1.
❝ La chica nueva ❞
Algo que siempre he amado a las primeras horas de la mañana en la biblioteca es la tranquilidad.
Un espacio alejado de la realidad.
El silencio era lo más cercano a un refugio que podía encontrar en mi ajetreada y nada buena vida. La biblioteca era modesta, apenas visitada por unos pocos ancianos y estudiantes de la universidad cercana, pero para mí, era un lugar seguro. Aquí, entre libros polvorientos y estantes antiguos, sentía que podía respirar sin que el peso de los problemas me aplastara.
Con las manos llenas de libros, me dirigí hacia una de las mesas para organizarlos, cuando el sonido de la puerta abriéndose rompió la calma. No esperaba que alguien viniera a esta hora, y mucho menos la entrada de alguien tan extravagante.
Ahí estaba la chica que había llegado el día de ayer, parada en la entrada con gafas de sol oscuras, un bolso de diseñador colgando de su brazo y una expresión de desdén en su rostro.
No podía esperar otra cosa, la verdad.
—¿Dónde está la sección de... economía? —preguntó, sin siquiera molestarse en quitarse las gafas o mirar a su alrededor. O lo mas simple y básico... saludar.
“¿Qué hace esta chica aquí?”, fue lo primero que pensé, mientras intentaba no juzgarla por su apariencia. Pero no pude evitarlo. Parecía sacada de una de esas revistas de moda, tan etérea que hasta daba cosa hablarle. Era raro que alguien viniera por esos libros, pero era aún más extraño que alguien como ella estuviera aquí. En esta biblioteca. En este barrio.
—Al fondo, a la izquierda — respondí con un movimiento de cabeza.
Ni siquiera me miró al asentir ligeramente y caminar hacia la sección la niña maleducada. Sus tacones resonaban en el suelo de madera, cada paso mas fuerte que el anterior. Mientras la observaba de reojo, ella se paseaba entre los estantes, sacando libros al azar y ojeándolos de manera casi desesperada, como si buscara algo que no podía encontrar.
Quise ir y ayudarla, pero su actitud me demostraba que era alguien que resolvía todo sola.
Intenté volver a lo mío, concentrarme en los libros que tenía por acomodar, pero no podía dejar de pensar en esa escena. ¿Qué demonios estaba haciendo? Era como si ella estuviera en otro mundo, y lo más absurdo de todo era que parecía no importarle lo más mínimo.
Me decidí a dejar de observarla, porque lo estaba haciendo mas de la cuenta y volver a mis labores, que definitivamente eran mas importantes.
Al cabo de unos minutos, volvió a la mesa de préstamos con un par de libros en la mano. Los dejó con un golpe suave frente a mí, cruzando los brazos como si me hiciera un favor al estar allí.
—Me llevo estos —dijo, con su voz carente de cualquier rastro de amabilidad o cortesía.
Sonreí de manera falsa.
—¿Tienes tarjeta de la biblioteca? —pregunté, sabiendo ya cuál sería su respuesta.
Me lanzó una mirada confusa, como si le hubiera hablado en otro idioma. —No. ¿La necesito?
"Obviamente", pensé para mí. —Sí, necesitas registrarte primero.
—Hazlo —me dijo, sin molestarse en disimular su impaciencia.
Algo en su tono me irritó. "Niña rica y mimada", pensé. Estaba a punto de replicar, pero me contuve. No puedo darme el lujo de perder este trabajo. Así que simplemente asentí, manteniendo la compostura.
—Nombre completo —dije, comenzando a teclear en la computadora.
—Park Arim.
Y ahí lo tuve. El nombre que ahora acompañaría a ese auto de lujo que había visto aparcado frente a la casa contigua a la mía. Una casa que había estado vacía por meses.
Park Arim, mi nueva vecina.
Completé su registro y le devolví los libros sin muchas ganas de seguir la conversación. Ella los tomó y, sin decir una palabra más, se dio la vuelta y salió por la puerta, los tacones resonando una vez más en el silencio de la biblioteca. Sin siquiera dar las gracias.
Absolutamente nada.
Me quedé observando la puerta por la que Arim había salido, pensando en lo extraño que había sido todo esto. La actitud de ella no fue lo mejor y odié que no tuviera modales para saludar, dar las gracias, algo tan simple que nos enseñan desde pequeños.
El dinero, definitivamente, no les enseñaba modales.
—¿En qué piensas tanto? Eso no es muy normal en ti —bromeó Jurin, mi compañera de los fines de semana, dándome un pequeño codazo en el brazo mientras pasaba a mi lado.
Le sonreí de manera tenue, encogiéndome de hombros. —Supe que llegaron vecinos nuevos, y al parecer tienen mucho dinero.
Ella levantó una ceja, divertida, mientras tomaba un par de libros de la mesa para ordenarlos en el estante más alto. La seguí instintivamente, sujetando la escalera para que no tuviera ningún accidente. Jurin era cuidadosa, pero las escaleras en la biblioteca eran tan viejas como el lugar.
—Si tuvieran tanto dinero, ¿tú crees que estarían por estos lados? Por favor, Jungkook —dijo, sonriendo mientras colocaba los libros en su lugar.
Me quedé en silencio por un momento, sopesando sus palabras. Bueno, tenía un punto. ¿Qué hacía alguien con un auto de lujo y ropa cara en un barrio como este? El bolso que Arim llevaba probablemente costaba más que todo mi sueldo de un año en la biblioteca. Nada de esto tenía sentido para mí.
Jurin bajó de la escalera y me miró, sacudiéndose las manos tras acomodar los libros y me dio un pequeño beso en mi mejilla cuando terminó.
—No te preocupes por eso. Si tienen dinero o no, no es nuestro problema. Además, seguro que están aquí por una razón más sencilla de lo que crees. Las apariencias engañan, ¿no? —me dijo, dándome una palmada en el hombro antes de volver a su tarea.
Me quedé un momento en silencio, observando los libros en las estanterías. Quizás ella tenía razón, y estaba pensando demasiado en algo sin importancia. Pero una parte de mí seguía intrigada, como si el encuentro con aquella chica hubiera plantado una semilla de curiosidad que no podía ignorar aunque quisiera.
¡¡HOOOOOLA!! ¿Cómo han estado? Yo bien desaparecida la verdad.
Mientras mas desaparecida, mas personas visitan mi perfil 😭 KAKAKAJ gracias por leer las historias concluidas y las que aun no lo están
he estado muy alejada de la plataforma, pero es que no tengo tiempo ni para mí. Cambio de casa, vida independiente, otras responsabilidades, iniciando un pequeño emprendimiento, nuevas mascotas... no me da la cabeza para pensar tanto, estoy en modo bloqueo
Pero de todas formas se agradece quien sigue visitando mi perfil 😭
Contrastes es una historia ligera, capítulos cortos, por ende la historia avanza rápido. Llevo 20 capítulos escritos, así que veamos que sigue 🙏🏻.
Gracias a quien sigue por aquí ❤️🩹.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro