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†Contrary†


¿Crees que es suficiente?

No, las cosas que hacemos no son suficientes Jungkook.

¿Que quieres lograr con esta mierda?

¡Cállate un puto segundo y deja de meterte en mi mente mocoso!

Ambos se miraron molestos, el mayor estaba enfadado por la gran metida de pata que hizo el menor, y es que, ¡Vamos! ¿A quien se le ocurre salir en medio de una masacre?

¡A absolutamente nadie, claro está!

Los dos tuvieron que esconderse en una enorme roca de granito hasta sentirse seguros y al fin poder salir.

La historia de los cambiaformas y los vampiros no era la mejor, sobre todo por la gran rivalidad de ambos, esta vez la pelea se inicio por el absurdo asunto del límite territorial, los perros pulgosos querían meterse más al lado oeste, siendo este su territorio, primero fueron a negociar y ya después empezaron las palabras despectivas entre ambos, cambiaron palabras fuertes y empezó una riña a golpes, se fueron metiendo más y más personas y al final terminaron incendiando ambas aldeas, claro que la suya fue la más afectada.

Namjoon y Jungkook eran maestro y discípulo, los dos estaban escondidos en su taller hasta que el menor quiso salir a ver qué pasaba, y sorpresa, dos cambiaformas lo vieron y corrieron hacia ellos para someterlos, los dos tuvieron que escapar para salvar sus vidas. A pesar de ser vampiros de sangre pura, hace años que fueron declarados en la paz, esto hacia que sus cuerpos se calsinaran al terminar una pelea o tener sangre del enemigo en las manos. No les convenía morir de esa manera.

Después de media hora de estar escondidos en lo más profundo de la roca, ambos asomaron las cabezas y miraron a su alrededor, hace unos minutos dejaron de escuchar los gritos y las peleas, así que el ambiente ya estaba tranquilo, o eso creian.

Salieron de su escondite y caminaron sin meter ningún ruido a el centro de la ciudad, debían de revisar que todo estuviera bien en el taller, caminaron sigilosos y con los ojos abiertos, estaban alertas de cada sonido extraño, siguieron su ruta y pasaron varias calles, solo al final del callejón Armalon, fue que el castaño se atrevió a mirar atrás. Casi se caga de la sorpresa que se llevó.

Atrás de ellos había un grupo de Cambiaformas que parecían estar volteando de una calle.

El tomo del brazo de su maestro y ambos se arrastraron al callejón al lado suyo, y se escondieron en un bote grande de basura, escucharon los pasos de personas acercarse y temieron lo peor.

Por uno de los agujeros que tenía el bote, Jungkook pudo ver a seis lobos mirar el callejón y pasar de lado, solo fue consiente del miedo que tenía hasta ver aquellos ojos negros que lo miraron directo, aquellos ojos oscuros brillando a las luces del cielo lo dejaron en trance, era un lobo de cabello blanco con la piel brillando en color dorado, estaba seguro de que el lo miro a los ojos y aún así paso de largo, aquel hombre era lo más hermoso que había visto jamás. Estaba seguro de que era un lobo Alfa, podía sentir su escencia y dominación a pesar de estar lejos.

El lobo se marchó dejandolo ahí en medio de sus dudas existenciales y las tremendas ganas de salir para ver aquellos ojos oscuros de cerca y terminar lamiéndole las patas, sentía tanta sumicion que quería volverlo a ver.

- No hay nadie, es momento de salir Jungkook.

Namjoon tomo la iniciativa y salió rápido del contenedor, el lo siguio en silencio y algo confundido.

¿Porque su corazón se sentía extraño en su pecho?

Seguramente estaba enfermando por la altas temperaturas de la noche. Era eso.

A la noche siguiente no fue sorpresa que los aldeanos despertarán furioso y con ganas de arrancarle la cabeza al líder del clan.

¡Es un incompetente!

¡Arriesgo nuestras vidas por su orgullo!

¡No le importa su pueblo, el solo quiere quedar como un Macho frente a los pulgosos!

Esas eran unas cuantas de todos los cantos que entonaban en medio de la plaza, todos los integrantes del clan estaban molestos con el actuar egoísta del Jefe, porque el sangre Fria era un doble cara que siempre les pedía a ellos que se mantuvieran serenos y el terminó cayendo en las provocasiones, arriesgandolos a ellos.

El se quedó por un buen rato observando todo hasta que se fue, esa tarde levanto con tanta sed que quería ir a refrescarse, se fue caminando hasta el final de la ciudad para después salir corriendo hacia el bosque, ellos no consumían sangre humana, se alimentaban de animales silvestres como los conejos. Solo compartían sangre entre ellos cuando eran emparejados, era un ritual muy sagrado para sus costumbres y también era muy respetado.

Busco su comida y ya después de saciarse quiso volver de regreso, pero no pudo.

En frente suyo y obstruyendo su paso se encontró al mismo lobo del otro día, aquel cabello blanco era inconfundible.

