Esta historia también me vino en un sueño, se desarrolla en el universo alternativo en que todos son humanos, aunque pueden imaginárselos igual como tortugas, mi favorita es la versión del 2012 en cuanto a diseños, de ahí me encantan las personalidades del 2007 y 2003, excepto la de Mikey que me gusta más la versión del 2012.

Las Tortugas Ninja no son mías, ahora pertenecen a Nickelodeon.

Adoro a Leonardo.

Detalles de los personajes:

Ethan: pelinegro, 19 años

Anabelle: castaña, 15 años

Alexander: rubio, 15 años

Eric: pelirrojo, 16 años

Espero que les guste esta historia sacada de mi retorcida imaginación :)

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En el pasado-presente en que están nuestros protagonistas... (Hasta yo me confundí XD)

-Alex...

-Mmm...

-Alex...

-Cinco minutos más mamá.... –jaló la colcha para cubrir su cabeza

-¡LEVÁNTATE YA ENANO GLOTÓN!

-¡ECHEN PAJA!

Ethan y Anabelle cerraron los ojos por reflejo al oír el golpe, nunca les había gustado la forma tan poco amable de Eric para hacer reaccionar a las personas, pero admitían que siempre daba resultado.

-Eric, eres un bruto... -se quejó frotándose la parte del cuerpo que había recibido el mayor impacto- Es muy temprano...

-Son las tres de la tarde, Alex

-¡¿Qué cosa?! –por un momento creyeron que el menor se había alarmado por su extenso descanso, grande fue su error- ¡Rompí mi marca y no me di cuenta! ¡Qué bueno soy en esto! –sonrió con suficiencia antes de frenar una almohada con su cara

-Espabila enano, no es hora para bromas, ellos nos están esperando para explicarles quienes somos –Alexander comprendió rápidamente la razón de los nervios del rudo, después de todo los cuatro se sentían igual

Verían por primera vez a sus padres en esta época, cuando seguían siendo adolescentes casi adultos, juraba por todas sus historietas y juegos de video que ninguno estaba preparado para esto.

Sobre todo Ethan, eso era lo que más les preocupaba y emocionaba a la vez, sería la primera vez que...

-Disculpen jóvenes –tocó a la puerta una voz familiar- los señores de la casa han indicado que, si están de acuerdo, pasen primero al comedor para desayunar ya que no los pudieron acompañar a ellos y a sus hijos en la mañana por lo que se asume deben portar un hambre atroz

Anabelle abrió la puerta y extendió una sonrisa amable como solía ser costumbre en la mansión.

-Gracias por avisarnos, iremos con gusto después de cambiarnos, Leatherhead

Muy tarde fue cuando la joven se percató de su desliz, sus familiares ocultaron a la perfección sus exclamaciones de desespero ante un sorprendido mayordomo.

-Si no es molestia, puedo preguntar el cómo sabe usted mi nombre, señorita....

-Anabelle, un gusto –estrechó su mano- Anoche tuve momentos de lucidez y vi que usted respondía a ese nombre

-Oh, ya veo, es usted muy perspicaz -rió, esa muchacha le recordaba a cierto chico genio por alguna extraña razón- los estaremos esperando en el comedor –se retiró

-Por poco... -suspiró aliviada

-¿Qué fue eso, Brainiac? –le reclamó el pelirrojo quitándose el sudor de verse casi descubiertos

-Déjala Eric, es la fuerza de la costumbre, nos puede pasar a todos, de ahora en adelante debemos cuidar nuestras palabras –los tres asintieron ante la orden del líder, esto iba a ser difícil

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-Veo que en verdad tenían el estómago vació –sonrió la mujer después de extenderle a Alex otra plato de arroz

-Es que está muy rico Re... -sus primos se quedaron con la cuchara a medio camino- Re...Re-delicioso jeje –suspiraron disimuladamente- Seguro que los que viven aquí están agradecidos de tenerte como cocinera –no era mentira, querían mucho a la mujer, ella siempre supo cumplir sus caprichos gastronómicos cuando niños

-Oh, me halagas, pero sinceramente es la primera vez que cocino en esta casa –les informó Renet

La comida pasó a segundo plano con ese enunciado, Renet no reparó en las miradas sorprendidas dirigidas a ella, ese simple hecho era imposible, en el futuro, Renet siempre fue quien había preparado la comida en la mansión desde que tuvieron uso de razón. Tres pares de ojos se posaron en el más antiguo en busca de una explicación, Ethan negó con la cabeza suavemente adivinando la pregunta tácita, haciéndoles saber que él estaba tan anonadado como ellos.

-Generalmente suele ser la señora Tang Shen pero hoy se encuentra algo cansada... ¡Ay de la pobre alma que se atreva a interrumpirla mientras está en su labor! –sonrió ajena a la escena frente a ella- Aunque últimamente quien suele ayudarnos con los menesteres domésticos es...

