I. MALFOY Y NOTT.
CAPÍTULO UNO:
MALFOY Y NOTT.
—Él no está aquí.
Nova sintió una pequeña sonrisa romper las esquinas de sus labios cuando entró a su compartimiento usual la mañana siguiente. Incluso si Theo no estaba allí, como lo había esperado, Blaise Zabini lo estaba, y él era un rostro igualmente amigable. Aunque se preguntaba dónde estaba su hermano, y estaba ansiosa por verlo después del tiempo más largo que habían permanecido separados el uno del otro, estaba feliz de ver al chico sentado en el lugar —. Bueno—, habló ella lentamente, arrastrando las palabras mientras se desplomaba sobre el lugar frente a él —. Supongo que tendré que conformarme contigo.
Blaise rió y rodó los ojos —. Fue a conseguir un par de dulces del carrito. Parkinson y Bulstrode están manteniendo su distancia porque Malfoy finalmente tuvo las agallas de romper con ella y ella está devastada. Seguramente Daphne está con ellas—, incluso Blaise no pudo contener la sonrisa victoriosa que aterrizó sobre su rostro después en aquel anuncio en particular. Aunque le había contado a Nova que se sentía mal por Greengrass, también había remarcado que había estado esperando desde el comienzo de su trayectoria en Hogwarts poder estar enamorado de Theo —. Crabbe y Goyle están haciendo Merlín sabe qué y Malfoy está en el carruaje de los prefectos, molestando a Granger y Weasley, sin dudas—, no le tomó mucho tiempo al rostro de Blaise el adoptar el mismo gesto de lástima que ella había estado recibiendo por parte de los hermanos Weasley durante todo el verano —. Merlín, lo olvidé. Perdón.
— ¿Por qué tienes que pedir perdón?—, preguntó Nova, encogiéndose de hombros. La rápida y dolorosa punzada en su pecho era usual. Algo a lo que se había acostumbrado hace rato —. Estoy bien. Lo lamenté un día, y eso fue todo lo que me permití. La Reina del Hielo está de vuelta—, cuando Blaise hizo un puchero de burla, ella suspiró —. Con algunas excepciones, por supuesto. Las cosas no volverán a ser como antes respecto a nosotros dos. Eres demasiado útil como para no tenerte cerca.
—Además, técnicamente te encontré un lugar dónde vivir durante el verano—, y Nova nunca sería capaz de agradecerle lo suficiente por eso. Pero sabía que incluso si intentaba agradecérselo, Blaise no lo aceptaría. Por lo que ella simplemente le dio una pequeña sonrisa y cruzó sus brazos sobre su pecho con cuidado, la forma de expresar que ella tenía planeado conseguirle un regalo de agradecimiento más tarde —. ¿Cómo fue trabajar con Fred y George? No creo que podría trabajar en un lugar como ese.
—No te burles de Sortilegios Weasley—, defendió ella.
Blaise alzó sus manos en defensa —. Solo digo que no soy un bromista. No tengo nada en contra de Fred y George, pero las bromas no son mi estilo.
Nova se encogió de hombros. Ella tampoco había sido exactamente una bromista cuando había comenzado a trabajar en Sortilegios Weasley, pero se había acostumbrado a las bromas inesperadas y a los experimentos extraños. Los gemelos la habían convencido de probar las pociones. Ella era la razón por la que su poción de amor era tan exitosa, algo por lo que George se aseguraba de alabarla cada día —. Te acostumbras a ellos—, respondió Nova, encogiéndose de hombros y recostándose en su asiento. Todo su cuerpo se sentía como si estuviera lleno de energía, corriendo por sus venas y explotando en las puntas de los dedos de sus manos y pies. Sabía que Theo estaba cerca. Iba a ver a su hermano por primera vez en casi tres meses. Se levantó de su lugar, mirando ansiosa la puerta. Blaise estaba hablando, pero dejó de escucharlo al segundo que la puerta del compartimiento se abrió y Theo la cruzó.
De alguna forma, él lucía diferente. Solo habían pasado un par de meses desde la última vez que lo vio, pero lucía gastado, como si hubiera pasado por varias cosas que lo habían alterado tanto por dentro como por fuera. Pero cuando ella alzó la mirada y se encontró con sus ojos, recibió una sonrisa, siendo la misma expresión del chico con el que ella había crecido. Y entonces, ella se estaba moviendo tan rápido que, si alguien hubiera pestañeado, se lo hubieran perdido. Ella ya se encontraba a su lado, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello en un abrazo, y él la sostuvo fuertemente. Se aferraba como si estuviera aterrado de que ella fuera a desaparecer si la soltaba. Un millón de palabras pasaron por su mente, pero ninguna de ellas sería suficiente. Un simple "te extrañé" no comenzaría a cubrir cómo se había sentido Nova en el verano, el primero que pasó separada de él. Así que, en su lugar, se conformó con nada más que su nombre, aferrándose insoportablemente a él pero sin preocuparse por ello.
El abrazo fue roto por Blaise, que aclaró su garganta —. Deberían entrar, chicos. El resto de los Slytherins no están complacidos con Nova, y temo que le informarán a su Padre.
Aquellas palabras fueron suficientes para separar a Nova de su hermano, pero ella no se alejó de él en lo más mínimo. Después de meses de estar separados, no quería abandonar su compañía —. ¿Padre te dijo algo antes de venir a la escuela?—, cuestionó.
—No quiere que te hable—, Theo se encogió de hombros, luciendo despreocupado por la amenaza —. No me importa, Nova. Te extrañé demasiado como para que me interese.
Pero Nova, siempre siendo la melliza protectora, negó —. No digas que no te importa. No quiero que salgas lastimado—, Theo abrió la boca para refutarla, pero ella volvió a negar —. No hablemos de eso ahora. Lo solucionaremos, siempre lo hacemos. Cuéntame sobre tu verano. Ambos—, agregó, apuntando a su hermano y a Blaise. Los mellizos regresaron a sus asientos, y Nova sonrió suavemente cuando Theo inmediatamente entrelazó sus dedos con los de Blaise.
—El verano estuvo bien—, dijo Theo —. Fue difícil no tenerte alrededor pero...—, vaciló y Nova estuvo encantada de ver que sus mejillas se cubrieron de un rubor rosado —. Estuve con Blaise la mayoría del tiempo—, Blaise sonrió ante la vergüenza de Theo y apretó su mano —. Con Malfoy también, a veces. Él, uhm, nos descubrió. Estuvo bien con todo. Sé que le tomó un tiempo acostumbrarse a vernos juntos, pero no fue de una mala manera.
Nova no le había contado sobre el descubrimiento de Malfoy al final de su año anterior, y la forma en que él había confiado en ella durante su viaje de regreso. Sabía que Malfoy estaba bien con Blaise y Theo estando juntos —. Incluso si no estuviera bien con ello, su opinión no importa. Si ustedes son felices, él debería estar feliz por ustedes. Y tú luces muy feliz, Theo—, mencionó ella con una sonrisa.
— ¿Y tú?—, inquirió él suavemente, mirándola removerse en su asiento —. Escuché... ya sabes. ¿Sus hermanos te trataron bien?
Nova apreció el esfuerzo de Theo. Sabía, a juzgar por su mueca, que no estaba complacido con hablar de Fred y George Weasley, pero lo estaba haciendo por ella. Y eso significaba más que nada en el mundo —. Me trataron increíblemente. Estuve a salvo y feliz este verano, Theo—, no mencionó los productos de bromas que ellos habían metido en su valija, sabiendo que Theo no se lo tomaría bien. Abrió la boca para decir algo más cuando Malfoy ingresó al compartimiento sin previo aviso, mostrando su placa de Prefecto en toda su gloria. Él asintió en dirección a Blaise y Theo antes de sentarse sin gracia al lado de Nova.
Las cosas estaban tensas, por decir lo de menos. Nova sabía que debajo de la manga de Theo estaba la Marca Oscura, pero Draco no sabía que Nova sabía sobre la nueva adición a su piel. Afortunadamente, Nova no tuvo que decir mucho porque la puerta del compartimiento se estaba volviendo a abrir, y una joven Slytherin de segundo año estaba de pie con un pergamino entre sus manos —. Debo entregarle esto a Blaise Zabini—, dijo con un tono aburrido, esforzándose por intentar cumplir con el estereotipo Slytherin. Nova tenía que darle crédito. No tembló bajo la mirada severa de Malfoy mientras le entregaba el mensaje a Blaise y dejaba el compartimiento después de que Malfoy soltara un resoplido que hubiera asustado a cualquiera.
— ¿Qué es?—, preguntó Theo, mirando a Zabini arrancar el moño que mantenía el pergamino enrrollado.
Señor Zabini,
Estaría encantado que se uniera conmigo a almorzar en el compartimiento C.
Sinceramente,
Profesor H.E.F. Slughorn.
— ¿Slughorn? Debe ser el nuevo profesor de DCAO—, dijo Blaise antes de soltar la mano de Theo y levantarse de su lugar —. No sé qué querrá, pero será mejor que vaya a ver qué es—, Nova se encogió de hombros, no teniendo idea sobre por qué el nuevo profesor de DCAO quería ver a Zabini. Observó a Blaise abandonar el compartimiento y se estiró en su asiento, el silencio volviéndose incómodo ahora que solo era su hermano, Malfoy y ella. Sus ojos involuntariamente se desviaron al brazo izquierdo de Theo, cubierto por su remera, y entonces sus ojos viajaron al de Draco.
— ¿Cómo estuvo tu verano, Malfoy?—, preguntó Theo, sin notar la mirada de Nova. Malfoy resopló, al parecer un nuevo hábito de él, pero había algo que hacía a Nova querer mirar más detalladamente a su ex-novio. ¿Acaso había... una pizca de miedo en sus ojos? No sabía si Draco Malfoy le tenía miedo a algo. Claro, era un cobarde a veces, especialmente cuando se trataba de Potter, pero nunca había temido al Chico que Vivió. Este era otro tipo de miedo. Era terror. Su corazón se tensó en su pecho, deseando que el chico que la había sostenido cuando Weasley había roto su corazón no tuviera que sentir el mismo terror del que ella había estado intentado proteger a Theo.
—Aburrido—, su respuesta fue corta y al punto, tan poco característico en contraste a los usuales discursos de Malfoy, que provocó que Nova se enderezara. Theo le envió una mirada de advertencia, ya que se suponía que ella no debía saber que Malfoy oficialmente era un Mortífago, y debía actuar acorde a eso. Nova se desinfló en su lugar otra vez y Malfoy giró su cabeza para mirarla, sus ojos suavizándose un poco debajo de aquella mirada en blanco —. Estuvo bien. No te preocupes, Nova.
—No estoy preocupada—, dijo fríamente, el tono que siempre había utilizado con él, pero él no reaccionó como si ella estuviera enojada. Solo le envió una pequeña sonrisa y se encogió de hombros. Era algo tan Malfoy que Nova le devolvió la sonrisa, casi imperceptible.
—Claro que lo estás—, respondió Malfoy, arrogante. Nova rodó los ojos.
La puerta del compartimiento se abrió nuevamente, y Crabbe y Goyle entraron, aplastándose en sus asientos con Blaise no muy lejos detrás. Blaise intentó cerrar la puerta solo para que se trabara en la mitad, rehuzándose a cerrarse más que eso. Intentó cerrar la puerta una vez más, pero de repente se abrió y Blaise tropezó, cayendo sobre las piernas de Nova y pateando a Goyle accidentalmente en el estómago. Nova soltó un pequeño quejido cuando el peso de su cuerpo la aplastó, pero no fue nada comparado al aullido que soltó Goyle antes de enviarle una mirada asesina a Blaise —. No molestes, Goyle, no fue su culpa—, respondió Nova, empujando a Blaise para que saliera de encima y luchando para esconder su risa cuando él cayó al suelo. Ella solo se encogió de hombros cuando Blaise la observó, acusándola de traición, y le dio una sonrisa rápida antes de estirar su brazo para ayudarlo a levantarse. Él regresó a su lugar al lado de Theo, pero no tomó su mano en esta ocasión ya que Goyle y Crabbe se encontraban presentes.
— ¿Parkinson no se nos unirá hoy?—, preguntó Crabbe.
—No—, espetó Malfoy —. Zabini, ¿qué quería Slughorn?
Blaise, aún recuperándose de su caida, observó a Malfoy —. Bueno, primero, él es el nuevo profesor de Pociones. Creo que Snape consiguió la posición de profesor de DCAO éste semestre—, las noticias parecieron alzar los espíritus de Malfoy ligeramente, ya que Snape era su profesor favorito —. Y solo buscaba conocer personas con buenas conexiones. Aunque no pudo encontrar muchas.
— ¿A quién más invitó?—, demandó Malfoy, enojado.
—McLaggen de Gryffindor, alguien llamado Belby de Ravenclaw, y Longbottom, Potter y la chica Weasley—, el corazón de Nova tambaleó un poco ante la mención del apellido, pero originó un ceño fruncido en su rostro. No tenía ningún problema con Ginny (o cualquiera de los otros miembros de la familia Weasley), pero pensó que su hermano era un completo idiota. No, pensó para sí misma. Ni siquiera voy a pensar en él. Por lo que ella alzó su mentón en alto en un gesto desafiante e ignoró las miradas que su hermano, Blaise, e incluso Malfoy, le enviaron.
— ¿Invitó a Longbottom?—, Malfoy lució escandalizado. Nova mantuvo sus labios sellados fuertemente, intentando ignorar el instinto de decirle a Malfoy que cerrara la boca. Debía cumplir con su papel de la pequeña Slytherin perfecta, su única obligación era mantener a Theo, y ahora a Malfoy, a salvo.
—Bueno, eso asumí ya que Longbottom estaba allí—, respondió Blaise, rodando los ojos.
— ¿Qué tiene Longbottom que le interese a Slughorn?—, la pregunta de Malfoy fue dirigida a Blaise, pero sus ojos se desviaron hacia Nova, como esperando a que ella respondiera. Recordaba con qué personas ella se había asociado el día que la había descubierto en la oficina de Umbridge. Blaise se encogió, apoyándose contra el costado del tren y luciendo desinteresado, como si preferiría estar tomando una siesta a escuchar a Malfoy.
—Potter, el precioso Potter, obviamente que quería hablar con "El Elegido"—, comenzó Malfoy —. ¡Pero la chica Weasley! ¿Qué tiene esa de especial?—, Nova recordó qué tenía de especial, y la forma en que Malfoy se encogió aseguró que él también lo recordaba. El maleficio sin esfuerzo que ella había logrado lanzarle a Malfoy el semestre pasado había impresionado incluso a los Slytherins presentes en la habitación. Nunca admitirían que una "traidora a la sangre" los había impresionado, pero Nova había visto sus rostros cuando el hechizo fue ejecutado —. Bueno, le tengo lástima al gusto de Slughorn. Tal vez está algo senil. Qué pena, mi Padre siempre dijo que él era un buen mago en su tiempo. Mi Padre era uno de sus favoritos. Slughorn probablemente no escuchó que estoy en el tren o--.
—No esperaría una invitación si fuera tú—, interrumpió Blaise de repente. Sin mirar a Theo, continuó —. Me preguntó por el padre de Theo en cuánto llegué. Aparentemente solían ser viejos amigos, pero cuando escuchó sobre lo que sucedió en el Ministerio, él... no lucía feliz—, Nova apretó sus manos sobre su falda en silencio —. Y... bueno, Nova y Theo no recibieron una invitación. No creo que Slughorn esté interesado en...
—Mortífagos—, ofreció Nova con una voz helada. Blaise se encogió, pero asintió.
Malfoy volvió a resoplar —. Bueno, ¿a quién le importa en qué esté interesado ese? ¿Quién es, si lo piensas? Solo un maestro estúpido. Quiero decir, puede que ni siquiera asista a Hogwarts el año entrante, ¿por qué tendría que importarme si le gusto a un viejo o no?—, esto fue noticias para Nova, que se enderezó en su asiento y envió una mirada cuestionante a Malfoy.
— ¿No vendrás a Hogwarts el año que viene?—, cuestionó en voz baja.
—Bueno, nunca se sabe. Podría haberme… uhm… involucrado en cosas más grandes y mejores—, Malfoy sonrió a sus compañeros, y congeló el corazón de Nova. Sabía que solo estaba buscando atención, como siempre. Pero la forma en que podía hablar sobre ello, tan despreocupado, rompía el corazón de Nova. Lo que quedaba de el, de todos modos. Estos días, no parecía ser mucho —. Mi madre quiere que termine mi educación, pero personalmente no le veo la importancia ahora. Es que, piénsenlo... cuando el Señor Oscuro tome el control, ¿le importará cuántos exámenes T.I.M.O. o E.X.T.A.S.I.S. tenemos? Claro que no... se tratará del tipo de servicio que reciba, el nivel de devoción que le demostremos.
— ¿Y crees que podrás hacer algo por él?—, cuestionó Blaise, alzándose en defensa de Nova cuando vio la mirada rota en su rostro —. ¿Dieciséis años y no completamente cualificado?
—Es lo que acabo de decir, ¿no? Tal vez no le importe si estoy cualificado o no. Tal vez el trabajo que quiere que haga no depende de mis calificaciones—, hubo silencio después de sus palabras antes que Malfoy mirara por la ventana —. Ya puedo ver Hogwarts. Será mejor que nos pongamos el uniforme.
Nova se colocó su uniforme cuando los chicos salieron para darle un poco de privacidad, con su ceño fruncido mientras la dejaban sola con sus pensamientos —. Malfoy—, murmuró bajo su respiración, un grito de ira amenazando con liberarse —. En el nombre de Merlín, ¿en qué estás pensando?
Blaise fue el primero en volver al compartimiento, e inmediatamente tomó a Nova por los hombros —. No lo escuches, Nova. Son solo palabras, ya sabes cómo es él.
—No puedo pasar por esto otra vez—, dijo, enfadada con Malfoy, con Weasley, con ella misma, y con la situación en la que se habían metido —. Sé que Malfoy y yo no somos tan cercanos como solíamos serlo, y es mi culpa. Pero él estuvo ahí para mí, Blaise—, su labio inferior tembló y ella frustradamente lo mordió para mantenerlo firme —. Estuvo conmigo cuando Weasley me rompió el corazón, y estuvo allí cuando mi Padre fue llevado a Azkaban y tuve que pasar el verano sin Theo. No se merece estar involucrado en todo este lío—, Nova pasó sus dedos por su cabello —. Él no es malvado, no realmente. No en el fondo. Lo sé, lo sé, lamentará su decisión cuando sea mayor y yo... no puedo hacer nada para detenerlo. Eso me mata.
—No es tu responsabilidad, Nova. Tiene dieciséis años, es grande.
—Tiene dieciséis años, Blaise—, susurró —. Sigue siendo un niño. No sabe en qué se está metiendo, no de verdad.
—Mira, estoy de acuerdo contigo, ¿sí? Cien por ciento. Pero es su decisión. Fue diferente con Theo, ustedes son mellizos. No tienes control sobre lo que hace Malfoy. No te escuchará. En el fondo, lo sabes—, lo sabía. Si Malfoy estaba decidido en demostrar su valor al Señor Oscuro, eso haría. Ella simplemente asintió ante la sentencia de Blaise, sabiendo que tenía razón, pero odiando que fuera cierto. El resto de su pequeño grupo volvió al compartimiento para el resto del viaje. Mayormente transcurrió en silencio, solo siendo irrumpido por las molestas historias de Crabbe y Goyle sobre sus aventuras en el verano. Nova no pudo levantar los ojos del suelo, dónde su mirada había permanecido desde que Malfoy regresó.
Cuando el tren se detuvo, todos se levantaron para bajar. Crabbe y Goyle fueron los primeros en salir, Blaise y Theo siguiéndolos. Nova comenzó a salir del compartimiento, pero se detuvo cuando notó que Malfoy seguía sentado en su lugar —. Adelántate—, le dijo —. Solo quiero ver algo.
—Sí—, susurró ella —. Bueno—, pero no hizo ningún movimiento para irse. Malfoy notó la mirada en su rostro, y suspiró.
—No tienes que preocuparte por mí, Nova—, dijo suavemente, levantándose y moviéndose hasta que se encontró justo frente a ella. Ella volvió a ver el mismo terror en sus ojos que había notado antes, y soltó una carcajada sin humor —. ¿Qué es tan divertido?
—Voy a preocuparme por ti lo quieras o no, Malfoy—, él abrió la boca para discutir, pero ella negó —. Mira, me prometí algo este año. Después de lo que sucedió con... ya sabes... prometí que volvería a ser la Reina del Hielo de Slytherin fría y arrogante que todos creían que era antes de todo este desastre—, se acercó a Malfoy y colocó su mano sobre su hombro —. Pero tú estuviste allí para mí, Malfoy. Estuviste allí cuando era un desastre que solo lloraba, te aseguraste de mandarle cartas este verano a Theo por mí, y realmente lo aprecio.
—Eso es lo que hacen los amigos—, él alzó su mano hasta su rostro para mover un par de cabellos que amenazaban con entrar a sus ojos. Ella se encogió, y él sonrió amargarmente —. Lo siento, lo hice por costumbre. Pero somos amigos. Puedo ser solo tu amigo, Nova, lo prometo.
—Bien. Me dijiste cuando me estabas sosteniendo después de la peor separación de mi vida adolescente que ibas a estar para mí, me gustara o no. Lo mismo se aplica aquí, Malfoy. Estuve ahí para Theo, y estaré para ti. Pero para poder hacer eso, debes dejarme entrar—, su ceño se frunció en tristeza melancólica, y suspiró —. Por favor, déjame entrar. Dime qué está pasando. No me dejes afuera de la pared de cristal que estás construyendo a tu alrededor. Hablar contigo todo este tiempo me ha ayudado tanto. Tanto que no puedes imaginarlo. Déjame hacer lo mismo por ti. Déjame estar para ti. Prometo que lo estaré.
Él suspiró, pero tomó su mano. Este gesto estaba bien, decidió ella. No le gustaba la sensación de alguien sosteniendo su mano (era demasiado familiar, un recordatorio de su corazón roto, y la mano de Draco Malfoy no era la de Ron Weasley), pero era lo que ella le ofrecía para que Draco la dejara entrar —. ¿Algún día dejaré de estar enamorado de ti?—, preguntó.
Ella estaba frustrada —. Deja de intentar cambiar el tema, por favor.
—No estoy cambiando el tema—, discutió él, sacudiendo su cabeza —. Solo desearía que...—, vaciló, pero ella sabía qué implicaba con esas palabras. Desearía que todo fuera diferente. Desearía que siguiéramos juntos. Desearía que me amaras.
—Lo sé. Lo siento. Pero lo que puedo ofrecerte es estar a tu lado, Malfoy. Sabes que lo estoy. Siempre lo estaré. Incluso si hay una guerra, pelearé a tu lado.
—No digas cosas que no crees—, Nova frunció el ceño e intentó abrir la boca para responder, pero él negó —. Ve. Estaré en los carruajes en un rato—, él soltó su mano y la empujó gentilmente hacia la puerta. No lo suficiente para herirla, sin siquiera aplicar una cantidad de fuerza significativa, pero suficiente para distanciarla de él —. Y, ¿Nova? Gracias. En serio. Trabajaré en solo ser amigos.
—Ese no es el punto de lo que te estoy diciendo—, aclaró ella, pero negó con una pequeña sonrisa —. Pero gracias. Lo aprecio. Por favor, déjame entrar—, repitió antes de girar sobre sus pies y salir del compartimiento.
Ella ni siquiera se percató de que Harry Potter, segundos previos a ser paralizado por un hechizo enviado por Draco Malfoy, estaba suspirando en silencio y preguntándose por qué diablos su mejor amigo había sido un completo idiota.
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