Queen bee x Male Reader Pt.3
Abro suavemente la compuerta que me permite ingresar.
Soy algo desconfiado y sospecho que puede haber alguien aquí.
Al revisar el lobby por algunos minutos, decido ingresar de una vez por todas al asegurarme de que está totalmente vacío.
Camino por el lobby y me muevo hasta llegar al elevador ubicado entre los pasillos.
Aprieto el botón del último piso para subir.
—¡Funciona! — Digo con entusiasmo — Por un momento creí que estaría descompuesto.
Las puertas se cierran y el elevador comienza a subir.
Todo va en marcha. Recuerdo haber escuchado a Kim decir que la habitación de Chloé se ubicaba en el piso más alto del hotel, precisamente en la suite más caro del edificio.
Pero, ¿Qué haré cuando la vea?.
¿Debería mantenerme junto a ella?, ¿Protegerla?, ¿O esperar a que Ladybug y Chat Noir aparezcan?.
¿Y que tal sí la chica de traje de abeja apareciera esta vez?.
—¡Basta! — Exclamo — Debo evitar esos pensamientos a toda costa. Solo estoy aquí por que quiero mi libro de vuelta, no soportaría sus burlas si llegase a leer mis escritos.
El elevador se detiene y las puertas se abren.
Doy un paso con bastante desconfianza. No quisiera encontrarme con nadie por aquí, si así fuera, tendría que pelear y no soy muy bueno en ello.
Respiro de manera muy nerviosa a medida que me acerco a lo que parece ser la suite del hotel.
No es tan difícil de reconocer por la gran puerta doble.
Inhalo y exhalo despacio antes de abrir la puerta.
Abro las dos puertas de la habitación y mis ojos se asombran al contemplar la inmensidad de esta suite.
— ¡Wow!, es enorme, Chloé si sabe como vivir.
Me muevo por la entrada de paredes blancas, al caminar noto que hay un jarrón de rosas sobre una gran mesa, debajo de éste hay una especie de alfombra negra con detalles de color amarillo.
— Todo está tan reluciente.
Al final de este cuarto se deja ver una entrada que me permitirá acceder al balcón del hotel, junto con dos habitaciones a mi lado en las cuales puedo moverme: A mi derecha hay una sala de estar; Mientras que a mi izquierda parece ser la habitación de Chloé.
Intuitivamente me dirijo a su habitación.
Mis pasos resuenan levemente aquí, hay una especie de pasillo que me lleva a su cuarto
— Envidio a esta niña rica — Murmuro — Vive como toda una aristócrata.
Una gigantesca cama se exhibe en su habitación, de respaldo rosa, sabanas blancas y almohadas del mismo color.
Además hay un dos peluches arriba de su cama: Un oso gigante de peluche y una mariquita.
— Tal vez ya deba aceptar de que Chloé no esté aquí, debería irme, pero por otro lado me gustaría recorrer un poco más.
Regreso por donde vine y abro la entrada que me permite salir hacía el balcón.
Puedo respirar el aire fresco del exterior.
— Esto es sorprendente — Estoy impresionado al ver el gran balcón que hay aquí.
Hay bastantes sofás de color blanco, junto con una mesa de vidrio y algunas plantas de exterior.
Me muevo hacía el pasamanos para observar las calles de París.
— ¿Qué debo hacer?, ¿Adónde debería ir?, ¿Cómo podré encontrar a Chloé?
Suspiro resignado y sin ánimos.
— Tal vez yo pueda ayudarte — Oigo la voz de un hombre detrás de mí.
Volteo asustado al reconocer esa voz.
— ¡Maestro Gonalons! — Tiemblo al verlo. Luce diferente, viste como un soldado francés de la época de Napoleón: Sombrero largo de color negro, chaqueta azul con detalles oscuros, pantalones blancos y zapatos azabache. Además trae consigo una espada similar a su vara que utiliza en clases.
Pero eso no es todo, está envuelto bajo un aura oscura, como todos quienes son akumatizados.
A pesar de su edad, se mueve como su fuera un adolescente.
— Ahora podré atraer a Chloé y a Ladybug y Chat Noir hacía mí y obtendré sus miraculous — Me toma de mi mano y me lleva hacía él.
Me tiene como un rehén.
El filo de su espada está sobre mi cuello.
He caído en su trampa, de seguro que esperaba por mí.
— Por favor, déjeme ir, Chloé no tiene nada que ver en esto, fue culpa mía, señor Gonalons, solo déjela en paz.
— Que adorable, poniendo tu vida por delante para proteger a tu amada, me parece algo tan romántico.
— ¡No es cierto! — Protesto.
— Demasiado tarde, ahora me respetarás (Y/N). Un toque y te disciplinaré como el ejército francés. — Acerca lentamente el filo se envuelve bajo un color oscuro y se dirige a mi cuello.
— ¡Déjalo en paz! — Se oye una voz detrás de nosotros.
Al voltear, mis ojos se abren al reconocerla: ¡Es ella!, ¡La chica vestida de abeja!.
— ¡¿Quién eres tú?! — Pregunta el maestro Gonalons con enojo.
— Mi nombre es Queen Bee, la nueva heroina de París — Adopta una pose de diva.
— Es perfecta — Me pierdo en sus ojos y en sus movimientos.
— ¿Así que eres una superheroína eh?. Creo que me veré obligado a arrebatarte tu miraculous niña.
— Si lo quieres ven por él — Señala su cabello.
El maestro Gonalons me arroja hacía al lado y corre con su espada para atacarla.
— ¡Cuidado! — Exclamo con preocupación.
Pero con gran agilidad, Queen Bee salta por encima de su oponente hasta caer a unos dos pasos delante de mí.
— ¿Estás herido? — Me pregunta.
— No…estoy bien — Mi rostro se vuelve rojo. No puedo evitar recordar lo que sucedió la otra vez.
— Esto será breve, no te preocupes — Me mira con confianza.
— ¡Todavía no has visto todo mi poder! — Reclama el Maestro Gonalons.
Genera una segunda espada y corre una vez más hacía Queen Bee.
Pero, al igual que antes, la chica de cabello rubio esquiva sus movimientos sin preocupación.
Es como si quisiera distraerlo.
Luego de algunos segundos salta hacía atrás para alejarse de él.
— ¿Qué ocurre?, ¿Acaso no piensas atacarme? — Queen Bee pretende provocar a su oponente.
— ¡Ya verás!, ¡Te enlistaré en mis tropas!
Corre con mucho más enojo para atacarla con ambas espadas.
Queen Bee lográ esquivarlos con mucha precisión.
Un movimiento en falso y todo se acaba.
— Vamos, tienes que atacar — Susurro con nerviosismo. Pero por dentro estoy asombrado por lo ágil que es.
Como si pudiera escucharme, Queen Bee saca una especie de trompo amarillo con rayas negras.
— Ahora es mi turno — Luce confiada.
Sin perder tiempo, arroja su trompo hacía su oponente como si fuera un látigo.
Por si parte, el Maestro Gonalons logra protegerse con sus espadas ante los insistentes ataques de Queen Bee.
— Esto no está funcionando — Susurro con temor.
— Creí que serías más fuerte Queen Bee — De su rostro puedo notar una máscara oscura con forma de mariposa — Pero tu falta de disciplina es evidente. Entrégame tu miraculous o sufrirás las consecuencias.
— ¡Eso jamás! — Responde la bella muchacha rubia — De hecho este será tu fín. ¡Ahora Ladybug y Chat Noir!.
De forma coordinada, oigo el sonido de un metal hacía nosotros.
Delante de mí caen Ladybug y Chat Noir, realizando una entrada bastante llamativa.
— Gracias Queen Bee por darnos algo de tiempo — Agradece Ladybug a su compañera — Necesitaré tu ayuda una vez más.
— ¡De acuerdo! — Queen Bee se muestra entusiasta.
