándo dejarás de hacer el ridículo frente a él, William? ¿¡CUÁNDO!?

—Perdónperdónperdónperdónperdón —prácticamente grite, alzando el rostro por encima de Dipper, una parte había caído sobre su playera y sobre la mía— perdón —ninguna otra palabra podía salir de mi boca mientras intentaba estirarme e intentar limpiar la mesa, temiendo haberlo hecho enojar... era un inútil.

Pero contra todo pronóstico, Dipper simplemente dejó caer su cabeza sobre de mí y soltó una carcajada con su rostro oculto en mi cuello, interrumpiendo mis intentos de limpiar todo con la sorpresa invadiendo mi cuerpo.

—Sólo tú te disculpas hasta por cosas así —su rostro seguía en el hueco de mi cuello y mi corazón palpitaba con demasiada fuerza—, fue un accidente.

—Dipper... —murmuré, aún demasiado asombrado por su tranquila reacción.

—Vamos —se levantó con cuidado y me extendió la mano para ayudarme también—, no podemos quedarnos con la ropa así, iré por unas toallas —y se dirigió a la puerta de su habitación.

Yo me senté con el corazón aun latiendo fuertemente y demasiado avergonzado por lo que acababa de pasar, y lentamente me puse de pie, un par de minutos después Dipper regreso con una toalla puesta en él y me pasó la otra.

—Gracias —murmuré aun avergonzado.

—Pues, al parecer tu playera no tuvo el mismo destino que la mía Will, tal vez debería cobrártela —soltó una suave carcajada y sólo pude sentir el calor escalar hasta mis mejillas.

—Y-yo debería hacerlo —balbucee.

—Sólo era una broma —comenzó a revisar uno de sus muebles—, relájate.

Sacó una playera de un cajón y, ahí, frente a mí, comenzó a quitarse su playera sin ninguna pizca de vergüenza, el calor subió aún más mis mejillas.

Pero algo llamó mi atención, tenía una marca. Una -no tan pequeña- cicatriz en el costado de su abdomen de unos al menos unos 5 centímetros, perfectamente derecha, casi parecía estar ahí a propósito, y fue cuando note que no era la única.

Habían al menos otras 5 cicatrices esparcidas por su torso, algunas más pequeñas que otras... y todas eran tan... inusuales.

—Espero que te guste lo que ves —dijo Dipper tratando de provocarme cuando notó que lo estaba viendo fijamente, pero no funcionó... no podía apartar la vista de aquellas cicatrices.

—¿Cómo te hiciste eso? —pregunté preocupado. Él se tensó y rápidamente se colocó la playera limpia.

—No es nada —contestó algo cortante.

—Dipper —insistí.

—Déjalo Will —replicó algo irritado.

—Pero Mason —volví a insistir... y definitivamente no debí hacerlo.

—Ya te dije que no es nada, William —sentenció alzándome la voz, con un tono severo que indicaba que no aceptaría ninguna palabra más respecto a eso.

Me sorprendí por el tono que uso... hacía mucho que no era así de cortante conmigo, bastantes meses en realidad, y nunca me había alzado la voz de ese modo, así que sólo pude atinar a quedarme callado y bajar la mirada.

Me sentí como un cachorrito regañado.

No dije nada más y con el corazón encogido salí de la habitación con la excusa de querer ir al baño, debía reconocer que me había dolido un poco su tono, pero sabía que sólo debía darle unos momentos para que se calmará.

Esperé un tiempo en el baño, sonreí frente al espejo y me quedé unos minutos más en el baño, pensando... esas cicatrices no estaban bien. No habían sido producto de ningún accidente, eran demasiado precisas para serlo.

Respiré profundo antes de decidir que ya había pasado un tiempo prudente para regresar con la mejor sonrisa que pude poner en un momento así, tratando de no pensar en lo que acababa de pasar, y regresé a la habitación.

Me acerqué lentamente al sofá donde él se encontraba sentado, el silencio instalado en la recamara, me quedé parado junto al sillón, esperando por su reacción.

—Perdón por alzarte la voz —murmuró bastante tranquilo—, no hablemos de eso hoy, ¿de acuerdo?

No me quedo de otra más que asentir leventemente, Dipper entonces me tomo de la muñeca y me hizo sentarme otra vez junto a él en el sofá, entrelazando nuestras manos mientras me acomodaba junto a él.

Le dio un pequeño apretón a mi mano... y el silencio siguió un largo rato más.

Con nuestras manos entrelazadas y ambos en silencio mi cabeza sólo podía pensar en aquellas heridas que tenía.

Pasó su mano por mi espalda y recosté mi cabeza sobre su pecho e hice mi mayor esfuerzo por contener las lágrimas que se estaban formando en mis ojos, no... no podía llorar.

Las imágenes de sus heridas seguían grabadas en mi mente, me imagine como debieron sentirse cuando se las hicieron, no podía evitar preguntarme como se había sentido... como se sentía en ese momento.

Y, lo peor de todo no eran aquellas cicatrices... sino lo que representaban.

Una vida siendo sólo parte de un espectáculo.

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Sí, aparecí de nuevo. Últimamente he estado demasiado ocupada con la escuela y cosas así y de repente todo se junto, necesitaba un descanso para poder hacerlo bien. 

Por eso si se dan cuenta toda la actividad reciente de la cuenta ha sido por parte de mi hermana, pero este viernes salgo de vacaciones y habrán actualizaciones seguidas como antes, finalmente.

-Karla.