"Oye, Reborn"
Tsuna gritó en el momento en que regresó de la clase y miró al otro que estaba sentado en la mesa de la cocina, leyendo uno de sus libros de texto.

Nunca entendió por qué el cuervo quería leerlos, pero no le importaba.

"Hoy voy a comprar más ingredientes desde que fui un poco salvaje ayer con toda la comida que prepare. ¿Quieres venir conmigo?"

"Claro", el hombre que llevaba sombrero de fieltro se puso de pie, dobló la parte superior de la página en busca de un marcador, y alisó su ropa.

A pesar de haber formado un contrato con Tsuna, su relación nunca cambió, aunque Reborn notó que había más cercanía entre ellos. El chico siempre estaba ansioso por ir a cualquier parte con él, a pesar de que solo habian pasado veinticuatro horas desde que se reveló el contrato.

Era lindo, admitía, y nunca se ponía molesto. Tsuna parecía saber cuándo retroceder y cuándo podría acercarse sin ninguna preocupación. Reborn sonrió, se dirigió hacia el otro, listo para irse, y estaba vestido con su ropa habitual. "Al mercado, ¿verdad?"

Tsuna asintió a eso, sonriendo suavemente. "Sí y a cualquier otro lugar del que tengas curiosidad. Tenemos mucho tiempo para gastar".

"He visto la mayor parte de esta ciudad, no parece tan diferente de Ethernian. La única diferencia es la gente", el cuervo soltó un zumbido, reflejando los tiempos en que había interactuado con la gente de la Tierra. No le gustaban ninguno de ellos, no eran nada comparados con Tsuna.

"En mi mundo, son más amigables y más abiertos. Todos aquí, en cierto sentido, son más oscuros. Y la Tierra está demasiado distante. Es como si a nadie le importara nadie más".

"Nosotros los humanos somos en su mayoría así".

Reborn negó con la cabeza, sabiendo que el moreno delante de él no era como los otros humanos, y empujó al moreno por la puerta. "Vamos."

Cuando se fueron, estaba bastante tranquilo por los pasillos, entrando en el ascensor con una charla ligera incluso cuando salían del edificio del dormitorio. Tsuna se mantuvo cerca del otro, sonriendo alegremente mientras miraba a Reborn mientras hablaban, y luego miraba de vez en cuando para ver a dónde iba.

El camino hacia el frente estaba vacío de personas, es decir, hasta que llegaron al patio.

Inmediatamente después de ingresar al área, los dos no pudieron evitar atraer la atención de los profesores y otros estudiantes que se estaban moviendo desde y hacia la entrada principal. En verdad, esta fue probablemente una de las primeras veces que salieron juntos de esta manera.

Incluso cuando visitaba al médico, no había gente alrededor, dejándolos solos en los pasillos casi siempre.

Tsuna se animó ante los susurros que parecían florecer ante su presencia y se encogió ante las miradas, sus dedos moviéndose temerosos en sus pantalones. A él nunca le gustó tanta atención.

"¿Quién es ese con Dame-Tsuna? Seguro que es guapo".

"¿Un guardaespaldas?"

"Debe ser. Su familia debe haberlo contratado. No hay forma de que Dame-Tsuna haya podido obtener un pacto, parece demasiado humano para ser un Assurer. Quiero decir, han pasado dos años desde que vino aquí. ¿Oíste sobre eso? ¿El incidente del mes pasado? ¿El de donde se envió a una pelea? Su familia debe haber estado furiosa ".

Reborn se estremeció ante eso, girándose para mirar a aquellos que se atrevían a susurrar esas palabras en su presencia, silenciandolos rápidamente.

Tiró de Tsuna más cerca y lo envolvió con un hombro, manteniendo al otro a salvo de las duras palabras, especialmente cuando reconoció a esos chicos que eso habían causado las lesiones de Tsuna en primer lugar.

Tenía ganas de dispararles unas cuantas balas para liberar un poco de rabia reprimida y asustar a estos imbéciles que miraban.

"Sawada". Una voz llamó al chico, pasos siguiéndole desde atrás como clics, diciéndole que la persona era una mujer con tacones altos.

Tsuna se detuvo para volverse hacia quien lo llamaba, cuestionando qué querría un maestro con él. La mayoría de los otros profesores lo evitaban como si fuera algún tipo de enfermedad, por lo que era inusual que uno de ellos lo llamara. Reborn se detuvo también, moviendo sus manos en sus bolsillos, e inclinó su cabeza hacia atrás para mirar a la profesora con una ceja levantada.

Sus patillas rizadas rebotaron ligeramente mientras retorcía su cuerpo, parpadeando momentáneamente mientras observaba la apariencia del profesor.

Cuando la mujer se detuvo ante ellos, se cruzó de brazos mientras miraba a los dos antes de concentrarse en el hombre mayor al lado de Tsuna. Ella lo examinó de arriba abajo, sonrojándose un poco ante los rasgos atractivos, antes de volverse hacia el estudiante.

"Sawada, ¿quién es este? ¿Un guardaespaldas, quizás? Pero sabes que los visitantes no están permitidos sin una declaración y una insignia. Si él es alguien enviado por tu familia, tú conoces las reglas".

Tsuna se estremeció, no del todo seguro de cómo explicar su situación sin revelar todo. "Bueno ... eh ..."
tartamudeó el moreno, tratando de encontrar las palabras adecuadas para decir.

Reborn a su lado alzó una ceja de nuevo y dio un paso adelante para inclinar su fedora hacia un lado, en dirección al sol.

"Chaos, soy Reborn. No fui enviado aquí por nadie y especialmente no por su basura de familia".

La maestra se sonrojó por el saludo, algo disfrutando de la atención del Asegurador. "E-¿En serio? ¿Entonces por qué estás aquí?"

"Para Tsuna por supuesto."

"¿Tsuna? Oh, Sawada Tsunayoshi," había incredulidad en la voz de la mujer. "¿Él, de todas las personas? ¿En serio? Debes estar bromeando".

"No es una broma", la voz de Reborn bajó una octava, estaba empezando a irritarse con la mujer ahora. "Estoy aquí solo por Tsuna y Tsuna".

"Ah, pero ¿por qué?" Sin molestarse con la próxima respuesta, se volvió hacia el moreno con desaprobación.

"Sawada, usted conoce las reglas de esta instalación. Solo los Assurers pueden estar aquí. Aparte de eso, cualquier amigo o miembro de la familia debe estar registrado en la recepción y tener una credencial de acceso para ingresar libremente. He escuchado de los otros miembros de la facultad y los rumores de un hombre vestido con su descripción, ha estado vagando por aquí durante las últimas semanas ".

"Ah, sobre eso-"

"¡Sin peros! Puede que seas de la familia propietaria de la escuela, pero también debes seguir las reglas. Si no lo haces, tampoco lo harán los demás estudiantes. Necesitas establecer un ejemplo para que ellos sigan".

"¡Espera! Estoy intentando-"

"Ahora envía a tu amigo a casa. No quiero escuchar más sobre él estando aquí o habrá consecuencias".

Reborn resopló, observando el patético intento de Tsuna de explicar la verdad del asunto, pero el profesor siguió interviniendo antes de que pudiera. El moreno suspiró pero siguió intentando, queriendo resolver las cosas y prevenir más, no le dieron ninguna oportunidad.

"Sawada, ¿no me escuchaste? Necesitas enviarlo a casa. Ahora."

"Pero, profesora, por favor déjeme explicarle. Él no está ..."

"¡Sawada!"

Ante esto, el moreno se estremeció ante el tono de la voz, saltando. Nunca antes le había gritado un profesor, al menos, no de esta manera. Dio un paso atrás, sin saber qué hacer ahora. Hubo algunas risas burlonas por parte de la población estudiantil, fue como si estuvieran contentos de que Tsuna estuviera siendo regañado y continuaron mirando con ojos codiciosos.

Reborn cambió de posición un poco, sus cejas se estrecharon con frustración y se cruzaron de brazos.

"Dijiste que los Asesores pueden estar aquí, ¿correcto?"

La mujer se volvió hacia él. "Está bien."

"Entonces no deberías tener ningún problema con esto".

Moviéndose astutamente, Reborn tiró del brazo derecho de Tsuna y retiró la manga. Allí, se reveló el símbolo de su vínculo que rodeaba la piel, ganando algunos jadeos de los que estaban cerca y espiando a ellos. La profesora lo miró sorprendida, extendiendo la mano para tomar el brazo para comprobarse a sí misma, y dejó que sus manos pasaran la marca como si fuera falsa y se borrara pero no lo hizo y se quedo allí.

"¿Tú ... tienes un pacto?" Ella susurró con incredulidad. Las voces volvieron a sonar, extendiéndose por el campus como un incendio forestal.
Reborn sonrió antes de levantarse la manga para revelar la suya.

"Conmigo. Eso debería aclarar las cosas, ¿sí? Ahora cállate y déjanos en paz. Eres desagradable."

Al acercarse para agarrar a Tsuna, comenzó a tirar del moreno, dirigiéndose hacia las puertas de la escuela, muy conscientes de las miradas interrogantes que los siguieron.

El hombre más joven parpadeó en shock, no esperando que su pacto fuera revelado así, y en un día también, y miró al otro. Reborn le devolvió la mirada. "¿Qué?"

"¿Por qué?"

"Porque ella era molesta".

Tsuna se rió entre dientes, sabiendo que eso era puramente una mentira. Era algo obvio, pero mantuvo la boca cerrada. Sin embargo, a pesar de su nueva situación, estaba feliz, y siguió caminando, ignorando las miradas.

Inmediatamente se dio cuenta de que nadie había creído lo que acababa de suceder y, si lo hicieran, probablemente habría más problemas al respecto más adelante, pero por el momento no le importaba. "¿Quieres ir a otros lugares de camino a la tienda?"

"Creo que el problema es si tienes suficiente dinero para pagar todo".

"Tengo un montón, demasiado para mi solo. Y hoy, no me importa ir de compras para ti. Todo es un regalo para mí estando contigo", sonrió Tsuna, corriendo por la calle, y giró para mirar al cuervo. "Entonces, si hay algo que te gustaría probar, házmelo saber".

"Si tú lo dices." Reborn simplemente sonrió, caminando un poco más rápido para seguir el ritmo.

"Por cierto, te das cuenta de que nuestro contrato se reveló dentro de un día de tenerlo, ¿verdad?"

El cuervo no respondió a eso y en lugar de eso golpeó la parte de atrás de la cabeza de Tsuna como si le dijera que se callara.

O.o.o.o.O.o.o.o.O.o.o.o.O
Wiiii defiende lo tuyo Reborn!!

Gracias por los comentarios!!! Leo todos y cada uno. 
（‐＾▽＾‐）

El próximo extra será una pequeña visita de Reborn para dejar un amigable mensaje de paz a los que lastimaron a Tunita.

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