Hello everyone!

Ha pasado tiempo que no estaba por aquí. Gracias a todos por el apoyo que ha recibido esta historia, sé que a algunos les prometí continuar este fanfic, pero han ocurrido muchas cosas, como:Nuevos proyectos, bloqueo del escritor y una vida que hacer.

Hoy es una fecha especial, un día como hoy 2 de Noviembre del 2018 se publicó esta historia y como celebración he decidido publicar el final de éste.

Gracias por el apoyo recibido, jamás creí que esta historia sería tan popular. Agradezco que constantemente hayan pedido una continuación. Mi escritura ha mejorado bastante desde la última vez, seguramente notarán un mejor trabajo.

Espero que la espera haya valido la pena.

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— ¡Ay mi cabeza!,  me duele — Me quejo de camimo hacía la escuela — Odio este calor, realmente no me siento bien.

El calor proveniente del Sol impacta directamente a mis ojos, creo que hoy será una jornada bastante calurosa.

Ha pasado ya casi una semana desde que llegué a París, ya no extraño tanto mi querida Bordeaux. Aquí he hecho muchos amigos, todos han sido muy amables conmigo creo que ya no podría vivir sin ellos.

— ¡(Y/N)! — Oigo a alguien gritar mi nombre y tomar mis hombros detrás de mí.

Salto producto del susto.

— ¡Ah!, eres tú! ¡Hola Marinette! —  Saludo con mi corazón acelerado.

Ella es Marinette, durante mi primer día, choqué torpemente con ella, fue la primera persona a quien conocí en la escuela y una de las grandes amigas que tengo.

— (Y/N), grité tu nombre muchas veces desde el otro lado de la calle, lo siento si te asusté, pero has estado muy distraído últimamente.

— Lo siento mucho, lo sé, estoy algo distraído, además hace bastante calor el día de hoy y me duele mucho la cabeza, usualmente me siento algo irritable en días como éstos.

— Vaya, no parece ser muy bueno, además estás diferente desde que fuiste akumatizado, ¿Qué pasó? — Se acerca muy curiosa.

Me sonrojo por su pregunta, ella tenía razón, he actuado de forma distinta desde que vi a esa chica de traje de abeja aquella vez. No he dejado de pensar en ella cada momento del día, solo ansío volver a verla.

— Pues nada, ya sabes…Ladybug y Chat Noir me salvaron, como es la costumbre aquí en París.

— Claro, Claro, Claro … ¡Oh no!,¡Se nos hace tarde! — Marinette mira preocupada la hora en su teléfono celular.

— ¡¿Es en serio?! — Miro mi teléfono celular — ¡Dios!, creí que llegaría a tiempo, no pienso llegar tarde, sería la tercera vez en ésta semana que lo hago ¡Debemos apresurarnos!

— ¡Yo tampoco quiero llegar tarde! — exclama asustada.

Ambos corremos lo más rápido que podemos hacía la escuela.

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— Que clase más aburrida — Susurro recostado en mi pupitre — Es increíble que haya corrido para llegar temprano a Historia, de haber recordado que esta clase era tan aburrida hubiera llegado tarde de todos modos. Además, el calor se vuelve cada vez más insoportable.

Como es la costumbre, no dejo de escribir en mi cuaderno blanco, mientras oigo al Maestro hablar acerca de la disciplina militat o algo así.

Me sonrojo cada vez que recuerdo a la chica vestida de traje amarillo y negro, ella tomó mi libro y leyó mi historia, además estuvo a punto de… ¿Besarme?, ¡No!, de seguro fue un error, nos dejamos llevar por el momento, es todo.

Ha pasado tiempo, ansío mucho verla de nuevo, me gustaría que leyera todo lo que he escrito en honor a ella. Además ahora soy un hombre nuevo, me valoro mucho más, evito caer en las provocaciones de Chloé, sus palabras ya no me afectan.

Todo gracias a ella.

— ¡Señor (Y/N)!, si no quiere poner atención en mi clase, será mejor que se vaya al pasillo, ese será su castigo — Oigo al maestro Gonalons regañarme con una vara en su mano apuntando hacía mí.

El maestro Gonalons es el nuevo maestro suplente de Historia, es un hombre viejo que siempre viste de traje negro, según él, es su forma de imponer disciplina en sus estudiantes.

— ¡Bien!, creo que será mucho mejor que estar aquí.

¡Rayos!, ¿Por qué dije eso?, el calor no me está haciendo pensar con claridad.

— ¡Me sorprende sus malos modales señor!, solo por eso tendrá dos días de suspensión como castigo — Su rostro se torna rojo producto del enojo que provoqué.

Claro, nadie nunca antes ha tratado de enfrentarlo.

Estoy de suerte.

— ¡Ja!, esperaba mucho más.

¡Pero que idiota!, debo pensar mejor en lo que digo. Dios, ahora me meteré grandes problemas.

— Por primera vez, estoy de acuerdo con (Y/N) — Oigo decir a Chloé — Su clase es de lo más aburrida, ¿Quién necesita saber sobre la disciplina del ejército?, yo responderé: ¡A nadie!

—¿ ¡También usted señorita Borgeois!? — Ahora mira fijamente a Chloé, mientras la señala con la vara— Usted también irá al pasillo y será castigada, además la vi observando detenidamente a (Y/N) durante mi clase.

— ¿Qué?, ¿Yo?, ¡No mirando a ese idiota— Noto a Chloé ruborizarse.

