—Yoongi no deberías meterte donde no te llaman. —advirtió. —y menos con algo que no conoces.

—No eres nadie para decirme algo. —lo vio.

—Me es curioso todo esto. —le dijo.

—¿Qué te parece curioso? —preguntó.

—Tú lo eres. —hablo.

—¿Yo? —dijo. —Los únicos aquí así son ustedes.

—Solo te diré que si te metes en lo que Woozi hace tendré que matarte. —sonrió. —¿Cómo ves eso?

—¿Eso es una amenaza? —dijo Yoongi.

—Tómalo como quieras. —rio. —Yoongi lo mejor es que no sigas con tu patético e intento de investigación.

—Llegaré al fondo de esto. —dijo.

—¿Por qué? —lo vio. —¿Qué ganarías con ello?

Yoongi vio al chico el cual lo miraba esperando respuesta alguna, el pálido no supo qué decir en ese momento ¿Por qué lo hacía?

—Ni tú sabes la respuesta. —se rio. —eres patético.

—No quiero que esté con el idiota de Woozi. —vio al chico.

—Woozi es mucho mejor que tú Yoongi. —se encogió de hombros.

—Con lo que investigue no lo es. —hablo.

—Digamos que lo que dices es cierto. —se cruzó de brazos. —y Woozi no es quien dice ser ¿Qué ganarías con ello? Todos saben que ves a Jimin como un juego.

—Tú qué sabes. —lo vio serio.

—Sé muchas cosas Min Yoongi. —se acercó y le susurró al oído. —como que drogaste a Jimin para que se acostara contigo lo cual es considerado violación.

Yoongi se alejó y vio al chico llamado Yoon Jeong-han verlo con burla en su rostro.

—Me encargaré de alejar a Jimin de Woozi. —dijo en tono decidido.

—Eres una ternurita. —se rio. —Lo haces porque Jimin ya no te ama.

—Eso no es verdad. —negó.

—¿Entonces porque quieres separarlo de alguien que lo hace feliz? —le preguntó. —dímelo y tal vez lo entienda.

Yoongi no supo qué decir en ese momento, desde que Woozi llegó todo se volvió confuso para él, Jimin antes era atento con él pese a los constantes rechazos que le hacía, pero luego de que ese chico llegó Jimin cambió incluso comenzaba a actuar diferente no solo en personalidad sino que en apariencia.

—Ni siquiera tú lo sabes. —hablo. —así que separarlos no será por amor, sino por mero egoísmo de que ya no eres su centro de atención.

—Tú no sabes nada. —lo vio. —y no lo entenderías.

—Créeme que lo entiendo a la perfección. —hablo.

—¿Lo entiendes? —se rio Yoongi. —no lo creo.