Capítulo 18
Dipper
13 de febrero.
—Repíteme de nuevo... ¿por qué no podemos pedirle a algún empleado que limpie esto? —pregunto Mabel mientras me ayudaba a limpiar la mezcla café que estaba por todos lados.
—Ya te dije, no pueden saber lo que intentaba hacer, porque podrían decirle a Ford y no me quiero arriesgar, tengo que ser cuidadoso y discreto —respondí terminando finalmente con mi parte.
—Y destrozar la cocina es una manera más discreta de que Ford no se entere, ¿verdad? —comentó lanzando su trapo a una cubeta, después de casi una hora arreglando, finalmente habíamos terminado.
—Cállate, no pensé que hacer chocolate fuera tan difícil —repliqué.
—Estúpido —comenzó a sobarse la sien con algo de dramatismo—, pásame el tazón verde y el cacao.
—¿Qué? ¿Por qué? —pregunté confundido, pero pasándole el tazón de todos modos.
—Porque tienes que seguir bien la receta y tú eres un incompetente —comenzó a echar el cacao en el tazón—. Y también tráeme la leche, rápido antes de que me arrepienta —sonreí, no nos llevábamos tan mal cómo podría pensarse.
Un largo rato después, la receta estaba lista, Mabel lo hacía ver más fácil de lo que en realidad era, maldita, ella había hecho primero una demostración para darle a Pacifica y luego me guío paso a paso para que yo pudiera hacer los míos. Debía admitir que habían quedado bastante bien ahora sólo me quedaba guardarlos en el minibar de mi habitación para que nadie lo encuentre y entregárselos mañana a Will.
Sí, había hecho chocolates para William Cipher, ¿qué tan bajo estaba cayendo mi orgullo por ese chico? ¡Incluso había limpiado una cocina!
Mañana sería el día de San Valentín y por mucho que odiara la fecha, llena de parejas empalagosas por todos lados y cursilerías de ese estilo en cada esquina, era incluso peor que Navidad, pero William había actuado bastante emocionado por la fecha y no podía permitirme decepcionarlo... especialmente porque últimamente que había estado algo desanimado, y yo sabía perfectamente porqué.
Nadie podía saber de nosotros, nadie podía saber que estaba en una relación con Will porque eventualmente llegaría a los oídos de mí tío y no podía permitir eso, y sabía que todo lo de vernos en secreto le dolía, lo inquietaba y no quería que fuera así, joder...
Le daría los chocolates, no estaba seguro si hacer algo más... tal vez sería demasiado, así que simplemente lo había citado en mi casa, los empleados tendrían el día libre, mis padres habían tomado una décima luna de miel y no volverían hasta dentro de una semana, Mabel saldría con Pacifica... algo me decía que ya había logrado algo con ella, y sino pronto lo haría, ahora pasaban demasiado tiempo juntas; pero, en resumen, tendríamos la casa a solas.
14 de febrero (San Valentín)
—Y ahí fue cuando Bill grito "Perdón, hace mucho que no habitaba un cuerpo humano" y todos se quedaron con una cara de "¿qué le pasa a ese niño?", yo tenía chocolate hasta en el cabello, y justo cuando creímos que mamá nos daría el castigo de nuestras vidas... comenzó a reír fuertemente y le lanzó el resto de la salsa de tomate a papá, los vecinos nunca volvieron a aceptar otra invitación para ir a cenar, ni dejaron a sus hijos ir a jugar —dijo entre risas, mientras que soltaba fuertes carcajadas—. Fue una lástima, a mí me gustaba el niño —comentó aun riendo.
William llevaba poco más de una hora en mi casa, Pacifica lo había traído y se había llevado a Mabel con ella, había sido algo así como un pequeño intercambio.
Ahora estábamos en mi habitación sentados en mi sofá frente al televisor, simplemente conversando.
Se sentía bien estar así con él, se sentía bien tener a alguien con quien estar, aunque sea por breves momentos.
Debía reconocer que me gustaba mucho más de lo que parecía a veces, había algo en ese chico que me gustaba demasiado.
William Cipher tenía un efecto en mí, mayor de lo que me gustaría admitir...
—Entonces me alegro que nunca lo volvieras a ver —respondí finalmente ligeramente serio.
—Eres un posesivo —contestó sonriendo de lado—, aparte no deberías preocuparte, unos meses después fue cuando te conocí.
—¿Y ahí me gané tu corazón? —pregunté con una sonrisa pícara en el rostro, acercándome a él.
—No seas así —aparto mi rostro con una mano, riendo—, no fue tan así, tampoco te subas los humos —respondió sonrojándose ligeramente.
—Eso me recuerda, nunca me has contado como es que te comencé a gustar —se sonrojo totalmente.
—Mmm... no es relevante —lo miré severamente—. ¿Simplemente me pareciste lindo?
—¿Me estás diciendo o me estás preguntando?
—Eres muy lindo —contestó riendo, tratando de esquivar la pregunta.
—William...
—¿Por qué siempre me dices William? —preguntó logrando cambiar el tema, lo deje pasar... por ahora—, ¿no crees que nuestra relación es mucho menos formal que eso?
—¿A qué te refieres? —pregunté.
—Nunca me dices Will —contestó—, siempre me llamas William.
—Nunca lo había pensado, ni siquiera lo había notado —respondí encogiéndome de hombros.
—Y no es justo —replicó haciendo un puchero fingido—, porque yo sólo me sé tú apodo, ¿sabes lo difícil que es conseguir tu nombre real?
—Odio mi nombre real —respondí frunciendo el ceño—, le tengo prohibido a todos decirme así, incluso a Mabel, al director y todos los maestros reciben una nota para que jamás me llamen así.
—¿Por qué? —preguntó en un tono algo infantil, ¿qué pretendía con ello?
—Simplemente no me gusta —respondió algo incómodo.
—Pero tú sabes muchas cosas mías, vamos llevo mucho tiempo queriendo saber —dijo casi suplicando y haciéndome ojos tristes, demonios me era difícil ser duro con esa carita—. Anda Dipper, dime cual es... —mi estómago se revolvió, sentí mi alrededor flaquear, ¿por qué tenía que ser tan adorable?
—Está bien William —dije riendo, rindiéndome ante su comportamiento—, mi nombre real es... dios esto es vergonzoso, pero es Mason, mi nombre real es Mason Gleeful.
—¿Por qué no lo usas? —preguntó sorprendido y emocionado, mi corazón se encogió ante esto.
—Supongo que no es lo mejor que me ha pasado —dije algo más relajado—, tal vez estoy exagerando.
—Mason... —murmuró con una sonrisa.
—Tienes prohibido decirlo en público —repliqué.
—¿Sólo en público? —viré los ojos, pero estaba tratando de contener una sonrisa.
—Supongo que no tengo otra opción, ¿verdad? —me sonrió de lado.
—Gracias Dipper —respondió y me beso fugazmente en los labios—. Por cierto, te tengo algo.
William se levantó y fue agarró la caja de regalo que había traído consigo, pero a la que no le había dado relevancia hasta ahora.
—Yo también —contesté y saqué la caja que tenía los chocolates del minibar.
—Toma —dijo cuándo me senté a su lado y extendió la caja de regalo hacia mí.
Cuando la abrí, mi sorpresa fue hasta no más... había muchas serpentinas, un pequeño oso de peluche y una nota abajo que tenía escrito en letras demasiado elegantes "Eres mi osito especial", no sabía que pensar.
—¡No, no, no, no! —grito Will con las mejillas totalmente rojas y aparto el regalo de mis manos—, ese no es tu regalo. ¡MALDITO BILL! Juro que lo voy a matar cuando lo vea —espera... Will ¿estaba haciendo un berrinche?—, le pedí que hiciera UNA cosa, "no te metas con el regalo, yo sé lo que le daré", pero no... tenía que salir con sus idioteces —solté una carcajada, y él se detuvo al escucharme reír.
—Y yo que creía que mi hermana era malvada —logré soltar entre carcajadas.
—Ese no es tu regalo —murmuro avergonzado—, lo puedo traer, debió dejarlo en la casa o no sé... perdón.
—Está bien, no hay problema —sonreí, podría ser divertido—, me gustaría ser "tu osito especial" —contesté riendo y bese su frente, él se sonrojo aún más—, no necesito un regalo —le sonreí—, sin embargo, yo tengo algo para ti, aunque puede que no sea tan especial cómo tu regalo —volví a reír y él viró los ojos—, pero algo es algo, ¿no?
Tomo la caja que estaba en mis manos y la abrió, sólo era unos chocolates, ¿qué más podía decir?
—Gracias —murmuró aun algo avergonzado—, perdón, yo te tenía algo lindo, quería darte algo porque bueno... ya sabes...
—Está bien William, entiendo —sonreí—. ¿Qué película quieres que veamos? —pregunte cambiando de tema.
—No quiero ver ninguna película —contesto mientras jugaba con sus manos nerviosamente.
—¿Tienes algo?
—Quiero saber una cosa... —tomo una gran bocanada de aire—, antes de continuar con nuestra... cita.
—Claro, pregunta-
—¿Qué somos exactamente? —preguntó bajando la mirada—, es decir, nos besamos y eso... pero ¿qué es exactamente lo que tenemos?
—Pues creo que eso es obvio William —contesté riendo un poco por su pregunta—, somos una pareja.
—¿Lo somos? —preguntó levantando la mirada con un brillo en los ojos que pocas veces había visto.
—¿Acaso vas por ahí besando a todo el mundo William? No creía eso de ti —contesté divertido, él se sonrojo.
—No, yo lo digo porque en la escuela ni me miras, y pues no sé, quería estar seguro de que esto es algo serio.
—Sabes que tengo prohibido muchas cosas por lo de mis tíos y el show y esas cosas... pero que quede claro que me importas —continué—, sin embargo, nadie puede saberlo, a excepción de gente muy cercana que no dirá nada, como Mabel, Pacifica, tu hermano, aunque este no lo sepa.
—Pero planeo decirle —contestó rápidamente.
—El punto es que tiene que ser en secreto.
—Oh...
—Y sobre lo otro... por supuesto que es serio, Will —dije usando su nombre por primera vez—, no me gustan las formalidades... pero me perteneces.
***
Bueno pues la actualización fue antes esta vez, simplemente porque mañana no voy a estar en mi casa hasta la noche y no quiero seguir subiéndoles el capitulo en la madrugada del domingo.
Falte a mi primera clase para terminarlo, por su culpa... y la poca capacidad de concentrarse de mi hermana porque sino, lo hubiera tenido a las 2.
-Karla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro