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Final.

Miro a su lado al hombre que ama y con el que compartira toda su vida, sonrió y beso sus labios para después porner se pie de la cama, tomo una ducha rápida y se cambió por algo cómodo, salió y noto a su esposo boca abajo y perdido entre las sábanas, tomo su bolso y salió con sus tacones en las manos, bajo hasta la cocina y miro a la muchacha de limpieza.

—Cuando mi esposo despierte podrían darle el desayuno y decirle que tuve que salir a hacer unas cosas importantes.

Dijo y todos asintieron dentro de la cocina.

Sin más salió de ahí rápidamente y le pidió el carro al chófer quien acepto dárselo, miro a la seguridad distraída y arrancó el carro dejándolos atrás, había hablado con Jos de quitarle la seguridad pero este no quería aún, por lo tanto ella solia escapar de ellos de vez en cuando dándole Paros cardíacos a Jos cuando le notificaban.

Manejo por las calles de la ciudad hasta salir de esta, miro aquella fortaleza y suspiro, aceleró acercándose rápidamente y al llegar bajo del carro y la dejaron entrar, las rejas de aquel lugar se abrieron dando paso a Freddy Leyva con traje de recluso y su estado demasiado deprimente.

Ambos se sentaron en unas sillas y lo único que los dividía era una mesa, Freddy la miro confundido.

—¿Vienes a burlarte?

Preguntó y ella nego.

—No, si algún día de tu vida puedas salir de aquí y enderezar tu camino Freddy, espero que vayas por ese niño que lleva tu sangre.

Dijo ella para extenderle una foto de su pequeño hijo.

El sollozo de Freddy se escuchó al ver a su pequeño.

—¿Por qué?

Preguntó mientras miraba la foto con sentimiento.

—Destruiste mi vida Freddy, mataste a mi hijo pero no dejaré que ese niño creesca con un trauma toda su vida al ver a su padre dispararle a su madre, está con la madre de Jos, aunque no lleve el apellido Canela ahora forma parte de la familia y es tratado como uno.

Dijo y le extendió unos dibujos del pequeño a Freddy.

—No te odia Freddy por qué no dejamos que lo haga, te ama apesar de quitarle a su madre, si un día sales de aquí y lo quieres ver esta es la dirección de dónde está.

Dijo ella y le extendió un papel con la información de dónde se encuentra su hijo.

—Gracias.

Susurró bajito el chico y ella nego.

—Freddy éramos grandes amigos y se lo que se siente estar solo, pero esto te lo ganaste a pulso.

Dijo ella y el asintió.

—Gracias por aceptar aquellos papeles cuando mi abogado te busco.

Dijo él y ella sonrió.

—Ya cambie las clausulas de tu testamento, tu hijo es el único heredero de tu imperio y así como prepare a mi hermano para heredar el imperio Ripoll un día haré lo mismo con tu hijo y me encargaré de que lleve una vida digna y sepa ganarse el dinero de una manera correcta.

Dijo ella y él sonrió entre lágrimas.

—Cuando tu padre me busco para dañarte, siempre lo noté con una duda al querer tirarte del trono Ripoll, cuando me dijo que se odiaba por el daño que te hizo entendí que siempre te amo a su manera pero lo hizo.

Dijo el chico y ella sonrió entre lágrimas.

—Me destruyó la vida desde pequeña, si estuviera vivo estaría aquí pudriéndose en la cárcel pero no lo está, creo que aprendí las lecciones necesarias Freddy.

Freddy sonrió y asintió mientras limpiaba sus lágrimas y colocó sus manos sobre la mesa y las abrió para recibir las de ______ quien dudosa aceptó.

—No vivas en el pasado, ahora tienes una familia formada, el amor de un hombre que te merece y espero próximamente un heredero al imperio Ripoll y Canela.

Dijo el chico sinceramente y la chica sonrió.

—Lamento haber provocado la muerte de tu hijo, estaba cegado por el coraje, el odio pero verdaderamente y de todo corazón te pido perdón.

Ella sonrió y ambos se pudieron de pie.

—Vendre a verte en otro momento para seguir trayendo las cosas de tu hijo, si no vengo yo vendrá Fernanda, Mariana o alguien de la familia, cuando tú hijo este listo para verte el vendrá.

Dijo ella y él asintió para después acercarse a la chica y abrir sus brazos.

Ella se acercó y lo abrazo mientras sonreía.

—Nunca te rindas, no existen los finales, solo un nuevo comienzo.

Susurró contra su oído antes de separarse y después irse, limpio sus lágrimas, tomo sus cosas y salió de ahí rápidamente, subió a su carro y arrancó este para después manejar hasta el centro comercial de la ciudad, limpio su rostro intentando que no se mirara que había llorado, pero no resultó, colocó sus lentes sobre sus ojos y bajo, ingreso al centro comercial y miro las tiendas un poco más tranquila, entro a una dónde los vestidos de maternidad se asomaban, sonrió al ver todos los tipos de vestidos.

—¿Puedo ayudarla?

Preguntó una empleada y ella asintió mientras apuntaba varios diseños y ropas para embarazadas.

Busco entre toda la tienda ropa para su hermana quien se encontraba con dos meses de embarazo y su pancita apenas crecía, feliz de que el matrimonio de su hermana funcionará y fluyera correctamente y ahora con la espera de un bebé, ella se consideraba la persona más feliz de la tierra y ya tendría el placer de poder malcriar a alguien.

—¿______?

Preguntaron a sus espaldas y ella se giró encontrándose con Amalia.

Se sorprendió y después se relajo para sonreírle.

—Amalia.

Dijo y la mujer sonrió.

—¿Estas embarazada?

Preguntó la mujer con ilusión y ella negó.

—Mi hermana está embarazada y vine a comprarle unas cosas.

Sonrió y ella asintió.

—¿Estás sola?

Preguntó mientras buscaba al esposo de su hija.

—Si.

Dijo ella y la mujer sonrió y miro detrás de ella notando a aquella niña y su ahora esposo.

—¿Podemos hablar?

Preguntó la mujer y ella suspiro asintiendo.

Amalia pago lo que compro y _______ también, ambas salieron de la tienda y el esposo de Amalia dejo de jugar con la niña a su lado.

—Tomas, ella es ______ Ripoll mi hija.

Dijo Amalia y eso tomo por sorprenda al hombre pero sonrió y le estendio la mano a la chica.

Ella la tomo y sonrió.

Desde que fue restacada, no volvió a ver a la mujer que es su madre biológica, tampoco se había tomado el tiempo de sentarse a hablar con ella para solucionar las cosas. Amalia había hecho su vida nuevamente dándole paso al amor y a una niña, le dolía por qué ella hubiera querido por lo menos una mínima muestra de amor de ella.

Después de hablar decidieron invitarla a comer y ella acepto aquello, los cuatro entraron a un restaurante y se sentaron en la terraza de aquel lugar, ordenaron algo ligero, al terminar su madre la miro y suspiró.

—Desde hace unos meses he buscado saber de ti, incluso busque a tu esposo en su oficina pero no me quiso atender, mi esposo fue y tampoco quiso atenderlo, después de insistir unas veces más el nos dijo que tú aún no estaban en condiciones de enfrentarme.

Dijo la mujer y ella asintió.

—Jos me comentó eso y le dije que no quería verte, aún estaba un poco asustada por lo sucedido y me encontraba descansado en mi casa y tratando de superar todo lo sucedido.

Dijo y la mujer asintió.

—Queria hablar contigo para pedirte perdón y frente a mi familia quiero decirlo ya que no quiero ocultarles nada, ellos conocen mi pasado y lo que hice contigo tan solo siendo una niña, me asusté de no poder sacarte adelante, te deje como una cobarde y no merezco llamarme madre como tú lo dijiste.

Dijo arrepentida y ______ suspiro.

—Amalia creo que he estado cerca de la muerte dos veces y de ambas he aprendido demasiado, podría reclamarte por dejarme, pero entendí que no valía la pena pregúntate el ¿Por qué lo hiciste? Eh intentado entender un poco la situación pero no puedo, aún me duele ese recuerdo y mi madre adoptiva hablo conmigo respecto a eso, entendí que no podía odiarte por qué al final del día sigues siendo mi madre biologíca.

Dijo ______ a lo que Amalia dejo derramar unas cuantas lágrimas.

—Mi esposo me ha enseñado muchas cosas en esta vida y una de ellas es aprender a perdonar y olvidar el pasado, así que te perdonó por todo.

Dijo y sonrió sinceramente a la mujer.

