CAPÍTULO CUATRO:
sobrecarga de información.

     —Sé que estás aquí—, habló Cassadee al pararse en medio del bosque, mirando a los árboles y arbustos que la rodeaban —. Puedo olerte—, se dio la vuelta cuando escuchó un suave gruñido detrás de ella —. No me intimidas. Corta la mierda, Samuel.

      Sam gruñó y mostró sus colmillos caninos a antes de darse la vuelta y esconderse detrás de un árbol, transformándose en su forma humana y poniéndose ropa que siempre escondía en distintos lugares del bosque —. ¿Qué quieres?—, cuestionó el alfa una vez que salió de detrás del árbol con sus usuales shorts de jean.

      —Es bueno verte también, ¿cómo estás?—, contestó Cassadee, cruzándose de brazos —. No puedes realmente seguir enojado conmigo.

      —Vuelve a intentar—, mencionó Sam, disgustado —. No puedes realmente creer que lo he superado.

      — ¡Dije que lo sentía al menos unas veinte veces!—, la chica alzó los brazos al aire —. No puedes estar tan molesto porque te haya roto las costillas, ¡estuviste bien en una semana!

      —No estoy molesto por las costillas, Cass—, negó Sam con su cabeza —. Estoy molesto porque protegiste a ese vampiro, especialmente después de todo lo que te hizo.

      —De acuerdo. Sé que soy vengativa, pero nunca iría tan lejos como para desearle la muerte a alguien—, aseguró Cassadee —. Puedo odiarlo, pero aún así lo amo.

      — ¡Rompió el tratado, Cassadee!—, gritó Sam —. ¡No puedo dejar que se salga con la suya!

      — ¡Y yo no dejaré que nada le pase!—, contestó Cassadee —. Me rehúso a dejar que algo malo le suceda a cualquiera que ame si puedo evitarlo.

      —Pensé que me amabas—, habló Sam suavemente —. Obviamente me equivoqué.

      —Te amo, Sam, y al resto de los lobos. No sé si es porque parte de mí es un lobo o solo porque disfruto de su compañía, no podría saberlo, pero los amo—, suspiró la castaña y pasó una mano a través de su ondulado cabello antes de acercarse a Sam —. Pero tienes que entender que los Cullen son mi familia y no podría vivir conmigo misma si algo les pasara a cualquiera de ellos. Especialmente a Jasper.

      ─Y tú necesitas entender la importancia del tratado—, le dijo el alfa —. Si dejamos que Jasper salga inocente al morder a un humano, otros vampiros pensarán lo mismo.

      ─Entonces, supongo que se enfrentarán a un duro despertar en cuanto los lobos los maten—, señaló Cassadee.

      ─ ¿No deberías estar de mi lado?—, inquirió Sam —. ¿No eres tú la que mantiene en balance al mundo sobrenatural?

      ─Mantener a Jasper con vida no le molesta al mundo sobrenatural—, Cassadee colocó sus manos sobre sus caderas y golpeó repetidas veces su pie contra el suave suelo del bosque, su irritación crecía —. ¿Qué si fuera Emily?

      Sam hizo una pausa, mirando a Cassadee confuso —. ¿Qué?

      ─ ¿Qué si los roles fueran al revés y Emily hubiera roto el tratado?—, inquirió Cassadee al alfa con una ceja alzada —. ¿No preferirías morir a que le pasara algo?

      Sam suspiró, comprendiendo el punto —. Aún no estoy de acuerdo con lo que hiciste—, dijo mientras miraba el suelo, pateando una pequeña piedra. Una sonrisa creció en el rostro de Cassadee, una que no era forzada por primera vez en meses.

      ─ ¿Esa es tu forma de decir que tengo la razón? Porque así es como me lo estoy tomando.

      Sam rodó los ojos —. Sí, tienes razón—, asintió antes de darse la vuelta y alejarse —. ¡No dejes que se te suba a la cabeza!—, gritó.

      ─ ¡Muy tarde!—, contestó Cassadee —. ¡Es bueno tenerte de vuelta, Uley!

      ─Ve a casa, Swan—, se dio la vuelta para mirar a Cassadee mientras caminaba de espaldas —. Mantendré a Victoria lejos de tu casa.

      ─Déjale venir—, se encogió de hombros antes de darse la vuelta y alejarse en la dirección contraria —. Pronto conocerá la ira de Badass Cass.

♦

      ─Bueno, esto es incómodo—, mencionó Cassadee al pararse entre Jasper y Sam, quiénes se miraban el uno al otro fijamente —. Sam, pensé que nos llamaste para cosas más importantes que mirar los ojos de mi ex.

      ─Te llamé a ti para la reunión—, aclaró Sam, mirando a Cassadee —. Billy dijo que tiene información para ti—, volvió a mirar al rubio —. Nunca dije que traigas al cara pálida. Te das cuenta que estás rompiendo el tratado ahora, ¿no?

      ─Cass me pidió que viniera, así que aquí estoy—, Jasper miró a Sam —. No me importa el tratado cuando Cassadee está involucrada.

      ─Wow, puedo tocar la testosterona—, bromeó la vampira, mirándolos —. Traje a Jasper para que ustedes dos se arreglaran.

      ─Cassie—, suspiró Sam.

      ─No intentes discutir esto—, cortó la Igualadora al alzar su mano —. No quiero lidiar con toda esta tensión cada vez que esté con ustedes.

      ─Está bien—, bufó Sam y se cruzó de brazos antes de volver a mirar a Jasper —. Si alguna vez vuelves a romper el tratado o lastimas a Cassie, me aseguraré de matarte.

      ─Anotado—, respondió Jasper, cortante.

      ─Puedo sentir la amistad formándose—, dijo la castaña con sarcasmo, empujando a Jasper lejos de Sam —. Te veré luego. Ahora vete antes de que uno de nosotros mate a alguien.

      ─Ten cuidado—, le recordó el rubio, besando su frente antes de desaparecer.

      ─Una pequeña advertencia hubiera sido lindo—, bufó Sam molesto, dándose la vuelta y caminando en dirección a la fogata —. Vamos, Billy comenzará pronto.

      Cassadee rodó los ojos ante la actitud del lobo antes de seguirlo hacia la fogata y el consejo sentados a su alrededor. Tomó asiento al lado de su hermana, sabiendo que era la mejor opción ya que Sam era el único lobo que no estaba completamente molesto con ella.

      ─Los Quileutes han sido una pequeña tribu desde el comienzo—, comenzó Billy —. Pero siempre hemos tenido la magia en nuestra sangre. Fuimos grandes guerreros espirituales, cambiadores de forma, quienes podíamos transformarnos en poderosos lobos. Esto nos permitía asustar a nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu.

      >> Lucía como un hombre, pero era duro como piedra y frío como el hielo—, continuó Black, mirando a Cassadee y Bella —. Los filosos dientes de nuestros guerreros lo destrozaron, pero solo el fuego lograba destrozarlo completamente—, Billy llevó su atención lejos de las mellizas y se enfocó en el grupo —. Vivían con temor de que el frío no estuviera solo, y tuvieron razón. Ella tomó venganza con toda la tribu. Nuestro jefe, Taha Aki, fue el único espíritu guerrero que quedaba para salvar a la tribu después de que su hijo fuera asesinado. La tercera esposa de Taha Aki podía ver que él perdería.

      >> La tercera esposa no era un ser mágico, sin poderes menos uno. Coraje—, continuó Billy —. El sacrificio de la tercera esposa distrajo a la mujer fría lo suficiente para que Taha Aki la destruyera. Ella salvó a la tribu. Con el tiempo, nuestros enemigos desaparecieron. Pero uno sigue, los fríos—, Billy volvió a mirar a las mellizas antes de terminar —. Nuestra magia despierta solo cuando ellos se acercan. Y podemos sentirlo ahora, sentir la amenaza en nuestra sangre. Algo terrible se avecina, y debemos estar listos. Todos nosotros.

      ─Um—, Cassadee alzó la mano, incómoda —. ¿Qué tiene que ver esto conmigo?

      ─Nadie sabe cómo vienen los Igualadores, y dudo que alguien lo haga—, advirtió Billy —. Pero sé que posees la fuerza de un vampiro y un licántropo, por lo que puedes eliminar cualquier amenaza con calma al igual que provocar disputas entre las criaturas. Esencialmente, tienes el ADN de todas las criaturas pertenecientes al mundo sobrenatural, o lo que solía serlo, en ti. Es por eso que el mantenerte viva es tan importante.

      ─Es algo bueno que soy indestructible entonces—, replicó Cassadee con una sonrisa forzada.

      ─ ¿Estás bien, Cass?—, preguntó Bella, preocupada por el tono de voz y la expresión que había adoptado.

      ─Estoy bien. Básicamente vivo para el beneficio de los demás. Sin presiones—, asintió antes de levantarse y alejarse —. Realmente desearía poder emborracharme.

      La castaña caminó dentro del bosque, tomando una profunda e innecesaria respiración mientras se tomaba su tiempo en volver a Forks. Estaba cansada, no físicamente, sino que mentalmente. Sentía como si información fuera arrojada constantemente hacia ella, la mayoría tratándose de Igualadores e Intuitivos. Solo quería un día donde pudiera olvidarse de lo que era y volver a ser humana. A Cassadee le gustaba ser fuerte y poder defenderse, pero odiaba que todos enfatizaran lo importante que era su vida para ellos.

      Cassadee quería vivir por ella misma y por nadie más.

      — ¿Por qué tenía que ser ésta extraña criatura? ¿Por qué no podía ser una maldita hada o algo?—, gruñó Cassadee para ella misma mientras caminaba entre la mugre y el barro.

      —Cass—, Jasper apareció frente a la Igualadora, sus manos guardadas en los bolsillos de su chaqueta —. ¿Qué sucede?

      —Nada—, contestó, intentando resistirse a sus ansias de abrazarlo, algo que realmente necesitaba en ese momento —. Dije que te vería en casa.

      —Podía sentir tu ira desde allí—, explicó Jasper, mirando a su ex–novia de cerca —. Sé que quieres dejarlo salir.

      —Estoy demasiado exhausta mentalmente como para estar enojada ahora—, suspiró Cassadee antes de acercarse a Jasper y envolver su cintura con sus brazos —. ¿Puedes, por favor, sostenerme?

      —Siempre—, contestó Jasper al envolverla con sus brazos fuertemente, y ella escondió su rostro contra su pecho —. ¿Quieres hablar sobre eso?

      —Es demasiada presión. No quiero ser nada de esto. Desearía que lo único en mi mente fuera la graduación—, soltó Cassadee, su voz ahogada contra la chaqueta de Jasper —. Solo quiero dormir.

      —Lo siento, bebé—, murmuró el rubio, sabiendo que era su culpa que Cassadee tuviera que lidiar con todo esto —. Sé que es mucho, pero te ayudaré en toda forma que pueda.

      Cassadee se alejó un poco y miró hacia arriba, a Jasper. El cansancio era claro en su rostro —. ¿Quieres ser un Igualador?

      Jasper rió ante la pregunta mientras tomaba y acariciaba sus suaves mejillas —. Créeme, si pudiera lo haría.

      —Valía la pena intentarlo—, suspiró la chica, posando su cabeza en el hombro del chico —. Te amo, Jazz, pero realmente desearía no saber sobre la existencia del mundo sobrenatural ahora.

      —En mi defensa, intenté mantenerte fuera de esto. No es mi culpa que seas una atrae–accidentes—, bromeó Jasper, buscando alegrar a la castaña. Y lo logró, ya que Cassadee rió.

      —Idiota—, balbuceó Cassadee. Jasper sonrió ante el sonido de su risa.

      —También te amo, Cass.