Tsuna miró alrededor de los largos pasillos, encontrando que todo estaba completamente en silencio; una gran diferencia con la locura inicial que había estallado por primera vez.

Los disparos habían desaparecido, solo quedaban los restos, y en su posición, no podían escuchar ningún paso en los pasillos o en la escalera. No sabía exactamente lo que debía hacer considerando que nunca había estado en una situación como esta, por lo que Giotto dijo que lo siguió sin pensarlo dos veces. No quería actuar como un títere sin sentido, pero en esta situación actuaría como se le indicó. Tsuna sabía que su hermano lo mantendría a salvo de sus enemigos y por eso permaneció cerca, nunca dejando su lugar al lado de Giotto.

El hermano mayor abrió con cuidado las puertas en su camino, presionando sus orejas contra los marcos con la esperanza de no escuchar nada al otro lado. Se cuidó mucho de dónde iba y cuando se dirigían a las escaleras, se encontraron gratamente sin ninguna resistencia. Mientras tanto, el silencio fue envolvente, como si se estuviera burlando de ellos con su estado constante. Tsuna continuó encontrando extraño que estuviera tan tranquilo, pero nunca lo mencionó, no queriendo hechizarse a sí mismos cuando todo estaba bien.

A pesar de todo lo que estaba pasando; el ataque, la separación de sus Assurers, en realidad estaba teniendo un momento agradable con su hermano mayor, aunque no estaba en las mejores condiciones. En cualquier caso, ya era hora de que lo obtuviera (si acaso alguna vez) y él estaba viendo un lado de Giotto que no había presenciado en mucho tiempo, Sobre todo debido a su distancia entre sí. Era como si fueran niños otra vez. Así un poco. No estaban hablando por el área en la que estaban y Tsuna ni siquiera sabía de qué deberían hablar después de todos estos años.

Al final, los dos hermanos fueron torpes el uno con el otro, sin siquiera molestarse en reconocer la presencia del otro.

De vez en cuando, mientras bajaban la gran magnitud de las escaleras hacia el primer piso, podían escuchar el eco de los disparos y los gritos en la distancia. Por suerte para ellos, cuanto más se acercaban al piso inferior, más débil se ponía.

Giotto ya podía decir que la pelea estaba empezando a terminar, o los hombres estaban siendo atendidos o ellos mismos habían ganado la pelea. De cualquier manera, los hermanos continuaron callados mientras escapaban por si acaso, sin querer llamar la atención.

A medida que continuaban descendiendo, Tsuna echaba un vistazo por el exterior de las ventanas a un lado de la escalera, observando la distancia para ver cómo reaccionaba el exterior a la situación. Sin embargo, para su disgusto y confusión, no había nada.

Cuando llegaron al primer piso, Giotto se dirigió de inmediato a la puerta cerrada y se apoyó en el costado mientras escuchaba con cautela el otro lado. Tsuna lo siguió, manteniendo cierta distancia por si acaso mientras observaba dónde pisaba. El rubio cerró sus ojos azules, concentrándose, antes de finalmente abrirlos para asentir con la cabeza al moreno. "Está vacío."

Se apartó de la pared, extendiéndose hacia el asa para darle un giro brusco. "No escucho ni siento a nadie en el otro lado, pero ten cuidado, no importa lo que pueda pasar. Es muy posible que estemos caminando en una trampa".

"Cierto," Tsuna asintió con la cabeza, manteniéndose cerca. Se mordió el labio inferior mientras observaba a su hermano de cerca. "¿Crees que saldremos bien?"

Giotto resopló como si fuera la cosa más tonta de preguntar. "Por supuesto. Somos los Sawada, siempre salimos victoriosos". Su tono de voz era ligeramente aburrido, pero hizo su trabajo de mejorar la perspectiva de Tsuna. El rubio estiró su brazo hacia arriba, pasándose los dedos por el pelo puntiagudo. Sacudió algo del polvo y la suciedad que se había acumulado dentro de las cerraduras, dispersándolo a su alrededor. "Ahora, vamos. Vamos."
"Derecha."

El rubio giró el pomo y lo abrió, sus agudos ojos azules observaban cuidadosamente cada objeto. Miró hacia las sombras y la luz, observando cualquier movimiento que se destacara de inmediato. Nada, estaba completamente vacío. Aguantando la respiración, se destacó con cuidado al aire libre, sus oídos escuchando cualquier sonido, cualquier indicación de que hubiera vida en este piso, además de ellos. Sin embargo, todo lo que vio fue la muerte.

En esencia, el primer piso fue completamente tomado y eso fue una subestimación de todo el daño que se había hecho. Los pilares en el centro de la habitación estaban rotos o llenos de balas, las costosas alfombras en el piso estaban cubiertas de enormes salpicaduras de sangre, y los muebles estaban rotos. Nada había sobrevivido al ataque y los cuerpos que cubrían el suelo hicieron que Tsuna casi quisiera vomitar por la forma en que estaban tendidos. Estaba claro que habían estado tratando de escapar del caos, solo para ser disparados desde atrás.

El olor a sangre, pólvora y humo era sofocante y solo hizo que Tsuna sintiera náuseas, su visión giró por un momento antes de aclararse. Giotto resopló ante la vista ante él, no muy afectado por el campo de batalla, y simplemente se encogió de hombros.

Esto era algo a lo que estaba acostumbrado. Mientras miraba a su hermano, Se fijó en los rasgos pálidos y suspiró. Asegurándose de asegurar a su hermano, mantuvo un brazo firme alrededor de Tsuna, no queriendo que el moreno se alejara solo y se metiera en algún tipo de problema.

A pesar del desorden, el rubio no oyó nada, la zona de entrada estaba completamente en silencio. No podía captar los sonidos de pasos, respiración o movimiento. Podía ver varias formas de sus enemigos salpicados en el suelo, muertos por la falta de movimiento en el pecho o la cantidad de sangre que se acumulaba alrededor de sus cadáveres.

Obviamente no pudo haber sido la policía. Dudaba que la organización permitiera a los forasteros acercarse; o bloquearían carreteras o crearían distracciones para mantener el ataque aislado. Giotto conocía demasiado bien a la gente, habiéndolo tratado durante años.

"Quédate aquí y escóndete". El rubio miró hacia su hermano menor, empujándolo para que se apoyara contra los muebles caídos para cubrirse. Tsuna cumplió con la orden y se agachó detrás de una mesa inclinada. Había un sofá al otro lado, que lo mantenía bloqueado de la vista y que aún le permitía observar a Giotto con cuidado mientras su hermano mayor se arrastraba hacia un área más abierta.

A Tsuna no le gustaba ver un campo de batalla así y a él tampoco le gustaba verlo tan cerca. Él solo los había visto a través de películas o había oído hablar de ellos por el boca a boca, ¿pero en persona? Raramente. Lo más que había visto era el de Assurers, pero nunca fue tan sangriento, excepto cuando esa carnicería apuntaba hacia él.

Tsuna se estremeció ante el pensamiento. Siempre evitaba esas cosas, sabiendo que no era exactamente hábil en el campo. Era verdad después de todo. Dejó la lucha a todos los demás y por razones obvias. Sus ojos color miel observaron cómo Giotto caminaba por el primer piso, vigilándolo (aunque solo lo hizo para sentirse un poco mejor). Su hermano era solo una persona y estaba fuera de su elemento considerando que G o sus otros Asesores estaban siempre con él como respaldo.

"Parece ser seguro". Giotto retrocedió hacia su hermano. Sin embargo, no se relajó, vigilando el área por si acaso. Las puertas de cristal estaban rotas y podía ver una multitud que ya se estaba reuniendo afuera, pero se negaron a entrar. No podía culparlos. Desde su posición, los dos hermanos estaban ocultos detrás de la mesa grande, y la oscuridad ciertamente no estaba ayudando con su visibilidad. Se podían ir fácilmente, pero Giotto se negó a arriesgarse. Siempre podría haber enemigos en la multitud, mezclándose y esperando a cualquier rezagado que saliera para ser atendido cuando acababan de comenzar a relajarse.

"¿Y ahora qué, Giotto?" Tsuna se mantuvo escondido detrás de los muebles, escondiéndose de todo.
"Esperamos", el rubio se deslizó alrededor de la mesa y se acomodó a su lado. "El enemigo debe estar tratando de escapar antes de ser atrapado por las autoridades. Una vez que llegue la policía, será más seguro salir al público".

"Ah, ya veo."

"Y también necesitamos reunirnos con nuestros Assurers. Están en algún lugar del edificio y ya deberían haber estado aquí debido a la diferencia horaria mientras estábamos inconscientes. Lo más probable es que se encontraran con algunos problemas en el camino ".

Giotto se recostó contra la mesa rota, pasándose una mano por el pelo. "Pero no debería importar mucho. Tienen la capacidad de cuidarse a sí mismos. Por supuesto, en comparación con ellos, somos más vulnerables".

"Eso es verdad ..." Tsuna estuvo de acuerdo, confiando en las habilidades de sus Assurers para permitirles salir bien. "Todos son bastante poderosos".

"Bueno, considerando que los tuyos son los Arcobaleno, definitivamente pueden manejarse bien", comentó Giotto, ignorando la mirada sorprendida del moreno.

"No creas que no lo sabría. No fue difícil". Cerró los ojos y respiró hondo mientras intentaba que el estrés dejara su cuerpo del desorden constante en el que estaban.

"Escogiste a algunos compañeros que te son verdaderamente leales"

"Ellos son mis amigos."

"Lo sé", suspiró el jefe de Vongola, pasándose una mano por el pelo una vez más, casi como si fuera por costumbre o nerviosismo. Apoyó la cabeza contra los muebles que había detrás. "Así son los míos".

Tsuna levantó su cabeza, mirando directamente a su hermano mayor. Parpadeó, completamente sorprendido. Recordó que Giotto había dicho una vez antes que eran herramientas, nada más que eso, y estaban destinadas a ser utilizadas. El moreno no había esperado tal diferencia en palabras y se acercó más por curiosidad.

Giotto resopló, mostrando un pequeño lado de él que nunca le había revelado realmente a su hermano o, al menos, no desde que eran jóvenes. "¿Qué?"

El hermano sonrió. "Realmente no puedo dirigir una compañía si no confío en mis Assurers. Las herramientas pueden traicionarte, los amigos no. Bueno, al menos no normalmente", barajó su asiento incómodo, inclinando la cabeza hacia atrás para mirar arriba en las arañas colgantes. Las luces de cristal se balanceaban de lado a lado, aún sosteniéndose incluso después de todo lo que había sucedido en la habitación. "Incluso con todas sus personalidades peculiares, al final siempre han estado ahí para mí".
"Es bueno escuchar eso. Me alegra que al menos tengas a alguien en quien confiar".

Un pequeño silencio se instaló entre los dos hermanos, sin saber de qué hablar a continuación. Giotto miró a su hermano menor y suspiró una vez más. "Oye, mira, necesito admitir algo". Se detuvo por un momento para dejar que sus palabras se calmaran, sabiendo que tenía toda la atención de Tsuna.

"En realidad hice algo por ti no hace mucho tiempo".
Tsuna se animó. "¿Hm? ¿Qué quieres decir?"

"Has estado en esa escuela, no pudiste tener éxito en conseguir un contrato único, por tanto tiempo que he tenido que tomar medidas. Dino mantiene la preocupación, así que no puede evitarlo. Es algo en su personalidad para hacerlo. " Giotto se frotó entre las narices, recordando las múltiples conversaciones con el mayor.

"Así que con él, ideé un plan para darte Assurers. Escogí un par de ellos que aún no habían conseguido un contrato para unirse a ti y les dejé a ellos si lo harían o no. La mayoría dijo que no de inmediato al verte. Te vieron como demasiado débil para que te molestaran aunque eres considerado un Vongola de sangre ".

Tsuna parpadeó, inmediatamente mirando hacia atrás en sus recuerdos para ver si alguien sobresalía. Ya podía señalar a una pareja que parecía ser la gente que Giotto estaba tomando y luego ocurrió el incidente con los nuevos estudiantes donde habían mencionado a su hermano.

Las cosas se perforaban juntas rápidamente. "Por casualidad, ¿serían Gokudera, Yamamoto e Hibari?"

"Demasiado fácil, ¿eh?" Giotto se rió entre dientes de diversión, sacudiendo la cabeza ante la mención del trío. "Esos tres realmente faltan en el departamento sutil y sus personalidades se contradicen. Estoy un poco sorprendido de que no hayan sido Mukuro y Hibari quienes se pelearon y crearon un gran incidente en la escuela", dijo el hermano mayor subio la mano para apretar entre sus ojos una vez más, casi como si tuviera un dolor de cabeza.

"Aún así, escuché que el tío de Hibari, Fong, lo golpeó cuando Hibari intentó atacarte".

"S-sí ..."

"Bueno, has elegido el grupo correcto que te protegerá de todo corazón", murmuró Giotto, sus ojos mirando alrededor del área y miró por encima de la mesa de nuevo para mirar al otro lado. Aún nada. Al menos estaba tranquilo, independientemente del eco de las voces en el exterior. "Deberías ir a vivir con ellos".

Tsuna se detuvo. "Que? como..."
Giotto se encogió de hombros. "Es poco común, pero es posible. Estarás más seguro allí que en este mundo. Y no creas que no lo veo ni lo escucho. Sé que estás muy unido a ellos, y específicamente a Reborn".

"Me salvó y me ayudó", el moreno juntó las manos en su regazo, haciendo un ovillo con su cuerpo. "Le debo mucho".

"Sí", Giotto aceptó la declaración, al ver los cambios en el perfil y las calificaciones en línea desde el inicio de su contrato. "Él tiene mi bendición".

"Eh?" Tsuna parpadeó cuestionable.

"Nada", miró de nuevo hacia arriba y esta vez resopló divertido, levantándose de detrás de la mesa con un movimiento de cabeza. Cruzando los brazos sobre su pecho, continuó mirando hacia él en la distancia hasta que Tsuna comenzó a sentir curiosidad y también miró hacia arriba.

Giotto continuó quieto y cerró los ojos por un momento, finalmente, comenzó a relajarse, pero no todo el camino. "Finalmente llegan". En el lado opuesto del primer piso había un grupo de individuos, los que los dos hermanos conocían demasiado bien.

Tsuna rompió en una amplia sonrisa, la felicidad se extendió por toda su expresión, y saltó para ver mejor. Era imposible no identificar quiénes son, su vestimenta y su aura los revelan inmediatamente entre la destrucción.
El castaño fue el primero en moverse, caminando alrededor de la mesa para que estuviera más a la vista y comenzar a correr hacia el grupo.

El ruido que hizo llamó la atención del grupo, observando mientras se congelaban en sospecha, creyendo que era otro enemigo antes de centrarse finalmente en Tsuna para suspirar de alivio.

Giotto lo siguió, manteniéndose a un ritmo más lento, con los ojos fijos en su mano derecha.

"Todo el mundo, estás bien!" Tsuna gritó felizmente, corriendo hacia adelante para encontrarse con sus amigos. Observó cómo sus expresiones se movían de sorpresa a sorpresa y de sorpresa, algunas de ellas rompiendo en una sonrisa.

Reborn simplemente inclinó su sombrero de fieltro hacia abajo para cubrir sus ojos y sonrió al otro, mirando fijamente a su compañero desde abajo. Colonello y Fong caminaron un poco más rápido, queriendo encontrarse con su Capturer a medio camino. G, por otro lado, se encogió de hombros hacia su propio jefe, enviando un mensaje silencioso hacia Giotto que nadie más podía entender. Tsuna sonrió, "Estoy muy contento!"

"¿No deberíamos estar diciendo eso?" Colonello sonrió, acariciando a Tsuna en la espalda con suavidad. Sus brillantes ojos azules miraban la forma del moreno con cuidado, observando las manchas en la ropa, pero no pudieron identificar ningún corte en la piel. Suspiró aliviado.

"Parece que todo salió bien después de que te caíste, Kora".

"Sí, me alegra ver que estás bien", Fong fue el siguiente, dando vueltas alrededor del moreno con sospecha para ver si había alguna lesión que el otro Arcobaleno no pudiera identificar. No había ninguno. "Sin embargo, la próxima vez, por favor no hagas algo así. Nos diste un gran susto".

"Lo siento, no fue mi intención y no tengo planes de que algo así vuelva a suceder". Sonriendo, Tsuna miró a cada uno de sus amigos antes de dirigir su atención hacia el último, Reborn. "¿Estás bien, Reborn? Estás un poco callado".

El cuervo resopló, colocando ambas manos en sus bolsillos, y dio unos pasos hacia adelante. "Sí, no más trucos. Aparentemente, involucrarse con tu familia no ha sido más que un problema para nosotros".

Giotto y G en el lado resoplaron ante el comentario, sabiendo que había algo de verdad en esas palabras. Su familia tenía la tendencia a meterse en problemas debido a sus relaciones con otras compañías, así como a su alta reputación en el mundo. Los dos se hablaron suavemente, manteniendo sus voces y conversaciones en secreto, mientras que el grupo más grande continuó charlando alegremente, volviendo a contar sus aventuras separadas. Al parecer, los Asaltantes se habían encontrado con cierta resistencia del enemigo y se habían acomodado en las cuatro esquinas. El enemigo había esperado poder cortarlos, atraparlos y acabar con ellos antes de que tuvieran la oportunidad de escapar. Por supuesto, eso había sido completamente inútil considerando a quién se enfrentaban. Por suerte.

"Está bien, todos", gritó G, atrayendo la atención de todos para que se acercarán a él. "Salgamos de aquí. No quiero quedarme aquí más de lo necesario". El pelirrojo sonrió, agitando una mano hacia arriba con la otra en el bolsillo. "No solo eso, la policía ya casi está aquí, así que deberíamos estar seguros ahora. No sé sobre usted, pero no me gusta que las autoridades me interroguen después de que algo así haya sucedido".

Las sirenas en la distancia comenzaban a hacerse más fuertes, complementando la afirmación de G.
"De acuerdo," Giotto inclinó la cabeza, con los brazos todavía cruzados sobre el pecho. Sus brillantes ojos azules miraron a Tsuna y luego al Arcobaleno.

"Vengan, saldremos juntos y después, llamaré a un automóvil para que lo recoja y lo envíe de regreso a los terrenos de la escuela. Cuanto menos se encuentre de aquí, menos sospechas habrá de su participación".

El Arcobaleno y Tsuna asintieron a eso, de acuerdo con la lógica. Al menos por ahora, finalmente podrían comenzar a relajarse de ese campo de batalla.

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Hii !!!!
Últimamente he tenido mucho trabajo y poco tiempo libre para actualizar 😣, pero aquí estaré de vez en cuando 😎