Se oye la risa de todos en el salón.

— ¿Entonces que estaba haciendo?

— Yo…este…¡Nada!

— ¿Qué?, ¿No llamarás a tu padre para que te salve Chloé? — Pregunta Nino de manera burlesca.

— Creo que no — Chloé sonríe y adopta una postura serena — Me  hará bien tomar un poco de aire, el calor aquí es insoportable.

— Por primera vez estoy de acuerdo contigo — Comento con fastidio.

Ella se dirige por su cuenta al pasillo, por mi parte tomo mi cuaderno y mi lápiz para llevarlo conmigo afuera.

Ya estoy en bastantes problemas, será mejor irme por mi cuenta

Ya en el pasillo, todo se siente más fresco, el cielo está despejado.

Podría estar aquí todo el día.

Ambos estamos de pie, uno al lado del otro.

Ignorando a Chloé, me dispongo a abrir mi cuaderno y continuar escribiendo.

— No sé, por qué te la pasas escribiendo tanto, nunca serás un escritor famoso. Eres patético.

— No caeré en tus provocaciones Chloé, por culpa tuya fui akumatizado la otra vez y no pienso volver a pasar por lo mismo. No te daré ese gusto — Respondo fríamente.

Hay un pequeño silencio entre nosotros.

— !Aagh!, ¡Hace mucho calor en este lugar! — Se queja la chica rubia.

Claro, para Chloé nada es suficiente.

— Creo que esto podría ayudarte — Tomo mi cuaderno con ambas manos e improviso un abanico.

— ¿Qué haces? — Pregunta algo confundida.

— Su alteza necesita mantenerse fresca, ¿No es así?, además, no creas que te guardo rencor por akumatizarme o por no valorar mi trabajo, francamente no me interesas.

Caray, eso se escuchó muy cruel.

— ¡Dame eso! — Me quita mi libro para abanicarse ella misma — Cree en lo que quieras, mi opinión sobre tí no cambiará.

Mueve su cabeza hacía el otro lado en una actitud arrogante.

— Eso haré, ¡Gracias! — Digo de forma sarcástica.

Repentinamente oímos una fuerte explosión proveniente del salón junto con una gran cantidad de polvo.

— ¿Qué fue eso? — Pregunto alarmado.

Instintivamente cubro a Chloé con mi cuerpo para protegerla.

Mis ojos se ensanchan al distinguir una figura prominente surgir entre el polvo y saltar por los cielos.

— Esto no se ve nada bueno, ¿No es así Chloé?…¿Chloé?

Dios mío, la perdí. Marinette tenía razón, estoy muy distraído.

Lo peor, es que se llevó mi libro.

Inmediatamente ingreso al salón.

— ¿Se encuentran todos bien? — Pregunto mientras el polvo se dispersa y observo un gran agujero en el techo.

— Estamos bien, el Maestro Gonalons fue Akumatizado y todo fue por culpa tuya y de Chloé — Alya me regaña.

— No me hagas sentir mal de lo que ya me siento.

— Oigan, ¿Han visto a Marinette? — Pregunta Juleka.

— Adrien tampoco está — Comenta Nino.

— Y yo perdí a Chloé — Aporto.

— ¡¿Que perdiste a Chloé?! — Sabrina corre para gritarme — ¡¿Cómo pudiste perderla?!

— Entre todo el polvo que había la perdí de vista, de seguro que Adrien y Marinette lograron escapar también.

— Debes ir por Chloé, ¡Rápido!, antes de que el Maestro Gonalons la encuentre primero — Suplica Sabrina.

— ¡Eso haré, pierde cuidado!, ustedes busquen a Adrien y a Marinette, no deberían estar lejos de aquí.

— ¡A la orden! — Exclaman todos.

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Salgo de la escuela inmediatamente.

Si Chloé no tuviera mi libro, no estaría empeñado en encontrarla, no es mi responsabilidad, ella puede cuidarse sola.

Pero aún así,  ella estaba conmigo, por lo que tengo algo de responsabilidad en todo esto.

Me escabullo por las calles parisinas, extrañamente las personas actúan de forma muy extraña. Todos están formados como un ejército y actúan de manera sumamente coordinada.

Ahora que recuerdo, el Maestro Gonalons es un hombre muy estricto, incluso tiene una actitud militar, no me sorprende que busque el orden en todas las cosas.

Espero no encontrarme con él.

Camino hacía el hotel en donde vive Chloé.

Debo actuar de forma militar para mezclarme con ellos. Las personas marchan en dirección al norte como si fueran soldados.

Lamentablemente tendré que hacerlo si es que quiero salir de aquí, de otra forma podrían atacarme.

No pienso correr el riesgo.

Exageradamente elevo mis piernas como un soldado para caminar paso a paso como una marcha militar.

Luego de estar en este estado por casi veinte minutos, finalmente logro llegar al hotel de la familia Borgeois.

Todo a su alrededor parece estar vacío. Si fuera el maestro Gonalons estaría en este lugar buscando a Chloé.

Pero alguien tan meticuloso como el Maestro Gonalons no atacaría de frente, él nos habría atacado en la escuela.

Un hombre como él que conoce sobre estrategia militar actuaría de forma sigilosa.

Tendré que estar alerta.

Será mejor entrar y cerciorarme de que Chloé no esté aquí, debo moverme antes de que me encuentre.