- ¿Que haces acá solo? Hay muchos peligros en el bosque. - le sonrió de manera extraña.

- No tengo porque responderle, quitese de mi camino perro pulgoso.

Apesar de que aún sentía esa extraña sensación en el al verlo de nuevo, la parte funcional de su cerebro le recordaba lo que esa manada de pulgosos habían echo en su aldea, muchas de las mujeres quedaron muy asustadas y los puestos fueron casi destruidos, incluyendo el taller de su maestro, no podía dejar eso de lado y tratar de coquetearle o actuar de forma nerviosa.

- Veo que amanesimos algo cortantes hoy. - se mofo.

- Mira, lo diré de manera clara. - se acercó a el de manera amenzante y saco su carta, puso ambos ojos de color carmesí y trato de controlar la sed que tuvo, ¡Pero por los muertos! Aquel aroma era extraño pero adictivo, olía a lluvia, la lluvia era su favorita. - Deja de meterte en mi camino Lobo estúpido o no querrás que te clave las garras.

- Eso lo veremos hombre frío.

Ambos intercambiaron unas últimas miradas para dejarse de lado y marcharse por su camino.

Jungkook no entendía la situación vivida, era claro que el cambiaformas lo busco ya que ellos no salían por las noches, le parecía muy extraño que fuera de esa manera.

______________

Las cosas en su aldea no se apasiguaron y todos se fueron alborotando más y más cada día, incluso su Maestro se unió a la causa con la excusa de cobrar venganza por todo lo malo que les causaron.

La historia de los cambiaformas a con ellos era muy trágica, ambos perdieron muchas cosas, pero los castigos que se les dió eran muy injustos, a los sangre Fría se les condena a la paz eterna, morían si se manchaban de sangre.

Mientras que los lobos solo se les desterraba. Eso era más que injusto para una parte.

A el por lo personal no le interesaban los problemas entre ambos ya que solo quería sentirse tranquilo y vivir en paz, pero eso se le quitó desde aquella noche.

Todas las noches después de esa, el lobo de cabellos blancos se presentaba en su puerta. Jungkook vivía a las afueras por ser joven y esa fue la tierra que se le asignó, el hombre lobo apareció ahí por primera vez la anterior semana, el debe de admitir que se murió por dentro al verlo, no solo por lo diferente que se veía, sinó también por el sentimiento que había en el, esta vez el corazón se le hincho y sentía una presión muy fuerte, que lo llenaba sin ser doloroso.

Ambos no intercambiaron palabras, solo que el castaño le cerró la puerta en las narices al lobo.

Los demás días fueron extraños, en medio de los conflictos, el se hallaba preocupado por las extrañas sensaciones que tenía al ver al lobo a los ojos, no le gustaba para nada pero siempre estaba ahí, siempre.

A casi un mes después de la tragedia, el fue otra vez al taller a terminar unos pendientes, se encontró con su Maestro muy enojado y casi echando humo por las orejas.

- ¿Que paso Maestro?

- Son los putos líderes, siempre hacen lo que se les apetesca y jamás piensan en nosotros.

- Considero que tiene razón. - Siguió en lo suyo tratando de no prestarle atención a las quejas del mayor.

- Paso lo mismo hace más de 500 años y nunca hicieron nada, los demás están molestos y también quieren acabar con ellos, no queremos más tragedias y ya no más muertos, fue gracias a los líderes que terminamos en eterna Paz.

- Mj...

- Organizaremos una rebelión en dos meses, ya tenemos todo casi listo, no digas nada de esto Jungkook, es un secreto que te estoy delatando.

- Como usted diga Maestro.

Ambos siguieron en lo suyo hasta la madrugada, el se fue cansado a su casa, termino casi con los ojos cerrados al abrir la cerradura y solo cuando cerró la puerta se dió cuenta de la presencia externa que había ahí.

- ¿ Porque tan tarde friolento?

Casi le dió un escalofrío del susto que tuvo, abrió los ojos de manera perezosa encontrándose con el perro pulgoso, en su casa. ¿Cómo había entrado?

- ¿Que hace usted aquí? ¡Quien lo dejo entrar!

- Deja el drama cariño, llevamos días charlando.

Claro, para el peliblanco, "charlar" era que el le cerrará la puerta en las narices.

- Por favor ya váyase de aquí. - lucho contra el sueño que tenía, estaba a pocos minutos de que amaneciera y su cuerpo ya quería rendirse.

- Oh cariño, ¿Quieres dormir?

Se acercó de manera peligrosa a el mientras sonreía de forma extraña, o para el esa sonrisa era extraña ya que jamás la había visto.

Jungkook suspiro enojado antes de ser tomado por el cuello de manera suave, el se acercó a su oído y susurro lo mismo que le había dicho todos los días desde que se conocieron.

- Eres mi Luna, mi cielo y mis estrellas, no te dejare ir tan fácil cariño.

Lo que cambio de esta vez fue el pequeño mordisco que sintió en su cuello.

Y jurenlo, jamás se había sentido como en ese momento, su pecho vibró y sus ojos se abrieron en sorpresa.

La historia cuenta que los vampiros también se enamoran y aunque fueran personas sin sangre en el corazón, tenían una conección más allá de lo sentimental, sus cuerpos eran carne con carne a sus almas gemelas.

No había duda, aquel perro pulgoso era su complemento. Quería terminar en la hoguera por eso.

___________________

Pasaron las semanas y ambos fueron presas de sus instintos, los días pasaban en largas horas de amor pasional, peleas muy fuertes que terminaban en mordidas y rasguños a reconciliaciones llenas de extraños comportamientos.

Su complemento no era el mejor, eran demasiado opuestos, pero ellos se atraían apesar de tener ideologías diferentes. Por su lado, el pelicastaño era más cabezota que el lobo, así que todo marchaba genial entre ambos, con una relación extrañamente familiar.

¿Hoy llegarás tarde?

No.

- Deja de leer mi mente. - bufo tratando de parecer molesto, solo causo una sonrisa socarrona en el menor.

Ambos se miraron a los ojos y suspiraron al verlos como siempre, los del lobo eran tan negros como la noche y los suyos eran color carmín dormido, parecían negros y se tintaba de sangre al entrar en trance con sus deseos más profundos.

- Si nunca supimos el nombre del otro podría ser por algo. Para no hacer esto formal. - sus cabellos blancos se ondearon por el viento suave que atravesó la ventana.

- Para no sufrir cuando el sueño termine.

- No te dejare ir Cariño.

_________________

- ¡¿Creen que esto es lo que nos merecemos?! Tantos años luchando para que sean unos incompetentes los que terminen dañando lo que amamos.

¡Ellos nos dejarán solos y desprotegidos!

¡Nos sometieron al tratado de paz sin siquiera estar de acuerdo!

Esos fueron varios de los gritos que encabezaban una rebelión dentro de la aldea, todos en desacuerdo de su líder y con ganas de sacar esa furia que llevaban dentro.

Esto se fue desbordando y al final terminaron degollando al líder y con gran enojo salieron a la manada de lobos que los habían atacado anteriormente, muchos de ellos dolidos y con los ojos rojos de sed, cada uno tomo una posición diferente y salieron, algunos dispuestos a someter a los cambiaformas, y otros dispuestos a morir con las manos manchadas en sangre.

En medio del caos, un joven de cabellos castaños era arrastrado con la ola de hombres, tenía la mirada inexpresiva pero con el corazón bombeandole aire helado por el cuerpo.

Estaban apunto de cometer una locura.

Entraron y saquearon cada lugar de la manada, muchos lobos lucharon y los vampiros igual, se escuchaban gritos por doquier, rasguños saltando de un lado a otro y grandes mordidas al aire dadas por salvajes en sus formas.

El castaño se fue del lugar solo para ser acorralado en medio del bosque, fue llevado a rastras de nuevo a la manada dónde lo metieron en medio de la plaza para tratar de matarlo, el se defendió a como pudo y quedó inconsciente.

Despertó en medio de una habitación de color vino con las ventanas totalmente tapadas y una persona en frente suyo, podía reconocer ese aroma dónde fuera. Trago un poco para sentir su pecho en un gran dolor, casi grito aguantando aquellos ardores infernales en su cuello.

- Estamos acabados Cariño, esto termino tan mal.

- Deja de pensar en matarme - susurro como repuesta.

- Es la única manera de terminar con tu dolor, fuiste herido con platino, eres inmortal y terminaras en el dolor infinito hasta el día en que te maten... Sería bueno terminar con tigo y que tú terminaras conmígo.

- En tus sueños perro sarnoso.

Ambos se sonrieron, la cara del lobo estaba totalmente pálida y parecía estar aguantandose gran dolor.

- ¿Como terminarás conmigo?

- Como esto empezó, mirándote a los ojos.

Ambos se quedaron en un silencio en medio del caos, los gritos y gruñidos que se oían fuertemente afuera de la habitación.

Jungkook vio por debajo de la puerta como el fuego se fue extendiendo hasta estar adentro, moriría calsinado, que ironía.

- Hagámoslo, si vamos a morir que sea Juntos.

- Como desee mi Luna. - lo dejo para sacar dos dagas de una cajón que había ahí. - Porque fuimos el uno para el otro en un tiempo diferente. ¿Puedes encontrarme en otra vida?

- No prometo nada pero lo intentaré.

Cada uno con una daga en las manos apunto al corazón del contrario, sus caras estaban tan cerca que no dudaron en darse un último beso.

- Soy Park Jimin.

- Yo Jeon Jung... - se clavaron las dagas al mismo tiempo- kook.

Ahí fue el final de una amor pasional y algo loco que no podía ser, su unión era imposible por la diferencia de sus raíces y formas de vida.

Ambos se amaron sin saberlo.
















Gracias por leer. ><

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