—Amalia tal vez no aprendiste a ser madre conmigo, pero si aprendiste a ser madre con tu hija, nadie nació sabiendo pero se aprende y estoy segura de que podrás ser una exelente madre con esta niña hermosa por cierto, de mi no tienes que preocuparte ya soy mayor, tengo una familia y espero que quieras formar parte de ella junto a ellos.

Dijo y Amalia sollozo mientras era consolada por su esposo e hija.

—No te... No te defraudaré está vez hija.

Dijo y ______ tomo su mano y sonrió.

—No dejaré que lo hagas Amalia. Creo que tengo que irme, mi esposo debe de estar preocupado.

Dijo ella mientras se ponía de pie y tomaba sus cosas.

—Este fin de semana es mi cumpleaños, me gustaría que mi hermana estuviera ahí... Claro su tu puedes.

Dijo mientras le extendió una servilleta con la dirección y la hora.

______ sonrió y miro a la chica.

—Te aseguro que ahí estaré ¿Qué es lo que quieres que te regale?

Preguntó mientras se ponía a la altura de ella.

—Mamá me dijo que tú hacías joyas.

Dijo sonrojada y Amalia miro mal a la menor.

—No abuses Tamara.

Dijo Amalia y ______ soltó una pequeña risa.

—Si, yo hago joyas, la empresa Ripoll es mi reino aquí y en el mundo, pero eres tan linda y te has ganado mi corazón, yo misma me encargaré de diseñar una hermosa pieza para ti.

Dijo y la menor se sonrojo aún más.

Sin más se despidió y salió de ahí, al llegar a su carro se quitó sus lentes y soltó en llanto mientras se abrazaba a ella misma, después de estar unos minutos ahí se limpio la cara y toco su vientre.

—Estaras bien bebé, no dejaré que nadie te lastime y por supuesto que tendrás una familia hermosa mi amor.

Susurró y arrancó su carro para salir de ahí.

Había descubierto su embarazo hace dos meses y apenas tenía un mes, esperaba que a Jos le gusta la noticia un bebé que llegara para sellar su pacto de amor, al llegar a su casa bajo y la puerta de su casa se abrió de golpe exaltandola, miro a su esposo alarmado y cuando la vio se relajo, se acercó para abrazarla.

—Hey tranquilo.

Dijo ella y él se separó de ella y le dió un beso.

—No hagas eso, te marque como desesperado.

Dijo el pelinegro mientras volvía a abrazarla.

Dejo que su esposo se calmara y cuando lo estuvo le ayudo a bajar las cosas que compro, subieron a su habitación y el pelinegro entro al baño a tomar una ducha y ella se encontraba un poco nerviosa camino hacia el closet y abrió su área de ropa, noto aquella bolsas de regalo que una vez le regalaron cuando pensaron que ella estaba embarazada, sonrió y las tomo, abrió una de estas y noto aquella ropa de bebé, sonrió y tomo todas las bolsas, las colocó sobre la cama y enmedio de esas bolsas una ecografía de su bebé, un poco nerviosa escuchó la puerta del baño que conecta al closet abrirse, espero pacientemente hasta que Jos salió del closet cambiado con su pijama, miro a su esposa confundido y después hacia la cama, hizo un gesto divertido y como cual niño en paletería se acercó para abrir los regalos.

El pelinegro empezó a abrir los regalos y se confundía al ver ropa de bebé, termino de abrir todo y miro enmedio de la cama aquella ecografía, la tomo entre sus manos y después reaccionó y miro a su esposa.

—Estoy embarazada Jos, estoy esperando un bebé tuyo.

Dijo ella y sus lágrimas empezaron a derramarse.

El pelinegro empezó a llorar para después abrazarla fuertemente.

Se besaron, se amaron y sonrieron al saber que su familia por fin tendía aquello que ambos deseaban, un bebé, un bebé está por llegar.

Se unieron en un beso para terminar ese día haciendo el amor de la manera más delicada y amorosa posible.

Cada pacto, cada caricia, cada sonrisa y cada mirada era un pacto de amor, un contrato sin fecha de vencimiento.

Un contrato de amor por la eternidad que están dispuestos a firmar por siempre y para siempre...

Por qué la fuerza del destino siempre los unirá en un mismo amor, en un puro amor solo ellos dos, para siempre.

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