Queen Bee x Male Reader Pt.1
- Odio París - digo a mi mismo sin tomar conciencia de mis palabras.
Camino por la calle principal de la ciudad en dirección a mi hogar, luego de una jornada de clases:
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Llegué a esta ciudad proveniente Bordeaux, vivo sólo con mi madre, ya que mi padre nos dejó a los dos, no le guardo rencor ni nada, de hecho, le deseo todo mejor.
Ingresé a la escuela con algo de temor por ser el primer día, dejar atrás toda una vida viviendo en Bordeaux ha sido un golpe muy duro que todavía me cuesta asimilar.
Estuve recorriendo los pasillos de la escuela Françoise Dupont en busca de mi salón, puedo admirar la estructura de este edificio: paredes de color crema y los delgados pilares verdes de metal, me detuve por un instante para observar el patio de la escuela de cemento gris con líneas blancas pintadas formando así una cancha de baloncesto.
Cuando estaba por reanudar mi marcha, inesperadamente una chica corre a gran velocidad hacía mí posición, no tuve la oportunidad de reaccionar, el impacto produjo que ambos nos cayéramos al suelo.
- ¡Lo siento mucho! - exclamó la joven muchacha de aspecto oriental, sus ojos azules llamaron mi atención de inmediato.
- No fue tu culpa, estaba distraído, soy nuevo aquí, estoy en busca del salón de la señorita Bustier, la maestra de literatura e idiomas ¿Crees que podrías ayudarme? - le dije un tanto desesperado, ya era tarde y no quería faltar a mi primer día de escuela.
- Por supuesto que sí - se levantó la muchacha con energía - vamos al mismo salón.
- Excelente - le dije mientras me ponía de pie.
- Por cierto, mi nombre es Marinette, mucho gusto - estrechó su mano.
Respondiendo a su cortesía le dije mi nombre:
- Me llamo (Y/N), mucho gusto en conocerte Marinette.
Después de presentarnos, caminamos algunos metros hasta llegar a nuestro salón.
Como era de esperarse, todos nos miraron al momento de entrar.
- ¡Marinette, esta es la tercera vez en esta semana que llegas atrasada! - regaña la maestra a cargo, una mujer hermosa de cabello rojo y de ojos verdes, es muy alta, parece ser una mujer muy amable y carismática.
- Lo siento señorita Bustier - Marinette realiza una reverencia.
- No debe regañar a Marinette maestra, fue mi culpa, le pedí que me mostrara la escuela - mentí descaradamente con la intención de exculpar a la agradable muchacha.
- Bueno, de ser así, quedas perdonada Marinette, pero que esto no se vuelva a repetir.
Marinette asiente con la cabeza y se sienta en su puesto ubicado en la segunda fila.
Antes de que pudiera moverme, la maestra me presentó ante todos:
- Por favor, pongan atención, él es (Y/N), a partir de hoy será su nuevo compañero, él proviene de la ciudad de Bordeaux y confío que se adaptará aquí. Por favor, quiero que tomes asiento entre Nino y Adrien - señala la maestra a los chicos de la primera fila.
Tal como me lo indicó, tomé asiento. Inmediatamente uno de mis nuevos compañeros de salón se presentó:
- Hola que tal, mi nombre es Nino y él es mi mejor amigo Adrien - señala el joven bronceado y de lentes negros a su amigo rubio.
- Hola, mucho gusto en conocerte Nino - respondí educadamente a su saludo.
En mi primer día de clases la maestra nos invitó a cada uno de nosotros recitar una historia que fuera de nuestro agrado, admito que soy muy bueno en eso, ya que durante mi estadía en Bordeaux me dedicaba a escribir, he escrito desde que tengo memoria.
Todas las historias fueron increíbles, realmente sorprendentes. Cuando fue mi turno de leer, tomé mi libro blanco de historias que he escrito por muchos años y recité:
"Allí estaba ella mirando fijamente su celular, parecía divertirse con lo que estaba viendo en la pantalla.
Son las seis de la tarde, el subterráneo va repleto, voy de pie y apoyado en la pared; ella en cambio va sentada, que afortunada, su cabello corto, su tes blanca, sus labios rojos, me vuelven loco, está sentada a casi 6 metros de mí, a 6 metros de la felicidad, me lo repetía.
Mira su celular, sonríe, se preocupa de no perderse de estación, mira a su alrededor por si alguien la está observando, cuando mira hacia mi dirección yo miro hacia otro lado, me hago el desentendido, soy bastante tímido, me sonrojaría si sus ojos se cruzarán con los míos.
Vuelve a mirar su celular, parece que recibió un mensaje, lo lee detenidamente.
Cae una lágrima de su hermosa mejilla, nadie se da cuenta de ello, excepto yo.
Quiero acercarme, quiero abrazarla, quiero consolarla.
Intenta controlar su llanto, el subterráneo se detiene, decide bajarse, esfumándose todo rastro de ella.
Soy un idiota, ¿Por qué tengo que ser tan tímido?, ¿ Por qué no fui a consolarla?, porque soy un idiota me repetía.
A 6 metros de la felicidad..."
El silencio inundó el salón, al levantar la vista contemplé a todos mis compañeros con la boca abierta y sorprendidos por la profundidad de mis palabras.
Miss Bustier se acercó a mí, tomó mi hombro y me felicitó, todos me aplaudieron a excepción de una chica de cabello rubio, ojos azules y una chaqueta amarilla muy a la moda sentada en primera fila a mi izquierda, junto a una chica de cabello corto naranjo y de lentes.
La chica en una actitud arrogante se puso de pie y aplaudió sarcásticamente
- Bravo, bravo, bravo (Y/N) si es así como te llamas, cualquiera puede escribir algunas palabras y pararse delante de todos e intentar sorprender a una multitud muy impresionable.
La sangre hirvió por todo mi cuerpo, su actitud me hizo enojar bastante, ¿Quién carajo se cree ella?
- Agradezco tu aporte Chloé, pero deberías ser más considerada y apreciar un poco más su trabajo - intenta Miss Bustier poner paños fríos a la situación.
La chica de nombre Chloé no dijo ni una palabra más y tomó asiento.
Sin decir tampoco nada me senté con una sensación de desprecio. La actitud de la joven rubia hacía mí hizo que mi moral bajara y el sentimiento contra ella aumentara.
El día transcurrió con normalidad, durante los recesos conocí a muchas personas, como por ejemplo a Alya, la novia de Nino, una chica de piel morena y cabello castaño ondulado, lo que más me llamó la atención de ella fue su lunar en su frente y su camisa a cuadros.
Durante el día no pude evitar mirar de reojo como Marinette miraba perdidamente a Adrien, por la actitud de sus ojos me hizo suponer que ella está enamorada de él, no conozco mucho a los dos, pero algo me dice que ellos harían una bonita pareja.
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Lamentablemente mi sensación de ira no ha bajado, recordar a Chloé me pone de mal humor incluso en este momento, mientras camino hacía mi hogar.
Tengo un mal presentimiento, tengo la sensación de que hay algo detrás de mí, decido voltear y veo que una mariposa de color negro vuela muy cerca, por intuición saco mi libro de historias de mi mochila e intento alejarla, pero extrañamente la mariposa se inserta en mi libro y éste se vuelve de color negro con toques morado.
- (Y/N), soy Hawk Moth, sé que tienes ira en tu interior desde ahora nadie menospreciará tu trabajo, lo único que debes hacer es traerme los miraculous de Ladybug y Cat Noir, ¿Entendido?.
- Entendido Hawk Moth - le digo.
A partir de este momento, mi cuerpo se ve transformado por una nube que me cubre por completo y pierdo la voluntad sobre mis movimientos.
Después de que la nube me cubriera, siento mi cuerpo más pesado, algo se mueve detrás de mí, como si tuviera unas alas.
Extiendo mi mano desocupada y creo una bola de fuego de color negro, atacando contra mi voluntad a algunas personas que recorren las calles, después del impacto de mis poderes, las personas se transforman en demonios, éstos seres crean un caos y desorden por todo París.
Luego de este acto, intento aletear y vuelo como si fuera un ave.
Pasaron cinco minutos de vuelo, expando mis alas y detengo el movimiento para descender sobre el hotel Le Grand Paris, el hogar de Chloé Bourgeois, tal como me lo mencionaron Marinette y Alya.
Al entrar por la ventana, entro en lo que parece ser el cuarto de Chloé, lo deduzco por los muebles de color rosa, su cama con muchos muñecos y su closet lleno de ropa a la moda.
- Ella no esta aquí - me digo con tono de fastidio.
Antes de que pudiera salir nuevamente por la ventana recibo un golpe en mi pecho que me expulsa hacía la pared blanca de la habitación.
Al enfocar bien mis ojos, veo que quien me ha atacado es Ladybug acompañado de Cat Noir.
Con mi libro en mano creo unas cuchillas alrededor de mi cuerpo que apuntan directamente a ellos.
Con un simple gesto de mis dedos, los cuchillos son arrojados a los dos superhéroes de París.
Ladybug y Chat Noir esquivan con gran agilidad cada uno de mis cuchillos.
Cat Noir corre por mi costado derecho con una vara, con intenciones obvias de atacarme.
Antes de que pudiera hacer contacto conmigo, apunto mi libro hacía él.
El libro atrapa a Cat Noir e ingresa a mi libro en forma de dibujo.
- Ahora, traeme a Cat Noir - oigo la voz de Hawk Moth resonando en mi cabeza.
- Lo haré más tarde, quiero vengarme de Chloé Bourgeois.
Ladybug luce impactada, el ver con sus propios ojos como su compañero de batalla está en mi poder, a perdido la mitad de la batalla, eso la hace un poco más débil.
Con su yo-yo, apunta a través de la ventana y sale de la habitación.
- Creo que esto será fácil - me digo mientras mis alas se preparan para volar.
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Llevo recorriendo alrededor de 1 hora por todo París, la búsqueda se está haciendo eterna, es una lástima que no conozco tan bien ésta ciudad.
Vuelo hasta la punta de la Torre Eiffel, necesito descansar.
Oigo gritos y llanto a lo lejos, mis demonios deben estar haciendo un buen trabajo.
El atardecer está a punto de comenzar.
Bajo la guardia para admirar tal espectáculo de la naturaleza.
Siento que algo proveniente de los cielos atrapa mi brazo, miro inmediatamente y me doy cuenta que es el yo-yo de Ladybug.
Ladybug tira de su yo-yo y hace que mi cuerpo salga expulsado, tomo el libro con todas mis fuerzas.
El impacto con el suelo hace que de vueltas.
Al subir la vista, veo que la superheroína de Paris ha conseguido una nueva compañera: una mujer rubia de máscara negra con amarillo, cola de caballo y traje amarillo con negro, similar a una abeja.
- Parece que tienes más amigos Ladybug - le digo sarcásticamente mientras me pongo de pie.
Sin decir nada, ataca de frente a mí.
Preparo mis manos para bloquear su ataque.
Repentinamente recibo un golpe al costado de mi cuerpo, giro mi cabeza y descubro que ese golpe proviene de la compañera de Ladybug.
El golpe hace que pierda el equilibrio, el momento perfecto para que Ladybug pueda atacar a mi pecho.
Nuevamente el golpe que recibo me hace rodar por todo el piso.
- ¡Esto no se quedará así!
Abro mi libro y creo algunos cuchillos que son arrojadas a ambas heroínas.
Con suma facilidad, logran esquivar todos mis cuchillos.
- El akuma debe estar en el libro - dice la joven rubia.
Ladybug toma distancia y tira su yo-yo por los aires:
- ¡Amuleto encantado!
El yo-yo creó una bolsa de color rojo con pintas negras, similar al de una mariquita.
- ¿Sal? - se sorprende Ladybug al ver el contenido de la bolsa.
Es bastante obvio lo que está sucediendo, no es una sal común y corriente, es una derivación del Halita, una sal muy poderosa, especial para combatir a los ángeles caídos.
Ladybug mira con gran detención todo el lugar. Su rostro ha encontrado la solución a todo esto.
Se reúne con su compañera y ella libera un trompo con forma de panal.
La muchacha rubia, arroja su trompo hacía mi libro y gracias a mi descuido me lo arrebata de mis manos.
Instantáneamente Ladybug arroja puñados de sal a mi alrededor. Al intentar cruzar, una fuerza me impide moverme.
Creo que esto será mi fín...
La otra heroina toma mi libro y lo destruye, al romperse, la mariposa sale del libro y Chat Noir sale de él.
- Es hora de terminar con la maldad - exclama Ladybug. De inmediato, captura a la mariposa y la devuelve a su estado original.
Lentamente mi cuerpo vuelve a ser el de antes.
- ¡Miraculous Ladybug! - exclama nuevamente Ladybug. Sus palabras hacen que todo París vuelva a la normalidad, y mi libro que estaba roto aparece mágicamente restaurado.
- Bueno Chat Noir, tendremos que irnos.
-¿Qué?, ¿Es en serio? - pregunta Chat Noir sorprendido.
- Así es - responde, realizando un fugaz guiño a la chica rubia.
Ambos héroes salen de la Torre Eiffel y me dejan sólo con su compañera.
Ella sostiene mi libro, admito que luce bastante bella, el contraste de su hermoso rostro con el atardecer hacen que mis piernas tiemblen producto de los nervios.
Abre mi libro y lo lee detenidamente. No quiero interrumpirla, es un honor que alguien quiera valorar mi trabajo.
Después de leer, se acerca tímidamente hacía mí para entregarme el libro.
- Creo que tienes mucho talento - me dice desviando su mirada de la mía.
No puedo evitar sonrojarme ante su gentil halago.
- Gra... gracias - le respondo bobamente.
Hubo un silencio entre nosotros, el frío viento azotó repentinamente a los dos.
- ¿Sabes?, no debes sentir rencor contra quienes no te valoran, debes creer en ti mismo - mueve sus ojos hacía mí.
Al verla de frente, no puedo dejar de pensar en su belleza: sus hermosos ojos azules, su cabello arreglado moviéndose con la ventisca de la tarde y sus labios al hablar hacen que no pueda dejar de mirarlos.
- Creo que tienes razón - le comenté algo intranquilo - tendré que aceptar que no a todos le agrada lo que hago, no debería concentraré mi rencor a Chloé Bourgeois, no sería justo de mi parte.
Sin que me diera cuenta, ella puso su mano derecha en mi mejilla izquierda, su dedo anular lo arrastró hasta mis labios. Me sentí algo confundido, es como si intentara coquetar conmigo.
Cierra sus ojos y acerca lentamente su rostro hacía el mio, mi respiración es irregular, mi aliento se desvanece paulatinamente...
"Bip...bip...bip"
El sonido me desconcentra, la mujer que está al frente de mi se aleja rápidamente y retira la mano de mi rostro.
- Tengo que irme - saca su trompo dispuesta a marcharse.
- Espera, ¿Cuál es tu nombre?.
- No puedo decírtelo, ya lo sabrás en su momento.
Lanza su trompo por los aires y se marcha.
La tranquilidad inunda el lugar, a lo lejos se oyen los automóviles que cruzan las calles de París.
- Es mejor que me vaya, está oscureciendo y cada vez hace más frío.
Tomo el ascensor que me deja al primer piso del edificio construido por Gustave Eiffel.
Camino en dirección a mi casa.
Las luces de las tiendas del centro de París están prendidas, el ocaso está desapareciendo y da la bienvenida a la noche.
Camino con desconcierto, este ha sido un día bastante extraño. Mi pecho se contrae al recordar a la chica de cabello rubio, su traje le quedaba bastante bien, era perfecta para mis ojos, estuve a centímetros de besarla, lo peor, es que no me dijo su nombre.
Anhelo conocer a la chica detrás del traje, siento que algún día la conoceré, esperaré con ansias a que ese momento llegue.
Hasta que eso pase, escribiré cada línea, cada párrafo a ella...
...ella se ha adueñado de mi vida.
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