Capítulo 15
Will
1 de enero (año nuevo).
—Señorita Pines —pregunté fingiendo un tono elegante y serio—. ¿Me concedería este baile? —me levanté de mi asiento y le extendí mi mano.
—Por supuesto señor Cipher —contestó siguiéndome el juego—, sería todo un honor —tomó mi mano.
Nos levantamos dejando al pobre de Gideon sólo en la mesa. Los hermanos Gleeful estaban parados al fondo, pero yo sólo podía concentrarme en la música. Definitivamente está no era como ninguna fiesta a la que había asistido antes era... demasiado elegante, incluso la música que ponían era más cómo vals. Debía reconocer que era bastante agradable.
—Creo que alguien esta celoso —canturreó Pacifica en mi oído, con el par de tacones que traía llegaba a la perfección a mi oreja.
—¿De qué estás hablando? —pregunté mientras ella miraba por encima de mi hombro.
—Que cierta persona al otro lado del salón está viendo hacia aquí —al dar una pequeña vuelta al compás de la música pude notar a quién se refería.
—Eres una boba —dije virando los ojos.
—¡Oye! —soltó una pequeña risa—, lo estoy diciendo en serio.
—Definitivamente Dipper Gleeful no puede estar celoso por esto —contesté.
—¿Quién dice? —preguntó—, es decir... ¿alguna vez has considerado el hecho de qué tal vez le gustes?
—¿Por qué tendría que considerar eso?
—Bueno, ¿no se te hace un poco raro que nunca haya tenido novia, cuando tiene a media escuela tras de él?
—Supongo que sólo es exigente —dije mientras veía como Mabel hablaba con Dipper detrás de Pacifica, Dipper lucía ligeramente irritado.
—¿Y qué hay del hecho que en todo el tiempo que lo conocemos nunca lo habíamos visto hablar con nadie que no sea Mabel y ahora se la pasa casi todas las tardes contigo? ¡Por dios Will te dio un regalo de cumpleaños, de navidad y fue a verte a tu casa para entregarte ambos! —dijo la rubia exaltándose un poco.
—¿Y? —contesté mientras debamos otra media vuelta y los Gleeful quedaban de nuevo a mis espaldas.
—Tienes que admitir que es algo sospechoso —se acercó lentamente a mi oído—. Yo creo que podrías gustarle —susurró y un fuerte sonrojó apareció en mi rostro.
—¡Pacifica! —dije con las mejillas aun ardiendo.
—¡Lo digo en serio! —contestó riendo de mi reacción—. Will sólo piénsalo, tiene sentido, ¿por qué otro motivo estaría viniendo directamente hacia aquí?
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —pregunté tratando de voltear la cabeza y ver a lo que se refería.
—¡No veas! —murmuró demandante—, ¡y actúa natural!
—Pero Paz —intenté replicar, pero ella comenzó a reírse sutilmente como si acabará de decir algo gracioso.
—Buenas noches —dijo Mabel y me separé de Pacifica—, ¿se están divirtiendo, encantos? —alcé una ceja hacia Mabel, ¿desde cuándo yo también era parte de sus apodos melosos?
—Es una adorable velada —contestó Pacifica usando un tono meloso, burlándose de Mabel—, ¿no crees, tesoro? —la castaña viró los ojos.
—Eres un dolor de cabeza, Hippie —contestó Mabel sonriéndole—, ¿te lo he dicho?
—Todo el tiempo —Pacifica le sonrió de vuelta—, probablemente deberíamos quitarnos de la pista de baile —la rubia sonrió—, aquí sólo estorbamos.
—Tú nunca estorbas, cielo —dijo Mabel, Pacifica se sonrojó ligeramente.
—Oh cállate —respondió y ambas se alejaron riendo, dejándonos a mí y a Dipper a mitad de la pista de baile, con el corazón agitado debido a las palabras de Pacifica.
—Esas dos van a terminar juntas —dijo Bill, asustándome ligeramente.
—¿De dónde saliste? —le pregunté al rubio que se había situado junto a mí y a Dipper.
—¿Qué hace él aquí? —preguntó Bill mirando despectivamente al castaño, ignorando por completo mi pregunta.
—Es mi casa, imbécil.
—Cállate Gleeful —replicó Bill.
—Bill... —contesté—, ¿qué es lo que quieres?
—No, él no puede escuchar —dijo señalando a Dipper.
—Infantil.
—Arrogante.
—Oigan —dije y ambos me miraron, Dipper suspiró frustrado.
—Iré por algo que beber —dijo finalmente, entendiendo que Bill no se iría a menos que hablará conmigo—, te veo en un rato William —se dio la vuelta y se alejó.
—Imbécil —dije mirando a Bill, mientras nos quitábamos de la pista de baile.
—¿Verdad que sí lo es? —contestó—. Sabía que eventualmente te darías cuenta.
—No idiota, tú eres él imbécil —suspiré cansado—, era la primera vez que hablábamos en toda la noche.
—Y te diría que me encargaré de que sea la última, pero sé que en cuanto me vaya se lanzará como un león ante una indefensa gacela.
—¿De qué estás hablando? —pregunté.
—Lo vi en un documental de Animal Planet, aunque técnicamente las leonas son las que cazan... —lo pensó por un momento—, pero eso no importa porque en cualquier instante vendrá y te cazará como la bestia que es.
—No, no me refería a eso... —dije— , ¿cómo que en cuanto te vayas?
—Ah cierto eso venía a decirte —continuó—. Pino me llamó, quiere que pasemos el resto de año nuevo juntos.
—¿Entonces te irás? —pregunté.
—¿Puedo? —hizo un puchero y junto sus manos—, no te quiero dejar solo con ese, pero en serio estoy aburrido, incluso con todo lo del ponche... me aburro.
—¿Qué del ponche?
—Ya lo verás en un rato —me lanzó una mirada burlona.
—Oh por Dios, sólo prométeme que no le pusiste una rata como en el baile de la escuela del año pasado.
—Te prometo que no hice tal cosa —contestó solemnemente—, pero no puedo prometerte que no le puse nada.
—¿Nadie va a terminar en el hospital? —pregunté temiendo que una de sus bromas se salga de control... nuevamente.
—Nadie —se quedó pensando por un momento—. Sí, no creo que nadie termine en el hospital por eso... tal vez vomite un poco, pero nada fuera de lo normal.
—Vete —contesté algo irritado, ahora tenía que encargarme de que nadie terminará mal con sus tonterías.
—¡Genial! ¡Nos vemos luego hermanito! —me abrazó fugazmente.
—Sí sabes que en cuanto te vayas voy a deshacerme del ponche, ¿verdad? —vire los ojos, siempre tenía que deshacerme sus desastres.
—Y tú sabes que cuanto me vaya de aquí iré a copular con Pino, ¿verdad? —sonrió de oreja a oreja.
—¿Desde cuando usas términos como 'copular'?
—Desde que veo Animal Planet —y se alejó.
Bill era un grandísimo idiota... pero al fin y al cabo era mi hermano, y me alegraba que finalmente estuviera mejor, me alegraba que estuviera bien con alguien, se le veía muchísimo mejor que cuando tuvo sus -grandes- problemas con el alcohol.
Suspiré cansado y me dirigí a la mesa de ponche, tendría que encontrar la manera de deshacerme de él sin que nadie sufra las consecuencias de las bromas de Bill, pero al parecer ya era algo tarde, ya que Gideon estaba bailando chistoso, parecía ligeramente mareado y a juzgar por la copa en sus manos... podía darme una buena idea de que es lo que Bill le había puesto al ponche.
Dipper estaba gritándole a uno de los empleados y al parecer le indico que se llevará a Gideon y que quitará el ponche, un pendiente menos.
—¿Dipper? —pregunté acercándome a la mesa—. ¿Está todo bien?
—¡Demonios! —contestó irritado—, algún imbécil le puso alcohol a uno de los ponches y Gideon lo bebió, tuve que mandarlo a una de las habitaciones para huéspedes a ver si se le pasa —viró los ojos frustrado.
—Oh, ¿pero va a estar bien? —pregunté haciéndome al que no sabía quién fue el genio del ponche.
—¿Gideon? —asentí—. Sí, sólo necesita dormir un poco, aunque probablemente tendrá una resaca —tomó una gran bocanada de aire y me sonrió más calmado—. Pero qué más da... por cierto, lamento no haberte saludado apropiadamente hace rato, mi tío me estaba viendo y no me dejaba saludar a nadie sino era como nos había ordenado —sonrió demasiado formal a lo usual.
—No hay problema —sonreí.
—¿Y Bill? ¿No vendrá a interrumpirnos esta vez? —alzó una ceja bromeando.
—No —solté una pequeña risa—, en realidad se fue de la fiesta.
—¡Milagro de año nuevo! —bromeó.
—No seas así —golpeé ligeramente su hombro, riendo—, después de todo tú lo invitaste.
—No podía invitarte sólo a ti —contestó pícaramente, me sonrojé furiosamente ante el comentario—, eso hubiera sido descortés.
—Oh... —todavía podía sentir el calor en mis mejillas, entonces... ¿él sólo quería que yo asistiera? La idea de eso hacía mi estómago revolverse furiosamente.
—¿Alguna vez te he dicho cuánto odio los eventos sociales? —preguntó regresándome a la realidad de golpe, esperaba que no hubiera notado que -de nuevo- me había perdido en mis pensamientos.
—Como un millón de veces —bromeé tratando de bajar la tensión de mi estómago.
—Vamos conozco un lugar donde no nos molestarán —tomó mi muñeca y comenzó a arrastrarme fuera de la mansión.
Afuera de la fiesta había un amplio jardín con arbustos altos y flores en algunas partes, la mayor parte del jardín estaba iluminada sutilmente, apenas lo suficiente para ver el camino.
Dipper me guió a través de unas grandes plantas, llevándome casi hasta el final del jardín donde sólo había un árbol, una banca y una lámpara con la luz casi inexistente.
Ese lugar estaba lejos de todas las personas... apenas se escuchaban a algunos grillos y el sonido lejano de la fiesta. Dipper se sentó en la banca que había y palmeo el lugar a su lado, indicándome que me siente junto a él.
—Mucho mejor, ¿no crees? —preguntó mientras me sentaba a su lado—, sin nadie que moleste.
—¿No te meterás en problemas por no estar en la fiesta? —pregunté, él estaba sentado viendo hacia las plantas que estaban delante de nosotros.
—No —contestó despreocupado—, siempre a esta hora me encierro en mi habitación todos los años, después del show a mi familia le da igual lo que haga —dijo—, pero gracias por preocuparte por mi William —agregó pícaramente.
—Idiota —contesté y soltó una risa.
Un cómodo silencio se instaló entre nosotros, todo era tranquilo y aunque nadie decía nada, era agradable.
—Debo confesar que —habló rompiendo el silencio—, me gusta pasar el tiempo contigo, William —sentí el calor subir a mis mejillas.
—Oh calla —contesté y continué más relajado—, ¿a qué viene eso? Dime que no tomaste del ponche tú también —reí.
—No sé —se encogió de hombros y alzó la mirada, viéndome directamente a los ojos—, siempre te estoy diciendo las cosas que odio, pensé que sería bueno decirte algo que me gusta por una vez.
—Bueno... en ese caso, —dije y miré hacia el cielo—, a mí me gusta tu marca de nacimiento — reí tímidamente.
—Y a mí... me gustas tú.
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Lamento el retraso, sé que debí subir esto ayer... pero tuve unos problemas enormes con algunos capítulos y pues se me complicó todo.
Pero ya esta aquí el capítulo, y si todo sale según lo planeado, el martes ya va la siguiente parte.
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