-¿Ya han concluido, jóvenes? –apareció el treintañero peliverde nuevamente- Los señores y los jóvenes amos los esperan en la sala

Ellos asintieron con algo de pánico, agradecieron a Renet y lo siguieron como si fueran condenados que van directo a la guillotina, a Letherhead le hizo mucha gracia, los cuatro le recordaban a sus amos cuando iban a ser castigados por alguna travesura, pronto borró su sonrisa cuando la verdad golpeó su cara, hace meses que el ambiente amoroso de la casa había cambiado por una tensión horrible entre algunos miembros de la misma, por suerte ya se había comenzado a apaciguar.

-Mis señores –se anunció haciendo una reverencia

-Gracias Leatherhead

Los cuatro no reaccionaron ante la voz de quien sería su abuelo años más tarde, prefirieron poner su atención en la versión adolescente de sus padres. Eric y Aexander eran los vivos retratos de Raphael y Miguel Ángel excepto por el color de ojos, Anabelle respiraba aliviada de parecerse más a su madre, diferenciándose únicamente por ser castaña. Mientras tanto, Ethan buscaba disimuladamente pero con un gran nerviosismo a una persona en específico, suspiró desilusionado antes de encontrarse con la mirada de su abuela.

-Será mejor que se sienten, todavía deben estar cansados y presiento que nuestra charla será larga –les sonrió infundiéndoles seguridad

Tang Shen era igual tanto en el futuro como en el pasado, eso los alegraba en cierto punto.

-Vamos al grano ¿Quiénes son y de dónde vienen?

-¡Raphael! –reprendió su padre al exasperado pelirrojo de ojos verdes

-No se preocupe señor, él está en todo su derecho de ser directo, después de todo hemos irrumpido en su casa de improviso y sin ninguna explicación –apresuró el pelinegro sin poder evitarlo, Raphael sintió algo familiar en esa forma de actuar

-Venimos del futuro –sonrió Alex divertido por la expresión de quien sería su padre

-¡No es momento de hacer bromas! –gritó uno de los rudos, Eric se sonrojó al ser consciente de la diferencia tan grande entre el carácter de la joven versión de su progenitor con la del futuro

Alexander no lo dejaría en paz por el resto de la semana.

-Padre –hizo sonar su voz el genio sin apartar su mirada analíticamente fría de una incómoda Anabelle- Están diciendo la verdad

-Lo sé, hijo mío, pero al parecer tus hermanos necesitan una prueba

Ethan miró a su segundo al mando, quien comprendiendo rápidamente la señal, fingió acordarse de algo importante y comenzó a tantear sus bolsillos para después sacar el llavero con un muñeco extraño.

-¡Hey, eso es mío!

-Espere –interrumpió Ethan presintiendo las acciones de su tío mayor- Sí es suyo pero a la vez no, Eric, explícale, por favor

-Usted... -de verdad se sentía extraño usar esos formalismos con él- Dejó caer esto en el laboratorio del señor Donatello y decidimos que se lo devolveríamos cuando acabáramos con nuestras clases pero...

Sorpresa no era suficiente para describir cómo se sentían los primos al ver las dotes actorales del más rudo frente a su propio progenitor.

-Será mejor que nos expliquen lo que pasó empezando por quienes son y cómo nos conocen –sugirió Tang Shen

-De mayor a menor –propuso Mikey con notoria curiosidad por saber el orden de nacimiento de los visitantes del futuro, no podía esperar a contarle cuando regresara a casa

-En ese caso, me presento, me llamo Ethan y tengo 19 años –señaló al pelirrojo- Él es Eric de 16 años, Anabelle de 15 y Alexander igualmente de 15, los cuatro somos hermanos

-¿Quiénes son sus padres?

-Me temo que no podemos revelar esa información señor Donatello –respondió la genio- Alteraríamos el futuro, sin embargo puedo decirle que los conocerán dentro de algunos años

Annie tragó grueso, esta sería la primera vez en que tendría que cuidar muy bien de la información tanto explícita como implícita que daría a conocer a su padre, era una especie de prueba de fuego para ella ya que él no la veía con su amor usual, solamente la observaba como una objeto de estudio y nada más.

-Desde que podemos recordar, nuestra familia siempre se ha llevado bien con los Hamato, lamentablemente nosotros cuatro no hemos sido parte de esta relación hasta hace un año en que por fin los conocimos, resulta que la asignatura de química se ha vuelto muy compleja y usted –señaló el castaño- Accedió a darnos clases en su laboratorio, recientemente usted ha estado muy ocupado e intentamos ayudarlo mientras nos daba las explicaciones...

Ethan se dio cuenta de que su pequeña prima estaba a punto de exteriorizar su pánico así que decidió tomar la palabra.

-En lo que vendría a ser el día de ayer para nosotros, usted estaba terminando su nuevo invento –cinco pares de ojos lo vieron expectantes- La máquina del tiempo....

-¡BOYAKASHA! ¡DONNIE CREASTE UNA MÁQUINA DEL TIEMPO!

-Bien hecho, Brainiac

-Felicidades, hijo mío

-Cálmense chicos, han hecho que Donatello se avergüence –Anabelle sonrió un poco, esa era una nueva faceta nunca antes vista- Continua Ethan, por favor

-Sí a...señora, lo que sucede es que estábamos probando la resistencia de los relojes que nos permitirán regresar a nuestro tiempo –alzaron las muñecas- Cuando alguien tropezó e hizo caer al joven Miguel Ángel encima del panel de control, lo que terminó activándolo y terminamos en unas alcantarillas de esta época

-Ya veo....

-¿Por qué no utilizan los relojes para regresar?

-Nos encantaría señor Miguel Ángel pero ese era uno de los desperfectos que faltaban por solucionar, ahora solo están programados para devolvernos según el tiempo de estancia que se haya establecido en el control y lamentablemente no sabemos cuánto es –mintió la chica

-¿Podrías repetirlo?, no creo haber entendido del todo

-Bueno señora, por ejemplo si en la máquina se pone una fecha determinada, quienes traigan el reloj viajaran a ese tiempo –cuatro cabezas asintieron en comprensión- Y también si en panel se coloca que podemos permanecer en dicho tiempo tres meses entonces este reloj cumplirá la orden al pie de la letra y nos regresarían después de tres meses, ni un segundo más, ni un segundo menos

-En ese caso pueden alojarse aquí el tiempo que necesiten

-Hamato-san no deseamos incomodar...

-No se preocupen –rió la esposa- Además sus padres serán nuestros amigos, no tiene nada de malo

-Lo entendemos, es solo que...

-¡TADAIMA!

Ethan giró lentamente su cabeza hacia el recibidor, sus ojos se abrieron dolorosamente al ver quien era la persona que ingresaba despreocupadamente a la casa.

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En el futuro...

-Esa niña.... –murmuró Donatello frustrado frente a su computadora

-¿Qué sucede Donnie?

-Anabelle, encriptó todos los datos, April –sujetó su cabeza con desespero mientras su esposa le masajeaba la espalda intentando calmarlo- Debí desmantelar esa máquina cuando me lo dijiste

-Nadie pudo haber previsto esto, Donnie –se cruzó de brazos- Aunque no entiendo del todo lo que sucedió

-¡Cuándo ese niño vuelva, le voy a dar el castigo de su vida!

-Cálmate hijo, recuerda el porqué se produjo todo esto –Tang Shen observó como la expresión de Raphael cambiaba de ira a tristeza y culpa

Tanto ella como Yoshi deseaban que sus nueras llegarán pronto, eran las únicas que podían calmar tanto a Raphael como a Miguel Ángel. Las únicas desde que....

-Creo que debimos haberle dicho la verdad desde el principio

-No es algo que se pueda explicar fácilmente, Miguel Ángel

-Lo sé padre, pero hubiera sido mejor que decir tantas mentiras

-No entiendo de lo que están hablando –interrumpió April- Nosotras solo vimos cuando Ethan salió corriendo de la casa y los siguieron nuestros hijos, desearía que me digan lo que causó todo esto

-Fue lo que ocurrió hace 19 años

Como si con esas simples palabras lo hubiera dicho todo, April se puso tan pálida como un fantasma, Donatello la ayudó a sentarse temiendo que se desmayara.

Los recuerdos no eran muy gratos.

-Yo solo llegué al final.... –murmuró la pelirroja en sus memorias- Nunca supe toda la historia de esa noche...

-Y es hora de revelarlo –Mikey se quitó la chaqueta incómodo- Pero será mejor que esperemos a quienes faltan, no es algo que quiera repetir dos veces

Raphael se desabotonó las mangas de la camisa y las subió hasta los codos, su mirada se topó con la de Donatello, transmitiendo toda la preocupación que sentía por su hijo y sus sobrinos. Miguel Ángel estaba igual que ellos, lo único que le aliviaba era saber la fecha a la que habían viajado, porque sabía que había alguien ahí para cuidarlos.

Alguien que confió en su familia más que nada y le fallaron, al igual que lo acababan de hacer con Ethan.

Continuará...

Hola queridos lectores, espero que estén disfrutando la víspera de Navidad y aquellos que no les fascine mucho como a mí pues recuerden que siempre hay algo de qué alegrarnos.

No hay Karai en este fanfic, primero porque mi musa de la inspiración no lo exigió así en mi sueño y segundo porque así quisiera ponerla, no sabría donde porque se descuadra la trama.

Ya saben que los comentarios, tomates, floreros y otras cosas son bienvenidos.

Cuídense

Miko Eiko