28.- Mantenerse o ceder.
"Zack Brooks es el retador, y quiere que la pelea sea arreglada"
Mi mente no parecía poder comprender lo que Tom había dicho, ¿Zack, el campeón de la categoría libra por libra, quería una pelea comprada?
—Quieres decir que tengo que perder ¿no es cierto?
—Escucha, Luke, arreglada o no, esa pelea serviría para que avances más rápido. Los focos se pondrían sobre ti, sería un gran paso.
—Vendiéndome ¿no?
—Te dije que no iba a aceptar —expresa Justin.
—Claramente no voy a aceptar —mascullo —no me he esforzado tanto para terminar aceptando una pelea comprada, por muchos beneficios que eso pudiera generarme. ¿Cómo me dejaría a mí eso?
—Luke, habrá mucho dinero, probabilidades de apuestas por ti, apostarán en tu contra seguramente, así que, si pierdes, ganaremos mucho dinero.
—Oh, bueno, gracias. —Me incorporo—. Tom, aprecio mucho que te hayas tomado el tiempo de informarme, pero no voy a tomar ni una sola pelea que sea arreglada. No soy esa clase de boxeador.
Lo escucho suspirar.
—Piénsalo ¿sí?
—No tengo nada que pensar, si Zack Brooks quiere esa pelea, no habrá ninguna maldita compra.
—Luke...
—Mis condiciones ¿recuerdas? —inquiero.
—Apenas llevas dos peleas, enfrentarte a una por el cinturón, es una locura. —interviene Justin—. Sé que no te agrada la idea de un arreglo, pero tendrías experiencia, pelear con Zack Brooks haría que más oportunidades de pelea lleguen a ti. Más confianza en los promotores, si te lanzas sin nada, puede hacerte daño. En el arreglo estableceremos límite de golpes, sin daños mayores.
—No quiero comenzar así, no quiero que haya sospechas de que acepté una pelea comprada. Quiero hacerlo bien, así que, esa es mi última palabra.
Tom suspira, es más que evidente que esperaba otra respuesta de mi parte.
—Bien, entonces rechazaré la oferta.
—No, dile que acepto, pero sin arreglos, si Zack quiere pelear entonces lo haremos bien.
—No creo que algo como eso suceda, parece ser que necesita de una pelea. Necesita encontrar pronto a un boxeador dispuesto a aceptar un arreglo.
—Si necesita tanto la pelea, entonces aceptará las condiciones.
Él vuelve a suspirar, se incorpora, acomodándose el saco antes de observarme.
—Te mantendré informado —dice antes de despedirse, Justin no se marcha con él. Me observa detenidamente por largos segundos que me dejan incómodo.
—¿Qué?
—¿Realmente quieres pelear con Zack sin ningún arreglo de por medio? —cuestiona.
—No fui yo quien sugirió una pelea, en primer lugar —le recuerdo—. Si él acepta lo que Tom le diga, entonces se hará.
Justin resopla, niega un par de veces al mismo tiempo que se incorpora del sillón.
—Trevor tenía razón, puedes ser muy cabezota a veces —masculla con molestia mientras comienza a caminar hacia la puerta.
Sonrío.
—No es algo que pueda negar —afirmo.
Justin no dice nada más y termina saliendo de la casa, en cuanto se ha marchado, suspiro. Echo el cuerpo hacia atrás, recostando mi cabeza contra el respaldo del sillón y soltando un largo suspiro.
De todas las ofertas posibles ¿tuvo que ser Zack?
Olivia me observa con sorpresa.
—¿Tú sabías lo que tu hermano quería?
Niega.
—No tenía idea —murmura—. No mencionó jamás el querer una pelea contigo, aunque bueno, no es como que hablemos mucho del tema.
—Bueno, pues al parecer la quiere. No la he aceptado, Liv. Al menos no con la condición de que fuese arreglada.
Ella sonríe.
—No esperaba menos de ti —asegura—. Tu entrenador y el promotor, ¿qué opinan al respecto?
—Creo que Tom quería que aceptara, es decir, según su creencia es algo que me ayudaría a avanzar rápido.
—Sin duda alguna —concuerda—. Pelearías con el campeón, eso te colocaría en el ojo público, pero...no creo que me agradara esa pelea.
—¿Por qué?
—Bueno, es mi hermano, y tú mi pareja. No creo que fuese buena idea.
—¿Tu pareja? —ladeo la cabeza. Ella resopla.
—No puedo llamarte mi novio, porque aún no lo somos, y decir "el chico con el que salgo" suena demasiado...no lo sé...extraño.
—No somos novios porque no quieres —objeto—. Yo estaría de sobra encantado de llamarte mi novia. Si no quieres tanta formalidad, entonces tal vez solo podemos llamarnos como tal, y ya. Sin la necesidad de las preguntas, ni tanta seriedad.
Ella sonríe.
—¿Estarías bien con eso?
—Estaría más que bien —afirmo—. ¿Qué dices? ¿Te puedo llamar mi novia, aunque no seamos novios?
Ella echa la cabeza hacia atrás mientras ríe, el sonido es divertido, ligero, es tan suave que me hace reír a mí también.
—¿Por qué te ríes? Lo estoy preguntando en serio —formo un mohín con mis labios.
Ella se incorpora, camina en mi dirección y me corro con ligereza para darle lugar a mi lado, sin embargo, ella termina subiendo a mis piernas. Coloca sus manos sobre mis hombros, inclinándose hacia al frente que tengo que hacer uso de todo mi autocontrol para mirarla a los ojos y no al escote que revela de más en esta posición.
—Definitivamente puedes llamarme tu novia. —asegura antes de apoderarse de mis labios.
Mis manos se aferran a sus caderas, echo el cuerpo hacia atrás con ligereza, la suficiente como para permitirme estar en una posición más cómoda. Olivia abre las piernas, acomodándose sobre mi cuerpo y el leve balanceo que comienza a hacer, me hace soltar una leve exclamación.
—Eres experta en eso ¿no es cierto? —ella sonríe con satisfacción.
—Creo que es mi habilidad secreta.
Acerco el rostro a su cuello, apoderándome de su piel. Muerdo con ligereza el lóbulo de su oreja, consiguiendo una suave risa de parte de ella.
El timbre suena antes de que podamos hacer algo más, resoplo.
—Aguarda un segundo —pido. Olivia baja de mi cuerpo, permitiéndome incorporarme para caminar hacia la puerta.
—¡Tío! —sonrío cuando Hanny se lanza a mis brazos.
—Hola, preciosa —saludo elevándola. —Te eché de menos—. Hanny ríe cuando dejo un beso contra su mejilla, y luego observo a Montserrat.
—Hola ¿crees que pueda quedarse contigo un par de horas? —pide con inocencia.
—¿En qué clase de madre te has convertido que ahora abandonas a tu hija todos los días para hacer turismo? —reclamo—. Agradece que hoy ya he ido al club, de lo contrario, tendrías que llevarla contigo.
—Eres nuestra salvación, cuñado —agradece Jack con una sonrisa.
Montserrat saluda a Olivia desde la puerta, me entregan lo necesario y luego ambos se marchan.
Hanny se entretiene con Liv apenas ingresa, desde que se conocieron parece que han congeniado bastante bien, tanto así que Hannah pasa largo tiempo al costado de mi chica mirando las caricaturas que le hemos colocado en la televisión.
—Luke —Olivia pronuncia mi nombre con suavidad, como si intentarse no captar la atención de mi sobrina.
—¿Si?
Estamos en el sillón, Hannah entre nosotros, pero su pequeño cuerpo no interpone demasiada distancia.
—¿Quieres tener hijos? —pregunta con cautela.
Embozo una ligera sonrisa.
—No lo sé aún, probablemente en un futuro. Ahora...creo que tengo cosas un tanto más importantes que la paternidad.
Ella asiente. Centra su atención en el televisor, antes de volver a mirarme un par de segundos después.
—¿Qué hay de ti?
—Claro que quiero, dos en realidad. Creo que sería la cantidad suficiente —confiesa en medio de una risa.
Elevo el brazo, cruzándolo por detrás de su espalda y asegurándome de que sienta mi toque en ella.
—Bueno, Brooks, entonces tal vez en un futuro, tú y yo tengamos dos hijos.
Sus ojos se iluminan, no necesita decir nada. Sonríe de una forma en la que no lo había hecho antes, es un gesto suave pero lleno de sinceridad.
No somos nada formal aún, pero eso definitivamente no impedía que justo ahora, mis deseos de ser todo con Olivia Brooks, fueran más grandes de lo que siquiera imaginé.
Montserrat, Jack y Hannah estuvieron en la ciudad toda la semana, un par de días salí con ellos a recorrer las calles de Portland, Olivia nos acompañó uno de esos días y mientras más tiempo pasaban juntas, más confirmaba lo mucho que se agradaban.
Me hubiese gustado que permanecieran un par de días más, sabía que los escasos días que pasé con Hannah solo me harían echarla mucho de menos, sin embargo, el trabajo los requería de vuelta y los casi seis meses de embarazo de Montserrat, los hacían volver más pronto de lo que me hubiese gustado.
Con el asunto de la pelea, Tom no llamó de nuevo, así que supuse que no había llegado a ningún acuerdo con Zack.
No conseguía entender por qué Zack consideraría buena idea el hacer una oferta de pelea, es decir, ¿de verdad lo necesitaba tanto? Olivia no hablaba de eso, y había optado por no preguntar, después de todo si eran problemas familiares, yo no tenía por qué estar de entrometido.
Pero lo cierto es que lo descubrí más pronto de lo que siquiera pensé. Apenas una semana después de haber recibido la oferta, un par de páginas de internet sobre boxeo, emitieron algunos artículos mencionando a Zack.
"El campeón mundial de la categoría libra por libra, está bajo el ojo público"
En ellos, se daba la leve sospecha de que Zack Brooks se había hecho dueño del cinturón por medio de pelas arregladas, y no había que ser demasiado inteligente para saber las repercusiones de eso en su carrera.
Los chicos en el club no dejaban de hablar sobre el tema, sobre lo "increíble" que era que un boxeador como Zack, hubiese recurrido a una práctica como esa. Los cuestionamientos surgieron, y ahora más que nunca confirmaba la idea de que aceptar una pelea arreglada, hubiese sido mi perdición.
—¿Tom no te ha llamado? —inquiero hacia Justin, él eleva la mirada cuando me ve ingresar a su oficina.
Niega. Quitándose las gafas para conseguir observarme.
—Dijo que lo haría tan pronto tuviese algo, si no lo hace, es que no hubo arreglo.
Asiento con ligereza.
—He conseguido una pelea para ti, de acondicionamiento, no demasiado importante, pero si lo suficiente para no hacerte bajar el ritmo.
—De acuerdo.
Salgo de su oficina después de eso, hago la rutina acostumbrada, sabía exactamente la secuencia del entrenamiento así que, durante las horas siguientes, me concentro en eso.
No quería bajar el ritmo, al contrario, necesitaba mejorar, si quería avanzar y conseguir peleas importantes, debía ser el mejor. Debía llevar a mi cuerpo al límite, mostrar de lo que era capaz y convencerme de que podría hacerlo aún mejor.
Con las palabras de Justin, no esperaba que Tom llamara. De hecho, comenzaba a hacerme la idea de que la pelea por el cinturón se había esfumado, sin embargo, cuando estoy saliendo del club, mi celular suena.
Respondo casi de inmediato cuando leo el nombre de Tom Warren en la pantalla, ansioso de escuchar alguna noticia.
—Hola, Tom —saludo obligándome a mostrarme educado y nada desesperado.
—Hola, Luke. Lamento haber tardado en llamar, pero fue un poco más complicado de lo que imaginé —informa—. Pero creo que tengo buenas noticias para ti.
—¿Crees? ¿O son buenas noticias?
—Creo, porque aún no hay nada confirmado. —aclara—. Hablé con el promotor de Zack Brooks, le dije las condiciones, no está feliz con eso porque evidentemente esperaban una respuesta distinta. Pero...dijo que van a considerarlo.
Me detengo, justo en medio del estacionamiento.
—¿Cómo?
—Dijo que van a considerar tu propuesta, el tener una pelea limpia. Creo que aún mantienen la esperanza de conseguir una pelea, pero como están las cosas para Zack, deben hacer algo rápido antes de que la federación decida intervenir.
—¿Así que es probable que tenga una pelea por un cinturón? ¿Realmente hay probabilidades?
—Así es, Luke. Así que mi recomendación es que te prepares, tanto como nunca antes lo has hecho porque si Zack acepta, tendrás que dejar hasta tu último aliento en esa pelea.
Retengo el grito de emoción que quiero lanzar ahora, y me las arreglo para emitir un sonido parecido a una afirmación.
—Bien, tengo que colgar. Te mantendré al tanto.
—Gracias, Tom.
Él cuelga la llamada, la sonrisa en mis labios se hace un poco más grande mientras el sentimiento de euforia me llena el pecho, joder, podría pelear por un cinturón. ¡Era tan pero tan sensacional!
Me sentía eufórico, me sentía realmente ansioso por el hecho de tener una posibilidad para hacerlo, que olvidé todo lo que eso significaba. Olvidé que, de hacerse realidad, me estaría enfrentando al hermano de Olivia.
Olvidé el desastre que podría generar con eso, y ese, justo eso, fue mi principal error.
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¡Estamos llegando a la mejor parte de la historia! No se olviden de votar y comentar, significa mucho para mí.
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