20
Jimin se quedó en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. La tensión entre ambos se sentía como una cuerda a punto de romperse.
—¿Y qué es lo que sientes, Yoongi? —preguntó al fin, con un hilo de voz. —Porque no puedo seguir adivinando.
Yoongi sintió cómo su corazón latía con fuerza en su pecho. Sus manos temblaban ligeramente, y por primera vez en mucho tiempo, no podía esconderse detrás de su fachada de frialdad.
—Te quiero, Jimin. —Las palabras salieron más suaves de lo que había planeado, pero también más sinceras de lo que jamás había sido. —Te quiero de una forma en la que no puedo dejar de pensar en ti, en lo que podríamos ser y eso me asusta.
Jimin abrió los ojos, claramente impactado. Había deseado escuchar algo así, pero nunca pensó que realmente saldría de la boca de Yoongi.
—Yoongi… —comenzó, su voz temblando. —Deja de bromear.
Yoongi sintió un golpe en el pecho al escuchar esas palabras. Su expresión, que había mostrado vulnerabilidad por un instante, se tensó de nuevo. El miedo que siempre había tratado de ocultar comenzó a filtrarse en su mirada.
—¿Bromeando? —repitió, casi en un susurro. —¿De verdad piensas que estaría bromeando con algo así?
Jimin desvió la mirada, sin saber cómo procesar lo que estaba ocurriendo. Había estado esperando una confesión como esa, pero ahora que la tenía frente a él, la inseguridad le nublaba los pensamientos.
—Es que… —tragó saliva, sintiendo el nudo en su garganta. —de ti no se puede esperar nada.
—¿No parece real porque no soy el tipo de persona que muestra sus sentimientos abiertamente? —Yoongi dio un paso hacia él, su mirada intensa.
Jimin seguía sin poder mirarlo a los ojos, como si temiera que al hacerlo, todo se derrumbaría.
—Es difícil de creer, Yoongi. —lo vio. —¿Cómo puedo saber que esto no es solo otro juego para ti?
Yoongi se quedó en silencio por un momento, pensando en todas las veces que había dejado que su miedo tomara el control. Sabía que, en el fondo, Jimin tenía razones para dudar. Había jugado con la distancia emocional durante tanto tiempo que había hecho casi imposible que alguien viera lo que realmente sentía.
—Sé que te he dado motivos para pensar así. —comenzó, su voz más suave pero firme.
Yoongi respiró hondo, buscando las palabras adecuadas mientras mantenía su mirada fija en los ojos de Jimin.
Jimin permaneció en silencio, sus ojos buscando alguna señal de duda en el rostro de Yoongi, pero solo encontró sinceridad. Esa sinceridad que, hasta ese momento, había sido tan esquiva. Aun así, el miedo seguía presente en él, una barrera difícil de derribar.
—Yoongi… —murmuró Jimin, aún inseguro. —No sé si puedo confiar en ti… no después de todo este tiempo.
Yoongi dio un paso más cerca, acortando la distancia entre ellos. Sus ojos reflejaban dolor, pero también determinación.
—Una oportunidad… —dijo Yoongi, más para sí mismo que para Jimin.
—Está bien, Yoongi. —dijo con un suspiro. —Te voy a dar esa oportunidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro