Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

60.- Nuevos comienzos.

El sonido de las hojas rompiéndose llena mis oídos a cada paso que doy. Sé perfectamente el camino, he venido pocas veces a este sitio, sin embargo, esta vez se siente diferente.

Me siento más ligero, como si de cierta manera todo el peso que cargaba sobre mis hombros hubiese sido removido. La culpa, el rencor, el dolor, todo ha desaparecido, y por primera vez en mucho tiempo, me siento como la persona que fui antes de todo el desastre.

Me ajusto el abrigo, la temperatura era demasiado fría lo que me obliga a esconder las manos en mis bolsillos, en un intento de mitigar la sensación fría en mi piel.

Me detengo justo frente a su tumba, me coloco de cuclillas por algunos instantes antes de dejarme caer sobre el césped. Saco las manos de mis bolsillos, y tomo una bocanada de aire antes de comenzar a hablar.

—Hola, amigo —saludo mirando la inscripción de su nombre.

Juego con mis manos, repitiendo las palabras en mi mente antes de decirlas.

—No sé muy bien que es lo que debo decir. Supongo que primero debo decirte que Andrew está bien, es un bebé demasiado despierto, con una energía que sin duda te sorprendería —sonrío con ligereza—. Es idéntico a ti, tanto que seguramente estarías orgulloso de presumirlo. Luisa también está perfectamente, tan deslumbrante como siempre.

Suspiro, dejo de mirar su nombre para fijar la atención en otro sitio.

—Todos estamos intentando continuar, ser los mismos, y parece ser que después de tanto tiempo, al fin lo estamos consiguiendo. Las cosas marchan bien para todos, y supongo que debo decirte que conocí a alguien, se llama Alessandra. —no puedo evitar que una leve sonrisa se filtre en mis labios cuando hablo de ella.

Me rasco la parte trasera del cuello, nunca fui bueno para los monólogos, aunque sabía perfectamente que esto no era uno precisamente.

—Creo que te hubiese agradado, es como tú. Son tan parecidos que cuando estoy con ella es como si te tuviera a ti. No estoy comparando, eh. Solo digo que creo que Less es alguien que hubiese tenido tu aprobación inmediata.

Dejo de mirar su nombre para centrarla en otro punto.

—Pero no es eso lo que me trajo hasta aquí —admito. —Cuando te fuiste me pediste algo. Y lo logré. Gané ese cinturón.

Mi voz tiembla.

—Sé que estuviste ahí, sé que viste lo que hice —susurro con emoción—. Gané por ti, por mí. Carter, soy el campeón del mundo y lo único que me gustaría ahora, es que estuvieses conmigo para celebrarlo, para irnos a un viaje a las vegas y olvidarnos de todo. Pero sé que no será posible, nunca lo será. Sé que estás bien, sé que no importa el lugar en el que te encuentres, estás bien.

Tomo una inhalación.

—He dejado de sentir culpa por lo que pasó —mi voz brota en un susurro suave—. Al fin he dejado de recriminarme y recriminar a los demás. Creo que he aceptado tu partida, después de meses, he aceptado que ya no estás aquí. Y que estaré bien.

Extiendo la palma para colocarla sobre su nombre.

—Fuiste, eres y siempre serás mi mejor amigo, Carter. Quiero que lo sepas, donde sea que te encuentres. Estaré bien, lo prometo. Quiero hacerte saber que lo que hiciste por mí, valió la pena cada segundo. Estoy aquí gracias a ti, y prometo no decepcionarte, viviré por ambos, viviré de la manera en la que tú lo hubieses hecho. Viviré por ti y te llevaré conmigo, tu partida siempre me dolerá, pero seguiré adelante. Lo sé gracias a ti.

Me incorporo, observando la lápida por un par de instantes antes de sonreír.

—Siempre estarás conmigo, cada segundo por el resto de mi vida. No importa cuando tiempo pase, siempre serás mi hermano —mis ojos se humedecen—. Te quiero, Carter. Y gracias por creer en mí.

Retrocedo algunos pasos.

—Te echaré de menos, cada día, por el resto de mi vida.

Centro la mirada en el nombre, y la fecha. Tomo una inhalación y sonrío, antes de marcharme con eso cruzándome en la mente.

"Carter Lerman, querido hijo y amigo, te llevaremos siempre en nuestra mente y corazón. 1996-2020"

Cuando consigues algo por lo que siempre has luchado, siempre viene la pregunta: ¿Y ahora qué sigue?

Me había coronado como el campeón del mundo, tenía el cinturón en mi poder, pero eso no significaba que el camino había llegado a su final.

Había muchas otras cosas que aún no habían acabado.

Observo a Caleb con curiosidad, luce nervioso, y ansioso por decir algo.

—Escucha, sé qué hace apenas unos meses que hemos vuelto, y que apenas comienzas a adaptarte a Portland otra vez, pero...—se detiene—. Quiero decir, tu vida está aquí y...

—Caleb, al grano —exijo cruzándome de brazos.

El resopla.

—Papá me ha nombrado director ejecutivo de las empresas de Los Ángeles. Ahora son mías, están bajo mi poder.

—¡Hermano, eso es increíble! —exclamo incorporándome. Caleb no se esperaba una reacción tan efusiva de mi parte, claramente—. Eso es estupendo, ya venía siendo hora que te pusieran a cargo.

—Sí, pero no es eso en realidad lo que quería contarte —admite—. Tengo que mudarme a Los Ángeles, para poder estar al pendiente de todo.

—Oh —Sonrío con menos fuerza, pero eso no significa que el entusiasmo sea menos. —Así que ¿al fin me dejarás en paz?

—De hecho, no —toma una inhalación—. Quiero que vengas conmigo, sé que suena como algo loco, pedirte que dejes toda tu vida de nuevo para mudarte a Los Ángeles conmigo, pero, sería comenzar de nuevo. Con todo lo que ha pasado, el asunto de Olivia...—Escuchar la mención de su nombre hace que el corazón se me encoja.

No hemos hablado desde la última vez que nos vimos en mi departamento, la había echado de menos, pero a diferencia de otras veces, sabía que esta era la decisión correcta. Ya no había rencor entre nosotros, no se sentía como una distancia forzada, sino que se sentía como algo que debíamos hacer, para estar bien.

—Los Ángeles ¿eh? —Caleb asiente—. No lo sé, tendría que pensármelo.

—Sin presiones —pide—. Lo que decidas, estará bien para mí.

Cruza por mi lado, sin embargo, antes de que pueda marcharse, lo llamo.

—Caleb —se detiene, girando de nuevo hacia mí—. Gracias.

Él arruga la frente.

—¿Por qué?

—Por todo lo que hiciste por mí, por no irte cuando fui un completo desastre. Nunca te agradecí por haberte quedado conmigo cuando todo se fue al carajo. Fui un imbécil la mayoría del tiempo, pero te quedaste.

—Todos atravesamos el dolor de manera distinta —responde—. Todos afrontamos nuestros duelos como podemos, con lo que tenemos al alcance. Soy tu hermano, y no importa lo destrozado que estés, ni lo idiota que puedas llegar a ser, yo siempre voy a quedarme.

Sonrío, él lo hace también y luego continúa su camino. Y yo me quedo ahí, dándole vueltas una y otra vez, a lo que dijo hace algunos minutos atrás.

—Así que ¿Los Ángeles? —inquiere Less—. Suena estupendo.

—No es nada seguro, apenas y lo estoy considerando —respondo sin mirarla—. No quiero convertirme en alguien que huye cada que pasa por algo difícil.

—Buscar nuevas aventuras no es huir —objeta—. Yo lo veo como una oportunidad para ampliar los horizontes.

Sonrío.

—¿Qué pasará contigo?

—¿Conmigo? Pues nada, me quedaré a seguir mi vida como hasta ahora. Lo que me hace recordar...—deja de hablar para rebuscar algo en su bolso. Pasados un par de minutos, extiende un pequeño folleto hacia mí. El nombre de una de las universidades de la zona se lee en la hoja.

—¿Qué es esto? —inquiero con confusión. Cuando la miro, ella luce emocionada, tanto que me toma apenas un par de minutos entender—. ¡Irás a la universidad!

—Así parece —dice antes de lanzar un grito emocionado.

—¡Nena eso es increíble! —Se lanza a mis brazos, no me importa estar justo en medio de un parque, nuestras risas se escuchan mientras afianzo el agarre en si cintura, y la elevo. La siento apegarse a mí, el sonido alegre de su risa me llena por completo.

—Mi jefe me ha recomendado como becaria en la universidad, trabajaré ahí por el tiempo que la carrera dure. Eso me dará la oportunidad de costear los estudios, el sueldo es tan bueno que he conseguido inscribir a Lili en una escuela en donde podrán atenderla bien mientras yo no estoy.

—Less, estoy tan feliz por ti —confieso—. Lo mereces completamente.

—Sí, bueno, creo que todo esto es gracias a ti. Sin el empleo que tu padre me dio, no hubiese conseguido el dinero para la escuela de Lili, ni siquiera considerar volver a la universidad. Sin hablar de la oportunidad de ser becaria.

—Debes dejar de agradecerme, ojos verdes —susurro—. Solo correspondí a lo que tu hiciste por mí.

Ladea la cabeza, adoptando una mirada curiosa.

—¿Qué fue lo que hice? —inquiere.

—Me salvaste —nunca lo he admitido, nunca le he dicho lo que en verdad hizo por mí.

Nunca le he dicho lo que su presencia en mi vida hizo.

—Estuviste en mis peores momentos, conociste a un Luke hecho pedazos. Probablemente te parezca loco, pero Less, fuiste el ancla que impidió que me perdiera en medio del océano.

Sonríe, lo hace de una forma tan dulce que me enternece.

—Eres la roca en la cual ahora me encuentro parado. Tenía una carga, y cuando te conocí, todo pareció ser más ligero. Y debes saber que ahora, no podría seguir adelante sin ti, ojos verdes.

Una dulce mirada obtengo como respuesta, sin embargo, luego me observa con ojos entrecerrados. Retengo la risa al saber que lo ha notado.

—Aguarda ¿esa no es una canción de Coldplay? —inquiere—. ¡Has usado una canción de Coldplay! —chilla con emoción.

Una risa abandona mi cuerpo. Entrelazo nuestras manos y la obligo a continuar con el camino.

—No lo sé, puede ser que tal vez un día lo averigües

Continuamos caminando hasta que ella se detiene, me paro cuando por el agarre no puedo seguir caminando.

—¿Less?

—Te quiero, Luke —retengo la respiración, una sensación cálida me envuelve cuando la escucho decir esas palabras.

—Yo también te quiero, Less —admito.

Sonríe otra vez mientras retomamos el camino.

Todo marchaba bien, todo iba exactamente como debía ir. Y ahora lo sabía, sabía que, pasara lo que pasara, definitivamente todo iría bien.

No volveré a ser ese Luke, nunca podré recuperarme al cien por ciento, pero cada pequeña parte que fue fracturada, al unirse me hizo más fuerte.

Porque perdí batallas, pero no la guerra. Quedaban muchas batallas más por enfrentar, nuevas luchas y miedos por vencer, pero he sobrevivido todo este tiempo, no me rendiré, no renunciaré, he sufrido lo suficiente y ahora me decido, decido que viviré el resto de mis días, como un campeón.


Dos meses después.

Caleb luce demasiado estresado con los camiones de mudanza.

—¡Cuidado con esa caja! —exige cuando uno de los chicos lanza el cartón con fuerza al interior del camión.

—Hombre, déjalos hacer su trabajo —mascullo con diversión. Caleb intenta protestar, sin embargo, su atención viaja hasta el auto que aparca sobre la acera.

—Oh, la nueva dueña llegó —dice con una sonrisa tirando de sus labios. Alessandra baja, acompañada de Lili.

—Hola —saluda, se quita las gafas de sol mientras sonríe en nuestra dirección.

—Hola, tú —respondo, me observa por un par de segundos antes de mirar a Caleb—. ¿Todo listo?

—Todo listo —responde—. Confío en que estará en buenas manos.

—Oye, hablas como si el departamento fuese tuyo —recrimino—. Es mío, que no se te olvide.

Él rueda los ojos.

—Ale ¿nos llevarás al aeropuerto? —inquiere Caleb mirándola con suplica—. Luisa debe llegar pronto. Según me dijo, el camión de mudanza se ha llevado todas sus cosas.

—Claro, aunque no tengo asiento para bebés —murmura—. ¿No hay problema?

—Ninguno —mi hermano se acerca hasta ella—. Eres un amor.

Cuando se ha alejado lo suficiente, una risa brota de ella.

—Tú hermano está loco por Luisa ¿no es cierto? —inquiere con diversión.

—No lo sé, pero algo extraño pasa —confieso—. ¿Puedes creer que le insistió más a ella que a mí, para que nos acompañara a Los Ángeles?

—Porque definitivamente está loco por ella —reafirma—. No dijiste cuando será el alquiler.

—Porque no tendrás que pagar alquiler —respondo con obviedad—. Si te lo dejo, es solo porque no quiero que se quede abandonado, tengo planes de estar algunos años en LA, y no quiero venderlo. Además, la zona queda muy cerca de tu universidad.

Sus intentos de respuesta son interrumpidos por la llegada de Luisa. Caleb va en busca de ella apenas el taxi para, lo observo tomar a Andrew en brazos, y las sospechas vuelven.

Decir que Caleb era efusivo con los niños era verdad, pero nunca tanto como cuando se trataba de Andrew, ni siquiera con Hannah pasaba tanto tiempo. Luisa y él comparten una mirada, y cuando mi hermano deja un beso en una de sus mejillas, retengo la palabrota.

Less ríe a mi costado, y cuando la miro, se encoge de hombros.

—Definitivamente está loco por ella.

Tal y como Alessandra lo prometió, nos lleva al aeropuerto. La despedida fue mucho más efusiva porque ambos sabíamos que pasaría demasiado tiempo antes de volver.

—Te echaré de menos —susurra abrazada a mi cuerpo.

—Yo también, ojos verdes —confieso—. Lo arreglaremos, no de desharás tan fácil de mí.

Ríe con ligereza.

—No quiero que algo como eso suceda —admite—. Cuídate mucho ¿quieres?

Asiento.

—Digo lo mismo. Si necesitas algo, no dudes en llamarme. No soy Superman, pero vendré lo más rápido posible. —Miro a Lili.

—Y pequeña, promete que cuidarás de tu hermana ¿de acuerdo?

—Si —responde con una sonrisa enseñando los dientes.

Los altavoces suenan, anunciando nuestro vuelo.

—Adiós —susurro. Less se acerca hasta abrazarme por última vez.

—Pasará mucho tiempo antes de verte otra vez, pero quiero que sepas que te quiero muchísimo, Luke. Y espero que en Los Ángeles encuentres eso que tanto necesitas.

Sonrío.

—Ya lo he encontrado aquí —confieso. —No me iré para siempre, voy a volver, ojos verdes.

Sus ojos se cristalizan. Baja la vista por un par de segundos y se aparta.

—Éxitos ahí.

Asiento con ligereza. Tomo una de sus manos y dejo un beso sobre sus nudillos.

—Recuerda, siempre seré la persona a la que puedes recurrir. No importa si estoy a tu lado o a miles de kilómetros de distancia —mi voz sale inundada en emoción—. Hasta pronto, Less.

Retrocedo varios pasos, sin ser capaz de dejar de mirarlas. Ellas elevan las manos en un ademán de adiós, sonrío una última vez y me doy la vuelta. Caleb y Luisa ya se encuentran en el avión, yo me tomé algunos momentos más para despedirme de Less.

Mi asiento estaba junto al de Luisa. Caleb iba del otro lado del pasillo y parecía bastante molesto por eso.

—Luke ¿podemos cambiar? —me cuestiona cuando las azafatas comienzan a decir que nos preparamos para el despegue.

—¿Quieres cambiar de asiento? —cuestiono. Mi hermano asiente, ruedo los ojos mientras tomo mis cosas y me incorporo.

Los observo con diversión, Luisa lanza un beso en mi dirección y resoplo. No entendía cómo es que esos dos conseguían soportarse. Mi celular suena, capta la señal de internet del avión, y un mensaje aparece en la pantalla. Sonrío sin evitarlo.

Es ella.

"¡Conquistarás Los Ángeles! Quise ir a despedirme, pero no sabía si sería buena idea. Sigue brillando, Thunderbreaker.

Esta vez respondo:

"Lo haré mientras pueda. Cuídate, Brooks. Tal vez un día nos volvamos a ver"

La confirmación de lectura aparece, tarda unos segundos en responder, una sonrisa ladeada aparece en mis labios cuando leo las dos palabras. La emoción regresa, mientras permanezco con el celular en las manos y un sentimiento conocido en el pecho.

"Tal vez ;)"

_______________________________________________________________________

BUENO, Y LA SORPRESA ES QUE.....¡TENDREMOS FINAL ALTERNATIVO! Nada está escrito aún, nos falta el epílogo y ¡todo puede cambiar! 

Así es mis queridos readhers, tendremos una perspectiva totalmente distinta del otro rumbo que pudo haber tomado esta historia. Es algo que nunca antes había hecho, pero que me llena de mucha emoción. 

Este otro final será publicado después del epílogo. Apenas termine de pulir los detallitos. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro