Continuación de la batalla final, el final bueno.

El cuerpo inerte de Steve Rogers yacía en el suelo de ese vacío, siempre, en toda la batalla, preguntandose si era realmente un vacío en otro mundo, otra dimensión, o todo esto pasó solamente en su mente, mientras que su cuerpo hacía Dios sabe qué locuras en la vida real...Probablemente masacrando personas por Tony u órdenes de Hydra que le impusieron. Al fin y al cabo, Capitán Hydra tenía el control total de su cuerpo, él solo era una mísera molécula dentro de un cuerpo inmenso...Qué podía hacer él contra lo más poderoso de un cuerpo humano, la mente. Hydra!Steve era la mente, era la fuerza, era el todo...Él, el verdadero Steve Rogers, había sido reducido a una mísera molécula. Nunca en su vida se había sentido con tanta impotencia y debilidad. Incluso en las peleas callejeras cuando aún no tenía el suero de súpersoldado, ahí era más fuerte que ahora. Que le pasaba? Él no era asi, no lo era...Supuestamente era el símbolo de toda una nación, el Capitán América. Pero su corazón no se sentía así, esa estrella estaba a punto de quebrarse en su pecho, un mínimo "crack" de este pedazo de puro blanco, ya quedaría borrado de la existencia, sus amigos lo olvidarían, su pareja lo olvidaría....Todos se olvidarían de él y lo dejarán en el pasado, junto con héroes muertos.

Esos y miles de pensamientos más surcaban su mente a punto de apagarse, con el charco de sangre proveniente de su pecho muy herido, era um milagro que esté vivo todavía, reflexionando sobre puras estupideces. Oyó más y más cerca los pasos de Capitán Hydra, cuando se sobresaltó levemente cuando lo oyó justo a unos centímetros de su oído, su gran e imponente pisada, mirandolo con una sonrisa de pura maldad, muerte y victoria en sus labios, mientras su traje estaba algo manchado de rojo igual que un lado de la cara. Cuando se había manchado? No tenía idea....Tampoco es que importara ya, pensaba el moribundo de Steven, mirandolo con vista borrosa y muy pálido por la pérdida de sangre. Soltó un gemido de dolor y de estar ahogándose, cuando el soldado de Hydra lo tomó bruscamente por el cuello, alzandolo del suelo, hasta incluso sus pies no tocaban el piso. Steve se puso las manos sobre las suyas, tratando de aflojar el agarre con las pocas fuerzas que le quedaban, pero era llanamente inútil, a consecuencia, la presión en su pobre cuello aumentó más, dejandolo sin aire en la cabeza. Logró abrir levemente los ojos y sintió un enorme vuelco en el corazón cuando vio esos ojos rojos, llenandose de puro terror por breves momentos, también su corazón llenandose de una profunda depresión, pesimismo y tristeza.  Esas ideas se inundaban en su cabeza, no tenía posibilidad alguna de ganar, simplemente, no la tenía....

Había perdido.

Justo cuando el monstruo de Hydra iba a acabar de una vez por todas la pelea, acabar la vida de Steve Rogers, un ataque de disparo lo despidió hacia un costado, destrozando nuevamente su forma de Steve Rogers, y el verdadero fue soltado de su cuello y cayó de bruces al suelo, sin poder tener fuerzas para levantarse. Si ni podía hacer eso si quiera, tampoco habría podido proyectar ese ataque, igualmente durante la pelea se vió que los suyos eran azules y blancos, los de Hydra Steve eran negros y ojos....Este en cambio, fue naranja. Alguien más estaba con ellos, y Steve aun muy débil pudo oír sus pasos cortos y fuertes hacia él, el soldado no pudo evitar cerrar los ojos, temiendose lo peor.....Cuando los vuelve a abrir, ve a aquella persona, tendiendole la mano para ayudar a levantarlo, así que se agachó para al menos ayudarlo a arrodillarse, dandole la oportunidad a Steve para ver su rostro.

....

El corazón de Steven se paró por unos segundos, mirando sorprendido e incrédulo, a su hermosa pareja, Anthony Stark, a su lado, ayudandole a mantenerse firme, sonriendole determinante y con la armadura puesta. Sintió una de sus manos acariciar suavemente su mejilla sucia y algo mojada de sangre.

-- Vamos Steve. Levántate, hazlo y pelea. Eres más fuerte que él...Eres el auténtico Steve Rogers, eres aquel capitán del que me enamoré.

Steve no pudo evitar soltar lágrimas a cántaros de sus ojos cristalizados, y se levantó para lanzarse a abrazar fuertemente a Tony, con pasión, cariño y nostalgia, sollozando y temblando. Lo sabemos, él era un llorón en el fondo pero eso no le quitaba el derecho de llorar en silencio por tener finalmente a su pareja de nuevo a su lado, en especial en un momento tan importante como este, finalmente sintiendose cálido, después de todas las torturas que había pasado ultimamente, lo mínimo que merecía era un abrazo de Tony, que correspondió suavemente, acariciando su cabeza. Siguieron asi unidos durante unos segundos más, cuando se separan y Steve puso sus manos en sus mejillas, besandolo con pasión y suavidad en los labios, sin importarle una mierda que Hydra!Steve estuviera mirandolos asqueado e incrédulo desde lejos. La pareja se mantuvo unos segundos más en el beso, y se separaron haciendolo sonoro. Steve miró al hombre castaño, que seguía sonriendole determinante y puso una mano en su hombro, para que, la estrella que había en su pecho de su traje, el centro de la estrella se iluminara de blanco.

De repente, el hombre rubio también sintió otra mano en su otro hombro, y se sorprendió a ver a su amigo de la infancia, Bucky, pero esta vez se veía, mucho mejor, en el sentido que estaba finalmente libre del control mental de Hydra, iba con un brazo metálico nuevo, el pelo y barba más larga, incluso con una nueva y mas grande arma. También le sonreía de forma determinante y listo para la batalla.

-- Eres y siempre fuiste mi mejor amigo, Steve. Si todo lo que eres no es valentía y fuerza, no sé lo que es.

Steve le devolvió la sonrisa agradecido, y un lado de la estrella se iluminó también. Todavía no sabía lo que significaba, pero una idea se empezaba a formar dentro de su cabeza.  Volteó la cabeza más allá de Bucky y vio de forma algo translúcida, igual que los dos castaños, a Natasha. Con su pelo corto y pelirojo, segura y fuerte como siempre la había conocido. Steve no pudo quitar la sonrisa de sus labios, y ella le sonreía también.

-- Tienes muchos defectos, como todos en este mundo. Pero algo inegable de ti, es que peleas con el corazón y eres un gran y respetable líder.

Otra punta de la estrella se iluminó en su pecho, Steven cada vez se sentía con más fuerzas, las personas que más quería habían venido a ayudarle, a vencer el mal que dejó entrar en su corazón, ahora tenía que eliminarlo de una vez por todas. Volteó hacia atrás, mirando a otro buen amigo suyo, Sam Wilson, Falcon para la mayoria, con su traje puesto y las alas metálicas y relucientes desplegadas, todos le sonreían determinantes.

-- Como gran amigo mio que eres, sé que no te rindes. Jamás lo has hecho y no lo vas a hacer ahora, puedes pelear, eres el más fuerte!

Clip, otra punta de su estrella se iluminó, y Tony puso una mano en su pecho, sintiendo como la herida y los pedazos oscuros se desvanecían, ademas de ello sintiendo el cálido amor del castaño hacia Steve, se sentía realmente bien, con tanta fuerza acumulandose en su interior. Otra voz apareció detrás suyo, y sintió un vuelco en el corazón al ver a su primer amor, a Peggy Carter sonriendole suavemente, justo en la apariencia como la había conocido 70 años atrás.

-- Todos estamos contigo, Steve...Todos confiamos y creemos en tí, tienes un verdadero corazón de un soldado y una persona.

Otra punta de la estrella de su pecho resplandeció, y Steve sintió la fuerza de alguien más que le ofreció. Al lado derecho de Peggy, apareció aquel hombre que siempre había creido en él, y le dio la oportunidad de ser el supersoldado, la oportunidad de ser quien es el día de hoy. Abraham Erskine, sonriendole suavemente.

-- Fuiste siempre el elegido para ser el héroe de América. No solo por la fuerza que te otorgué...Sino el corazón puro que tienes en tu interior.

Esta vez apareció por último, aquella chica reciente que había conocido, que vio un gran potencial en ella y les siguió el camino para ser quien es hoy. Una respetable vengadora en el día de hoy, por ultimo apareció Wanda Maximoff, sonriendo agradecida.

-- Gracias a ti...Es quién soy. Gracias a la ayuda que me diste, de todo el potencial que puedo dar...De todos los obstaculos que me ayudaste a pasar...Y que peleé a tu lado, como la guerrera que soy. Te doy las gracias, Steve Rogers....Por hacerme ser la chica que soy, una que no se rinde y lucha hasta el final...Igual que tu.

Finalmente, la estrella se iluminó del todo, y al fin entendió Rogers, que cada pedazo de la estrella, era de aquellas seis personas que de verdad apreciaba y amaba, en el centro...Aquel hombre que amaba con todo su corazón, y que jamás abandonaria, como Tony a él. Todos estaban ahí para darle fuerzas, para animarlo y que pueda derrotar al monstruo de su interior de una vez por todas, y sí que lo iba a hacer. Miró al frente, sonriendo desafiante, con la estrella brillando de blanco en su pecho, y viendo como la oscuridad en masa formaba de nuevo a su archienemigo, justo delante de él, gruñendo frustrado y enojado.

-- No importa si están contigo...Yo siempre seré más fuerte que tú. Yo soy la fuerza, y tú que eres, nada. Solo un estorbo en este mundo. Mejor desaparece!

-- No has...Visto nada de mi todavia.

-- Tu menos.

Steve frunció el ceño, listo para pelear  y tanto su estrella en el pecho como todo su escudo brillaba, y varios cañones translúcidos aparecieron detrás de él, apuntandole a su enemigo. No solo había obtenido el poder y fuerza de sus seres queridos, sino también, toda USA confiaba en él y le daban fuerzas y ánimos, en otras palabras, también tenía el poder de toda una nación en sus manos. Alzó el puño hacia Capitán Hydra y los cañones dispararon, levantando explosiones y humo a todas partes, dejandole un punto ciego a Steve, pero incluso con todo el humo ahi, logró localizar a su enemigo y cargó contra él. Capitán Hydra se habís cubierto con los brazos de los ataques, que solo habían deformado un poco su masa negra, pero rápidamente se volvía a regenerar. El hombre rubio apenas alzó la cabeza para ver a donde se había metido su oponente, se sorprendió bastante cuando Steve le golpeó muy fuertemente la nuca con el escudo, que casi lo manda al suelo. Hydra!Steve se volteó para lanzarle un ataque, pero no vio nada detras suyo, mas sintió otro golpe en su espalda...Qué estaba pasando?! Se supone que eran iguales, entonces porqué no podía esquivar sus ataques y de paso devolverselos! Se giró en redondo después de varios golpes con el escudo brillante y logró divisarlo vagamente, sus ojos azules brillaban de determinación, corage y fuerza absoluta. A victoria.

Otro golpe definitivo de Steve con el escudo mandó a Capitán Hydra a varios metros de él, pero solo se balanceó hacia atras y adelante de nuevo para no caer y ser derribado. Hydra!Steve ya se empezaba a enojar bastante, apretando fuertemente sus puños, y viendo como Capitán América cargaba contra él de frente, con toda la fuerza, sin parecer una pizca de cansado. Hydra!Steve tampoco lo estaba, y alzó una mano hacia su contrincante, deteniendolo en el aire cuando se abalanzó sobre él, rodeado de aura negra. El rostro del monstruo se empezaba a deformar en líquido negro de nuevo, empezando por lágrimas negras en los ojos y en la boca, que apretaba fuerte los dientes y los ojos rojos brillaban de puro odio, destrucción, y muerte absoluta.

-- Ya me harté de tus jueguitos.

Dijo severamente y moviendo el brazo bruscamente hacia arriba y en diagonal, mandó volando a Steve a esa dircción, alejandose decámetros de su enemigo. Sin embargo, Steve gruñó del enojo, un acto de pura cobardía, alejar a tu enemigo para irse o recuperar fuerzas, él siempre atacaba a su enemigo de frente, así era como debía ser! Dio unas vueltas en el aire y apoyó los pies en una especie de superficie con la forma de su escudo, pero mucho más grande y dando impuslo, regresó disparado hacia Capitán Hydra, y le propinó un fuertísimo golpe en la cabeza con el escudo brillante, que lo hizo desaparecer en una masa oscura y alejarse de ahí, con gritos desgarradores de fondo. Steve dedujo con satisfacción que le había dado y dolía horriblemente. Sintió la estrella en su pecho brillar intensamente, y por última vez divisó a sus seres queridos estando ahí para él.

Sam...

Wanda...

Erskine...

Peggy...

Bucky...

Tony Stark...

Steve rodeó a la estrella con sus manos, cerrando los ojos un momento, sentía que iba a estallar con tanto poder acumulado...Si estallaba, lo haría con ese monstruo para poner fin a esto de una vez por todas. Su pelo se movió levemente por la brisa que emitía el aura azul y blanca alrededor suyo, y esbozando una sonrisa retadora y sincera, alzó la mirada, volviendo a abrir los ojos para ver a su más grande enemigo hasta el momento, Capitán Hydra. Este estaba ya hecho una total furia, lejos de él, con el escudo de Hydra en su brazo y hasta el casco puesto, mirandolo de forma furibunda y asesina, queriendolo ver muerto a sus pies YA. El suelo vibraba y el mundo se agrietaba, se estaba destruyendo por el inmenso poder de ambos. La oscuridad de Capitán Hydra rodeaba como olas de el tsunami más grande a Capitán América, y se iban agrandando, cubriendo todo el vacío del mundo, dejando la única luz pura, el pecho de Steve Rogers, el verdadero corazón de un soldado.
Esto terminaba aquí y ahora, pensaban los dos. Capitán Hydra era una persona además de un verdadero monstruo, todo lo contrario a él, por el bien de todos, tenía que ser destruido.

Hydra!Steve dio un grito de guerra, y cargó rapidamente contra Steve Rogers, y todas esas olas de oscuridad absoluta se abalanzaron sobre él. Steve solo puso su escudo al frente, mirando severamente al monstruo que se volvió parte de esa masa oscura, y cerró fuertemente los ojos al sentir la avalancha de oscuridad que golpeaba el escudo, pero el capitán no se movió de donde estaba, resistía increíblemente. La oscuridad se desintegraba lentamente al tener contacto con el escudo de luz, y algunas partículas volaban por encima de Capitán América. Éste abrió lento los ojos y con esfuerzo, apretando los dientes y viendo todo el caos que tenía justo frente suyo y gruñó, sintiendo la aparición en persona de sus seres queridos, que gracias a la ayuda final de ellos, su estrella en el pecho y el escudo brillaron más, para disparar su ataque final con un rugido de guerra, disparando metros de altura y mucha fuerza, pura luz, un rayo gigantesco de luz y energía cargó contra toda esa penumbra, destruyendola apenas la tocaba, la luz de su pecho se expandía más, por todo el vacio, extinguiendo la oscuridad, maldad y Hydra de su corazón y mente. Capitán Hydra, al ser lo último de oscuridad que había en el ser de Steve Rogers, miró por primera vez en toda su existencia, esas olas de luz y energía pura, abalanzarse contra él, con horror puro, de sus ojos ya no bajaban chorros negros, sino lágrimas, de pura derrota, y terror en su negro corazón.

-- Tony....

Fue la última palabra de Capitán Hydra para ser vaporizado al instante por la intensa luz del verdadero Steve Rogers, y este ser en su interior....Finalmente explotó.

Steve se encontraba en la vida real encadenado, inconsciente y sin ropa en todo su torso, que estaba sucio y lleno de heridas que sangraban. Las cadenas sostenían sus muñecas, jalando sus brazos para que queden bien tensos y no poder moverlos, igualmente sus piernas, solo que en sus rodillas, sin poder despegarlas del suelo. Se encontraba en una cámara completamente aislada del mundo, con solo cuatro paredes, y tenues luces en las esquinas superiores. Steve no tenía idea de como había terminado ahí, realmente no lo sabía....Quizá finalmente lo lograron detener de su masacre como Capitán Hydra y lo aprisionaron ahí o que sabía él....Finalmente dio un fuerte respingo, alzando la cabeza y arqueando la espalda, con los ojos abiertos como platos, por fin...Sus ojos eran azules, había regresado a su cuerpo, al mundo real...Había derrotado a Capitán Hydra, y aquello, le hizo sentir realmente feliz, de poder volver al fin a su vida, a limpiar su nombre y olvidar todo este tormento. Pero apenas se movió, las luces se encendieron de golpe, iluminando todo y Steven se quejó de la luz en sus ojos, apartando la cabeza y cerrando los ojos, también oyó armas salir de las paredes y apuntarle a él, eso....Jamas lo había visto, donde estaba?! Poco a poco se fue acostumbrando a la luz y miró alrededor, las armas le seguían el movimiento de su cabeza. Frunció el ceño y vio que estaba encadenado, completamente inmovilizado.

-- Ho-hola...? Qué está pasando, donde estoy? Alguien! -- Pidió por ayuda, pero no vino nadie.....En varios minutos.

El hombre rubio bajó rendido la cabeza, cuando oyó las compuertas de al frente abrirse y vio con el corazón hinchandole de alegría y amor puro, a su amada pareja, entrar y acercarse a él lentamente. Tenía el mismo rostro tan hermoso justo como lo recordaba, le debía mucho a Tony por ayudarle tanto en estos últimos días. El castaño ladeó la cabeza al verlo, acercandose un poco más, pero una sonrisa se empezaba a formar en sus labios, lleno de esperanza y alegría.

-- S-steve...?

-- Tony....

[3 MESES DESPUES]

Steveg volvió a ser el mismo de siempre, todos estaban muy contentos de tener finalmente al verdadero de vuelta, aunque aún tenía que limpiar completamente su nombre con la nación. No quiso hacer misiones contra Hydra por mucho tiempo, aun estando en rehabilitación por todo lo sucedido. Por suerte, Tony, su hermosa pareja estaba siempre para él, dandole tiernos besos para reconfortarlo y hacerle sentir mejor. Natasha le explicó lo que había sucedido, que los Vengadores habían ido a una base de Hydra a traerlo para ver si podían quitarle el control mental de Hydra, pero que Steve estaba completamente fuera de control, matando violentamente a cualquiera que se le acercaba, ademas de gritar y removerse en todas partes, agarrandose la cabeza. No tuvieron más remedio que dejarlo completamente inconsciente por semanas, encerrandolo en esa habitación donde había despertado. Steven entendió todo a la perfección, él y los demás seguían dando con el paradero de Zola y Red Skull, ademas de su amigo Bucky, que seguía con ellos siendo el Soldado del Invierno. Steve bajó la cabeza, pensando en algo que le dejaba perturbado cada vez que lo recordaba.

Cuando despertó, vio una sombra completamente negra en la esquina del cuarto, pero como estaba tan débil en ese momento no pudo ver quién era, pero juraba que se parecía bastante a él. Cuando Tony entró a verlo, la sombra de la habitación había desaparecido, todo eso cuando Steve despertó encadenado en ese cuarto. Tenía la mínima sospecha de que era su gran enemigo, que de alguna forma había escapado de su cuerpo, a ser fisicamente vivo. Un escalofrío le recorrió la espalda al pensar en ello y vio a Tony a su lado, mirandolo preocupado.

-- Estás bien, cap?

-- Si, si...Claro, amor. -- Dijo sonriendole a su castaño preferido y se besaron tiernamente, Steve abrazandolo de la cintura y Tony de la nuca. Siguieron así un largo rato, habían extrañado mucho el calor y el amor verdadero uno del otro, se sentían realmente felices, Steve se sentía realmente feliz....

Muy lejos de la torre Stark, en Nueva Jork sin embargo, un hombre con vaqueros, chaqueta negra y una cachucha del mismo color caminaba con la mirada sombría y rayada por las calles, y se detuvo en una esquina para alzar la cabeza y ver a la imponente torre, con ojos rojos, sombríos y asesinos, dirigiendose a ella y a todo aquel que la representaba. Su pelo corto se ocultaba con la gorra, pero por un poco cerca de la nuca se veía que era rubio, y seguía mirando de forma asesina la Torre Stark, más especifico, a Steve Rogers. Después de unos minutos, se dio media vuelta para volver a alejarse de la torre, mirando al frente aún con la muerte reflejada en sus ojos.

"No termina aquí, Capitán América"

Fin