— ¿Estás listo Chat Noir? — Pregunta Ladybug al chico vestido de negro.
— Cuando quieras my lady — Responde muy confiado.
— ¡Amuleto encantado!
— ¡Cataclismo!
— ¡Veneno! — Exclama finalmente Queen Bee mientras lanza el trompo para luego atraparlo, su trompo se convierte en un aguijón que cubre toda su mano.
— ¡Wow! — Exclamo con asombro.
— ¿Qué hago con eso? — Veo que Ladybug tiene en sus manos una especie de escudo de tamaño pequeño de colores rojo y negro.
¿Qué podrá hacer con ello?, tan solo hay sofás, una mesa de vidrio, algunas plantas y el pasamanos detrás del Maestro Gonalons.
— ¡Ya sé!. Queen irás detrás de mí, yo te cubriré, deberás atacar cuando sea conveniente. Chat Noir, estarás aquí, usarás tu cataclismo en ambas espadas, en una de esas se encuentra el akuma.
— ¡Entendido! — Exclaman Chat Noir y Queen Bee al unísono.
— ¿Lista Queen Bee? — Pregunta Ladybug.
— ¡Lista! — Queen Bee está detrás de ella.
Ladybug y Queen Bee corren a toda prisa hacía el Maestro Gonalons que las espera con ambas espadas, listo para atacar.
Ladybug se defiende de los ataques con su escudo.
Los movimientos del Maestro Gonalons son demasiado rápidos. La ataca de forma impaciente.
— ¡Ahora! — Ordena Ladybug.
Rápidamente, Queen Bee salta por arriba de él hasta caer detrás de él.
— Has bajado tu guardia — Toca su espalda con su trompo — !Touché!
Su oponente se encuentra paralizado.
— Tomaré esto prestado — Ladybug toma sus espadas y las arroja a Chat Noir que está a tan solo unos pasos de mí.
— Llegó mi turno — Chat Noir se vanagloria al ser de utilidad.
Tan solo le bastó tocar ambas para que éstas se rompieran y así el akuma fuera liberado.
— ¡Es hora de terminar con la maldad!(…) — Ladybug grita su frase característica para atrapar al akuma que está en la espada.
— Esto ya acabó — Me pongo de pie aliviado.
— (…)Adios Mariposita — Libera la mariposa para que pueda volar libremente por los aires — ¡Miraculous Ladybug!
Una fuerte energía se deja sentir.
Todo ha vuelto a la normalidad.
— ¿Qué?, ¿Qué hago aquí? — El Maestro Gonalons se muestra bastante confundido desde el suelo.
Al verlo, sentí que debía disculparme con él. Al fín y al cabo yo inicié todo esto e incluso arrastré a Chloé conmigo.
Doy un respiro y me acerco algo temeroso.
— ¿Maestro?
— ¿(Y/N)? — Se sorprende al verme.
— Lo siento demasiado por lo que hice, todo esto es culpa mía, me vi afectado por las altas temperaturas que hay en París y actúe de una manera bastante grosera. Si debe castigar a alguien debe ser a mí, le pido que deje a Chloé fuera de todo esto.
— Eres muy valiente al disculparte (Y/N) — Se pone de pie — Antepusiste tu vida por la de Chloé, bueno si es lo que deseas, la eximiré de todo.
— Muchas Gracias. Aunque creo que anteponer mi vida sería algo exagerado — Estoy un poco nervioso.
— Permítanos llevarlo a su casa — Ladybug se ofrece para llevar al Maestro Gonalons.
— Será un placer Ladybug.
— Ire contigo my lady — Chat Noir se suma.
— Bueno, ya sabes que hacer Queen Bee — Comenta Ladybug antes de utilizar su yo-yo y marcharse.
Por su parte Chat Noir se marcha también.
Observo con nerviosismo a Queen Bee quien ha estado muy callada.
Estamos nosotros solos en este gran balcón.
Al igual que en aquella vez en la Torre Eiffel.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro